Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

31 jul 2018

Detenido Juan Muñoz, marido de Ana Rosa Quintana, por contratar a Villarejo en un chantaje

La policía arresta al empresario, a su hermano y a su abogado, implicados en la presunta contratación del comisario jubilado.

Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz, en una imagen de archivo.
Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz, en una imagen de archivo. EFE

 

Las reinas Sofía y Letizia, a la compra en una pescadería

La madre y la esposa de Felipe VI, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, han realizado una visita al Mercado del Olivar de Palma de Mallorca.

 La reina Letizia, la infanta Sofía, la reina Sofía y la princesa Leonor observan el género en una pescadería del mercado del Olivar, en Palma de Mallorca.

La reina Letizia, la infanta Sofía, la reina Sofía y la princesa Leonor observan el género en una pescadería del mercado del Olivar, en Palma de Mallorca. EFE
La reina Letizia,la reina Sofía, la princesa Leonor y la infanta Sofía han paseado este martes por el mercado del Olivar, en Palma de Mallorca. 
Es una estampa atípica, la familia real se ha dejado ver nada menos que en una pescadería, escogiendo pescado.
La reina Sofía llegó a Mallorca hace una semana junto a su hermana, Irene de Grecia, su hija Elena y sus nietos, Felipe Froilán y Victoria Federica.
 El sábado aterrizaron en la isla Letizia y sus hijas, que el domingo realizaron el tradicional posado de verano junto al rey Felipe VI. Por primera vez cambiaron Marivent, el palacio en el que se alojan, por el palacio de la Almudaina, una sede más institucional que Leonor y Sofía visitaban por primera vez.
Las cuatro han paseado por el mercado vestidas con ropa informal, Letizia y sus hijas con pantalones cortos de color claro, y la reina Sofía con pantalón largo blanco y un blusón en tonos azules. 
Ha llamado la atención que doña Sofía llevara, además, un ventilador portátil en la mano
. La reina Letizia llevaba unas sandalias de esparto, mientras que la reina Sofía ha lucido las clásicas abarcas menorquinas en blanco.
Se esperaba ver a la reina actual y a la emérita en el club de vela donde Felipe VI participa en la Copa del Rey de Vela, o realizando algún deporte con los más jóvenes de la familia, ya sea vela o wakeboard, como el año pasado, cuando la reina Sofía unió a todos sus nietos. 
Pero la visita al mercado, a una pescadería, ha sido más que inesperada.
Una imagen que busca mostrar el buen tono familiar tras las vistas la pasada primavera en la misa de Pascua, cuando la reina Letizia quiso impedir que la reina Sofía se fotografiara con sus nietas a la salida de la catedral de Palma.
 Unas imágenes que se hicieron virales y que han tratado de suavizarse mediante buenos gestos y fotografiadas reconciliaciones.


 

Destellos de ‘Chispa’............................................. Juan Cruz

Isabel Moreno Puncel tuvo hasta el final el destello de una personalidad que afrontó de la vida hasta aquello que le dejó más amargura.

