Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

28 feb 2015

Olas al borde de la congelación ......................................................... EL HUFFINGTON POST | Por James Cave

Cuando el fotógrafo y surfista Jonathan Nimerfroh fue a la playa en Massachusetts la semana pasada, cuando había 19 grados bajo cero, vio algo que nunca había presenciado antes: olas semi-congeladas.
"No podía creer lo que veía. 
Eran olas pequeñas que avanzaban como a cámara lenta", asegura a The Huffington Post.
Cuando Nimerfroh realizó las fotos, el norte y el este de los Estados Unidos sufría una ola de frío sin precedentes durante la que se superaron varios récords de temperatura bajo cero.
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Comprad, comprad, malditos.......................................................... Miguel Ángel García Vega

El almanaque descuenta el sábado y el público joven se impone

Obra de Basquiat en la Galeria Elvira Gonzalez en Arco. / JULIAN ROJAS

“Hace tanto tiempo que no compro, que más que una colección de creadores contemporáneos lo mío va camino de ser de arte antiguo”.
Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, me escucha. Sonríe.
 Sabe bien de lo que hablo. Ha sido el primero en abrir la pinacoteca madrileña a la mirada actual de Francis Bacon, Thomas Struth o Cy Twombly
. Quizá porque fue monje (subdirector del Reina Sofía) antes que fraile (responsable del Museo de Bellas Artes de Bilbao).
 Quizá porque la pasión por el arte no hace rehenes en el calendario.
El almanaque descuenta el sábado.
 El público joven se impone.
 Fotografían, insistentemente, los julian opie de Mario Sequeira, o el pequeño, y millonario, museo (Basquiat, Lee Ufan, Chillida) que propone Elvira González.
 A pocos pasos me encuentro con Guillermo de la Dehesa, presidente del Real Patronato del Reina Sofía. Coincidimos.
“Este año la pintura manda en Arco y poco espacio hay para el vídeo y la fotografía. Hay que asegurar las ventas”.
La información más perseguida es la de las adquisiciones de los grandes coleccionistas
Pero a estas alturas de la feria, la información más perseguida es la de las compras de los coleccionistas
. La combinación de la caja fuerte
. Un gran apasionado argentino, que pide el anonimato, revela que ha adquirido obras surrealistas en Jorge Mara-La Ruche, junto a un vídeo de Pedro G. Romero (Casa Sin Fin), una caja de luz de Nicolás Grospierre (Criado y Alarcón) y también se lleva a casa una pieza del fallecido cineasta alemán Harun Farocki (Ángels Barcelona).
 Varios miles de euros.
“Y luego dicen que los coleccionistas sudamericanos no estamos interesados en el arte europeo”, se justifica.
Suena el móvil.
De camino a la feria Fernando Meana, una referencia en derecho marítimo, experto en la catástrofe del Prestige, casi 40 años coleccionando y más de 400 obras en sus fondos, habla exultante. En Mor.Charpentier ha adquirido un trabajo de Enzo Mianes a quien da réplica la mexicana Teresa Margolles, que mira, sin parpadear, a los ojos de la violencia en su país.
 Otra voz, otra generación, es la del emprendedor tecnológico Carlos Pérez, 40 años.
 Tal vez el coleccionista de su edad que compra con más ambición en España
. A casa se lleva un óleo de gran tamaño de Rasmus Nilausen (García Galería).
 “Espero cerrar estos días otro par de piezas en una galería española y otra europea.
 No compro por impulso”, sostiene. Por ahora, también se lo está pensando Solita Mishaan, venezolana, premio Iberoamericano de Mecenazgo, con una colección extensísima, quien reconoce que se quedó “impresionada” por la exposición de Daniel G. Andújar en el Reina Sofía
. Puede ser una buena pista.
Frente al bolsillo personal, el institucional y el de empresa. El Museo Reina Sofía se ha gastado 350.000 euros en 26 obras de 12 artistas, la aseguradora DKV unos 140.000 en diez creadores y la Fundación Arco ha incorporado Conversación III de Carlos Bunga, que exhibe la galería Elba Benítez. El dinero y la alegría regresan a Arco.
 Comprad, comprad, malditos.

 

Sigo a dieta y ya no adelgazo más. ¿Por qué?............................................... Ángeles Gómez López

Hábitos como comerlo todo hervido o almorzar ensalada pasan factura.

 13 errores nutricionales que frenan la pérdida de peso.

 


Tal vez usted sea uno de los millones de combatientes en la guerra contra el sobrepeso y la obesidad, y quizá solo haya conseguido victorias temporales.
 No se desanime, no es el único: en España, el 65,5% de la población quiere adelgazar y el 45% ha hecho dieta en algún momento de su vida, aunque con poco éxito, pues las medidas tomadas no han sido las adecuadas, según un estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria.
 Antes de volver al ataque, le conviene analizar qué errores ha podido cometer para replantear su estrategia.
Son los típicos fallos que hacen que nos estanquemos cuando hemos perdido unos kilos pero necesitamos seguir adelgazando.
"Si como tan poco, ¿por qué no pierdo más peso?".
1. Eliminar ciertos alimentos de la dieta: es una de las primeras medidas que adoptamos cuando comenzamos un régimen y con ella nos encaminamos directamente al fracaso.
 El nutricionista francés Jean Michel Cohen, autor del superventas He decidido adelgazar (y que cuenta entre sus pacientes al expresidente Nicolas Sarkozy y a la actriz Sarah Jessica Parker), afirma: "La prohibición total de alimentos es el mayor error que se suele cometer cuando seguimos una dieta. Restringir produce frustración; y esta, el abandono y la recuperación de los kilos perdidos”.


2. Seguir regímenes calóricamente muy restrictivos: están irremediablemente abocados al fracaso y nos meten en una dinámica letal para nuestro propósito de perder peso.
 “Con este tipo de dietas se acaba teniendo mucha hambre, que se palía con el picoteo, y para compensarlo nos saltamos la comida siguiente.
 Esta inconstancia y desorden son malos”, sostiene la jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, Susana Monereo.
3. Pesar todo lo que vamos a comer: cuando comencemos la dieta nos aseguraremos de que la báscula de cocina permanezca en el fondo de un armario.
 Para el presidente de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas (FEDN), Giuseppe Russolillo, “un gran error del adelgazamiento son los regímenes estandarizados en los que hay que pesarlo todo.
 Al final, el paciente está enganchado a la báscula y condenado al fracaso, porque así no aguanta más de un mes”.
4. Pasar por alto el tamaño de las raciones: Cohen advierte: "Si estamos ante un tamaño importante, debemos tener el reflejo de no comerlo todo y dejar el resto para otra comida”.
 Por eso, Russolillo subraya la importancia de educar al paciente en el aprendizaje del tamaño de ración de alimento que le corresponde por su talla, peso, edad, sexo y condición física, y para ello existen recursos (fotografías, modelos de plástico e incluso clases de cocina).

5. Beber poca agua: mantener una buena hidratación es una de las cosas más importantes de la dieta para que el organismo elimine correctamente los residuos, y eso se consigue bebiendo entre 6 y 8 vasos de agua al día.
 Además, el acto contribuye a la sensación de saciedad. También se pueden tomar refrescos sin calorías (una lata al día, según recomienda Cohen).
6. Ignorar las calorías de las bebidas alcohólicas: beber una copa de vino cuando se está a dieta no está prohibido, pero hay que tener en cuenta que tiene 80 calorías, una cantidad que sube hasta las 200 si se trata de una bebida destilada
. Monereo subraya: "Debemos sumar estas calorías a la dieta.
 Si comemos una ensalada de lechuga, y luego nos tomamos un par de copas, la ingesta calórica se dispara”. Recomendación: “Quitarse la sed con agua ahorra muchas cervezas”.
7. Saltarse comidas o cenar un yogur: impide mantener unos niveles constantes de glucosa en sangre y esas oscilaciones favorecen la obesidad.
 Los expertos insisten en que, aunque la comida anterior haya sido mayor de lo que correspondía, no hay que saltarse ninguna
. Y la cena no debe ser menos que una ensalada, un poco de pan integral y una pieza de fruta.
8. Hacer de la ensalada el plato estrella: la lechuga no engorda porque 100 gramos solo tienen 25 calorías y aporta fibra y agua.
 "Pero siempre se debe consumir como acompañamiento y no como un plato”, dice la doctora.
 Con la lechuga y el tomate se pasa hambre. "Y la primera regla para adelgazar es que esto no ocurra".
La mejor alternativa es un plato (discreto) de legumbre que alimenta y sacia durante horas.

