Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

31 mar 2018

Del amor y la desgracia................................... Elvira Lindo

Con los hijos la vida cambia, pero también deseas recuperar a la mujer que fuiste.

El Parque del Retiro, cerrado al público.
El Parque del Retiro, cerrado al público. EL PAÍS

Mañana de sábado en la peluquería, tratando infructuosamente de esquivar la atracción del papel couché con el libro en el que ando inmersa estos días, El nudo materno, de la escritora neoyorquina Jane Lazarre.
 Pienso en el retraso que llevamos en España en cuanto al cuestionamiento del mito de la maternidad, que tan pernicioso ha sido para quien tiene un hijo por vez primera.
 El nudo materno fue escrito en el 76 y en el 79 The New York Times ya lo reseñaba como un clásico.
 Advertía el crítico de que la visión de la madre unas veces ideal otras castrante retratada desde la ficción o en ensayos psicológicos solía tratarse desde el punto de vista de los hijos.
 

Lazarre escribió la experiencia en primera persona: Jane, estudiante de antropología, hija de una cultivada familia judía de Nueva York, se une sentimentalmente a un hombre negro (la cuestión racial pesa en la narración), decide tener un niño y narra sus pensamientos obsesivos desde el momento en que lleva la orina en un bote de refrescos para el test hasta que el crío tiene dos años y ella comienza a sentirse liberada de ese lazo que inunda su cabeza de sentimientos contradictorios en los que confluyen la angustia paralizante y el amor incondicional de la mítica ”buena madre”, donde solo caben la generosidad y la dosis de masoquismo que el resto de las mujeres imperfectas no seríamos capaces de asumir.
“La mayoría de nosotras”, escribe Lazarre, 
“no somos como ella. Por mucho que lo intentamos, cuando nos acosan las dudas mientras estamos a solas con nuestros hijos, nuestros auténticos yos vuelven una y otra vez, nos acechan.
 Aún así, queremos tener hijos.
 Y los amamos desmedida e intensamente como esta 'buena madre', si es que existe”. 
Qué bien nos hubiera venido esta caligrafía fundamental a aquellas que en algún momento hemos escrito sobre los tormentos que atenazan esto que se describe como la experiencia que te cambiará vida.
 Cierto que la cambia, pero también que deseas recuperar a la mujer que fuiste, a no ser, como ya digo, que te asista una voluntad de renuncia a cualquier otra faceta que no sea la de ser madre. 
Me pregunto cuántos lectores varones sentirán curiosidad por este libro testimonial que la poeta Adrienne Rich calificó de original e importante:
 “No puedo imaginar que, al leerlo, una mujer no se conmueva o un hombre no se sienta deslumbrado”. 
Sería un buen indicio que algunos hombres vieran en un libro sobre la maternidad algo más que un manual de obstetricia, psicología o una experiencia de interés exclusivamente femenino.
 Hay madres que prolongarían para siempre ese tramo de la vida en el que el hijo depende por completo de su cuidado; hay otras que lo aman más cuanto más lo conocen y que celebran los signos progresivos de independencia del niño como una liberación mutua. Leo y pienso. 
Leo y observo. A mi lado hay una joven con un bebé de días asistido por la abuela. 
Es una recién nacida tan plácida que sospecho que no es la primera de esta madre.
 De pronto, suena su móvil y contesta. Es la policía. Lo sé porque ella va repitiendo en voz alta lo que le están diciendo.
 Le están diciendo que su niño está en estado crítico
 Las manos de la joven tiemblan y la niña casi se le escurre de los brazos. La abuela se hace cargo de la nieta.
 Todas las que estamos allí las rodeamos.
Las peluqueras y yo, que soy la última clienta. Son cerca de las dos de la tarde.
 Me viene la imagen de la noche anterior cuando me levanté asustada por el ruido del viento y me asomé a la calle. La madre grita, “pero esto no puede ser, esto es absurdo, pero ¿cómo que un árbol?”.
 Se ha perdido la comunicación con la policía, pero una peluquera la recupera: la ambulancia del Samur y la policía pasarán por la puerta a recogerla. 
Hay algo que todas sospechamos pero que nadie dice.
 Hay ojos llorosos, incredulidad y esos temblores de frío que solo provoca la desgracia súbita.
 La joven se desploma y cuando la sientan en una silla se pone rígida, los brazos abiertos, muy separados del tronco.
Habla para ella misma, habita ya en el universo de la desgracia. 
La alegría de mi vida, dice con los ojos espantados, pero si es la alegría de mi vida.
 Ya sabemos que el niño tiene o tenía cuatro años, que paseaba por el Retiro con su padre.
 La pobre abuela abraza a su hija, trata de devolverla al mundo, de serenarla.
 Un policía entra, toma con delicadeza a la bebé en sus brazos. Un psicólogo desciende de la ambulancia.
 Los gritos de la madre paralizan la calle.
 Nosotras, y ahora los vecinos, asistimos a la escena en silencio, como un cortejo fúnebre.
Paseo estos días bordeando el Retiro cerrado. 
 La visión del parque de la felicidad me devuelve cada día esta escena brutal. Pero no quiero evitarla. Es un acto de amor.
 Ojalá, dice Lazarre, las madres aprendiéramos a amar a los niños de otras mujeres. 

