Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 abr 2012

Amor Prohibido de César Vallejo


Amor prohibido
Subes centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.
Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la punta chispeante del cuerno
del diablo; mi beso que es credo sagrado!
Espíritu en el horópter que pasa
             ¡puro en su blasfemia!
¡el corazón que engendra al cerebro!
que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.
             ¡Platónico estambre
que existe en el cáliz donde tu alma existe!
¿Algún penitente silencio siniestro?
¿Tú acaso lo escuchas?  Inocente flor!
... Y saber que donde no hay un Padrenuestro,
el Amor es un Cristo pecador!

PALMAS Y GUITARRA de César Vallejo

  PALMAS Y GUITARRA
Ahora, entre nosotros, aquí,
ven conmigo, trae por la mano a tu cuerpo
y cenemos juntos y pasemos un instante la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.

Ahora, ven contigo, hazme el favor

de quejarte en mi nombre y a la luz de la noche teneblosa
en que traes a tu alma de la mano
y huímos en puntillas de nosotros.

Ven a mí, sí, y a ti, sí,

con paso par, a vemos a los dos con paso impar,
marcar el paso de la despedida.
¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta la vuelta!
¡Hasta cuando leamos, ignorantes!
¡Hasta cuando volvamos, despidámonos!

¿Qué me importan los fusiles?,

escúchame;
escúchame, ¿qué impórtenme,
si la bala circula ya en el rango de mi firma?
¿Qué te importan a ti las balas,
si el fusil está humeando ya en tu olor?
Hoy mismo pesaremos
en los brazos de un ciego nuestra estrella
y, una vez que me cantes, lloraremos.
Hoy mismo, hermosa, con tu paso par
y tu confianza a que llegó mi alarma,
saldremos de nosotros, dos a dos.
¡Hasta cuando seamos ciegos!
¡Hasta
que lloremos de tánto volver!

Ahora,

entre nosotros, trae
por la mano a tu dulce personaje
y cenemos juntos y pasemos un instante la vida
a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.

Ahora, ven contigo, hazme el favor

de cantar algo
y de tocar en tu alma, haciendo palmas.
¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta entonces!
¡Hasta cuando partamos, despidámonos!

8 Nov 1937
César Vallejo

29 abr 2012

Sé la más bella del Baile

Los basicos e imprescindibles
LOS BASICOS E IMPRESCINDIBLES
Sin mencionar zapatos botas y bolsos, (que solo para estos tres complementos que tanto nos gustan podría dedicar un boletín o dos entero…) hay una lista básica de accesorios que puedes añadir a tu look para crear sofisticación, dar un toque elegante, moderno, romántico o diferente a tu imagen.
Estos son los básicos:
  • Collar largo puede ser de piedras, de cuentas, de metal, de perlas…elige el material que se adapte a tu imagen.
  • Collar corto: Hazte con un collar corto o gargantilla en plata si este color te favorece para ponértelo por la noche o con un conjunto negro, verás como tu look ¡se transforma!
  • Pendientes cortos: Los básicos son los de “diamantes” (que por supuesto no tienen que ser reales) o los de perlas…
  • Pendientes largos: Los básicos son los de aro grandes, en plateado o en dorado y los de spaghetti (una tira larga).
  • Anillos: Todos los accesorios son muy personales pero sobre todo los anillos, si quieres usarlos para resaltar tu look hazte con uno de brillantes y uno con piedra grande en un color favorecedor (por supuesto pueden ser de bisutería…)
  • Broches: Otro accesorio ideal para llevar la atención sobre el lugar de tu cuerpo que quieres. Pon un broche cerca de tu escote y todas las miradas irán hacia alli….los más bonitos son los antiguos que ahora como se llevan tanto los encontrarás de bisutería….
  • Guantes: Un buen par de guantes de piel son un básico de cualquier temporada.
  • Pulseras y brazaletes: Las pulseras básicas son las finas y redondas que normalmente son tres o cuatro pulseras juntas, normalmente son doradas y estás son ideales para el verano. En invierno se usan más lo brazaletes, pueden ser dorados, plateados, de madera, de concha….
  • Cinturones: Hazte con un cinturón ancho para ponerlo con camisas, chaquetas de lana o vestidos camiseros. Otro básico es el clásico de piel negro de hebilla cuadrada para tus trajes y pantalones más conservadores. Otro imprescindible y que nunca pasa de temporada es el cinturón fino o de cadena, este lo puedes usar con tejanos, con una falda para salir o sobre un cardigan de casimir para marchar cintura.
  • Pañuelos, pashiminas y bufandas : Me encantan los pañuelos…. ponte un tejano una camiseta y un pañuelo o pashimina de un color favorecedor y habrás dado a tu imagen un look diferente y favorecedor. O ponte una básica camisa blanca con una falda lápiz y añade un pañuelo de seda con un estampado bonito y habrás dado a tu imagen un look elegante y que nunca pasa de moda. Para las que queráis dar un toque femenino a vuestro look de tejanos y camisa añade un pañuelo al cuello y verás como es mucho más femenino…..
Hazte con varias bufandas, pañuelos y pashiminas, combinan muy bien tanto para el día o para la noche y las hay muy asequibles.
LOS 3 ACCESORIOS DE MODA…
Si todavía no te has decidido con los accesorios básicos prueba a adquirir los de esta temporada que sin duda añadirán a tu look un toque moderno, actual y sexy…
  1. Cinturón ancho
Uno de los accesorios más in esta temporada. Me encantan los cinturones anchos porque dan a tu figura un toque sexy ¡sin tener que enseñar nada J !
  1. Guante largo
Otro de los más de moda este otoño-invierno, eso si los guantes largos de esta temporada son de piel no de raso….combínalos con chaquetas de media manga o con vestidos de noche.
  1. Brazalete ancho
Otro complemento de temporada muy favorecedor y que además lo puedes usar sobre camisas o jerseys…los que más se llevan son los dorados. ¡Esta temporada el dorado arrasa otra vez!

Consejos para rejuvenecer

Mejores trucos y consejos para rejuvenecer tu piel
 
 

Consejos de belleza.
Consejos para rejuvenecer

Trucos de belleza
 

¿Cómo podemos rejuvenecer nuestra piel?

Para poder tener una piel joven debemos tener conciencia de que necesitamos de los antioxidantes para poder luchar contra los radicales libres, estos son unos residuos que favorecen el envejecimiento de nuestra piel. Nuestro organismo es capaz de desarrollar por si mismo antioxidantes para contrarrestar los efectos de los radicales libres, pero también es beneficioso que aportemos con nuestra dieta un aporte extra de antioxidantes para rejuvenecer tu piel.
¿Qué alimentos son ricos en antioxidantes?
Incluyendo estos alimentos en nuestra dieta ayudaremos a luchar contra el envejecimiento de la piel.
Vitamina C: Los cítricos en general, kiwi, fresas, tomates y vegetales frescos.
Vitamina E: Frutos secos, aceite de oliva, huevos.
Beta-Carotenos: Frutas y verduras en tonos amarillos y naranjas.
Cobre: Frutos secos, productos de soja, legumbres.
Flavonoides: Cebolla, ajo, té, cerveza, vino, espinacas.
Glutatión: Espinacas, ajo, maíz, patatas.
Lipoceno: Tomates.
Selenio: Levadura de cerveza, germen de trigo, cereales integrales, hígado, cebollas, espárragos.
Zinc: Huevos, hígado carnes, levadura de cerveza.
Una dieta rica en antioxidantes nos ayuda a cuidarnos interiormente y mantener un aspecto saludable, gracias a los cítricos, frutos secos y otros alimentos mantendremos nuestra piel radiante y rejuvenecida.
Mejores consejos de belleza
Como ayudar a tener un buen bronceado mediante nuestra dieta
Podemos ayudar a nuestra piel y prepararla durante el invierno para que cuando llegue los primeros rayos de sol este receptiva para coger un buen tono dorado y por tanto un buen bronceado. Para ello tendremos una dieta equilibrada e incluiremos algunos alimentos que nos van a preparar la piel para el bronceado.
¿Qué alimentos debemos incluir en nuestra dieta para tener un buen bronceado?
El alimento por excelencia para tener un buen bronceado es la zanahoria, posee caroteno, que va a estimular el bronceado y alargarlo, pero además de este alimento también hay otros que influyen como son los alimentos ricos en vitaminas A, B, C y E.
Vitamina A: Huevos, maíz, albaricoques, melón, mandarina. Frutos secos como el cacahuete y la almendra. En verduras también encontramos mucha vitamina A, en la zanahoria, el perejil, los pimientos, el tomate.
•  Vitamina B: Carnes magras, verduras, lentejas, trigo, legumbres.
Vitamina C: Cítricos, pimientos, rábanos, frutas como el plátano, sandía, fresas, uvas.
Vitamina E: Frutos secos, soja, aceite de girasol.