9. Cocinar solo a la plancha y hervido: al tercer filete a la plancha y la segunda merluza hervida, vuelve a aparecer ante nuestro ánimo el camino del fracaso.
“El nutricionista tiene que enseñar al paciente a cocinar los alimentos en papillote, estofados con poco aceite o asados”, detalla Giuseppe Russolillo.
 El objetivo es huir del encorsetamiento que puede imponer el concepto de dieta.
10. Sustituir el pan por colines o una variedad tostada: varios estudios han comprobado que comer pan (de forma moderada) no se asocia a largo plazo a más ganancia de peso.
 Pero todavía sigue muy arraigada la idea de que el pan engorda.
 Por eso, muchas personas deciden sustituir el pan normal por variedades secas. “A igualdad de peso, los picos o el pan tostado tiene mayor cantidad de harina que el pan normal, que tiene más agua
. Es más recomendable comerlo de barra; y si es integral, mejor”. Eso sí, hay que limitar el consumo de hidratos de carbono. "Si la comida contiene pasta, arroz o legumbre, no se debe mezclar con el pan", prosigue.
 También ocurre a la inversa, ya que otro error frecuente es “no contabilizar el pan entre las calorías presentes en una comida”, una omisión que puede estar arruinando su dieta.
11. Poner azúcar al café: añadir azúcar al café, aunque sea poco, es añadir calorías innecesarias, que no se ven ni contabilizan.
 La solución es utilizar edulcorantes artificiales, que en dosis pequeñas no suponen ningún riesgo para la salud.
12. No leer las etiquetas nutricionales: un estudio internacional, liderado por científicos de la Universidad de Santiago de Compostela, ha comprobado que las personas que leen la información nutricional de las etiquetas de los alimentos en los supermercados se mantienen más delgadas.
 La explicación puede estar en el nivel cultural.
13. Pensar en la dieta como una solución temporal: los tres expertos insisten en que más que dieta, de lo que hay que hablar es de un cambio en la forma de alimentarse. Jean Michel Cohen lo deja claro:
“Hay que adoptar una nueva filosofía de alimentación, donde el conocimiento de las bases nutricionales permita a cada persona elaborar un plan correcto y adaptado a sus gustos. El eje debe ser: motivación, placer y salud".

 

Luis Miguel, el eclipse de El Sol......................................................................... Verónica Calderón

La última gira del cantante mexicano más exitoso en los últimos 30 años ha estado rodeada por críticas y polémica

Le acusaron de estar fuera de forma pero sus fans le perdonan.

El cantante Luis Miguel, en una de sus últimas actuaciones. / REUTERS
Ha vendido más de 100 millones de discos, ha sido el cantante latino mejor pagado en Las Vegas, el segundo premio en el festival de San Remo en 1985, ha vencido a El Monstruo —la exigente audiencia que asiste al festival de Viña del Mar en Chile—, ha llenado el Madison Square Garden y agotado las entradas durante 25 fechas consecutivas en el Auditorio Nacional, uno de los principales foros de México.
 Nadie ha superado su récord
. Es Luis Miguel, el cantante mexicano más exitoso de los últimos 30 años.
 Le dicen El Sol y es casi imposible verlo de frente. Evita a los medios como a la peste, no da entrevistas, no sale en televisión desde hace 10 años. Solo brilla en un sitio: el escenario.
 A su alrededor, el humo: flashes, misterios y rumores.
Es jueves en la Ciudad de México y un nutrido grupo de vendedores ambulantes espera en la explanada del Auditorio Nacional. Luis Miguel se presenta esta noche.
 “Nadie vende como él”, asegura Claudia, de unos 40 años, que se apuesta a la entrada rodeada de camisetas, vasos tequileros, tarros de cerveza, tazas, bolígrafos, llaveros, pendientes, pulseras.
 Hay expectación por el concierto.
Las primeras fechas de este año de la gira Dèjá vu en México, un ambicioso tour de 219 fechas que tiene programado recorrer 33 ciudades y cinco países, han sido accidentadas.
 El cantante apareció con unos kilos de más y le acusaron de estar fuera de forma, de que su espectáculo no ofrece nada nuevo y que incluso el cartel, que muestra su perfil derecho como la mayoría de sus imágenes oficiales, es de una fotografía de hace 10 años
. Las redes sociales se mofaron de él hasta el cansancio. El Sol se convirtió en un meme.
El cartel de su gira, en el que aparece muy rejuvenecido.
Antes, el 9 de febrero, suspendió en Mérida (Yucatán).
Un portavoz de la organización aseguró que había “bebido” y él respondió que todo se debió a problemas “técnicos de su avión”.
La reacción contrasta con el halo de misterio que acompañó al cantante por muchos años.
 “Siempre había un respeto hacia Luis Miguel, incluso entre los medios.
 La broma era recurrente.
¿Qué entrevista te falta? Luis Miguel”, recuerda la periodista Martha Figueroa, autora de la biografía Micky, un tributo diferente (Aguilar, 2010) y quien ha seguido al cantante desde hace más de 25 años. Eso sí, aclara que para el intérprete sus actuaciones son su vida.
“Hay muy pocas cosas que le importan a Luis Miguel y una de ellas es actuar en un escenario”. Figueroa reconoce que El Sol no brilla como antes.
“Y eso que tiene un potencial tremendo. Es imponente y ahora canta mejor que hace 15 años. Podría hacer cosas tremendas”. ¿Qué es lo que ha pasado? “Se ha negado a cambiar con los tiempos
. Si la gente le dice que evolucione, él se lo toma a mal.
No tiene a alguien que le guíe para cambiar acorde con los tiempos”.
Es padre de tres hijos con los que casi no tiene relación. 
Le acusaron de no ocuparse de su manutención
La figura de Luis Miguel trasciende la música.
Para generaciones de mexicanos (a su favor y en su contra) representa la imagen de un estatus social: “El chavo fresa [pijo] por antonomasia”, cita la crítica cultural Concepción Moreno.
 “El Chingón de El Laberinto de la Soledad”, uno de los perfiles del mexicano que describe Octavio Paz.
El triunfador.
 El que tiene un séquito de sirvientes, el deseo de las mujeres más guapas, la mejor mesa en el restaurante, la suite más lujosa del hotel
. La vida le sonríe y él le sonríe de vuelta
. A eso hay que sumarle su inocultable sentimiento patriótico. “Como un buen sarape de Saltillo / Como bienvenida en Veracruz / Con la emoción de un beso frente a frente / Así se lleva México en la piel”, entona en una canción.
Y su origen es el de un inmigrante: nació en Puerto Rico en 1970, hijo de un gaditano y una italiana. Su padre, Luisito Rey, era un cantante de carrera malograda, que dejó cuando depositó sus sueños en su hijo.
 Luis Miguel debutó siendo apenas un niño, en 1981, con solo 12 años. Cantó La Malagueña.
Dicen que Rey, cuyo verdadero apellido era Gallego, le ponía como ejemplo a Elvis Presley para sus actuaciones.
 Su padre manejó su carrera hasta que él tuvo 19, cuando Luis Miguel decidió tomar vuelo por su cuenta y ocurrió una amarga separación
. Su madre, Marcella Basteri, desapareció en 1986. Luis Miguel y sus dos hermanos —Alejandro y Sergio, los dos menores— han mantenido un hermético silencio al respecto.
Es padre de tres hijos. Michelle Salas, que concibió con Stephanie Salas (nieta de la actriz Silvia Pinal), en 1989, una paternidad que no reconoció hasta 2008
. Los dos menores son Miguel, de ocho años, y Daniel, de seis, de su relación con la actriz Aracely Arámbula, de la que se separó en 2009.
 Arámbula demandó en 2012 al cantante por el impago de la manutención de sus hijos
. La pareja llegó a un acuerdo fuera de los tribunales, pero la actriz ha declarado que Luis Miguel rara vez convive con los niños, que llevan el apellido Basteri, el de la desaparecida madre del cantante.
Pero en el escenario, explica Figueroa, sus admiradoras “le perdonan todo”.
 Los escándalos, la lejanía, las dudas sobre si es un buen padre. Luis Miguel se dirige a sus admiradoras y ellas responden con un grito, al unísono.
 El último concierto termina. Las fans suben fotos y vídeos de El Sol, con El Sol, cantando las canciones de El Sol. Moreno escribe: “Luis Miguel es, como el fútbol, una de las pocas cosas que igualan a todos los mexicanos”.
 Un intérprete al que han comparado con Julio Iglesias, con Frank Sinatra. Y con Elvis.. Eso pensé yo, cuando su físico cambió me acordé de Elvis, el murió de tanta droga que tomaba y le hizo engordar dejando una secuela tremenda entre sus miles de seguidores.....Deforme, sin cantar ya , no era el mismo, no, fue el mostruo que se destruyó a sí mismo.

 

El impenetrable clan McCartney..................................................................... Brenda Otero

Paul ejerce de líder de una empresa familiar en la que se comparten contactos y reparten trabajos

Mary triunfa como fotógrafa, Stella con sus diseños y solo James se dedica a la música.

 Está por ver cómo encajará la hermana menor, hija de Heather Mills.