 

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La hidratante de María Pombo y otros 5 favoritos en el neceser de las 'influencers'


La hidratante de María Pombo y otros 5 favoritos en el neceser de las 'influencers' 

 

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Irene Montero y Pablo Iglesias anuncian que serán padres de dos niños

"Pablo y yo hemos emprendido un camino que en los próximos meses revolverá nuestras emociones", afirma la portavoz de Podemos en el Congreso.

irene montero pablo iglesias
La portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, y el líder de la formación, Pablo Iglesias, la semana pasada.

 

Irene Montero, de 29 años, y Pablo Iglesias, de 39, esperan dos hijos.
 La futura madre se encuentra en la decimotercera semana de gestación, según ha anunciado en su página de Facebook. 
 La portavoz en el Congreso de los Diputados de Podemos y el líder de esta formación política nunca han hablado de su relación.
 No confirmaron su noviazgo. 
Siempre han intentado mantener un perfil bajo como pareja y la única prueba de su relación fue una fotografía que captó un paparazzi en la que aparecían dándose un beso en la barra de un bar.
"Quiero compartir algo con vosotras y vosotros. Pablo y yo hemos emprendido un camino que en los próximos meses revolverá nuestras emociones, transformará mi cuerpo y llenará nuestras vidas de belleza y algunas noches sin dormir", ha afirmado Montero en su cuenta de Facebook, que ha añadido:
 "Estoy embarazada de casi 13 semanas, y dentro de mí crecen dos criaturas que, si todo va bien, nacerán entre septiembre y octubre". "Somos inmensamente felices y afortunados de poder compartir este camino con sus abuelos y abuelas y con todos los amigos que serán para ellos la mejor familia", ha añadido.

Irene Montero y Pablo Iglesias anuncian que serán padres de dos niños
La portavoz de Podemos ha relatado que su "cuerpo empieza ya a contarlo todo con sus propios cambios.
 Y, por eso, hemos decidido compartirlo.
 Pablo es el mejor compañero para todos y cada uno de los días que vienen". "Poco a poco aprendo que la maternidad es un proceso tan hermoso como intrincado. 
Lleno de situaciones, emociones y preguntas que no salen en las películas ni en los cuentos. 
Y, por eso, doy las gracias con todo mi corazón a las madres, amigas, compañeras que desde hace semanas hacen tribu conmigo, me dan su mano y comparten su escucha, sus vivencias y su experiencia.
 Este es también un camino para recorrer juntas, nosotras".
 Montero en declaraciones públicas ha definido a Iglesias como "un hombre de corazón inmenso, de ideas claras y que disfruta de conocer, saber y aprender, además de una persona profundamente sensible". 
La portavoz en el Congreso de Podemos comentaba en esta misma entrevista que era normal que en el medio laboral surgiera el amor: "En política mucha gente pasa muchas horas juntos y terminan siendo grandes amigos o pareja". 
También explicó: "Yo conocí a Pablo en un acto en Vallecas y nos pusimos a trabajar juntos".

¿De quién es el millón y medio de euros bajo la Fontana di Trevi?

El Ayuntamiento de Roma estudia qué hacer con las monedas que los turistas lanzan a la fuente, hasta ahora destinadas a Caritas.

La Fontana di Trevi en Roma, el 4 de enero de 2016.
La Fontana di Trevi en Roma, el 4 de enero de 2016. EFE

 Todos los días, prácticamente a cualquier hora hay un viajero en Roma lanzando una moneda a la Fontana di Trevi. 

 La mayoría lo hace como manda la tradición: de espaldas al monumento, con los ojos cerrados y formulando un deseo. Algunos piden volver a la Ciudad Eterna, otros encontrar el amor y muchos simplemente confían algún anhelo fortuito. Entre todos, sin pretenderlo, dejan bajo las aguas de la fuente una pequeña fortuna colectiva.

 El tesoro es asignado a la Caritas, que desde 2001 lo invierte en obras de beneficencia.

 Lo seguirá haciendo al menos hasta el final de este año, pero el Ayuntamiento de Roma se plantea destinar la recaudación a otros fines a partir de ese momento.