Mantecados de Estepa

Mantecados de Estepa



El término municipal de Estepa, con una superficie aproximada de 202 km2, acoge la industria dedicada a la elaboración y envasados de mantecados, polvorones y roscos de vino entre otros dulces tradicionales de Navidad. Cuentan con Indicación Geográfica Protegida nacional transitoria desde 2009 bajo el sello Mantecados de Estepa, como sabemos, esto repercute en un control exhaustivo que empieza con la recepción de las materias primas y finaliza con el etiquetado, tanto el envoltorio como los estuches en los que se agrupan, deben incorporar el sello o etiqueta del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Mantecados de Estepa, el logotipo y el número correspondiente.
Son más de cien años los que avalan la calidad de los Mantecados de Estepa, respetando la receta tradicional, aunque parece ser que su origen se remonta al siglo XVI, todavía se conservan recetas antiguas de la elaboración de los mantecados de Estepa en el Convento de Santa Clara en las que se refleja que se elaboraban con una mezcla de cereales y los excedentes de manteca de cerdo, entonces eran como unas tortas que se elaboraban en todos los hogares de Estepa.

Patatas asadas con piel o Robe des champs

Patatas asadas con salsa de ajo y albahaca
Las patatas tempranas ya han llegado, por lo que es un buen momento para disfrutar de las patatas asadas con piel, hay infinitas formas de servirlas, sea como aperitivo, primer plato o guarnición, hoy las hemos preparado con una salsa de ajo asado y albahaca, además de animaros a probar esta deliciosa receta, queremos que conozcáis la expresión francesa en relación a esta elaboración.
Las patatas cocidas con su piel se conocen en Francia como Pommes en robe des champs, y también en otros países dado que ya sabemos que la cocina francesa ha sido una gran influencia a nivel internacional. También hay que decir que en cada país tienen su nombre, sobre todo en aquellos en los que las patatas asadas con piel son como para los italianos la pasta.

Las patatas se cocinan ‘vestidas’ con su piel, puede ser en el horno, en una olla, en un barbacoa o bajo tierra, como antiguamente (y qué ricas estaban). Después se pueden servir del mismo modo, con su piel, si son patatas tempranas o nuevas, incluso se pueden comer con ella.
También se pueden servir peladas o un poco abiertas (como en la fotografía), condimentadas con pimienta y sal, con finas hierbas, con mantequilla compuesta, con nata, con salsa… Esta receta con patatas es de lo más humilde, pero no por ello deja de ser un manjar, a nosotros nos encantan. No dejéis de probarlas con esta salsa con crème fraîche, o la que preparamos con crema agria en esta salsa de ajo asado.

Ingredientes (6 comensales)

6 patatas tempranas o nuevas (de tamaño mediano y forma homogénea).
Salsa de ajo asado y albahaca
150 gramos crème fraîche, 1 cabeza de ajos asados (30 gramos aprox.), pimienta negra recién molida, 8 hojas de albahaca fresca, 1 c/p de zumo de limón, 1 c/c de piel de limón, un chorrito de aceite de oliva virgen extra (opcional).

Elaboración

Lava bien las patatas y sécalas, envuélvelas con papel de aluminio y ponlas en la bandeja del horno, aprovecha también para hacer una o dos cabezas de ajo asado.
Introduce la bandeja en el horno precalentado a 180º C con ventilador o a 200º C con calor arriba y abajo. Asa las patatas hasta que estén tiernas, lo puedes comprobar pinchando con la punta de un cuchillo o con una brocheta.
Patatas asadas con salsa de ajo y albahaca
El tiempo de asado de las patatas puede variar según el tamaño, unas medianas pueden estar hechas en 45 minutos aproximadamente. Los ajos estarán asados antes, así que retíralos, y pélalos en cuanto pierdan un poco de calor, para preparar la salsa.
Pon en un bol la crème fraîche, añade los ajos chafados con un tenedor, hechos una pasta. Condimenta con pimienta negra, sal, la albahaca picada, el zumo y la piel de limón. Mezcla bien y rectifica si es necesario y si lo deseas, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Reserva en frío hasta el momento de servir.

Pensar para saber vivir

Claroscuros

La acusación de oscuridad hacia los filósofos no es una novedad. Ya Heráclito fue apodado el oscuro
. Y, por supuesto, Hegel. Este último fue calificado así por los filósofos de la Escuela de Fráncfort. Entre ellos, Theodor Adorno, quien no pasará a la historia por su claridad expositiva.
 Los textos de Platón, en cambio, son diáfanos y Eugenio Trías ha destacado la coincidencia entre algunas de las fórmulas narrativas de este autor y de la tragedia griega.
 No son tan claros los escritos de Aristóteles. Al menos, los que han llegado hasta nuestros días, arropados por una aureola de misterio.
Dice la tradición que Aristóteles escribió dos tipos de textos: los exotéricos, destinados a ser difundidos en público y hoy perdidos, y los esotéricos, que son los que han sobrevivido.
 Algunos de los primeros eran diálogos al estilo de Platón y de gran belleza compositiva.
 Nada que ver con la aridez de algunos de los tratados disponibles, que tras unos años ocultos fueron reordenados por Andrónico de Rodas.
 Epicuro es clarísimo, como corresponde a alguien que dejó escrito que todo hombre es filósofo. Las críticas más duras hacia el estilo de un filósofo son las que hicieron algunos pensadores del Círculo de Viena a Martin Heidegger.
Tras establecer un rígido criterio sobre cómo debe ser una oración para ser considerada significativa, afirmaron que muchas de las de Ser y tiempo no son ni verdaderas ni falsas, simplemente, carecen de significado.

Música para olvidar

¿Quién no tiene una fecha para olvidar? Según se van cumpliendo años se acumulan fechas para olvidar. Siempre se habla de la nostalgia.
 La nostalgia es el tema, el recurso de los suplementos culturales.
 Según un estudio sociológico reciente, el sentimiento nostálgico colectivo se genera con cuarenta años de distancia.
 De ahí el éxito de Mad Men. Tan cerca como para que no sea una serie histórica, tan lejos como para que se pueda embellecer lo que hoy resultaría insoportable
. Pero quién se ocupa del olvido.
 Parte de la tarea de nuestra memoria es descartar recuerdos tristes o aterradores
. Hay científicos, sí, que buscan la manera de interceptar en el cerebro herido la ansiedad que provoca el recuerdo de una violación, una guerra o una catástrofe. Todos tenemos fechas para olvidar
El aroma de una tarde de primavera nos trae de pronto a la memoria una primavera fatal y el olor se nos pudre con el recuerdo
. Quién no ha tachado la Nochebuena después de una separación amorosa, quién no ha detestado ese momento en que la ciudad se queda vacía un día de Año Nuevo y a ti te falta quien siempre estuvo contigo. Hay gente que tacha los fines de semana. Los niños detestan los lunes de tal manera que suelen ponerse malos los domingos cuando cae la tarde.
A Marjorie Eliot le sobraban los domingos.
Desde que un domingo de hace veinte años se le murió su hijo Philip por una infección de riñón. Marjorie trató de buscar la manera de sobrellevar el séptimo día del calendario
. Y como no hay tiempo que cicatrice la pena de una madre por la muerte de un hijo la pianista negra decidió sentarse al piano cada domingo a las cuatro de la tarde.
 Abrió las puertas de su casa para todo aquel que quisiera unirse. Los amigos músicos de la pianista llegaron con sus instrumentos para acompañarla en el duelo y el público se fue asomando tímidamente
. El número de sillas fue creciendo porque corrió la voz de este pequeño milagro que cada domingo tiene lugar en un viejo edificio art déco de Washington Heights.
Los neoyorquinos dicen que no es Harlem porque en esta zona predomina lo hispano, pero los mapas de la ciudad les llevan la contraria: es Harlem, los vecinos con los que te cruzas en el ascensor son negros americanos y Marjorie es de rostro y cultura afroamericana
.El pasado domingo, en una de esas tardes feas que conjugan viento y lluvia, fui por vez primera a casa de la anciana pianista. Otra viejecilla, muy coqueta, con jersey dorado y enormes gafas de sol nos abrió la puerta. Unas cincuenta personas sentadas en sillas blancas de plástico, distribuidas por la cocina, el pasillo y la salita escuchaban en silencio y con devoción la música que surgía de las manos de Marjorie y de un contrabajista tan delgado y enfermizo que parecía imposible que pudiera sujetar el instrumento sin desplomarse en el suelo
.De vez en cuando se unían un saxofonista francés y un trompetista chino.
Parte de la tarea de nuestra memoria es descartar recuerdos tristes o aterradores
Todo el humilde apartamento estaba en penumbra, solo aportaban algo de luz la última claridad de la tarde que entraba por las ventanas y unas lucecillas de esas que visten los árboles de Navidad. Por las paredes habían colgados con chinchetas o celofán recortes de periódicos que daban cuenta de estas milagrosas soirées, fotos de los nietos y de los dos hijos muertos, porque ya son dos con los que carga la memoria de Marjorie.
La anciana se había recogido el pelo hacia arriba, a la manera en que lo hacía Nina Simone, y tocaba el piano con los dedos siempre estirados, a la manera en que lo hacía Thelonious Monk, combados hacia arriba, como si carecieran de la facultad de doblarse.
 En la penumbra de la cocina, apoyada en la nevera, escuchando Skylark, what’s this thing called love? o Summertime sentí que estaba asistiendo a un oficio religioso. Algo había de eso, porque después leí que la voluntad de Marjorie es honrar a sus muertos cada domingo.
 El dolor transformado en música.
La música como tratamiento paliativo contra la pena. Para terminar, la pianista interpretó sin compañía alguna el Over the Rainbow, que tocada de manera tan dulce se convertía en un homenaje a todos los niños desaparecidos.
Marjorie Eliot decidió tocar cada domingo el piano para superar la muerte de su hijo un domingo, 20 años atrás
Después del concierto, la anciana portera pasó una bandeja entre los asistentes con galletas dulzonas de granola y zumos de naranja.
 El público, entre familiar, vecinal y fervoroso de la música hablaba aún en un susurro, como si nadie quisiera vulnerar el deseo de la pianista de tocar para olvidar que fue un domingo el día fatal en que comenzó a perderlo todo. Marjorie ha sido nombrada por una asociación que trata de preservar la cultura del viejo Harlem como un bien a proteger y preservar. Aun así, de vez en cuando sus amigos hacen sesiones especiales de jazz para ayudar a su maestra a pagar el alquiler.
 No es algo raro, la vida de los músicos es dura
. La vida de la mayoría de los músicos americanos es dura. Luego está esa minoría que atesora toda la atención mediática, pero aquellos que amamos la música sabemos que las historias de músicos viejos y empobrecidos no pertenecen al pasado, son presente.
 Tal vez lo que tenía Marjorie en las manos era artrosis, pero de ellas salía una música tan consoladora que yo también sentí que durante dos horas sus dedos me protegían de los malos recuerdos.