 

Paul McCartney, en primera fila en la pasarela de su hija Stella. / PATRICK KOVARIK (AFP)
Todas las familias felices se parecen entre sí, escribió León Tolstoi en la repetidísima primera frase de Ana Karenina
. Todas menos los McCartney.
 Un clan feliz pero sin duda fuera de lo común, empezando por el hecho de que no hay muchas familias que cuenten con un exBeatle como patriarca. Además, en el reducido y enrarecido mundo de los linajes célebres, no es habitual que los hijos se liberen de la losa de su famoso apellido (o sepan utilizarlo con habilidad) para labrarse una sólida reputación, es el caso de Stella McCartney, de 43 años, y su reconocida faceta de diseñadora.
 Este es un clan tan unido como impenetrable, que demuestra incluso en ocasiones una forzada normalidad.
 El clan McCartney lo componen los tres hijos del cantante británico con su fallecida esposa Linda —Mary, Stella y James—, además de la poco mediática Heather, hija de Linda de una relación anterior que fue adoptada por Paul. Beatrice, de 11 años, es la menor, fruto del matrimonio —de solo cuatro años— del intérprete con la exmodelo Heather Mills, y aún está por ver cómo encajará en la dinámica de sus hermanos mayores.
A sus 72 años, Paul McCartney no es un tipo que se fije demasiado en la moda, ni siquiera se caracteriza por vestir con particular cuidado
. Sin embargo, es uno de los habituales de la primera fila de los desfiles de París.
 Aparece por allí para mostrar su apoyo a su hija Stella, diseñadora de la firma que lleva su propio nombre.
También acude a las presentaciones organizadas por su yerno, Alasdhair Willis, como director creativo de Hunter, la marca de botas de agua. El beatle tampoco tiene especial interés por alternar en fiestas de artistas.
Pero si su primogénita Mary, fotógrafa de profesión, presenta un libro o inaugura una exposición allí estará sin falta sir Paul, del brazo de su tercera esposa Nancy sonriendo y mostrando su repertorio de muecas a los fotógrafos.
Más allá de acompañar cual madre de folclórica, McCartney ejerce como el cabeza de un clan que funciona como una empresa familiar en la que se comparten contactos y reparten trabajos.
 En sus relaciones, aunque estrechas, está muy presente lo profesional. Mary es la encargada de la división de fotografía de MPL Q1ZCommunications, el conglomerado que reúne los intereses comerciales de Macca y que gestiona los derechos de música compuesta por McCartney y otros artistas
. La fotógrafa también ha realizado campañas de publicidad para su hermana Stella. La diseñadora a su vez confeccionó el vestuario del ballet con música compuesta por Paul, Ocean’s Kingdom, que fue representado por el New York City Ballet —y fue despedazado por la crítica—. James, el varón y el único que se dedica a la música, y Paul tocan instrumentos en sus respectivos discos en solitario. Y así podríamos seguir llenando párrafos con esta red de colaboraciones y proyectos conjuntos.
Paul McCartney con sus hijas Mary y Stella. / Dave M. Benett (Getty Images )
Tom Doyle es un periodista musical escocés que entrevistó a Paul McCartney en 2006, justo antes de su millonario divorcio de Heather Mills. McCartney, animado por el sentido del humor de Doyle, accedió a que no se quedara en un solo encuentro y a seguir conversando con el periodista.
 Estas charlas resultaron en el libro Man on the run: Paul McCartney in the 70s que se centra en las horas más bajas del artista, cuando los Beatles se habían desintegrado y nadie lo sabía.
 “Paul había perdido el mejor trabajo del mundo. Se había recluido en una granja de Escocia, no conseguía levantarse por las mañanas y estaba deprimido.
Fue Linda la que lo sacó de la cama, gracias a ella volvió a hacer música”.
 Llevaban casados apenas seis meses.
Linda ejerció una influencia positiva desde el principio y sentó los cimientos de la dinámica familiar. Fue un pilar y un elemento normalizador en la desquiciada vida de los miembros de un grupo que creía ser más famoso que Jesucristo.
 Ella contribuyó a que los niños estudiaran en un colegio público y se criasen en el ambiente bucólico de una granja ecológica, con ovejas, caballos y un huerto, del condado inglés de Sussex
. Casi 17 años después de su muerte por cáncer de mama, sigue muy presente, tanto que James ha tardado años en superar su ausencia, que desencadenó una adicción a las drogas ya superada.
Los hermanos continúan siendo vegetarianos en honor a su madre, que les transmitió su amor por los animales. Paul, Mary y Stella además promocionan la iniciativa Meat Free Mondays para fomentar una dieta menos carnívora.
 El estilo natural y excéntrico de Linda aparece a menudo en detalles de las colecciones de Stella, y transmitió su pasión por la fotografía a Mary.
“A Linda la trataron con mucha dureza por haberse casado con Paul, pero era una mujer muy fuerte”, explica Doyle por teléfono. “Sus hijos han heredado esa fortaleza”.
Imagen de Paul McCartney junto a su esposa Linda y sus hijos en abril de 1976. / David Montgomery (Getty Images)
Los McCartney son una piña y se mueven como una manada o una troupe de artistas, como cuando se marchaban juntos de gira con Wings, la banda que compartían Paul y Linda en la década de los setenta.
“Paul me dijo que viajaban como una panda de gitanos”, recuerda el periodista.
 Como este apunta, existe una foto de la época que inmortalizó a la prole de gira. Un Paul con greñas toca el bajo mientras Mary, entonces una niña curiosa con vestido de lunares, escucha atentamente. Linda lleva puestos los auriculares y Stella da cuenta de su comida en una bandeja.
 Sólo si uno se fija atentamente percibe que la imagen fue tomada en un jet privado. Viajaban como cíngaros, pero a lo grande.
“Durante los años sesenta Paul tuvo como familia a los Beatles, y posteriormente su mujer e hijos se convirtieron en sus compañeros de gira.
 Es un padrazo al que le gusta mucho ocuparse de los suyos.
 Aún hoy sigue organizando su giras de manera que pueda para pasar tiempo con ellos”, recalca Doyle.
James McCartney, hijo de Paul. / Cordon Press
Esa imagen de familia perfecta sólo se ha resquebrajado en una ocasión, cuando Paul se casó con Heather Mills, una modelo y activista que había perdido una pierna en un accidente.
  Los hijos de Linda nunca aceptaron que ella entrara en su vida cuatro años después de la muerte de su madre
. Consideraban que la segunda esposa de su padre era una oportunista, una mentirosa y una cazafortunas. Stella en particular.
La diseñadora se negaba a realizar donativos a las organizaciones solidarias que presidía la modelo y muy a regañadientes le concedía un mero 10% de descuento en los artículos de su firma.
 Mills declaró en varias entrevistas que las presiones de Stella, a la que definió como malvada y celosa, terminaron rompiendo la relación que se acabó a los cuatro años
. Fue uno de los divorcios más caros del mundo de la música, con el agarrado de Paul pagando a su ex unos 31 millones de euros.
 Aunque James ha admitido en la prensa inglesa que nunca le gustó Heather, los hermanos evitan criticarla por respeto a la pequeña Beatrice.
Paul junto a su esposa Nancy Shevell, su hija Stella McCartney y le editora de Vogue USA Anna Wintour. / David M. Benett
La tercera mujer de Paul, la empresaria Nancy Shevell, ha encajado mejor en esta tribu tan bien avenida.
 Al contrario que Heather Mills, esta heredera de un magnate del transporte, procede de un ambiente acomodado.
 Se conocieron en los Hamptons, donde ambas familias veraneaban, y padeció cáncer de mama al mismo tiempo que Linda.
 Los retoños la adoran desde siempre
. Eso es garantía de un feliz matrimonio en el clan McCartney.

La literatura sin final........................................ Guillermo Altares

Grandes narradores han revisado su obra luchando hasta el agotamiento con cada palabra. Autores de distintas generaciones relatan los viajes de ida y vuelta en sus textos.