Cuando pasa la marea de turistas y curiosos, de madrugada, mientras el imponente Neptuno y sus hipocampos se desperezan en soledad, un grupo de operarios del Ayuntamiento recoge el botín con un aspirador.

 En 2016, según el último informe de Caritas, se recaudó casi un millón y medio de euros.

 El uso que se dará a las próximas colectas es incierto.

 Desde el pasado octubre, el Ayuntamiento y el ente benéfico de la Conferencia episcopal italiana andan a vueltas con este asunto.

 Entonces, la junta municipal decidió que este 1 de abril terminaría el histórico convenio y el dinero lo utilizaría directamente el consistorio, para “financiar proyectos de asistencia y solidaridad”.

 El pasado miércoles, a apenas tres días del vencimiento del plazo, la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, dio un paso atrás y prorrogó in extremis el acuerdo con la organización hasta el final de este año.

 Mientras tanto, un grupo de trabajo estudiará qué hacer y cómo repartir el tesoro de la fuente. 

 Estos días, Caritas y el consistorio están manteniendo encuentros para buscar una solución.

 Ambos han rechazado realizar declaraciones hasta que la decisión sea definitiva 

El particular botín que cada año sale de las aguas de la Fontana di Trevi hasta ahora se ha traducido en camas en albergues para las personas sin hogar; comidas y cenas en comedores sociales; mantas para quien duerme en la calle o ropa y productos de primera necesidad para indigentes.

 Caritas sustenta en la capital una amplia red de estructuras para ayudar a personas en riesgo de exclusión social.

 Entre ellas destacan los llamados ‘supermercados de la solidaridad’, repartidos por la capital en los que las personas sin recursos pueden hacer la compra de forma gratuita; centros de orientación y formación para desempleados; espacios de atención y compañía para personas mayores o asistencia sanitaria a domicilio para enfermos de sida.

Un empleado del Ayuntamiento de Roma recoge algunas de las monedas arrojadas a la Fontana di Trevi, el 2 de mayo de 2011. 
Un empleado del Ayuntamiento de Roma recoge algunas de las monedas arrojadas a la Fontana di Trevi, el 2 de mayo de 2011. EFE
 
Especialmente estos días de Semana Santa, en los que miles de visitantes colman las calles de Roma, el rendimiento de la famosa fuente sigue en aumento.
 Entre todos los atractivos de la ciudad, la Fontana es uno de los más populares.
 Recibe unas 450.000 visitas al mes de media y 1.200 personas se detienen cada hora frente a ella en los momentos de máxima afluencia, según el portal de Turismo del ayuntamiento.
Como Laura Galeano y Sergio Teodoro, que han venido de Madrid a pasar sus vacaciones. 
Acaban de tirar su moneda al agua en medio de un avispero de turistas que hace lo mismo ajeno a la lluvia. 
 “Si la gente da desinteresadamente ese dinero de su ilusión, con la esperanza de que se cumpla un deseo y además sirve para ayudar a gente que lo necesita, mejor.
 El Ayuntamiento ya tiene suficiente con los impuestos como para subsanar sus gastos”, dice Galeano. 
“Yo al principio he pensado lo contrario. He visto algunas calles que están que dan pena, si lo invierten en limpieza, tampoco estaría mal.
 Un poco para cada cosa”, replica Teodoro. A pocos metros, Alba Elena se hace la foto de rigor con su grupo de amigas de Salamanca después de llevar a cabo el ritual de la moneda.
 Juntas comentan: “El problema sería si el dinero que el Ayuntamiento recoge va a parar a la ciudad o a otros menesteres. Si ahora se sabe que va a Caritas, está bien 
 

 

Sara Montiel, el pan y los hombres.................... Pablo de Llano

“Era una mujer ardiente, una mujer sexual que podía estar con el que quisiera”, recuerda Marianela Andino, quien fue su gran amiga al cumplirse cinco años de su muerte.

sara montiel Sara Montiel, en 1974. GETT

 Marianela Andino (Camagüey, Cuba, 1942) sostiene que Sara Montiel tuvo dos grandes pasiones en la vida: “La comida y los hombres”.

 Habla con el conocimiento de la cupletista que le dan los 45 años de íntima amistad que mantuvieron desde que la conoció en Miami en 1968 hasta su muerte, de la que se cumplen cinco años el próximo día 8 de abril.

  Andino se acercó a ella como fan y terminaron siendo “como hermanas”. 

 Viajaba siempre con Sara. Era su ayudante, su familia, su confidente. 

“Pasábamos mucho tiempo solas y me contó todos sus secretos”, dice, y añade con misterio:

 “Hay uno, el más grande, que ella me pidió que contara después de su muerte y con el que aún no he decidido qué hacer. 