ELVIRA LINDO:
Yo llamo a esos momentos que relata Elvira, "Huequitos de Sol" porque cuando el cielo está muy oscuro, sale un huequito, a veces insignificante, pero por ahí entra el Sol que calienta nuestras almas de tanta tristeza y tantas soledades.

La lucha de la mujer por llevar los pantalones

Fotogalería
El estilo de Audrey Hepburn influyó en la aceptación del pantalón.
Decenas de miles de mujeres en Occidente se abrochan cada día el pantalón sin darle más trascendencia que cualquier hombre
. Pero emplear esta prenda no siempre estuvo carente de connotaciones y, aún hoy, todavía se lee como un símbolo de poder, fuerza o incluso irreverencia en algunos ámbitos.
 Y es que desde la escritora George Sand se apropiara del calzón para recorrer más cómodamente las calles de París, esta prenda ha vestido las pequeñas y grandes revoluciones que han jalonado la ruta hacia la emancipación de las mujeres. Un camino que la socióloga francesa Christine Bard disecciona en Historia políticia del pantalón (Ensayo Tusquets).
La autora recorre las etapas más significativas de la apropiación de esta prenda por las mujeres: desde sus primeros y tímitidos pasos dentro del mundo del deporte en los años veinte hasta las dificultades que las profesionales tuvieron prácticamente hasta hoy para poder utilizarlo en sus puestos de trabajo.
Aún cuando las mujeres lograron la igualdad civil, amplios sectores de la sociedad no aceptaban que vistieran pantalones
Porque la mejor prueba de la importancia política y simbólica del pantalón femenino es que, aún cuando las mujeres lograron la igualdad civil y laboral frenta a los hombres, amplios sectores de la sociedad no aceptaban que se vistieran como ellos.
Y no es necesario retrotraerse demasiado en el tiempo. Bard recuerda que en 1970 los ordenanzas de la Asamblea Nacional francesa niegan la entrada a Denise Cacheux (socialista) y Michèle Alliot-Marie (gaullista) por llevar pantalones. Esta última, consejera del gabinete de Edgar Faure explica a este ministro que si lo que les molesta es el pantalón, ella estaría dispuesta a quitárselo sin ningún problema. Y solo a través de esta pequeña irreverencia consigue doblegar al ordenanza y sentar precedente para el resto de políticas.
Aún hoy, los pantalones todavía no son una prenda neutral, ni carente de significado, cuando quien los viste es una mujer. Buena prueba de ello son las críticas que recibió el esmoquín que la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón, lució en la Pascua Militar de 2009.
 El protocolo afirma que las mujeres debían llevar vestidos largos.
 Pero el revuelo que causó su elección fue tal que el departamento de Defensa tuvo que aclarar que el estilismo de Chacón se ajustaba "perfectamente" a la etiqueta requerida.
En 1970 la Asamblea Nacional francesa prohibía a las políticas entrar con pantalones
El uso del pantalón por parte de las mujeres se aceptó socialmente por un breve periodo de tiempo y razones puramente prácticas durante la II Guerra Mundial.
La mujeres tienen que incorporarse como obreras en fábricas dy allí adoptan la vestimenta más cómoda y segura: pelo recogido y pantalones.
 Pero en cuanto los soldados vuelven del frente, las mujeres vuelven a la cocina y se impone una hiperfeminización en su indumentaria que busca potenciar su rol tradicional como reposo del guerrero y madre.
Aún así, el pantalón no desaparece del todo, sobre todo entre las mujeres que se condiran más modernas. Audrey Hepburn encarna mejor que nadie este nuevo estilo
. Exhibe un aire masculino y femenino al mismo tiempo, una combinación aceptable en unos tiempos todavía muy puritanos. Es la embajadora ideal del pantalón femenino, que lleva con zapatos planos y el pelo corto. Su estilo, imitado por numerosas admiradoras, influye mucho en la aceptación del pantalón.
El estilo de Audrey Hepburn es imitado por miles de admiradoras e influye en la aceptación del pantalón
Pero su extensión a un público mayoritario, su eclosión no llegará hasta que es adoptado en los sesenta por la alta costura y el pret a porter hasta 1960, en gran parte gracias a Yves Saint Laurent, que en 1966 lanza el esmoquin femenino.
 El diseñador considera, no obstante, que "la libertad y la igualdad no se comprar con un calzón", sino que "son un estado de ánimo".
A finales de los años sesenta y principios de los setenta, tiene lugar la revolución de los vaqueros,  se convierten en la primera prenda "mixta".
 Constituyen un emblema del movimiento revolucionario en los campus, del rechazo a la guerra de Vietnam, de la lucha de los negros por sus derechos civiles y del resurgimiento del feminismo. Con el estilo hippy, los 'jeans' experimentan un difusión masiva entre ambos sexos.