Isabel Moreno Puncel, junto a Jesús Polanco en una foto sin datar.
Isabel Moreno Puncel, junto a Jesús Polanco en una foto sin datar.
La última vez que vi a Chispa fue en el homenaje que le rindieron a su hija, Isabel Polanco Moreno, el viudo de esta, sus hijos, sus hermanos, sus innumerables amigos.
 Fue en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el pasado 19 de abril. Chispa era Isabel Moreno Puncel y murió este domingo en Madrid. Aquí nació hace 88 años.
 Estuvo casada desde 1954 hasta mediados de los años 80 con Jesús Polanco, fundador y presidente de EL PAÍS y del Grupo PRISA hasta su muerte en julio de 2007.
 Deja tres hijos habidos de ese matrimonio, Ignacio, María Jesús y Manuel.
 Este último es el actual presidente de Prisa e Ignacio es presidente de honor del grupo.
 Isabel había sido consejera delegada de Santillana, empresa que había fundado su padre en 1960.
Ya asaltada por las enfermedades y por la edad, allí, en el Círculo, estaba aquella mujer que afrontó la vida con todos sus ingredientes, entre otros el dolor de la muerte de Jesús Polanco y el sufrimiento por la tan temprana desaparición de Isabel
Chispa seguía haciendo honor al apodo con el que nació.
Desposeída del habla, como consecuencia de un cáncer que le afectó a la laringe, ayudada de un adminículo apropiado, casi no tenía que usarlo para comunicarse porque esa chispa de su apodo estaba también en su mirada.
 Hablaba con los ojos, esa era la voz que tuvo hasta el final, el destello de una personalidad que afrontó de la vida hasta aquello que le dejó más amargura. 
Y a pesar de que la vida no le ahorró los peores sufrimientos, a ella se le puede aplicar, como a su hija Isabel, lo que Hemingway escribió de uno de sus personajes femeninos: “Conoció la angustia y el dolor pero no estuvo triste una mañana”.

Chispa llegó al Círculo aquella tarde del homenaje a Isabel impulsada por el amor a su hija, a sus nietos, al mundo (familiar y empresarial) que su marido, Jesús Polanco, había creado seis años después de su casamiento. 
Ese universo era lo que su hija Isabel llamaba “el mundo Santillana”, que Jesús fundó junto a su amigo Pancho Pérez González
. Santillana marcó la vida de ambos, la vida de su familia y también la vida de sus sucesivos empleados.
En aquel acto del Círculo estaban todos los supervivientes de esa vida en común, y sobre todo estaba presente ese espíritu de familia que se fueron comunicando de unos a otros, y no solo los que eran parientes sino todos aquellos que, en Santillana, prolongaron ese espíritu familiar que pervive en el grupo, ahora integrado en PRISA, grupo editor de EL PAÍS.
 Chispa no era ajena a ese espíritu, porque era el mismo que inspiró su manera de ser primero como esposa y en seguida como madre y ahora como abuela de nueve nietos.
Jesús y Chispa se divorciaron de mutuo acuerdo treinta años después de su casamiento. 
Ese aire de familia que crearon alrededor se manifestó también en la dignidad con que llevaron adelante, tanto ellos como sus hijos, ese proceso de ruptura.
 Al final de la vida de Polanco, él y su exmujer acentuaron la vinculación afectiva que por otra parte nunca había cesado entre ellos.

Chispa nació seismesina. 
Su padre, ginecólogo, la sacó adelante cuando era, eso decía, “una chispita”, y Chispita fue llamada en seguida. 
Luego ese nombre, Chispa, significó también su manera de estar presente, sin aspavientos, con discreción.
 Su presencia se hacía evidente con un humor rápido, con sus destellos inteligentes de ironía. 
 Con esa chispa en los ojos fue al homenaje a su hija Isabel hace tres meses.
 Y ahora se junta, en el recuerdo de los que las conocieron a las dos, esa común inteligencia que desprendían sus miradas.

 

Un misterio 64 años oculto bajo la nieve........................... Silvia Ayuso

Una exhaustiva investigación concluye que un cadáver hallado en 2005 corresponde a un esquiador desaparecido en la década de los cincuenta en la región italiana de Aosta.

Imagen del esquiador francés Henri Le Masne, desaparecido en Italia en 1954.
Imagen del esquiador francés Henri Le Masne, desaparecido en Italia en 1954. EFE
Durante 64 años, la familia Le Masne se preguntó qué habría sido de uno de los suyos. 
Para celebrar su 35º cumpleaños, el 26 de marzo de 1954, Henri le Masne se fue de vacaciones solo, a la región italiana de Aosta, cerca de la frontera con Suiza. 
Nunca más se supo de él.
 Ahora, la policía italiana ha podido confirmar que los restos humanos hallados en 2005 junto al monte Cervino, a 3.100 metros de altitud, son los de Henri.
 Una identificación posible gracias a un auténtico trabajo detectivesco y a la movilización de las redes sociales, que en menos de un mes lograron que la noticia del misterioso esquiador llegara hasta los oídos de la familia.