Tiene que ver con Sara y un señor, español, ya fallecido. Si lo oyeras, no lo creerías”. 

En su casa de Miami tiene una habitación dedicada a los recuerdos de “Antonia”, como la llama por su nombre de pila. La señala, tan joven, “bella como un rostro de nácar”, riéndose con James Dean, fumando un puro con Marlon Brando, y se detiene en un retrato del actor italiano Giancarlo Viola.

 Si bien Saritísima decía a este diario en su última entrevista, en 2012, que el gran amor de su vida fue Severo Ochoa y que lo de ellos no fue posible porque no se veía “tomando el té con las esposas de los otros científicos”, Andino afirma que fue Viola. “Me decía que nunca había visto una cabeza tan bella, que acariciarle la cabeza a Gianca era algo formidable”.

Sara Montiel, en 2011.
Sara Montiel, en 2011. GTRESONLINE

 “Era una mujer ardiente, una mujer sexual a la que le gustaban mucho los hombres y que podía estar con el que quisiera”, dice Andino.

 “Pero el que más la quiso y más la cuidó fue Pepe Tous”, el empresario mallorquín con el que estuvo casada hasta que falleció en 1992 por un fulminante cáncer de colon.

 “Sara se desmoronó después de su muerte y me fui a Palma con ella un año.

 Eran días enteros de llanto. 

Yo dormía con ella en su cama. Una madrugada me desperté y se había levantado. 

Hacía frío y me la encontré en la terraza gimiendo envuelta en una manta”. 

Andino cuenta que Sara Montiel no soportaba la soledad. “No quería dormir sola, ni viajar sola ni tan siquiera comer sola”, recuerda. “Un día en Nueva York se partió una muela comiendo pollo y cuando el dentista se la iba a arreglar dijo: “Ven, Nelita, dame la mano”.

 También tenía “pánico a la oscuridad”. 

Por las noches, dice su amiga, la protagonista de El último cuplé y La violetera requería que quedasen encendidas las lámparas de las mesillas de noche y hasta la luz del baño.

 Era una mujer de carácter, pero vulnerable. “Pepe siempre me decía: 'Nunca dejes sola a Antonia”. 

Y antes de que enfermase ya se preocupaba de qué pasaría si él se moría, si ella despilfarraría todo en dos o tres días o si vendría alguien a engañarla”. 

Tous era, además, el guardián de la figura de la actriz. Procuraba mantenerla siempre a distancia del pan, el otro gran amor de Sara Montiel. 

“Comer para ella era la vida”, cuenta Marianela. “Mi madre no se podía olvidar de guisarle una ropa vieja con frijoles cuando venía a Miami”.

Marianela Andino, en su casa de Miami.
Marianela Andino, en su casa de Miami.
“Cuánto la echo de menos”, suspira su amiga. 
Sonríe cuando recuerda la confianza con la que se intercambiaban insultos; o lo que le gustaba a Sarita el jabón de Estados Unidos para lavarse la cara; o cómo utilizaba simplemente aceite de oliva para sacarse el maquillaje; o aquella vez en Palma en que se presentó con los pechos al aire ante la cuadrilla de albañiles que estaba reformando su cocina. “Pepe le hizo señas para que se tapase, y ella solo se puso una mano en cada teta”.
Marianela Andino dice que Sara Montiel, nacida en una familia humilde de un pueblo manchego, era una mujer orgullosa de sus raíces.
 “Me preguntaba si yo la consideraba una mujer de pueblo. Yo le decía que sí y ella me lo volvía a repetir: '¿Verdad que yo soy una mujer de pueblo?”.
 Una faceta que convivía con la de los lujos de estrella. “Tenía un collar de brillantes y esmeraldas tan grande que le llamábamos el babero”, comenta Andino.
 Un cuadro de la actriz medio desnuda y abrazada a una guitarra española preside el descansillo de las escaleras de su casa. 
Ella lo mira y repite una frase de su amiga: “Nelita, yo no soy buena actriz, pero mi belleza rompe esquemas”. 

 

El drama de los ancianos abandonados por sus familias en un hospital

La falta de espacio o el exceso de trabajo son algunas de las excusas que ponen quienes no quieren recoger a sus mayores una vez dados de alta.

ancianos abandonados
Ancianos, en un centro hospitalario.