Ilustración de Fernando Vicente

En el célebre arranque de su novela El final del romance, Graham Greene escribió: "Una historia no tiene ni principio ni final: uno escoge arbitrariamente el momento de la experiencia desde el que mira adelante o hacia atrás".
  Tal vez los novelistas puedan elegir el momento narrativo desde el que comienzan su relato, incluso aquel con el que lo acaban.
 Pero otra cosa muy diferente es cuándo terminan de escribir una obra, porque muchos autores sienten que no lo hacen nunca. "Borges decía que el concepto de 'obra definitiva' es sólo fruto de la teología o del cansancio", recuerda Alberto Manguel (Buenos Aires, 1948), autor de Una historia de la lectura, y lector del autor argentino cuando perdió la vista.
 La relación de los escritores con sus obras es tan intensa como la relación con sus propias vidas: algunos prefieren no mirar atrás, otros no paran de hacerlo, algunos son perfeccionistas hasta el infinito, otros prefieren que las obras se queden como están
. La mayoría de los autores, lo confiesen o no, no puede evitar observar por la cerradura su vida y, por lo tanto, de su escritura.
 Desde Marguerite Yourcenar hasta Juan Ramón Jiménez, Milan Kundera, Ludwig Wittgenstein, que rechazó las tesis de la obra que le convirtió en un autor mundialmente famoso, El Tractacus lógico-philosophicus, o Kafka, que pidió la destrucción de todos sus libros, la literatura universal está llena de obras maestras, que los lectores consideran perfectas, pero cuyos autores nunca dieron por terminadas.
"La reescritura siempre ha sido para mí una norma de trabajo, un texto artístico se puede corregir interminablemente", explica el poeta y narrador José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926), premio Cervantes en 2012, cuyas poesías completas están reunidas en Somos el tiempo que nos queda.
 El novelista Juan Goytisolo (Barcelona, 1931), que recibió el máximo galardón de las letras españolas, también es un inagotable corrector:
 "He suprimido páginas enteras de Juan sin Tierra y en otras obras no he tocado nada, más allá de alguna errata.
 Toco cuando encuentro que lo que escribo no se corresponde con lo que espero del libro.
La obra que cuenta es la que decide el autor.
 El que tenga una edición antigua de Juan sin Tierra o de La saga de los Marx debe saber que existe una edición posterior.
 La última es la que cuenta". "En todos he cambiado cosas", confiesa por su parte Javier Cercas (Cáceres, 1962), que publicó a finales de 2014 El impostor y una reedición de El vientre de la ballena, su tercera novela, en la que introdujo notables cambios.
 "Le hice una auténtica liposucción, porque tenía la intuición de que la novela era celulítica y que dentro de ella había un buen libro; creo que la intuición era exacta", afirma el escritor, que antes había convertido su primera obra, el libro con cinco relatos
 El móvil, en una novela corta con uno de ellos. "Ahora estoy releyendo Soldados de Salamina porque se va a publicar en mayo una edición revisada.
He corregido adjetivos, más de una frase de sintaxis pedregosa, incluso algún anacronismo.
 Los poemas no se acaban, decía Valéry, sólo se abandonan; con los libros pasa lo mismo"
. Como Caballero Bonald y Goytisolo, Cercas tiene claro que "la última versión siempre es la buena".
Juan Ramón Jiménez.
Los ejemplos son infinitos
. En el caso de la narradora Marta Sanz (Madrid, 1967), reescribió su novela La lección de anatomía, publicada en 2008 y reeditada en 2014.
 "No sentí que traicionase a los lectores de la primera versión, al contrario, estoy muy agradecida de que me dieran la oportunidad de reescribir mi libro", explica.
 "Si el autor tiene sentido de la autocrítica, tiende a mejorar las cosas.
 Desengrasé el estilo.
 Es en realidad un libro nuevo porque incluí dos capítulos y parcelé de otra forma toda la narrativa
. El bueno es el último porque reflejamos lo que aprendemos". Rafael Chirbes (Tavernes de Valldigna, 1947), ganador del Premio de la Crítica con Crematorio y En la orilla, cree que no se pueden establecer reglas generales.
Tras un periodo inagotable de reescritura —"a veces incluso pido al editor que me lo devuelva para seguir haciendo cambios"—, se rinde finalmente y entrega el libro.
 "Una novela siempre tiene dos momentos de euforia para el autor: cuando lo terminas y el día en que te llega el primer ejemplar.
 Pero luego empiezas a verle las grietas, los problemas, por eso escribes otro
. La relación de plenitud con un libro dura muy poco", afirma. Tiene obras que apenas ha tocado, como Mimoun, otra ha pedido que no sea reeditada —
La lucha final porque le quedó "sobreescrita"— y de otra, La buena letra, quitó el último capítulo.
Isaac Rosa (Sevilla, 1974), ganador del Premio Rómulo Gallegos por El vano ayer y del Fundación José Manuel Lara por El país del miedo, llegó incluso a dialogar e ironizar con el escritor que fue cuando le propusieron reeditar su primera novela, La malamemoria, ocho años después de su publicación.
 "Descarté de inmediato reeditarlo tal cual, me parecía un paso atrás.
Pero vi otra posibilidad: enfrentarme con el escritor que fui, y hacerlo delante del lector. Releerme desde el escritor que había llegado a ser y hacerlo con toda la dureza que aquel primerizo merecía", señala. Rosa explica que su libro era un relato de la Guerra Civil y el franquismo, "novelas que provocan hastío en no pocos lectores, que exclaman ante el enésimo título:
 '¡Otra maldita novela sobre la Guerra Civil!", que fue el nombre con el que se quedó su obra. "Recuerdo que hubo lectores de aquella primera La malamemoria que se molestaron cuando la convertí en Otra maldita novela...
 Y es que impugnar una novela es también una impugnación a los lectores que la apreciaron".
Marguerite Yourcenar.
También están los escritores que, una vez terminado el libro, cuando éste ha empezado su vida propia, se dan cuenta de que existen historias que, como ramas, surgen de sus páginas.
 El escritor colombiano Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958), cuyo próximo libro, La Oculta, aparecerá a mediados de marzo, explica cómo surgió una nueva obra de su novela más célebre, El olvido que seremos: "A veces en lo que uno escribe queda un hilo suelto, sin que lo sepamos, sin quererlo.
 Al final de El olvido yo mencionaba un poema que mi padre llevaba en el bolsillo cuando lo mataron, y decía que ese poema era de Borges.
 Cuando el libro tuvo éxito (el éxito es siempre muy sospechoso), mis malquerientes dijeron que era doblemente mentiroso: que yo me había inventado la historia de ese poema en el bolsillo, y que además no era de Borges
. El soneto, en efecto, no aparecía en ninguno de los libros publicados por Borges. Pero no era mentira que mi padre lo llevara en el bolsillo.
 Así que aproveché una beca que me dieron en Berlín para buscar de dónde diablos había sacado mi padre ese poema.
 Tras una pesquisa detectivesca, creo que pude desenredar la historia: si en El olvido quise saber, por indicios, quiénes habían matado a mi padre, en Traiciones de la memoria quise averiguar, con testimonios y documentos filológicos, quién era el autor del poema".
Sin embargo, Abad Faciolince no es partidario de volver sobre lo escrito.
 "Creo que un libro es una especie de espejo de lo que uno era en el momento que lo escribió. Como uno deja de ser el que era, ya hay muchas cosas de los viejos libros que te suenan extrañas, ajenas, incluso malas, entonces uno tiene la tentación luciferina de cambiarlas.
 Pero al cambiarlas el libro se vuelve un híbrido que ya no funciona, pues el escritor de hoy es distinto al de hace 20 años, y los libros corregidos por el mismo autor quedan raros, como si hubieran sido escritos a dos manos", explica.
Juan Goytisolo.
Las obras literarias, el pensamiento filosófico, son cuerpos vivos que respiran a través de la relación que establecen con los lectores, pero también porque nunca acaban de separarse totalmente de sus autores.
 "El libro tiene una autoridad sobre ti que tú no tienes sobre él", asegura Rafael Chirbes. Sin embargo, los procesos de escritura pueden prolongarse hasta el infinito.
 Uno de los casos más extremos es el de la belga Marguerite Yourcenar (1903-1987): Opus Nigrum, una de sus grandes novelas, fue primero un libro de relatos, publicado en 1934, La mort conduit l'attelage (La muerte conduce la carroza), transformados luego en una novela, publicada en 1968. Juan Ramón Jiménez hacía tantos cambios en su obra que al final es imposible saber si es una sola obra o son varias: el libro/poema Espacio tiene una versión en prosa y otra en verso.
También puede haber transformaciones pequeñas pero cruciales.
 Alberto Manguel explica que "W. H. Auden cambió sus versos y eliminó varios, porque dijo que se daba cuenta de que no eran ciertos".
Por ejemplo, el célebre verso 'We love one another or die' ('Nos amamos el uno al otro o morimos') lo suprimió porque pensó que aunque nos amemos o no, la muerte es inevitable".
El novelista y ensayista mexicano Álvaro Enrigue (México, 1969), ganador del Premio Herralde de novela con Muerte súbita, explica otra sutil pero inmensa diferencia entre versiones:
 "Se dice que en el último manuscrito de Pedro Páramo, de Juan Rulfo (Apulco, 1917-México, 1984), la primera frase era: 'Fui a Comala' y que el 'Fui' está tachado y encima dice 'Vine'. De ser cierta la leyenda, sería el tipo de corrección que cambia la historia".
 Este novelista y profesor de literatura relata otras historias de escritores obsesivos: "José Emilio Pacheco (México, 1939-2014, premio Cervantes en 2009) no permitía que se reimprimieran sus libros porque le parecían llenos de torpezas, aunque eran de una precisión estilística admirable.
Volvía locos a sus editores reteniendo las reimpresiones para leerlos y releerlos.
 Los ejemplares de sus libros en la biblioteca de la Universidad de Maryland, donde dio clases, están todos corregidos a lápiz por él mismo.
 Algunos tienen correcciones sobre las correcciones".
 Pero él mismo tampoco es ajeno al veneno de la reescritura como narrador: de su novela La muerte de un instalador existen cuatro ediciones.
 "La última, que es la que circula en España, la reescribí de principio a fin, palabra por palabra", asegura Enrigue.
 Sin embargo, afirma que nunca ha podido regresar a Hipotermia, en el que relata una depresión, porque es un tiempo al que no puede, ni quiere, volver.
Isaac Rosa.
Carlos Giménez (Madrid, 1941) volvió en cambio a los momentos más dolorosos de su vida para dibujar una de las obras maestras del cómic europeo, Paracuellos, en el que relata su infancia en un Auxilio Social de la posguerra
. Este tebeo ha sido reeditado en los últimos años, como casi toda su obra.
 Sin embargo, un dibujante se enfrenta a la enorme dificultad que encarna cambiar una plancha. "Cada vez que se reedita un trabajo mío en español, me obligo a leerlo para comprobar que está completo, que no están cortadas las viñetas y que no hay fallos de compaginación", relata Giménez. La voluntad de cambiar, de revivir el texto, se remonta casi al principio de la creación literaria.
 El catedrático de la Complutense Carlos García Gual, uno de los más respetados helenistas españoles, recuerda que "Hipólito, de Eurípides, y Las nubes, de Aristófanes, que leemos ahora son versiones corregidas por ellos de obras anteriores que no tuvieron éxito en su primera representación teatral".
 "¿Podemos ver en Las leyes, de Platón, una versión corregida de la utopía de La República?
 En ese largo diálogo de vejez, donde ya no sale Sócrates, Platón postula un 'consejo nocturno' que en su afán inquisitorial habría condenado a muerte a su escéptico maestro.
 ¿El viejo y escarmentado Platón desconfiaba ya del libre examen y de los ideales políticos de antaño?".
Estos cambios sobre cambios, versiones, búsquedas infinitas de palabras y de frases, marchas hacia delante y hacia atrás, hacen más difícil el trabajo de los filólogos pero sin duda más apasionante. El catedrático de Lengua Española de la Universidad Autónoma de Madrid Pedro Álvarez de Miranda (Roma, 1953), miembro de la Real Academia Española, asegura:
"Esos cambios son muy importantes para el filólogo, las modificaciones que el autor introduce en un texto siempre tienen interés.
 En el terreno de la lexicografía, y en particular para la elaboración de un diccionario histórico, es fundamental precisar la fecha de cada texto".
Cuando Philip Roth decidió dejar de escribir se dedicó a releer las 31 novelas que había publicado entre 1959 y 2010. "Quería saber si no había perdido el tiempo", explicó en 2014 a The New York Times.
 "Mi conclusión, después de terminar, se parece a unas palabras que pronunció uno de mis héroes, el boxeador Joe Luis. Fue campeón del mundo de los pesos pesados. Había nacido en el Viejo Sur, fue un niño negro sin educación, parco en palabras.
Cuando se retiró dijo para resumir su carrera:
 'Lo he hecho lo mejor que podía con lo que tenía". El combate de los grandes escritores con las palabras no se acaba nunca.
Sólo el tiempo es capaz de derrotar los inagotables cambios que impone la imaginación.