Los investigadores contaban con varias pistas, pero no suficientes para identificar al “esquiador desconocido”, como lo llamaban.
 Una moneda de cinco liras hallada en la ropa del fallecido permitió determinar que la muerte no se produjo antes de 1946.
 Luego estaba el equipo encontrado junto a los restos humanos, que apuntaba a que la víctima, un hombre en la treintena, tenía una situación económica holgada y no era italiano, sino probablemente francés.
Para empezar, los esquís eran unos Rossignol Olympique número de serie 7200-210. 
Se trata, como señaló la policía italiana en un comunicado que lanzó por las redes sociales a finales de junio en italiano y en francés, de unos esquíes de alta gama que revelaban por una parte que su usuario era un esquiador experimentado y, sobre todo, que tenía suficiente poder adquisitivo para permitirse un material tan caro.
 El bastón de metal hallado a su lado confirmaba esa hipótesis, puesto que, señalaba la policía, era un “lujo en la época”, en la que muchos usaban los bastones más económicos de bambú.
Los esquís de Henri LeMasne, unos Rossignol Olympique.
Los esquís de Henri LeMasne, unos Rossignol Olympique.
Además estaba el reloj, un Omega de un modelo “destinado a las colonias francesas de Túnez, Argelia y Marruecos”, según lograron averiguar los investigadores por el número de referencia.

Cuando Emma Nassem escuchó en la radio la historia de la policía italiana que pedía ayuda para identificar a un misterioso esquiador fallecido en los años cincuenta, pensó en su tío Henri, desaparecido en esa época en la misma zona, y alertó a la familia.
 El padre de Emma, Roger le Masne, de 94 años, escribió inmediatamente a la policía italiana manifestándole su sospecha de que podría tratarse de su hermano mayor.
 Según explicó, Henri era un hombre “soltero y un personaje bastante independiente.
 Trabajaba en el Ministerio de Finanzas de París”. Él mismo viajó tras la desaparición de su hermano hasta el hotel de montaña donde había reservado una habitación para 15 días.
Allí le dijeron que Henri había salido a esquiar el 26 de marzo de 1954 y nunca regresó.
La policía italiana le pidió fotografías. Roger le Masne les envió rápidamente la primera prueba que convenció a los investigadores: “Les mandé una foto donde aparece con sus gafas y la policía reconoció las lentes que habían sido encontradas” junto a los restos, explicó el anciano a la emisora France Inter.
 Unas pruebas de ADN realizadas con una muestra de saliva de Roger confirmaron la identidad.
 El cuerpo que permaneció medio siglo enterrado bajo la nieve y que se tardó 13 años en identificar desde el hallazgo de sus restos era el de Henri Joseph Leonce le Masne.
 Ahora, su familia espera que las autoridades italianas les devuelvan los restos de Henri para enterrarlo con los suyos. 
“Vamos a poder organizar un funeral familiar católico, como lo hemos hecho siempre en nuestra familia, pero que es algo que no podíamos hacer mientras no se encontrara el cuerpo”, explicó Roger en la radio
. Las autoridades italianas les han advertido de que el proceso podría durar aún unos meses, pero eso es algo que ya no le preocupa. 
“Después de 64 años, dos meses más no importan”.
 

 

30 jul 2018

Serrat cancela seis conciertos de su gira por una laringitis

Los espectáculos afectados son los de Sitges, Torrevieja, Tarragona, Porta Ferrada, Starlite Marbella y Jerez. 

Está previsto que el cantante regrese el 8 de septiembre en Palma de Mallorca.