Algunos alegan que la casa en la que viven es pequeña.
 Otros, que tienen mucho trabajo y nada de tiempo. 
Y algunos ni siquiera se molestan en poner una excusa: directamente no responden a las llamadas. 
La sala de Urgencias del Hospital General de La Palma se ha convertido en un lugar utilizado por familiares que abandonan a sus mayores cuando les resultan un estorbo en casa. 
Allí los dejan para no volver a por ellos. 
En el centro hay ahora cuatro ancianos en esa situación, aunque la media habitual oscila entre los 10 y 20.
El modus operandi se repite la mayoría de las veces.
 Un día aparecen por el hospital con el anciano por alguna patología aguda que este ha sufrido, desde un ictus a una insuficiencia cardíaca.
 Durante el proceso de curación, el personal del centro se da cuenta de que los familiares no vienen a visitarlo, o que lo hacen muy poco. 
La confirmación de las sospechas de que ha sido abandonado se produce cuando días o semanas después le dan el alta médica y administrativa al paciente y nadie viene a recogerlo.


“Hay gente que no puede hacerse cargo de ellos porque también son dependientes, pero otros casos son sangrantes”, se queja el gerente del centro y de los Servicios Sanitarios de La Palma, José Izquierdo, quien ha visto cómo el hospital que dirige ha sido noticia en varios medios de comunicación por esta situación, aunque aclara “que no solo se da aquí sino en todos los hospitales de Canarias y de España, porque la población de nuestro país es cada vez más mayor”.
 Explica que ha denunciado ante la Fiscalía algunos de los casos para su tramitación como delito de abandono.
Sin embargo, el éxito ha sido escaso, “tanto porque esa figura penal no está muy bien regulada como porque tampoco se puede hablar propiamente de que se dé en estos supuestos, al estar el mayor siendo atendido en un centro hospitalario”, apunta.
Comienza entonces el proceso de búsqueda de una plaza en un centro sociosanitario, labor en la que el Gobierno de Canarias, el Cabildo insular y los ayuntamientos palmeros trabajan en conjunto. Con una población cada vez más envejecida en la isla y un número de plazas limitadas a unas 300, el proceso puede prolongarse desde unos meses hasta casi un año. 
En no pocas ocasiones, además, las familias que los han abandonado, al haber obtenido previamente la declaración de incapacidad de los ancianos, se quedan disfrutando de su pensión y sus propiedades, mientras las entidades públicas afrontan el coste de la plaza sociosanitaria de estos, que asciende a unos 3.000 euros mensuales cada una.
 Por eso, Izquierdo reclama una mejor regulación que obligue a devolver al mayor aquello que le pertenecía en caso de que sus familiares no se comprometan a atenderlo.
En lo que se prolonga ese periodo hasta su reubicación, el funcionamiento normal del hospital se ve alterado.
 Operaciones que han de ser pospuestas por falta de camas —ocupadas por los ancianos— y aumento de las listas de espera son las principales consecuencias. 
“Tenemos que hacer equilibrios constantes”, añade el gerente.
Pese a todo, esta semana es “de bonanza” en el centro, indica Izquierdo.
 Solo cuatro ancianos frente a los 12 que atendían hace solo unos días atrás, cifra bastante más cercana a la habitual durante todo el año, que ronda el 10 por ciento de las 200 camas con las que cuenta el Hospital General de La Palma.
 Los mayores abandonados aquí suelen tener entre 70 y 85 años. Uno de ellos, de 87, lleva internado desde mayo de 2017, cuando entró por Urgencias por un problema de salud puntual ya resuelto. Es una persona con autonomía que solo necesita de alguien que le recuerde tomar la medicación a su hora y le ayude a preparar la comida. 
Se sincera con una empleada del centro (que prefiere guardar el anonimato) a la que cuenta que no entiende por qué sus hijos no lo vienen a buscar.
 “Dice que no entiende lo que pasa. Que trabajó toda la vida y que tiene su casa.
 Llora mucho. 
Y lo que pide es que le saquen del hospital porque es un ‘sitio feo’ en el que ve mucha gente ‘que se va, que se muere’ ”.

 

Robert Royal, fotoperiodista de la Transición

El estadounidense mostró a los medios de EE UU y Reino Unido el final del franquismo y el comienzo de la democracia española.

El fotoperiodista estadounidense Robert Royal expone medio centenar de fotografías tomadas, sobre todo, al final del franquismo y comienzo de la Transición. Las imágenes pueden verse en el Centro Internacional de Prensa, en Madrid. En la foto, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, en 1981.El fotoperiodista estadounidense Robert Royal expone medio centenar de fotografías tomadas, sobre todo, al final del franquismo y comienzo de la Transición. 

Las imágenes pueden verse en el Centro Internacional de Prensa, en Madrid.

 En la foto, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, en 1981.