 

27 feb 2015

Muere Leonard Nimoy, el comandante Spock de ‘Star Trek’...........................................J.ordi Costa

Que mala noticia, se ha muerto "El Comandante Spock", aquel comandante que disfrazaro como la imaginación decia que podía ser un hombre de otro planeta, sus cejas marcadas, sus orejas afiladas y aquel pelo de corte indefinido y negro azabache era un Comandante que me fascinaba,quizás porque su nave tb era facisnable, Star Trek para todos los públicos, la veía mi hijo pequeño entonces, mi madre y yo. Disfrutaba con sus series de aventuras y hoy leo que él siendo de otro planeta era mortal.

El actor, que sufría una enfermedad pulmonar, ha fallecido a los 83 años de edad.

Spock de Star Trek
El actor Leonard Nimoy, popular por su papel del Mr. Spock en la serie Star Trek y las películas de la franquicia, ha muerto a los 83 años de edad, según informan medios estadounidenses
. Su mujer, Susan Bay Nimoy, ha confirmado el fallecimiento a The New York Times.

Muchos han sido los actores que han sufrido la pesadilla del encasillamiento.
 Otros jamás han podido superar el peso del personaje más memorable que marcó sus carreras.
 Pero el caso de Leonard Nimoy, a quien todo el mundo recordará siempre como el racional Spock de la serie Star Trek, mitad humano, mitad vulcaniano, es ligeramente distinto.
 Nimoy no fue ni un actor encasillado, ni alguien que no pudo sobreponerse a una única interpretación memorable, sino que fue uno de esos pocos privilegiados que podían presumir de encarnar, de la cabeza a los pies, a un poderoso icono de la cultura popular.
 “Mi trabajo era lograr que el personaje fuese creíble”, declaraba el actor en una entrevista concedida en 2008, un año antes de retomar al personaje en la película de J. J. Abrams que relanzaría la franquicia Star Trek, “Spock es un personaje muy interesante, inusual, muy inteligente. Pienso que a la gente le gusta su inteligencia. También tiene sentido del humor, es extremadamente fiable, útil en toda crisis, alguien capaz de resolver problemas y, sobre todo, un buen amigo de los humanos”.
El peculiar equilibrio de fuerzas entre el sanguíneo, chulesco y emocional capitán Kirk que encarnaba William Shatner y el racional, gélido, pero siempre preciso en el uso del sobreentendido Spock definió, en buena medida, el poder de seducción de esa serie de ciencia-ficción, creada por Gene Roddenberry en 1966, que, tras su prematura cancelación en su tercera temporada, alentó uno de los más complejos –y longevos- fenómenos de fans en la historia del medio.
 Bajo la piel de Spock, Nimoy fue mucho más que un actor de escueta expresividad con puntiagudas orejas de maquillaje: el actor, nacido en Boston el 26 de marzo de 1931, consiguió articular toda una filosofía de la vida, sin renunciar nunca a un palpable sentido del humor.
  El mítico saludo del personaje fue, de hecho, invención suya: un gesto forjado a imagen y semejanza de esos sacerdotes judíos que formaron parte esencial del entorno familiar del actor, que tuvo en la defensa y divulgación de las raíces culturales del judaísmo ortodoxo otra de las grandes pasiones de su vida.
La larga y próspera vida de Nimoy terminó este pasado viernes 27 de febrero, a consecuencia de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica que le fue diagnosticada cuando llevaba treinta años sin consumir tabaco.
Nimoy había anunciado su retiro en abril de 2010, pero fueron diversos los trabajos, todos ellos relacionados con la aureola mítica de Spock, que le reclamaron a partir de ese momento, convirtiendo su supuesta jubilación en deseo perpetuamente postergado: en los últimos años, Nimoy fue el Spock en una línea temporal paralela en las dos películas de Star Trek de Abrams, pero también el memorable e inquietante William Bell de la serie Fringe, la voz de Sentinel Prime en Transformers: el lado oscuro de la luna (2011) de Michael Bay –que, por cierto, era el primo de su esposa Susan Bay Nimoy- y el sueño mitómano de Sheldon Cooper en un episodio de The Big Bang Theory.

Algo escrito en el firmamento, si es que tenemos que creer en estas cosas, parecía predestinar a Leonard Nimoy a un largo compromiso con la ciencia-ficción antes de ser Spock: abundan los títulos del género en el primer tramo de su filmografía, como el serial de la Republic Zombies of the Stratosphere (1952), la memorable monster movie de Gordon Douglas La humanidad en peligro (1954) y la paupérrima pero imaginativa adaptación de un clásico de Robert Heinlein The Brain Eaters (1958) de Bruno VeSota.
 Pero el actor tenía también otras inquietudes, como su interés por el teatro de Jean Genet:
 Nimoy no sólo apareció en la adaptación cinematográfica de El balcón que dirigió Joseph Strick en 1963, sino que produjo y protagonizó la adaptación cinematográfica de Severa vigilancia que dirigió Vic Morrow en 1966.
Nimoy, que dirigió dos películas de la saga Star Trek y cambió de género para firmar la película más taquillera de 1987 –Tres hombres y un bebé-, alternó la interpretación en películas y series con una carrera como fotógrafo artístico, con predilección por el desnudo femenino.
 También tuvo sus candorosos extravíos en el territorio de la música folk vertiente bizarre: su disco Mr. Spock’s Music from Outer Space es todo un clásico trash
. Que escribiera dos libros de memorias de títulos contrapuestos –I Am Not Spock (1975) y I Am Spock (1995)- da fe de que, si bien alguna vez mantuvo una relación de amor/odio con su personaje, finalmente aceptó que la inmortalidad vulcaniana era su destino.