Solamente tu - Pablo Alboran & Diana navarro.mpg

DIANA NAVARRO CON PABLO ALBORÁN

La marea Pablo Alborán


Concierto de Pablo Alborán en el Palacio de los Deportes de Madrid
Guaaapo!!! Al menos una de las gargantas que le gritan de todo a Pablo Alborán al final de su recital en Mallorca no es la de ninguna fan histérica. Ni siquiera la de una fan a secas. Es la mía, y yo soy la primera sorprendida –y sonrojada– al escucharme. Mal comienzo para una semblanza objetiva del personaje. Pero una, además de prurito profesional, tiene sangre en las venas, y hay que tenerla de horchata para no corresponder de alguna forma al encanto de este chico. Este alarido del todo inapropiado es el que me ha salido en este momento. Lo que sigue es un intento de explicarme.
Estoy en el Auditorio de Palma. Llenazo hasta el gallinero. Las localidades de hoy y mañana, los dos primeros conciertos de la gira Alborán 2012, se agotaron en una hora, informa Toni Rubio, el ufano promotor del evento. “Habría llenado un tercer día, pero para eso lo empadronamos aquí”, bromea este viejo zorro del oficio mirando embelesado el teatro puesto en pie. Mil seiscientas butacas desbordadas por otras tantas almas en trance. Pandas de arregladísimas chicas de barrio, de preadolescentes a treintañeras largas, solas o en compañía de sus madres y, en menor medida, de sus novios, muchos con cara de no te confundas, colega, esto no es lo mío pero por mi chavala lo que sea. Mujeres en un 70%-30%. Decir que la emoción satura el ambiente es quedarse muy corto.
Antes de irse, el solista agradece su colaboración, uno por uno, hasta al apuntador. Incluyendo, de sopetón, al fotógrafo y a la periodista que le siguen para realizar este reportaje. Es entonces cuando me oigo piropear al artista como una más de las fans que no se han cansado de corear y fotografiar y whattsapear y subir a su Twitter, su Tuenti y su Facebook la cautivadora voz, las románticas canciones y la encantadora estampa de este muchacho malagueño de 22 años que se ha convertido, quizá en sentido literal, en la última esperanza del depauperado mercado discográfico español. Definitivamente, Pablo Moreno de Alborán Ferrándiz, además de componer, tocar y cantar unos personalísimos temas de amor que encandilan a muchos tanto como empalagan a otros, sabe hacerse querer. Y desear.
Tan mono, tan camisa blanca, tan fular al cuello, tan novio de España, tan yerno perfecto. La imagen de Alborán provoca una mezcla de curiosidad y pereza en quien recibe el encargo de retratarle. El enésimo chico guapo y entusiasta en lucha por cumplir su sueño. Un triunfito pos-OT. Cara a cara es así pero de verdad: pulcro, extremadamente educado, con una voz cómplice animada por un rescoldo de acento andaluz. Mucho más joven aún que en las fotos. Un chaval de cutis delicado y la mirada franca de quien no tiene trampa ni cartón. Si este es el último producto prefabricado y teledirigido por la industria, lo disimula bien. O quizá es todo más sencillo y a veces las cosas son como parecen.
¿Intenso? ¿Cursi? Nunca he tenido tapujos en demostrar lo que siento
Después de dos días a su sombra incluyendo ensayos contrarreloj, grabación de un single, viajes, baños de fans y el estrés y resaca del primer concierto del año, no se le intercepta una mala palabra, un mal gesto, ni siquiera un bostezo. Firma hasta el último autógrafo, se hace hasta la última foto con la última admiradora pesada, saluda hasta al último mono. Todo es “increíble”, “emocionante”, “genial”. No fuma, no bebe –Rubio, habituado a la solicitud de alcohol y otros bienes de consumo por parte de otros artistas, “flipa” con la manzanilla que pide como única exigencia–, ni dice ni oculta que tiene una novieta en Málaga con la que ya le ha retratado alguna revista del corazón. En plena cresta de la ola, las noches de gira de este ídolo de chicas suelen acabar, como hoy, con una cena tardía con su equipo después de despistar a las fanáticas más irredentas y antes de retirarse al hotel para estar al cien por cien mañana. Un lambrusco como único exceso. Nada de sexo, ni drogas, ni más rock and roll que los rifs y las risas con Porti, Jorge, Antonio, Rubén y Esperanza, sus músicos y productores, pero, sobre todo, sus “hermanos” de tanto dar tumbos juntos. A cambio, la pasión y la vulnerabilidad que rezuman sus canciones asoman a sus ojos en cuanto se charla a solas con él.
–¿De dónde le sale tanta intensidad?
–Soy así. Gamberro, pillo, alegre, joven. Pero muy pasional, en lo bueno y en lo malo. Vivo las cosas al cien por cien. Si me enfado, es a muerte. Si me enamoro, me vuelvo loco. No creo que sea cursi ni dramático. Pero quizá tengo esa forma de transmitirlo, así me sale, que la gente lo interprete como quiera.
–He hablado con algunas de sus fans. Son esas chicas que dicen “te amo” en sus SMS hasta a sus amigas. Sabe conectar con ellas.
–Todos necesitamos querer y que nos quieran. Y hoy más que nunca debemos sacar ese lado cariñoso. No es una pose, ni que yo fuera el romántico del siglo XXI. Nunca he tenido tapujo en decir te quiero, o en demostrar lo que siento: llorar, gritar, cabrearme. No debemos encerrarnos en nosotros. La música me ha servido desde chico como desahogo y salvavidas psicológico. Cuando estoy mal, escribo. Y si estoy bien, también.
¿Pero le ha dado tiempo a sufrir tanto?
–No he vivido tanto para escribir sobre el amor o el dolor, pero me gusta ponerme en la piel del otro, y más en este momento de duda, de catástrofe, de incertidumbre. Hablo de mí y por mí, pero me gusta vivir a través de mis temas historias de otras personas. Plantearme qué hubiera sentido yo si mi novia me fuera infiel, si me desenamorara o si estuviera tan desesperado para pensar en el suicidio. Escucha esto: lo compuse el otro día en un hotel de México DF, entre entrevista y entrevista, metido en mi burbuja.
Internet es mi forma de generar y agradecer la energía del público
Alborán manipula su iPhone y me hace oír el rasgueo de guitarra y el tarareo –“buscando la salida… encontré tu sonrisa”– que grabó entonces y que escucharé luego en forma de canción rematada en los ensayos. De esa tendencia a la introspección en medio del ruido y la gente brotó el germen de Deshidratándome, la historia de un suicida redimido por amor que competirá por figurar en su próximo álbum. Tiene docenas de temas acabados, en proceso o bulléndole dentro. Más que pájaros, Pablo se recuerda siempre con notas y palabras en la cabeza desde que, a los 10 años, el hipersensible y “sí, solitario, pero de independiente, no de triste” niño Alborán compusiera Malva, una letrilla en honor del vestido que lucía su madre una noche para salir con su padre. “Iban tan guapos y felices, que me salió del alma”.
La familia. Se le calienta la boca y, a la vez, se nota que se muerde la lengua al evocarla. Sus padres, su abuela, sus dos hermanos y sus parejas, y sus dos sobrinitas, cuyas caritas guapas salvan la pantalla de su móvil, y con los que vive “juntos, en plan comuna” en el chalé del clan en Benalmádena, son su “pilar” y el “refugio” al que vuelve en cuanto puede. Por eso quiere mantenerlos al margen. “Ayúdame a quitar de Internet lo de que soy familia de marqueses”, llega a pedir en vano. Porque Alborán es, en efecto, bisnieto del almirante Francisco Moreno Fernández, distinguido por Franco con el marquesado de Alborán en 1950, cinco años después de muerto. Aun así, “para que Pablo llegara a ser marqués se tendría que cargar a más de 60 primos”, según un familiar directísimo.
“Aunque le moleste legítimamente la etiqueta de niño de papá, Pablo es hijo de su padre y de su madre. No es un 15-M, no le busques mensaje. Tampoco una marioneta: si de algo es producto es de su educación, su voluntad y su talento. Puede que la vida no le haya arañado, pero lo hará, y ahí estará para contarlo”, dice Domi del Postigo. Fue este periodista –hoy en la SER de Málaga– quien vislumbró primero el potencial artístico y mediático de Alborán cuando aún era Pablo Moreno, el delgaducho hijo pequeño de su amigo Salvador. “En este caso, el padre es la madre del artista”, cuenta Del Postigo, informado puntualmente por Salva de los progresos del niño desde que, a los siete años, empezara a combinar sus estudios en el Liceo Francés con clases de piano y guitarra, y hasta que, precisamente en su casa, se produjera el encuentro decisivo.
Pablo es hijo del arquitecto Salvador Moreno de Alborán Peralta, gran agitador de la vida cultural malagueña, y de Elena Ferrándiz, hija de españoles nacida en Casablanca durante el Protectorado francés, una mujer de gran carisma y la auténtica matriarca del clan según quienes les tratan. Salvador, hijo del muy conservador vicealmirante Salvador Moreno de Alborán, creció en Madrid, pero fue desterrado a Málaga por su rebeldía con la dictadura y se considera un librepensador progresista al que le hubiera gustado ser pianista de Manolita Chen y que hoy asiste extasiado al éxito de su hijo. “Nos ha salido el niño de la farándula, pues qué bien, qué demonios. Yo, que llevo desde crío aporreando el piano, no he juntado dos acordes, y el cabroncete lleva 80 canciones, letra y música. Es un poeta, el niño, un generador de nostalgias futuras”, tiene dicho a una amiga. Viajes, libros, música. En ese ambiente creció Pablo, el “bebé” de la casa. Nueve años menor que Salva –publicista y pintor– y 12 más joven que Casilda –arquitecta y licenciada en Filosofía–, la mayor. “Tengo dos padres y dos madres y cuatro maestros en casa”, admite hoy el benjamín.
Fue con su hermano con quien empezó a escuchar flamenco, jazz y rock alternativo, y a tocar y cantar con ese aire sureño entre melódico y aflamencado que le caracteriza. Lo de componer, dice, vino solo. “Pablo era muy popular. Siempre ha tenido niñas detrás, pero su idea de pasarlo bien no es desbarrar por ahí. Es más de juntarse con su gente con una cena y una guitarra. Desde los 13 o 14 años grababa maquetas y subía vídeos a Myspace y ya flipabas con la madurez de las letras y la música del niñato este. Todo este boom me sorprende solo relativamente”, corrobora Rafael Galán, Rafita, futbolista del Alhaurina, opositor a bombero y su amigo del alma del Liceo hasta hoy. El Nómadas Café y otros pubs de Málaga fueron el escenario de los primeros recitales que se emperró en ofrecer el quinceañero Pablo por puro amor al arte. Un artista muy bien alimentado, sí. Pero con mucha hambre de público.
“Weee”. “Gracias, Mallorca”. “Abrazacos de hermanote”. Aún no se han apagado los aplausos y Pablo, emocionado hasta las lágrimas y sudando a chorro, acribilla su iPhone para subir sus impresiones del concierto. No me extraña que acredite más de un millón de amigos y seguidores en Facebook y Twitter. El artista jalea, alimenta y mima a su parroquia. Su dominio de los códigos y los tiempos de las redes sociales es absoluto.
“Nací con ellas. Los que dicen que soy un producto de Internet no me ofenden. Tuiteo porque me sale y es mi forma de generar y agradecer la energía que me da el público. Yo hago música, quiero llegar a la gente, y para eso haré lo que sea e iré donde me llamen”, dice un artista que igual llena el Palau de la Música de Barcelona que canta en Sálvame ante una arrobada Belén Esteban que, como las chicas que le esperan fuera para pedirle un autógrafo, se sabe de memoria sus canciones. Todas salvo, quizá, ese La vie en rose, o ese Ain’t no sunshine que este chico políglota y cultivado suele incluir de propina en sus recitales. Él no ve ese evidente choque de culturas. “Un día me dijo un heavy: ‘Tío, no puedo con Solamente tú, pero con Perdóname me has matao’. La música y la emoción son libres, ahí no manda nadie”.
“Al oírlo cantar me saltó lo que llamo la alarma de las lágrimas para detectar a un artista: ahí me tenías, con 55 tacos y llorando como una madrina con ese crío de 16. Ahí había un purasangre”. Manuel Illán, expianista de Esclarecidos y productor de Pablo, describe así su primer encuentro con su representado. Fue en casa de Del Postigo. Illán, siempre a la caza de nuevos talentos –descubrió desde a las Ketchup hasta a Diana Navarro–, aceptó la invitación de su amigo Domi de escuchar a un chaval que prometía.
A la vez, Del Postigo llamó a su íntimo Salvador y le dijo que se presentara con Pablo.
 “Tenía la edad, el físico, el talento, era el momento de hacer algo”, recuerda Domi. Salvador tardó 20 minutos en presentarse con el niño. En esa cumbre empezó a gestarse el fenómeno Alborán. Manuel y Pablo sellan un pacto para crear un disco. Sin prisas, sin plazos, sin dinero por medio. Luego vinieron tres años “apasionantes y desesperantes”, según Pablo, en los que, mientras Illán se encarga de “vestir” sus canciones puliendo cada acorde, cada efecto, cada melisma, y de buscar músicos, arreglistas y discográfica, Alborán libra una batalla entre cabeza y corazón.
Ansía vivir de la música, pero no quiere defraudar a su familia, que espera de él un futuro de profesional convencional. Se muda a Madrid y empieza a estudiar publicidad: “No es lo mío, vender por vender no me interesa”. Vuelve a Málaga y se cambia a filosofía:
“Un desastre, tanta teoría”. Alterna los subidones de las galas en bares que le gestiona Illán para foguearle con el bajón de ver cómo EMI, la discográfica que por fin contrata el disco, le da largas a su publicación. Hasta que “explota” y toma la decisión que le cambia la vida. “Llevaba tres años luchando sin ver resultados. Estaba desesperado, me veía con 19 años, mis amigos encarrilados, mis hermanos con dos carreras, y yo, perdido en la vida. Necesitaba demostrar que esto es lo mío y valgo para ello”. Usó las armas a su alcance. Subió su trabajo a YouTube.
Para cuando EMI publicó el álbum Pablo Alborán en febrero de 2011, él mismo había generado una demanda potencial de cientos de miles de consumidores. Los mismos que habían visitado tres millones de veces los vídeos caseros que este desconocido había grabado en el sofá del garaje de su casa
. Una rabieta espontánea, según el interesado. Una estrategia de promoción viral perfectamente orquestada por productor y discográfica, según otros.
Una maniobra eficaz, en cualquier caso. Porque una legión de internautas pinchó el enlace y vio y escuchó al chico de la mirada limpia y la voz cristalina cantando el hoy archipopular Solamente tú con la sensación de estar descubriendo –ellos, en la intimidad de su pantalla– una joya entre el caos de la Red. Lo sintieron como algo suyo y se implicaron, inconscientemente, en el afán de Pablo por llegar al gran público compartiendo su hallazgo con sus respectivos círculos. Algo así como el orgullo del yo lo vi primero de toda la vida llevado al extremo por el poder exponencial de las redes sociales.
 El sueño húmedo de cualquier publicista moderno
. El virus Alborán se extendió silenciosa pero irremisiblemente. Y cuando hubo algo que comprar, los infectados corrieron a hacerse con ello.
Es así como lleva vendidas 300.000 copias en unos tiempos en los que despachar 40.000 se considera una hazaña digna de un disco de platino. El hecho de que, hasta hace poco, el oro blanco se ganaba con 100.000 da idea del desplome de un negocio masacrado por la crisis y la piratería. En 2011, la venta de discos cayó un 11%, y aunque las descargas legales suponen un 31%, no compensan las pérdidas ni de lejos. Es por ese poder de convocatoria no solo a los recitales, sino a las tiendas –bastantes asistentes al recital de Palma no han comprado un disco, o al menos otro disco, en su vida–, por lo que muchos siguen con lupa los pasos de Alborán. Por lo que puedan aprender. Y copiar.
“En este negocio hay que escribir entre todos un libro de instrucciones nuevo, y Pablo nos ha dado algunas pistas”, admite Simone Bosé, responsable de EMI España y Portugal. Bosé aún recuerda “el silencio de iglesia” que se produjo cuando, el pasado verano, presentó a Alborán a los ejecutivos mundiales de la casa en un minirrecital en Ibiza.
 “Tipos con el colmillo retorcido, el peor público posible, cayeron en una especie de encantamiento colectivo. El inglés, un tío frío a más no poder, me dijo que no entendía nada, pero le había llegado al alma. Pablo tiene lo que hay que tener para ser un artista global: el don de transmitir emociones, canciones sencillas pero no simples que funcionan como un reloj, y una propuesta honesta y de calidad. Eso, Internet lo puede difundir, no crear”.
“El de Alborán es un fenómeno interesantísimo”, opina Florian von Hoyer, director de Altafonte, un sello emergente especializado en el mundo digital. “No es casualidad que haya sucedido con un niño bien, con todos mis respetos. El mercado le estaba esperando. Es guapo, tiene una voz preciosa y una oferta buenísima, aunque personalmente me empalague. Pero además es fino, culto y nativo digital. Lo romántico siempre vende, pero la industria ha dejado de apostar por los latinos tipo Chayanne y Luis Miguel, y los flamenquitos habituales no tienen esa aura de refinamiento. Los clientes se sienten implicados y quieren que siga componiendo, por eso lo compran. A Pitbull ya se lo descargan gratis. Pero a Pablo quieren conservarlo, o regalarlo. Gusta y consuela como esos pasteles que compramos los domingos pese a la crisis. A EMI les tocó la lotería, estoy seguro de que ha salvado puestos de trabajo”.
Que se lo digan a Antonio Portillo, Porti, guitarrista y líder de los músicos de Alborán. “Todos los días me pellizco y ruego que esto dure”, dice este músico freelance de 43 años.
“Estoy cansado de ver a muchos de mis ídolos, músicos míticos, sin trabajo. Por eso, porque podría ser mi hijo, porque es una magnífica persona y un músico excepcional, todos cuidamos al niño. Es una máquina componiendo. Él es su producto. El futuro es suyo”.
Aparentemente ajeno a la presión, la ansiedad y las expectativas que genera, el artista sigue haciéndose y dejándose querer. “Sé que los focos se pueden apagar, pero aspiro a vivir de la música dignamente: cantando, tocando, componiendo, como sea”.
 De vuelta al hotel, el frío de la noche y la humedad del mar calan los huesos.
 Alborán se emboza en su fular. Una panda de chicas que probablemente hayan estado gritándole burradas en el concierto apuran los restos de un botellón de aúpa. Están tan ciegas que Pablo Alborán en persona pasa por delante y ni le ven. Sí, a veces las cosas son como parecen.