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    El fotoperiodista estadounidense Robert Royal expone medio centenar de fotografías tomadas, sobre todo, al final del franquismo y comienzo de la Transición. Las imágenes pueden verse en el Centro Internacional de Prensa, en Madrid. En la foto, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, en 1981.
  • Tras la muerte de Franco, llegaron a la política española nuevos líderes, como el secretario general del PSOE, Felipe González, retratado aquí por Royal en 1977.Tras la muerte de Franco, llegaron a la política española nuevos líderes, como el secretario general del PSOE, Felipe González, retratado aquí por Royal en 1977.

  • El fotoperiodista estadounidense Robert Royal expone medio centenar de fotografías tomadas, sobre todo, al final del franquismo y comienzo de la Transición. Las imágenes pueden verse en el Centro Internacional de Prensa, en Madrid. En la foto, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, en 1981. 
    El fotoperiodista estadounidense Robert Royal expone medio centenar de fotografías tomadas, sobre todo, al final del franquismo y comienzo de la Transición. Las imágenes pueden verse en el Centro Internacional de Prensa, en Madrid. En la foto, el alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván, en 1981.
  • Tras la muerte de Franco, llegaron a la política española nuevos líderes, como el secretario general del PSOE, Felipe González, retratado aquí por Royal en 1977. 
    Tras la muerte de Franco, llegaron a la política española nuevos líderes, como el secretario general del PSOE, Felipe González, retratado aquí por Royal en 1977.
  • Royal siguió como corresponsal gráfico hasta que hace unos años decidió abrir un estudio publicitario. En la imagen, Manuel Fraga Iribarne, en 1981.
    • Retrato del modista Manuel Pertegaz.
      Retrato del modista Manuel Pertegaz.
    Royal siguió como corresponsal gráfico hasta que hace unos años decidió abrir un estudio publicitario. En la imagen, Manuel Fraga Iribarne, en 1981.
  • Josep Tarradellas, cuando fue proclamado presidente de Cataluña, en 1977, acompañado por el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez y el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa.Josep Tarradellas, cuando fue proclamado presidente de Cataluña, en 1977, acompañado por el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez y el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa.
     


30 mar 2018

El misterioso hombre que se marcha sin pagar de hoteles de lujo de Washington


Una noche se pidió un chupito de 1.200 dólares de un whisky de edición limitada. La policía ha detenido a un británico de 21 años.

La barra del bar del hotel Ritz-Carlton de Washington
La barra del bar del hotel Ritz-Carlton de Washington
Un temor se extiende por los hoteles de lujo de Washington: que aparezca el misterioso hombre con acento británico que en las últimas semanas ha logrado marcharse sin pagar tras consumir abundante bebida y comida. 
En el bar del hotel Ritz-Carlton, una persona se gastó el pasado viernes 2.200 dólares. 
Incluyeron un plato de pulpo, otro de cordero, una botella de vino y para culminar el festín un chupito de 1.200 dólares de un whisky irlandés de reserva limitada y 34 años de maduración que estaba protegido en una caja de seguridad.
Cuando llegó el momento de pagar la elevada factura, el hombre pidió que le pasaran el gasto a su habitación de hotel, que en realidad era la de un jugador de los Denver Nuggets, el equipo de baloncesto que había jugado esa noche contra los Washington Wizards.
 Pero algo llamó la atención a los responsables del hotel y cuando trataba de abandonar el establecimiento fue parado por la policía, que ya lo tenía en el radar por incidentes anteriores. 
Tras un rifirrafe, los agentes le detuvieron.

Le identificaron como Nicholas James Cooper, un hombre de 21 años con acento británico.
 Ya había sido arrestado recientemente en otras dos ocasiones por sucesos parecidos. 
Tras cada detención, ha logrado ser puesto en libertad a la espera de comparecer ante un juez el próximo 12 de abril.
 En dos de sus encuentros con la policía, pidió a los agentes que le tirotearan, según el diario The Washington Post.
Todo empezó el 13 de marzo, según las autoridades.
 Ese martes la policía recibió dos denuncias del hotel Willard, donde un hombre dio un nombre de habitación falso al firmar su factura de 68 dólares en el bar, y del restaurante Old Ebbitt Grill, donde intentó pagar los 67 dólares de gasto con una tarjeta de crédito inválida.