Este es el último tuit del actor, enviado el pasado 23 de febrero.

Leonard Nimoy         @TheRealNimoy

A life is like a garden. Perfect moments can be had, but not preserved, except in memory. LLAP

 

Palabras vacías en la nieve........................................................................ Carlos Boyero

La perspectiva de pasar dos horas en un cine aceptablemente calefactado, con butacas cómodas y espacio generoso entre las filas para poder mover las piernas, contemplando paisajes nevados y disfrutando del poder de evocación que estos poseen, de entrada, me resultaba apetecible
. Y si en la pantalla me estuvieran contando historias tan poéticas como las de Nanuk, el esquimal y Los dientes del diablo el gozo sería absoluto.
 O envolverme en medio de esa blancura lírica o terrorífica con una intriga habitada por monstruos humanos o diabólicos.
 Por ejemplo: me relamo al pensar en una noche de invierno duro viendo Misery, Fargo, El enigma de otro mundo, La cosa...
Aclarado mi amor por ese escenario blanco, exijo que en él ocurran cosas que me provoquen inquietud, miedo, emoción, esas sensaciones tan gratas, y que me preocupen las dichas o desdichas que atraviesan los personajes.
De Fuerza mayor sabía que era una película sueca, que había obtenido premios nacionales e internacionales y cuantiosos piropos en los festivales de cine (lo segundo casi siempre me pone en guardia o me hace temblar), que su argumento iba de intriga psicológica y que toda ella se desarrollaba en una estación de esquí en los Alpes
. La protagonizan un matrimonio joven y aparentemente modélico y sus dos niños, dispuestos a relajarse deslizándose en familia por las pistas durante su estancia de cinco días en un hotel de lujo.
FUERZA MAYOR
Dirección: Ruben Östlund.
Intérpretes: Johannes Bah Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Calara Wettergren, Vincent Wettergren.
Género: drama. Suecia, 2014.
Duración: 118 minutos.
Aparecen rótulos marcando los días
. Y en el primero me mosqueo un poco con la actitud del marido, aunque no tanto lógicamente como su estupefacta esposa.
 Resulta que un plácido desayuno en la terraza del hotel, en medio de una geografía espectacular, se ve interrumpido por un alud de nieve presuntamente inofensivo, pero terrorífico a medida que se acerca.
 Y el tío pilla su móvil y se larga en plan centella, abandonando a su suerte a la mujer y a las criaturas. Pasa el peligro.
 El fulano retorna.
Me cuenta un lúcido amigo que si los personajes fueran latinos lo más probable es que la dama le atizara un bolsazo en la cabeza a su irresponsable o cobarde marido y hasta luego cocodrilo
. Pero como son nórdicos y civilizados, creen que la siniestra movida se resuelve hablando.
Y no paran de hablar.
 No solo entre ellos sino también con los nuevos amigos que van haciendo en el hotel y con los que comparten su secreto.
 Ni el matrimonio en crisis, ni los angustiados hijos, ni las parejas que comparten su intimidad, logran que me interesen mínimamente su personalidad y sus dramáticas circunstancias.
 Y mi tedio está suplicando que pasen los cinco tormentosos días, porque se me hacen interminables. Por supuesto, les deseo fervientemente que vuelvan a ser felices y a comer perdices.

 

George Clooney, ahora editorialista................................................................. Irene Crespo

El actor ha escrito en el 'New York Times' un artículo para denunciar la situación de Darfur

Con su esposa Amal, acaba de instalarse en Manhattan donde residirá los próximos meses.

George Clooney
El actor George Clooney. / CORDON
George Clooney vuelve a la carga. 
Tres años después de ser detenido delante de la Embajada de Sudán en Washington, el actor vuelve a reclamar la atención de la comunidad internacional sobre la situación en Darfur, esta vez publicando un editorial en el New York Times en el que denuncia el bloqueo del Gobierno del país africano a los periodistas, a los trabajadores humanitarios y a la misión de pacificación de la ONU. “Como resultado, las masacres continúan sucediéndose en Darfur sin testigos externos”, escribe Clooney.
 El artículo coincide, además, con la llegada del actor a Nueva York, donde va a residir los próximos meses con su esposa Amal por asuntos de trabajo.
Titulado George Clooney sobre la violación de Sudán a Darfur, y coescrito con los activistas John Prendergast y Akshaya Kumar, el artículo confirma, a través de imágenes captadas por el satélite de su proyecto Sentinel que lanzó en 2010, los bombardeos y quemas continuados de “al menos una docena de pueblos en el área de Jebel Marra, zona este de Darfur, el año pasado”.
Clooney, en el momento en que fue arrestado frente a la embajada de Sudán en Washington mientras participa en la protesta contra el genocidio en Darfur. / WIN MCNAMEE (AFP)
Además, denuncia la “limpieza étnica” del Gobierno para controlar las minas de oro y se hace eco de las pruebas que confirman “la violación masiva” vivida en el pueblo de Tabit
. “Después de recolectar más de 130 testimonios de testigos y supervivientes por teléfono [por culpa de los impedimentos que les pusieron para una investigación in situ], sus investigadores concluyeron que al menos 221 mujeres habían sido violadas por soldados del Ejército sudanés en un periodo de 36 horas el pasado octubre”.
El actor continúa explicando en el editorial que “la violencia sexual no tiene un objetivo militar, sino que es una táctica de control social, de dominación étnica y cambio demográfico”. 
 “Las cortes de los derechos humanos alrededor del mundo han determinado que las violaciones realizadas por oficiales del Ejército o de la policía pueden constituir tortura”, explica, y asegura que, como la de Tabit, hay muchas más historias.
El caso de Tabit era denunciado, precisamente, el pasado diciembre en un artículo de The Guardian titulado ¿Qué pasó en Darfur después de que George Clooney viniera?
. En este preguntaban a gente que ha vivido y trabajado en la región en los últimos 10 años sobre la situación actual y si la campaña que el actor inició en 2006 ha tenido algún efecto.
 “Clooney puede estar haciendo algo fantástico –rastreando los movimientos de las tropas y milicias sudanesas– pero para mí, como persona viviendo en Darfur, en contacto con lo que está pasando a diario, no veo que eso haya parado, o ni siquiera reducido, el genocidio”, decía en aquel artículo una activista que no quería identificarse.
George Clooney, a las afueras de la Casa Blanca tras una reunión con Barack Obama. / REUTERS (Kevin Lamarque)
John Prendergast, fundador del proyecto Enough y que firma el editorial del New York Times con Clooney, también era entrevistado por The Guardian y explicaba que la presencia del actor de Ocean’s Eleven en programas como el de Oprah había ayudado a “atraer la atención e inspirar la acción en respuesta a lo que sucedía en Darfur”.
“Sólo trato de llamar la atención, porque es el único modo de que pasen cosas”, decía en 2012 mientras se lo llevaban esposado en Washington. Entonces provocó esa imagen que dio la vuelta al mundo para que algo cambiara en un país que lleva dos décadas de masacres.
Tres años después, cuando “el mundo se ha olvidado en gran medida de Darfur”, Clooney vuelve a reclamar atención para que EE UU y otros países impongan sanciones a aquellos que “hacen negocios con el Gobierno”.

“Las ‘violaciones tortura’ de Tabit son un recordatorio al mundo de que las mismas condiciones que llevaron a EE UU a declarar el genocidio en Darfur se mantienen, con consecuencias humanas devastadoras.
 No debemos olvidar a los supervivientes, y debemos imponer costes disuasorios a los orquestadores y sus facilitadores”, concluye Clooney.

 

Christiane F: vida y sombras de la estrella yonqui................................................Noelia Ramírez

Tenía 15 años cuando su adicción a la heroína saltó a las portadas alemanas.

 Su vida inspiró una película y su libro se vendió por millones. Una autobiografía descubre qué fue de su vida. 

Christiane F.