Flores, Flores, ...............


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Lilas, malvas, violetas...........................

Cuando subí, todo lo por florecer en estas faldas de la Colina estaba en flor. 
Lilas, malvas, violetas de los cardos y de los hierbajos que para mí continúan innominados. (¡Qué dicha, las cosas con nombre todavía por adivinar!).
 Y los amarillos de los silvestres generales, los pequeños, aterciopelados botones, los diminutos, espigados pétalos que brotan con más desparpajo rompiendo el asfalto, el cemento, la costra de las basuras sólidas.
Las acacias se habían sacado sus flores blancas olorosas, como sucede cada vez que vuelven los vencejos, que en la Colina se adelantan por muy poco a las golondrinas.
Blanco de acacia y gemido todavía tímido de vencejo.
Luego se fue viniendo la bruma desde el mar, omitiendo la costa, las edificaciones del espanto que procuramos que se nos pase desapercibido.
Entré, por primera vez desde el último otoño, en el Manzanares, que también está cambiado, con otros dueños, otros olores, sin las fotos dedicadas de Ana María Matute en la pared.
-¡Hola, judío! -me saludó un buenapersona, un conocido de alguna noche de borrasca y discusión, uno que no nació con todo lo que debiera y que un día de estos, qué más da, se irá sin echarlo en falta.
-¡Y también canario! -volvió a exclamar desde una punta de la barra.
Se me acercó. Me dieron ganas de pasarle la mano por la espalda. Desvalidos del mundo...
-¿Y Sharon Stone también es judía?
Me fui hacia la niebla. Tomé el autobús con una tarjeta caducada. ¡Todas las glorias rubias y judías de Hollywood!
-¡Le comería hasta el hueso! -profirió, ya en delirio, mi conocido, mi buenapersona-. Aunque ya es mayor... -añadió no sé si con pesadumbre.
Todas las glorias judías y rubias, toda la rubiez judía y de mediodía que nunca me acompañará mientras subo a la Colina en el autobús y en su poco pasaje se nos prenden los ojos, una americana del Sur, uno de donde no es nada.
Piscinas judías de Hollywood... A mí al principio no se me venía el nombre.
 Quería decir que sí, que soy judío, como cualquier persona normal, y también canario, vaya por dios, con esos canarios en el exterior que tenemos, vergüenza ninguna y mucha mafia de papel, y dije: "Sí, como aquella que cruzaba las piernas... Sí, como aquella que cruzaba las piernas, dios, cómo se llama..."
Y el de al lado, levantando los ojos de El Periódico de Catalunya, intervino con una sonrisa:
-Sharon Stone.
Al otro costado de este mundo, debe de haber otro con Stone cruzando sus judías piernas, unas piscinas, unos mediodías en los que jamás entrará la bruma, y sí toda la fragancia blanca y alimonada de las acacias, arriba de todo las golondrinas, las nubes de azul y blanco, la alegría de los altamares.
 