En la barra del Willard, uno de los principales hoteles de lujo de la capital estadounidense, el hombre aseguró que era de Londres y que ese día era su cumpleaños, según testimonios citados por el Post
También alardeó de que estaba pensando saltar la reja de los alrededores de la Casa Blanca. 
En el bar del Old Ebbitt Grill, el hombre hizo amigos con facilidad al consumir varias rondas de alcohol.
El pasado lunes, un hombre, que coincide con el perfil del sospechoso Cooper, gastó 500 dólares en una cena de ostras y vino en el hotel Hay-Adams. 
En la factura, puso el número de una habitación vacía y logró escabullirse del local.
El Servicio Secreto, el órgano policial que vigila al presidente y su familia, ha acusado a Cooper de tener un comportamiento extraño en los alrededores de la Casa Blanca y logró que un juez le impidiera el acceso a esa área.
 Pero el miércoles el hombre volvió a las andadas. 
Trató de entrar a un hotel cercano a la residencia presidencial, pero fue detenido rápidamente por incumplir la orden judicial.
 Al día siguiente, fue puesto en libertad.
 El misterio es si volverá a aparecer, sobre todo cuándo y dónde, en uno de los hoteles exclusivos de la ciudad.
 


 

 

Los famosos se van de procesión de Semana Santa

Desde Antonio Banderas al duque de Alba, las calles y balcones se llenan de caras conocidas esperando los pasos.

El duque de Alba, a la izquierda, sigue una de las procesiones de estos días en Sevilla. El duque de Alba, a la izquierda, sigue una de las procesiones de estos días en Sevilla.

Francisco Rivera, con su esposa Lourdes Montes, y Carmen, la hija de ambos. Francisco Rivera, con su esposa Lourdes Montes, y Carmen, la hija de ambos.

  • Francisco Rivera, con su esposa Lourdes Montes, y Carmen, la hija de ambos.
    Francisco Rivera, con su esposa Lourdes Montes, y Carmen, la hija de ambos. GTRES
  • Carmen Tello, esposa de Curro Romero, y gran amiga de la fallecida duquesa de Alba, en una procesión en Sevilla.
     
     Carmen Tello, esposa de Curro Romero, y gran amiga de la fallecida duquesa de Alba, en una procesión en Sevilla.

 

  • María Teresa Campos, con Bigote Arrocet, en Málaga al paso de una procesión. 
    María Teresa Campos, con Bigote Arrocet, en Málaga al paso de una procesión. GTRES!Que bien vivir de acoplado, no lo soporto
  • Terelu Campos, con su hija Alejandra Rubio, en Málaga esperando un paso. 
    y quien dijo que esa niña era guapa?
    El empresario Rosauro Varo, pareja de la actriz Amaia Salamanca, con uno de sus hijos que participó en una procesión. El empresario Rosauro Varo, pareja de la actriz Amaia Salamanca, con uno de sus hijos que participó en una procesión.
    David Bisbal, en Almería, donde participó activamente en una de las procesiones. David Bisbal, en Almería, donde participó activamente en una de las procesiones. 

Miles de personas se enganchan a la historia de “dos señoras que no se sabía si eran lesbianas”

El hilo, que narra un juicio real de la Escocia victoriana, ha sido el primero de una serie de relatos históricos sobre mujeres homosexuales.

Fotografía de Lily Elsie y Adrienne Augarde, dos actrices del s.XIX, con la que Cristina Domenech ha ilustrado su serie de hilos históricos de amor lésbico. "No sé si podemos meterlas en la saca de las señoras que se empotraron hace mucho", aclara la autora, "porque en aquella época el tema de que las señoras se vistieran de señor en el mundo del espectáculo estaba a la orden del día".
Fotografía de Lily Elsie y Adrienne Augarde, dos actrices del s.XIX, con la que Cristina Domenech ha ilustrado su serie de hilos históricos de amor lésbico. "No sé si podemos meterlas en la saca de las señoras que se empotraron hace mucho", aclara la autora, "porque en aquella época el tema de que las señoras se vistieran de señor en el mundo del espectáculo estaba a la orden del día".
 
 Eran comienzos del siglo XIX, concretamente 1811.
 En Edimburgo una "señora de bien" enviaba a su nieta a un internado en el que conviviría solo con niñas y profesoras.
 Un día la niña le contó que dos de sus maestras dormían juntas y "movían la cama mientras respiraban muy fuerte".
 Es el comienzo de una historia real de la Escocia victoriana que la malagueña Cristina Domenech ha popularizado en Twitter.
 Desde su publicación el pasado día 7 de marzo, ha superado los 5.000 retuits, y su autora ha pasado de poco más de 100 seguidores a más 15.000.
En el hilo [puedes leerlo al completo en la parte inferior de este artículo], Domenech cuenta el surrealista juicio de las profesoras Marianne Woods y Jane Pirie contra Helen Cumming, la abuela de la niña. 
Esta contó a las madres de otras alumnas lo que su nieta había escuchado en los dormitorios, lo que provocó que retiraran a las niñas del internado.