 

Christiane en 1981.
Dos chavales se encierran en una habitación a pasar el mono de heroína.
 Tiemblan, se retuercen sobre sí mismos, sudan
. El síndrome de abstinencia les lleva a arrancar con sus uñas el papel de las paredes.
 La impotencia de no conseguir la dosis a la que están acostumbrados sus cuerpos, todavía en desarrollo, es devastadora.
 La secuencia de la que hablamos pertenece a Yo, Cristina F, una película de culto 1981 dirigida por Uli Edel, convertida en clásico e involuntaria guía educativa contra los efectos de la drogadicción en la adolescencia.
 La película más rentable del cine alemán de los 80 llegaba tras el enorme éxito de del superventas Los niños de la estación del Zoo (aquí se tituló como Yo, Cristina F. Hijos de la droga), un libro que se tradujo a 20 idiomas, escrito por los periodistas Kai Hermann y Horst Hieck de la resvista Stern en 1978.
 La historia recogía el testimonio en primera persona de Christiane V. Felscherinow, una niña de clase media que comenzó a fumar porros con 13 años, coqueteó con el éxtasis, el valium y el Mandrax y acabó prostituyéndose por heroína junto a otros chavales en la estación del Zoo de Berlín.
Mucho antes de que una Emma Watson al viento sacase medio cuerpo de una pick up en marcha con el Heroes de Bowie de fondo en Las ventajas de ser un marginado, hubo otra escena del cine que definiría ese halo de libertad adolescente que parece invencible: la que con esa misma canción protagonizó Natja Brunckhorst corriendo por un centro comercial al alba, poco antes de probar la heroína en Yo, Cristina F.
Porque la auténtica Christiane la fumaría por primera vez tras un concierto de Bowie y a los 14 años ya se inyectaba en pisos destartalados junto a otros chavales convertidos a chaperos y prostitutas, congregados en la mítica estación de metro berlinesa
. Los mismos que antes bailaban en The Sound, esos hijos de familias bien que ignoraban la otra vida de sus retoños, ahora caían uno tras otro por sobredosis.
Christiane F.
Christiane F., en el reportaje que la lanzó al estrellato de la revista 'Stern'.
Foto: Archives Stern/ Picture Press/ Cortesía de Alpha Decay
La historia que conmocionó a Alemania y destapó el drama de la drogadicción adolescente en Berlín elevó a los altares de la fama a su protagonista, Christiane.
 Una niña de cara bonita que encandiló al público.
Al final de su libro, y tras contar como pasó sin éxito por los programas de desintoxicación de la Cienciología (Narconon), su madre la sube en un avión rumbo al norte de Alemania.
Un rayo de esperanza ilumina su camino: quizá en casa de su abuela, en la zona rural de Kaltenkirchen, abra un nuevo capítulo alejada de la heroína.
Lo que Christiane no imaginaba eran las implicaciones que tendría compartir su relato vital con dos periodistas.
En dos años, el libro vendió medio millar de ejemplares en Alemania y a los tres de publicarse se estrenó una película que, pese a la crudeza de sus imágenes, fascinó a la taquilla.
¿Qué fue entonces de su vida? ¿Qué consecuencias acarreó convertirse en la súper estrella yonqui? Así empieza Yo, Christiane F. Mi segunda vida* (Alpha Decay, 2015), un relato en primera persona de la propia Christiane escrito por la periodista de Sonja Vukovic. 35 años después de alcanzar la fama mundial, y con 51 años, Christiane vive con Leon, su chow chow, en un piso de Berlín sin apenas muebles, muy enferma (tiene fibrosis y la Hepatitis C más agresiva que se puede contraer en Europa) y se pasa el día leyendo libros de Carlos Ruiz Zafón o testimonios biográficos de mujeres para combatir sus dolores. "Una vida de mierda", como ella misma titula.
Las consecuencias físicas de haber consumido drogas de todo tipo durante cuatro décadas (estuvo limpia de heroína cinco años, pero volvió a consumir y lo siguió haciendo durante décadas) le han pasado factura
. Pero, por sorprendente que pueda parecer, su drogodependencia no es el hilo conductor de su nuevo libro
. El relato vital de Christiane Vera Felscherinow, su 'segunda vida', es una lectura fascinante sobre la experiencia de una mujer que lo ha vivido prácticamente todo.
 La historia de una mujer inteligente, sensata, profundamente emocional, despreocupada de los bienes materiales (los royalties de su primer libro y de la película la hicieron millonaria), acosada por la prensa durante toda su existencia y plenamente consciente de las consecuencias de sus actos.
Christiane debe ser la única mujer del planeta que ha formado parte de la Nueva Ola alemana (el movimiento musical Neue Deutsche Welle), se ha hecho íntima de Nina Hagen en el Chateau Marmont de Los Ángeles, ha pasado las tardes en el mítico estudio de la KROCQ de Rod Bingenheimer, se ha ido de farra a la mansión de los Van Halen o ha volado en el jet privado de los Rolling Stones invitada por el mismísimo David Bowie.
 Pero además de las luces de neón y del name dropping constante del libro (hay encuentros con Depeche Mode, Billy Idol e incluso cenas con Yves Saint Laurent, Oskar Kokoscha o Andy Warholl en su etapa de Zurich, donde vivió con los editores de su libro), la vida de Christiane F. ha sido una vida repleta de sombras
. Las de una prensa amarilla que no ha dejado de acosarla para comprobar únicamente si se sigue inyectando o no, la de la Christiane en prisión por ser pillada con cinco gramos de heroína encima, la de sus abortos (especialmente impactante el que sufre en pleno vuelo) y la de la Christiane hundida por unos servicios sociales que le arrebatan a su único hijo, el auténtico amor de su vida.

Christiane F.
Christiane a principios de los 80 y en la sesión fotográfica en Sunset Boulevard durante la promoción en EE UU de la película 'Yo, Cristina F.'
Foto: Archives Stern/ Corbis (Cortesía de Alpha Decay)
La periodista Sonja Vukovic deja que la voz de la protagoniste tome el control del libro (además del prólogo y el epílogo, Vukovic solo escribe de su puño y letra un capítulo, una escalofriante radiografía de cómo la heroína invadió Zurich en los 80 y casi rompe el equilibrio social de la ciudad) y firma una autobiografía apasionante.
 Le enviamos unas preguntas por correo electrónico y esto fue lo que nos contestó:
¿Por qué la historia de Christiane merece ser contada?
Hay unas cuantas razones.
 La primera, ella es un mito mundial
. Su historia no es la de la una yonqui o una historia sobre la heroína, es la de una chica que creció con la figura de un padre alcohólico y una madre que no se preocupó nunca.
 Es la de una chica que quiere evadirse, sentir que pertenece a algún sitio, ser amada y, mientras lo intenta, se pierde a sí misma
. Es una historia en la que muchísima gente se puede sentir identificad, aunque no sean yonquis. Muchos adolescentes pueden ser anórexicos, bulímicos o padecer otro tipo de adicciones
. Así que la resupuesta a ¿Qué pasó con Christiane F? también es la pregunta ¿Qué va a ser de mí?
Por otro lado, es el retrato de una persona que lleva muchísimos años siendo adicta
. Antes no había adicciones de largo término.
La gente moría, cuando apenas tenía 20 años
. Gracias los programas de sustitución y otro tipo de ayuda médica, la gente puede envejecer (aunque muchos mueren a sus 50, de hepatits o sida).
Por último, la voz de Christiane debía ser escuchada, otra vez.
Christiane F.
En 1987, en la etapa que vivió en las islas griegas y en 1989, cuando vivió en Amsterdam.
Foto: Cristiane F./ Steye Raviez (Cortesía de Alpha Decay)
¿Cómo trabajaste con la información que te facilitó? ¿Comprobaste todos los nombres e historias que te contó?



Bien, al ser una autobiografía lo que más importa es su realidad, no la realidad.
 Pero por supuesto comprobé algunas historias y por supuesto hemos hecho que la gente que aparece mencionada en el libro echase un vistazo a las partes del libro en las que aparece para cuidar sus derechos personales.
En el libro, en el epílogo, explicas que Christiane aceptó reunirse contigo porque fuiste la única periodista a la que abrió el portal de su casa y no fisgoneó en la mirilla de su puerta. ¿Cómo describirías los inicios y cómo ha evolucionado vuestra relación durante el libro?

Creo que lo más importante es que nunca la he presionado.
 Quería escuchar y descubrir cuál era su verdad, y no tenía problemas en adaptarme a sus tiempos. Después de haber trabajado juntas durante este tiempo se ha generado una amistad, yo formé parte de su vida y ahora ella también ha formado parte de la mía.
Pero eso también ha implicado que que ella proyectase sus conflictos interiores en mí: me quería y me odiaba al mismo tiempo, me hacía responsable, me creía y desconfiaba de mí de la forma en la que lo hacen las personas con un trastorno límite de la personalidad.
No siempre es fácil lidiar con ello, pero por otro lado ella me ha dado grandes momentos, me ha emocionado mucho, así que me procuré una supervisión para aprender a tratar con ella, especialmente cuando sufre.

¿Cómo lidia Christiane con el hecho de ser el icono pop que es tras la popularización del libro y de la película?

Por un lado, a ella le encantó ser famosa, conocer a muchísima gente y afrontar todos esos retos.
 Se podría pensar que era la mejor ayuda para superar una adicción, sintiéndose necesitada, ocupada y con la sensación de que valía la pena.
 Por otro lado, ella descubrió demasiado pronto que siempre sería la niña de la estación del Zoo y que a la gente solo le interesaría si todavía se pincha o no.
Un estigma que ha terminado convirtiéndose en una profecía autocumplida.