Jose Carlos Cataño

EL RETO DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

EL RETO DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

de José Miguel Junco Ezquerra, el Domingo, 29 de abril de 2012 a la(s) 9:11 ·
Conformar una alternativa de cambio de sistema a través de la realidad concreta y asumiendo que hay derechos universales ganados históricamente por los sectores más progresistas que son irrenunciables. ¿Cómo conformar siendo críticos y autocríticos mayorías sociales que presionen hacia un socialismo en el que se asume que el que come, se cuida y se forma, piensa y disiente.
de José Miguel Junco Ezquerra, el Domingo, 29 de abril de 2012 a la(s) 9:11 ·
Conformar una alternativa de cambio de sistema a través de la realidad concreta y asumiendo que hay derechos universales ganados históricamente por los sectores más progresistas que son irrenunciables. ¿Cómo conformar siendo críticos y autocríticos mayorías sociales que presionen hacia un socialismo en el que se asume que el que come, se cuida y se forma, piensa y disiente.

Imágenes de la Pélicula Martha...................

Martha Marcy May Marlene Movie Trailer Official (HD)

Martha Marcy May Marlene

Martha es una joven que sufre un repentino trastorno mental en medio de su intento de recuperar una vida normal tras escapar de una secta y de su carismático líder. Busca ayuda en su hermana mayor, Lucy, de la que estaba distanciada, y en su cuñado, pero Martha no tiene ni capacidad ni voluntad para revelar la verdad sobre su desaparición. Cuando sus recuerdos desencadenan la aterradora paranoia de que su antigua secta podría aún estar acosándola, la línea entre ilusión y realidad empieza a difuminarse para Martha.

28 abr 2012

Naty reportera

Naty Abascal. / GTRESONLINE
Con tanta profecía apocalíptica sobre el periodismo en tiempos de crisis –la económica, la del papel y la de la casa de cada cual–, está una que no sabe si cortarse las puntas para animarse, o las arterias para acabar antes. Aquí no tiene el puesto asegurado ni nuestro hombre en Bruselas, y eso que allí es donde se cuecen las habas y las coles.
Pero si alguien se va a librar seguro de la limpia de la prensa, esa va a ser Naty Abascal, la gran dama del reporterismo rosa
. Esta semana, sin ir más lejos, se firma el ¡Hola! de arriba abajo sin que se le mueva un pelo del cardado, que de facha y empaque va sobrada, pero buen pelo no tiene precisamente nuestra colega. Del palacio de Joaquín Torres, el arquitecto de los megamillonarios de La Finca,
 Naty baja a las cabañas de los niños pobres de Camboya haciendo escala en la Feria de Sevilla para presentarnos a la nueva generación de pijas andaluzas. Si eso no es ser una cronista versátil, prolífica y ubicua, que venga el maestro Juan Cruz y lo diga.
Mientras otros desprestigian su producto y tienen a leyendas del oficio chupando moqueta, ella no para de levantar primicias por aire, mar y tierra.
 Acomodada en el coche de caballos de Cayetana, el yate de Valentino y el jet de Antik, el capo de Mango, que ella trabaja pero segura, y por menos de eso no se levanta de la cama, que decía Linda Evangelista.
 Por lo demás, Naty no se arruga.
 Ni ante el peligro ni ante las décadas. Para mí que, además de hoteles de primera, debe de exigir por contrato Photoshop en modo apisonadora: no había visto un careto más difuminado ni más borroso desde los de Bélmez.
Que nunca se le han caído los anillos por nada, dice la “musa de la solidaridad” (sic) en el reportaje de los niños camboyanos. Ni el Rolex Daytona que lleva en la muñeca, 9.000 euros el más económico, no te digo. Yo no niego que sea la señora más rumbosa, desprendida y bienintencionada del planeta, pero sin maldad ninguna te lo comento, Naty: no está igualitario posar con los más desfavorecidos con semejante peluco, igual que te digo una cosa te digo la otra.
Lo que no se le puede negar a la madre del cañón del duque de Feria es su condición de pionera de la globalización de las celebridades patrias. Ya puede Penélope dárselas de trabajar con Woody Allen, que Naty ya estuvo a sus órdenes –Bananas, 1971– años antes de que la de Alcobendas viniera al mundo.
 Por no hablar de sus retratos de Avedon, sus posados en bolas cuando Playboy era un medio de culto, y sus noches locas en Studio 54 con su compadre Andy Warhol de caballero andante, a cada una lo suyo.
No me digas que con ese pasado mítico, reciclarse en gacetillera de calle no tiene mérito.
 Esponsorizada de cabo a rabo como Fernando Alonso y con sus correspondientes créditos al lomo, que para eso le pagan las firmas su fantástico ritmo de vida.
Y, llegados a este punto, confieso por esta boca: perdóname, Naty, que no sé lo que digo.
Me he tirado todo este rollo a tu costa por no entrar a saco en la guerra de portadas que se marcan las revistas entre las dos princesas más mediáticas del ramo desde el episodio real en Botsuana: la de Asturias y la Innombrable. No es que me arrugue, que también: qué asco de cutis. Pero es que mis niñas comen como limas.

‘Els nens salvatges’ triunfa en Málaga


Imagen promocional de 'Els nens salvatges'
Su proyección ante la prensa, el pasado día 25, fue muy accidentada –la cinta se estropeó a media sesión y hubo que mostrarla en formato DVD- pero la calidad está por encima de los formatos. Els nens salvatges (los niños salvajes), de Patricia Ferreira, ha sido la gran triunfadora de la 15ª edición del Festival de Málaga de Cine Español.
 La cinta, que cuenta la historia de tres adolescentes desarraigados y emocionalmente aislados en la gran ciudad, ha obtenido la Biznaga de Oro a la mejor película, el premio al mejor guión (Patricia Ferreira y VirginiaYagüe) y los galardones a los mejores actor y actriz de reparto, que han recaído respectivamente en los chicos Álex Manner y Álvaro Cervantes y en Marina Comas.
El jurado, presidido por Gonzalo Suárez, ha repartido con amplitud los premios de la sección oficial, y pocas cintas se marcharán de la Costa del Sol sin algún galardón.
El premio al mejor actor ha sido para Antonio Dechent por su papel en el drama socio-laboral A puerta fría, de Xabi Puebla, que ha logrado también el premio de la crítica.
 El de mejor actriz ha sido para Carmina Barrios. La madre del actor Paco León ha triunfado en Carmina o revienta, la opera prima de su hijo tras las cámaras. La cinta ha obtenido también el premio del público y el premio especial del jurado.
La mejor dirección ha sido para Imanol Uribe por Miel de naranjas. La mejor banda sonora fue la compuesta por Aziza Brahim para Wilaya, la historia de dos hermanas que se reencuentran en los campamentos saharauis
. La mejor fotografía ha correspondido a Sergi Gallardo, por su trabajo en El sexo de los ángeles.
 El premio al mejor montaje ha sido para Koldo Idigoras por The Pelayos.
 La cinta, dirigida por Eduard Cortés y basada en las peripecias de la familia Pelayo, que saltó a la fama por desbancar a los casinos de medio mundo, quizá haya sido la que menos recompensa ha obtenido frente a las expectativas con las que partía.
En el ámbito de los documentales, la Biznaga de Plata ha sido para Yatasto, de Hermes Paralluelo. Esta película se sumerge en la vida de tres niños cartoneros de la ciudad argentina de Córdoba.
 La mención especial ha recaído en Sibila, de Teresa Arredondo, que se acerca a la historia de una exmilitante de la guerrilla peruana Sendero Luminoso.