 Así que las maestras la denunciaron por calumnias. 
"Encontré un breve pasaje en un libro que contaba la historia de estas dos señoras, me interesó mucho y busqué más información sobre ella", cuenta la autora a Verne
"Prometí a unas amigas que la contaría por Twitter, y este ha sido el resultado".
Un tabú utilizado como ventaja
En el juicio, según narra Domenech en el hilo, Woods y Pirie jugaban con una ventaja: en la época victoriana, el lesbianismo no es que estuviera mal visto, es que, para los más puritanos, no existía.
 Este escándalo surgió en un momento en el que la sociedad mejor educada no asumía la posibilidad de que dos mujeres tuvieran relaciones sexuales, tal y como señala el periódico escocés The Scotsman.
 "Hasta finales del siglo XIX la palabra lesbiana no se utilizaría para referirse a otra cosa que no sea la isla griega de Lesbos o una variedad de vino", dice el reportaje sobre este caso.

Así que las maestras defendieron su relación en el juicio como si se tratase de una purísima y profunda amistad. 
En el hilo, Domenech recoge algunas de las pruebas que los abogados de Woods y Pirie utilizaron en su defensa: cartas en las que se declaraban "cariño sincero y ardiente" o una biblia con una dedicatoria amorosa que Pirie había regalado a Woods.
Domenech incluye frases literales del jurado durante el juicio, que hoy en día resultan hilarantes: 
"Creo que estas damas son culpables de lo que se las acusa tanto como lo creo de mi propia esposa", o "si estas dos mujeres son culpables de algo, ¿dónde hay una mujer inocente en toda Escocia? Si sus señorías la conocen, yo desde luego no".

En el hilo, la autora explica que existe la transcripción del juicio, aunque es difícil de conseguir. 
"Para documentarme, utilicé de fuente Scotch Veredict, de Lillian Faderman, un libro dedicado solo a este caso", explica a Verne. Finalmente, la pareja de profesoras ganó el juicio, y la abuela que había contado lo que las docentes hacían en la cama tuvo que indemnizarlas.
El primero de muchos hilos
Debido a su interés –tanto personal como académico– por la época victoriana y sus referentes lésbicos y bisexuales, Cristina Domenech conocía más historias sorprendentes protagonizadas por lesbianas. 
Así que decidió contarlas: desde la publicación de su relato sobre Woods y Pirie, Domenech ha publicado más hilos similares con el hashtag #SeñorasQueSeEmpotraronHacemucho.
"He estudiado Literatura Inglesa y me he interesado por buscar referentes culturales e históricos de lesbianas y bisexuales, así que me conozco un montón de historias de este estilo", cuenta Domenech, que actualmente está investigando para su tesis doctoral.
 "Tengo una lista de anécdotas que podrían encajar en la temática de los hilos, así que voy seleccionado y, antes de escribirlos, dedico una tarde a comprobar fechas y datos". 
Los que va publicando los recopila en un moment de Twitter, en el que encontrarás historias como estas:
El mismo día que Domenech publicó su hilo, el tuitero Ramón Martínez –también filólogo especializado en diversidad sexual y de género– comenzó a publicar historias similares con hombres homosexuales como protagonistas, y recopiladas con el hashtag #MariconesDeAntaño.
 También están recopilados en un moment:

 

 

El cruel (e intolerable) comentario de Sofía sobre el físico de Chabelita

La concursante ha protagonizado una conversación con María Lapiedra en la que ha mostrado su vena más despectiva con Chabelita.

Sofia Suescun insulta a Chabelita3. Sofía se ha pasado de la raya

Sofía se ha pasado de la raya y ( Por qué no la expulsan)

Sofia Suescun insulta a Chabelita2. Risita malvada

Risita malvada

"Hombre la chica de penilla. Yo creo que los chicos se le acercan solo por el interés. Tú y yo porque estamos buenillas, pero ella… Igual con la luz apagada. Como haya algún reflejo y veas que es ella…", le ha dicho a María Lapiedra. Un comentario totalmente intolerable e inaceptable.

 

Tras una discusión brutal con Alberto Isla porque Sofía cree que este no le habla porque así se lo ha indicado Chabelita, la superviviente tuvo una conversación con María Lapiedra para desahogarse y dijo cosas horribles sobre el físico de esta.

 Sofía Suescun ha protagonizado uno de los momentos más desagradables de 'Supervivientes 2018'

Si la tercera gala de esta edición comenzaba con la tremenda bronca que protagonizó con Alberto Isla a propósito de Chabelita, minutos más tarde asistíamos a una conversación con María Lapiedra en la que mostraba su lado más cruel al meterse con el físico de la hija de Isabel Pantoja.

 

No es por maldad Urdangarin tendrá un vis a vis cada 20 días en un cuarto especia

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Iñaki Urdangarin

El futuro de Cifuentes, en el aire tras el caso del máster