Christiane F.
Christiane F., en una imagen reciente.
Foto: Marcel Mettelsiefen/ Cortesía de Alpha Deca

Un capítulo del libro está dedicado a sus 'sombras' y el constante miedo que siente por un supuesto y constante acoso del resto del mundo.
 Da la impresión de que esa paranoia mezcla erráticamente a muchos posibles acosadores: su madre, periodistas y ex amantes. ¿Cómo afectan esos miedos a su rutina? ¿Crees en su teoría?

Yo solo he escrito sus sentimientos y pensamientos, ese era mi trabajo.
 No juzgarla. Solo he intentado hacerlo de la manera más responsable posible.
¿Por qué Christiane sigue viviendo en Alemania y no en otro país donde quizá hubiese llevado una vida más tranquila?

Es el hábito de una persona adicta.
 Con un trastorno de personalidad límite, tiendes a amar lo que odias y a odiar lo que amas.
 Te quejas, pero nunca cambias, porque la queja te hace sentir que todavía tienes que solucionar esos sentimientos y te hace sentir importante.
 Trabajas en los efectos de tus acciones más que en sus razones.
Así es la personalidad de una persona con trastorno de personalidad límite y tendencias adictivas
. No la juzgo
. Esto no tiene por qué ser malo, es algo que la gente debe comprender cuando está relacionada con gente que tiene que lidiar este problema.

*'Yo, Christiane F. Mi segunda vida' está editado por Alpha Decay y disponible en librerías desde el pasado mes de enero.


Christiane F.


Un ‘picasso’ robado en París se localiza en Nueva York por 30 euros

‘La coiffeuse’, valorado en varios millones de euros, desapareció del Centro Pompidou en 2001.

‘La coiffeuse’
'La coiffeuse', obra de Picasso, robada en 2001 del Centro Pompidou de París y localizada ahora en Nueva York. / Departamento de Justicia (AP)
Un cuadro de Picasso robado en 2001 en París cuyo valor se estima en varios millones de dólares, ha sido localizado en Estados Unidos, donde había sido enviado como regalo de Navidad por 30 euros, según han confirmado las autoridades judiciales en Nueva York.
 La pintura cubista La coiffeuse (La peluquera), pintado en 1911 y propiedad del gobierno francés, había desaparecido del Centro Georges Pompidou de París.
El paquete fue enviado desde Bélgica a Estados Unidos el 17 de diciembre, con las siguientes palabras "Arte Artesanía / 30 E / Feliz Navidad", sugiriendo que era un regalo de Navidad que costaba 30 euros, según señaló la fiscal Loretta Lynch.
 El cuadro de 33 cm x 46 cm fue interceptado en la aduana, y enviado a su división HSI que investiga el tráfico internacional de obras de arte.
"Hemos encontrado un verdadero tesoro", señaló ayer Lynch, quien no dio detalles sobre el destinatario del paquete.

El lienzo se mantiene "en un espacio acondicionado" en el área de Brooklyn, explicó a la agencia AFP un portavoz de HSI.
 "Debido al contrabando flagrante en este caso, esta pintura es ahora objeto de decomiso en Estados Unidos.
 Tal confiscación ha evitado que la obra caiga en manos del mercado negro de obras de arte y podrá ser devuelto a su dueño legítimo", dijo Lynch, agradeciendo al Gobierno francés y el Centro Georges Pompidou por la ayuda prestada.
"El hecho de que la obra se haya recuperado supone un mensaje directo a los ladrones que tratan de vender en el mercado negro antigüedades robadas en Estados Unidos", dijo un cargo de HSI, señalando que sus servicios estaban decididos a devolver los bienes robados a sus propietarios
. El robo de La coiffeuse fue descubierto en 2001 cuando fue solicitado para un préstamo
. El personal del Pompidou detectó el robo cuando la pieza no fue localizada en el almacén.
 La pintura había sido vista en público por última vez en Múnich cuando fue expuesta como parte de un préstamo en el Kunsthalle der Hypo-Kulturstiftung.
Una demanda civil ha sido presentada en Brooklyn para efectos de la devolución a Francia, una obligación administrativa para que se puedan iniciar los pasos para que el cuadro regrese a Francia.

 

26 feb 2015

El chiste que le contó Pablo Iglesias a Pedro Piqueras

Quedaba poco para el final de una larga entrevista de casi 40 minutos y Pablo Iglesias ya había utilizado la fórmula de los ejemplos para explicarse ante el periodista Pedro Piqueras en Telecinco.
Así que el líder de Podemos, ante la pregunta de si teme que con el temor a la llegada de su formación al Gobierno se produzca una fuga de capitales de España, prefirió utilizar un chiste que le había contado "un profesor de la facultad".
Este es el chiste que le contó anoche Iglesias a Piqueras (pincha aquí para verlo a partir del minuto 34):
"En el año 82 un señor va en un taxi y le dice al taxista: 'Claro, porque si ganan los socialistas y tienes diez vacas, te van a quitar cuatro. Pero si gana Alianza Popular no te van a quitar ninguna'. Y el taxista le responde: 'Ya, pero los de Alianza Popular llegan por la noche y le ordeñan a usted las diez vacas'".
A mi me gustó mucho la entrevista, un Piqueras más serio que de costumbre le hacía una entrevista a Pablo Iglesias, este pudo responder, porque por lo menos nadie le chillaba ni gritaba cosa habitual cuando un medio entrevista a alguien de Podemos, y habló al final de Cine y de Tv dijo que le gutaba juego de Tronos y la Película que ultimamente le había gustado era "El niño".....y luego lo del chiste no creo que le dijera nadie que lo hiciera, pero es la primera vez que un político cuenta un chiste en un entrevista....

La mujer que se hizo rica vendiendo diademas en Etsy................................................Nuria Luis

Comenzó como una idea para ayudar a pagar las clases particulares de sus hijos y ahora Three Bird Nest es una de las marcas 'handmade' que más factura en la plataforma.

alicia shaffer 
 
El llamado en inglés ‘handmade’ es una iniciativa que ha encontrado la fórmula del éxito en Internet gracias a webs como Etsy. Con 1,3 millones de vendedores en activo, esta plataforma acoge miles de proyectos ‘handmade’ que se convierten en auténticas boutiques online.

A priori, este tipo de negocios parecería sobrevivir gracias a una reducida clientela.
 Pero cuando se trata de la Red, el volumen de ventas puede catapultarse hasta límites estratosféricos. Es el caso de Alicia Shaffer, una mujer estadounidense que se ha convertido en una de las vendedoras más ricas de Etsy gracias a su ropa hecha a mano.
 Sus cifras lo dejan claro: vende más de 3.000 productos al día y factura entre 70.000 y 80.000 dólares al mes.
Hace unos años, esta madre de tres niños dirigía una tienda física que necesitaba varias diademas, por lo que decidió hacer algunas para venderlas.
 Como no tenía presencia online, Shaffer pensó que Etsy estaría genial para “vender algunas y sacar un dinero extra para pagar las clases de baile o de fútbol de mis hijos”, cuenta a S Moda.

Así es como en 2011 nació Three Bird Nest, una marca que desde su base en California vende un arsenal de productos hechos a mano como diademas, calentadores, bufandas o calcetines.
 El nombre hace gala a su origen: inspirado en el tatuaje que lleva en el brazo, es una representación de un nido con tres pájaros que recuerda a sus hijos.

 Con cierta experiencia en negocios y marketing, pero sin ninguna formación en moda o diseño más allá de la habilidad manual de su madre, Alicia es un ejemplo de hacia dónde puede llevar la iniciativa propia.

 Ella misma reconoce que al no poder encontrar las diademas que le gustaban para su tienda, "decidió simplemente hacerlas".

 Ahora, teniendo en cuenta los colores y texturas que le gustan y lo que está más o menos de temporada, elige los materiales para sus productos, haciendo hincapié en los estampados y encaje que se mantienen fieles al espíritu boho de la marca.

Alicia Shaffer eligió Etsy en primer lugar por su fácil uso y porque “ofrece la sensación de estar comprando en una boutique" a diferencia de otras webs como eBay donde la experencia de compra es más fría. 

Desde esta plataforma, que recomienda encarecidamente, y su propia página web, atiende a las demandas de clientes de todo el mundo. ¿Cómo consigue promover su marca? A través de dos pilares fundamentales en un negocio online: los clientes y las redes sociales.

Por un lado, la empresaria comenta que confía en sus clientes para correr la voz sobre la firma:

 “Nuestros clientes son nuestros mejores defensores”.

 Por el otro, estar presente en Facebook, Twitter e Instagram les permite establecer sinergias que de otro modo serían mucho más difíciles, como contactar con blogueros y realizar colaboraciones.

 El universo social media les ayuda también con su imagen de marca: “Usamos nuestras redes sociales como una forma de compartir lo que estamos haciendo y como una forma de que nuestros clientes conecten con nosotros a un nivel personal, que vean lo que estamos haciendo como marca pero también lo que hacemos en nuestra casa”, explica.