27 abr 2012

Se habla mucho de traición Por: José María Izquierdo

NON PLUS ULTRA
Breve, porque nos echan.
José María Carrascal es lo que tiene, que con cualquier cosita monta un rotundo pensamiento filosófico.
 Y es que los grandes pensadores no conocen límites: “Hemos descubierto que el fútbol es, o mejor dicho, debería ser, eso, un deporte, un juego, una diversión, un entretenimiento”. Para situar el asunto en su exacta dimensión. Pero aún hay más: "Un juego muy errático, pues se juega con los pies, no con las manos, como el baloncesto, ni con la cabeza, como el ajedrez. 
Con una pelota, además, que por ser esférica es de lo más tornadizo que existe en este mundo traidor”.
Y no seguimos, que tanta trascendencia nos puede. ¡Una pelota esférica, que quizá si fuera un octaedro su bote sería menos errático y su discurrir por la hierba más afinado, incluso rectilíneo!
Les decía de Federico Jiménez Losantos. Oído en la tertulia de esRadio, su emisora: “Somos el paritorio y hospital gratuito de todo el mundo. No podemos tolerar que Ceuta, Melilla, Sevilla, Málaga, Madrid o Barcelona sean el paritorio del Magreb, no puede ser que venga toda Hispanoámerica, que venga a operarse a España la mitad de Ecuador y la mitad del centro de África a operarse en Barcelona”.
Dice La Gaceta que “El pacto entre PSOE e IU fija como prioritaria una ley de transexualidad”. ¿Prioritaria? Qué tío el firmante de la cosa, David Martínez…
EL AFAMADO MUSEO EL OJO IZQUIERDO
(Documentos y testimonios de la vida en las cavernas)
(La plataforma en defensa de la libertad religiosa MásLibres.org y el Congreso Mundial de las Familias [han presentado] ante la Fiscalía General del Estado una denuncia contra la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y la asociación vecinal Playa de Lavapiés por las consignas que se difundieron en la marcha atea en Madrid del 20 de abril. Y La Gaceta las enumera. Será porque quiere que se difundan. Contribuyamos, pues)
-Hay que quemar la conferencia episcopal por machista y patriarcal.
-Rouco cabrón, trabaja de peón.
-Cura muerto, cura bueno.
-Cura muerto, cura en paz.
-La iglesia que ilumina es la que arde.
-Arriba, arriba, arriba, todos a luchar… que se metan por el culo conferencia episcopal
-La próxima JMJ, Somalia.
-Menos religión y más educación.
-La religión es como el pene: está bien tenerlo, pero no intentar metérselo a nadie por la fuerza.
-Curas y militares, parásitos sociales.
-Hasta los ovarios de tantos rosarios.
-Menos crucifijos y más trabajo fijo.
-Cuidado con la cartera, que viene Rouco.
-Menos Papa y más carne con patatas.
-Fuera las capillas de la universidad.
-Que no nos representa ni Dios ¡ni Dios!

Audrey Hepburn Tribute

Audrey Hepburn Interview

Audrey Hepburn winning an Oscar® for "Roman Holiday"

26 abr 2012

MARIONETAS EN LA CUERDA - SANDY SHAW

Sylvie Vartan: La Plus Belle Pour Aller Danser (1964)

Sylvie Vartan: La Plus Belle Pour Aller Danser (1964)

Telecinco suspende 'La noria'

El presentador Jordi González
La noria abandona la parrilla de Telecinco. La cadena privada ha decidido suspender "temporalmente" la emisión del programa y ampliar la duración de El Gran debate, espacio que ocupó el lugar de La noria en el prime time del sábado de la cadena privada.
En antena desde 2007, La noria ha ido perdiendo protagonismo en la programación de Telecinco tras la gran polémica que generó en octubre de 2011 una controvertida entrevista realizada a Rosalía García, la madre del El Cuco, menor condenado por encubrimiento por el caso de Marta del Castillo, previo pago.
 La emisión, que fue seguida por cerca de dos millones de espectadores, creó un importante revuelo en las redes sociales y motivó una importante fuga de anunciantes del espacio de Mediaset.


A pesar de las críticas, la cadena mantuvo en antena al espacio de Jordi González pero en enero decidió retrasar su emisión hasta la madrugada y estrenar El gran debate
Este espacio- de la misma productora (La Fábrica de la tele) y con los mismos presentadores (Jordi González y Sandra Barneda)-  deja de un lado la crónica social para apostar por una tertulia de actualidad con la participación de representantes políticos, periodistas y expertos.
 El programa ha heredado la audiencia de su predecesora y el pasado sábado reunió a 1.677.000 espectadores (13,6% de cuota de pantalla). Unos datos que le colocaron como el segundo programa más visto de la noche tras el cine de Antena 3.
Mediaset asegura que la ausencia de La noria no es definitiva pero sí "indefinida" y viene motivada por la necesidad de ampliar el horario y diversidad de El gran debate, por "el momento político y social de gran intensidad que está viviendo la sociedad española".
Este espacio pasará a tener ahora una duración aproximada de cuatro horas y según ha anunciado la cadena introducirá algunas novedades en las próximas ediciones, como la incorporación de entrevistas personalizadas y debates cara a cara relacionados con los temas que hayan marcado la actualidad de la semana.
Mientras tanto La noria se queda a la espera y volverá a la parrilla "en función de las futuras ofertas de programación" de Telecinco, según Mediaset España.

"Los años infelices son los interesantes"

Xavier Velasco en su casa de Ciudad de México. / PRADIP J. PHANSE
La casa de Xavier Velasco refleja el particular universo del escritor que uno intuye cuando habla con él. En el salón tiene un ajedrez con las figuras de Astérix y sobre la mesa reposa un puño americano.
 En una misma habitación se mezclan decenas de discos de música brasileña con los libros que se amontonan sin orden aparente.
 Del techo cuelga la marioneta de un vampiro y tienes la impresión de que, en cualquier momento, Boris, su perro, puede ponerse a escribir en uno de los teclados desperdigados por la estancia que no están conectados a ningún ordenador. Incluso puede encontrarse el manuscrito - sí, Velasco escribe siempre con la misma pluma sobre papel- de su última novela, ‘La edad de la punzada’.
En esa edad (la del pavo, la adolescencia) el escritor -que ganó el premio Alfaguara en 2003- empezó a convertirse en esa “persona irresponsable” que asegura que sigue siendo a sus 48 años. En la páginas de la novela, Velasco no tiene ningún pudor en contar su peregrinaje por varios colegios por su mal comportamiento, su paso por el Tribunal de menores, cómo perdió la virginidad con una prostituta o cómo le robó el rifle a su padre para vengarse de un vecino con un escopetazo.
Pregunta. El protagonista del libro tiene una ‘edad de la punzada’ de lo más trágica. ¿Cuánto de Xavier Velasco hay en el Xavier de la novela, además del nombre?
Respuesta. Sin exagerar, un 99,7%. No es un libro de memorias pero cuento una historia de mi vida, de esos años infelices, que son los realmente interesantes para un personaje.
 Cambian cosas como nombres, algunos lugares… Pero por lo demás, era exactamente igual, metiéndome en problemas e intentando demostrar que no era el niño bueno que esperaban. O al menos así lo dice mi memoria.
P. ¿Y qué tiene de especial esa adolescencia para que se convierta en un libro?
"Cuando me meto en problemas, el escritor que llevo dentro brinca de alegría"
R. Cuando me pasaban todas esas cosas me preguntaba: “¿Por qué me tiene que pasar todo esto a mí?” La respuesta es porque lo tenía que escribir
. Durante todos esos años ha sido como un deber impuesto, una obligación moral, y nunca dejé de darle vueltas.
 Ahora que ya he contado lo que tenía que contar, puedo escribir sobre cualquier cosa.
P. ¿Se sentiría identificado un joven de ahora con lo que le ocurría a ese niño de clase alta que no paraba de meterse en líos?
R. A veces la gente no lee mi novela, sino que lee su propia adolescencia, que es muy parecida para todo el mundo independientemente del tiempo y el lugar.
 La diferencia es que ahora existe Internet y mientras yo me las tenía que arreglar para ver a una persona desnuda, ahora te las encuentras por kilos.
P. Hace unos años publicó una novela sobre su infancia (Este que ves, Alfaguara, 2006) y ahora una sobre su adolescencia. Si tuviera que hablar sobre el presente ¿cómo sería el argumento?
R. No, ya no habrá más continuaciones porque no hay nada tan divertido, tan interesante o tan fuerte como para que me sienta obligado a contarlo
. Cuando termina ‘La edad de la punzada’ empiezo a vivir como un adolescente normal y feliz y eso ya no es interesante.
 Ahora escribiría una historia de una larga serie de felices frustraciones, porque cuando te dedicas a escribir recibes frustraciones todo el tiempo. Tal vez sería divertido pero no puedo imaginar cuál sería el clímax de la historia.
P. ¿Y qué queda de aquella época?
R. El resto de tu vida te dedicas a hacer con más ganas todas esas cosas que no pudiste hacer entonces. Durante esa edad aprendí a sobrevivir y a reírme en mitad de la desgracia.
A disfrutar de la vida desfachatadamente, algo que continúo haciendo en la medida en que puedo.
Xavier Velasco y Boris. / P. J. Phanse
P. Tiene pinta de pasárselo muy bien todo el rato
R. Soy enfermizamente optimista y no se me pasa. Pero tengo una tendencia congénita a meterme en problemas.
P. Todo pensando en libros futuros, claro
R. Lo cierto es que cada vez que estoy en un problema, el escritor que está dentro de mí se frota las manos. Por más que esté desesperado tratando de salvarme, el escritor brinca de alegría.
 Y cuando salgo del problema, brincamos los dos.
P. ¿Antes de escribir sobre algo necesita experimentarlo?
R. Sí. O vivir algo equivalente porque si no es imposible dotar de humanidad a los personajes.
 La vida vale en la medida en la que sirve para la obra. Eso me da todas las coartadas para vivir todo lo que se me antoje.
Por otra parte, la única manera de justificar esa coartada es que, cuando tienes información, la uses entera. Tienes que aguantarte.
P. Eso es un ejercicio de honestidad
R. No me importa mi reputación si eso sirve para que la novela funcione.
"A mí México no me preocupa, me divierte"
En esta novela de adolescencia, Velasco no tiene ningún pudor en contar su peregrinaje por varios colegios por su mal comportamiento, su paso por el Tribunal de menores, cómo perdió la virginidad con una prostituta o cómo le robó el rifle a su padre para vengarse de un vecino con un escopetazo.
P. Antes era publicista y también crítico musical. ¿Cómo ha cambiado desde que recibió el premio Alfaguara?
R. Ahora me dedico 100% a escribir y no pienso en otra cosa
. Es el sueño de mi vida. También estoy mucho más solo.
P. ¿Está mucho más solo?
R. Si, cuando te va bien te vas quedando solo. La gente no quiere escuchar que te va bien. Además, esta profesión tiene algo de vocación de monje, que te aísla de los demás
. No sé si he cambiado tanto porque soy una persona que cambia constantemente de opinión.
 Es un derecho: no soy un intelectual, soy un artista.
P. Y ahora que puede escribir sobre cualquier cosa, ¿no se siente tentado por la narcoliteratura?
R. Si yo hablara de la violencia del narco se reirían de mí porque sé lo mismo que tú. Para eso hay gente como Élmer Mendoza, que lo está haciendo como nadie porque está ahí.
 No conozco el mero drama del narcotráfico.
Como mucho puedo hablar de los narcóticos que he probado.
P. ¿Y qué le preocupa del México actual?
R. A mí México no me preocupa, me divierte muchísimo. Soy muy irresponsable.
Lo único que me preocupa de mi país –y de muchos otros – es la estrategia colectiva contra el narcotráfico que está acabando con nuestra paz.
 Debería haber un consenso elemental para despenalizarlas e invertir todo ese dinero en rehabilitación y prevención. Más que preocuparme, me molesta que haya leyes que sirvan para hacer ricos a los criminales. Intento no leer las noticias hasta la noche porque me enojo.
 Estamos en un país donde las opciones políticas son hijas del PRI.
 Me angustia que no haya una izquierda pensante y progresista que no sea la izquierda jurásica que aún cree en Cuba y Corea del Norte como modelos.

La novela maldita de Hammett

Si existe una novela maldita de Dashiell Hammett, esa es Cosecha roja.
A pesar de ser uno de los títulos pioneros del género negro, con su detective rocoso y su femme fatale, su realismo sórdido y su corrosiva carga contra la corrupción, nunca ha sido llevada al cine. La novela, que se acaba de publicar en una nueva traducción al castellano en el volumen Todos los casos del agente de la Continental (RBA), es la única de sus cuatro grandes que carece de película, aunque es pura carne de celuloide.
Y para probarlo ahí están las dos enormes películas en las que palpita su espíritu: Yojimbo, de Kurosawa, con su samurái indestructible que limpia de bandas criminales un pueblo del Japón decimonónico, y Por un puñado de dólares, de Leone, donde el cowboy Eastwood hace lo propio en un polvoriento villorrio del Oeste mexicano.
Nadie, sin embargo, se ha atrevido con la historia original y esa condena oficiosa ha rodeado a Cosecha roja de un aura de obra de culto.
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Según cuentan los expertos, la maldición de Cosecha roja empezó muy pronto
. Poco después de su publicación, en 1929, el superproductor David O. Selznick compró los derechos y le encargó el guión al prestigioso Ben Hecht.
Pero cuando el estudio se fijó en el veneno que supuraba el relato, se echó atrás.
Al parecer no les gustó nada esa historia con grandes empresarios que compran a senadores y congresistas, que acumulan medios de comunicación y que contratan matones para reventar protestas sindicales.
 Por no hablar de la decena de muertos que caen abatidos a tiros entre sus páginas
. Así que rescribieron el libreto y lo dejaron en una comedia (!) con poco que ver con el original.
 Ellos se lo perdieron, porque Cosecha roja es un hito literario que fijó las señas de identidad del género: su atmósfera, sus personajes y su estilo, como recuerda Eduardo Iriarte, traductor de la nueva edición. “Es uno de los títulos fundacionales del género”.
Las otras tres grandes novelas de Hammett no tuvieron esos problemas (La maldición de los Dain ocupa un lugar menor). La adaptación de El halcón maltés, dirigida por John Huston en 1941 con un reparto difícil de repetir, fue un taquillazo; y en la década anterior, El hombre delgado triunfó y dio lugar a varias secuelas, y La llave de cristal (esa estupenda reflexión sobre si es posible la amistad en el inframundo del hampa) fue llevada al cine dos veces, y más tardé influyó en la citada Yojimbo (reversionada en Por un puñado de dólares y El último hombre) y en la muy negra Muerte entre las flores, de los hermanos Coen. Pero la primera novela de Hammett sigue resistiéndose.

Cosecha roja era la confirmación de lo que el autor, exdetective de la agencia Pinkerton, había ido puliendo en sus relatos de la revista pulp Black Mask. Esos textos suponían un distanciamiento respecto a la tradicional novela de detectives.
 Ahora la resolución del misterio dejaba de ser la cuestión central para dar entrada a la crítica social o la indagación moral más turbia.
En esta novela, que es la suma (fix-up) de varios relatos, Hammett exhibe “su tesón para ir desenterrando la corrupción y adentrándose en las entrañas de la sociedad”, añade Iriarte. Lo resumió bien el periodista estadounidense Allen Barra en Salon.
 “En la novela policiaca, resolver el misterio nunca es completamente el objetivo; es un género mucho más inquietante que todo lo que se pueda imaginar en el mundo de Sherlock Holmes; porque en el mundo real, como sabemos, la responsabilidad del crimen se extiende tan lejos en la sociedad que nadie está libre de culpa.
 No existe ningún final nítido que nos haga sentir que el bien ha triunfado sobre el mal”.


En ese ambiente de claroscuros morales nace un personaje como el detective sin nombre de Cosecha roja, un tipo bajo, rechoncho y de mediana edad; un lobo solitario y cínico, de vuelta de mil casos y emocionalmente impermeable, cien por cien pedernal. Como Sam Spade, es el antihéroe de los bajos fondos que Hammett legó como eterno protagonista del noir. Según Iriarte- “Hammett creó un arquetipo de investigador moralmente comprometido con la trama y sumamente realista en sus procedimientos”.
Unos métodos que el autor conocía de primera mano y que transformó en literatura. Su detective "nos relata tanto las líneas de investigación que dan fruto como las que quedan abortadas, lo que hace que la intriga resulte mucho más verosímil, y nos permite experimentar las dificultades, la frustración y, a la postre, la agridulce satisfacción del protagonista”.

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La otra gran innovación de Hammett fue el estilo. “Las frases breves y contundentes, despojadas de adornos innecesarios, la habilidad para describir una situación o un personaje con cuatro pinceladas”, enumera Iriarte, que con esta nueva versión recupera la frescura del original (la versión más popular hasta ahora, de Fernando Calleja, data de hace más de treinta años).
 El traductor destaca de Hammett que “su capacidad de síntesis y su tono descreído sin caer en la melancolía, crítico sin incurrir en el sermoneo; se han convertido en un modelo a seguir para novelistas actuales”. Así construye la personalidad de un tipo granítico capaz de soltar lindezas de este calibre: "Tenía todo el aspecto de estar diciendo la verdad, aunque con las mujeres, sobre todo las mujeres de ojos azules, eso no siempre significa mucho". El muy selecto André Gide consideraba Cosecha roja la mejor novela de Hammett.
“Esos diálogos, conducidos con mano maestra, son cosa para enfrentarla con Hemingway y hasta con Faulkner; todo el relato mismo de una habilidad y un cinismo implacables... En ese género particular es lo más notable que he leído", escribió en el novelista francés.


Cosecha roja es la historia de un detective anónimo de una agencia nacional que llega a Personville (conocida como Poisonville, ciudad envenenada), una pequeña localidad minera atenazada por bandas de gánsters y podrida de corrupción hasta el tuétano.
 Un poderoso empresario local, amo de facto de Poisonville, que mantiene untados a políticos, periodistas y policías, siente amenazado su poder por líderes rivales y decide contratar al sabueso por un buen puñado de dólares para que limpie la ciudad. Así que el agente se plantea una limpieza a fondo. "Ahora voy a pasármelo en grande. Tengo 10.000 dólares suyos para correrme una buena juerga.
Voy a usarlos para abrir Poisonville en canal desde la nuez hasta los tobillos". Su método: desatar una guerra entre facciones criminales que acabe con la destrucción mutua total. Incluso él mismo se ve arrastrado al salvaje despliegue de violencia.
El título de la novela da una idea del resultado.


Esta nueva traducción de Cosecha roja, presentada en un grueso volumen que reúne todos los casos del agente de la agencia Continental (como la novela La maldición de los Dain, considerada menor), se añade a lo que parece un revival hammettiano.
 Recientemente se han publicado el volumen Todos los casos de Sam Spade (RBA) e Interrogatorios (Errata Naturae), que recupera los testimonios del autor durante la Caza de brujas, donde se negó una y otra vez a delatar a otros (aun a costa de la cárcel). Y el próximo capítulo parece que será en el cine.
 El actor Johnny Depp y el cineasta Rob Marshall planean adaptar la novela El hombre delgado, protagonizada por el matrimonio Nick y Nora Charles, dos sofisticados e implacables detectives expertos en chistes y martinis. Depp se reserva el papel de Nick y por el de Nora compiten Rachel Weisz, Emily Blunt, Amy Adams y Kristen Wiig, entre otras. En caso de que la idea se concrete, la película podría suscitar un renovado interés por Hammett y -quién sabe- hasta podría ser que algún productor se acordase de Cosecha roja.