Joan Manuel Serrat durante su actuación en Pamplona el 9 de junio.
Joan Manuel Serrat durante su actuación en Pamplona el 9 de junio. EFE
Joan Manuel Serrat se ha visto obligado a cancelar los próximos seis conciertos de su gira Mediterráneo da capo, que estaban previstos en Sitges (31 de julio), Torrevieja (2 de agosto), Tarragona (4 de agosto), Porta Ferrada (6 de agosto), Starlite Marbella (8 de agosto) y Jerez (10 de agosto).
En un comunicado remitido a Europa Press, Get In Music informa de que "en los próximos días se abrirá el plazo de devolución del importe de las entradas adquiridas".
"El doctor D. Pedro Clarós, otorrinolaringólogo y Médico Consultor del Gran teatro del Liceo, ha realizado un diagnostico esta mañana de disfonía por laringitis aguda y le ha prescrito un reposo vocal profesional estricto de dos semanas tras lo cual volverá a ser evaluado clínicamente", apunta este comunicado.
Está previsto que Serrat retome su gira Mediterráneo da capo el próximo 8 de septiembre en Palma de Mallorca y continúe el calendario de conciertos previstos en septiembre en nuestro país. En los meses de octubre y noviembre la gira se trasladará a América y cerrará el año con los conciertos programados en Madrid (12 diciembre, WiZink Center) y Barcelona (18 y 19 diciembre, Auditori del Forum).

 

“Se empieza siempre llorando…”............................... Juan Cruz

La vida no vale nada y ese nada, como diría José Hierro, es todo lo que vale.

 

Migrantes en el puerto de Tarifa tras ser rescatados de una patera.  rn rn
Migrantes en el puerto de Tarifa tras ser rescatados de una patera.
“Se empieza siempre llorando y así llorando se acaba, por eso es que en este mundo la vida no vale nada”.
José Alfredo Jiménez escribía sus corridos para hablar de amor, casi siempre, pero las metáforas ya pegan sus estribillos a lo que sucede también en lo peor de la vida, la lucha por conservarla.
Para mucha gente en el mundo la vida no vale nada. 
En las tierras más prósperas esa certeza la convertimos en estadística.
 Para que la estadística nos dé la razón fabricamos concertinas, muros: es mejor contarlos afuera que contarlos entre nosotros.
La vida no vale nada…
 Despreciamos la vida de los otros, la convertimos en estadística, en votos, en números que no son convenientes para la supervivencia política de las ambiciones.
 En nombre de lo políticamente incorrecto, líderes que se suben al caballo de las opiniones contundentes toman el micrófono con tres datos perversamente trabados y alarman a una sociedad que mira a su alrededor a ver si les está entrando la última patera, por ejemplo por Castilla y León.
El miedo a lo que no existe es una creación de la ciencia-ficción, es un invento de Orson Welles, por ejemplo, pero en este momento la ciencia-ficción de los que reelaboran a su gusto las estadísticas asiste a políticos europeos y norteamericanos que presumen de defender una civilización cuya raíz habría de ser la razón y el respeto a la vida humana.
 Pero para ellos la vida no vale nada sino es la suya o la de sus votantes.
El cinismo con el que se despacha la inmigración, en países que emigraron, como Hungría o como Polonia, o que recibieron emigrantes, como Estados Unidos, avergüenza a este tiempo y debe avergonzar, muy en concreto, a España, cuyos contingentes de emigrantes sirvieron para que este país aún en guerra sobreviviera gracias a los que lograron que su vida valiera más, en un tiempo gracias a México y a Venezuela y, después, en la posguerra del hambre y la miseria, gracias también a Alemania.
Ahora a esa España se le hurta la guerra como una cosa de viejos y, desde ese adanismo sin compasión por el pasado, se insta a la sociedad a prevenir la llegada de los que vienen de fuera.
 La vida no vale nada y ese nada, como diría José Hierro, es todo lo que vale.
A esta hora exactamente hay en cualquier sitio del mundo, en cualquier patera, en cualquier barco, mientras inhalamos el humo de un cigarrillo, mientras escuchamos la última ocurrencia de un youtuber, hay un niño en peligro de muerte, en África, en Asia, en Oriente Próximo, en la frontera de México… 
Y en este momento también hay miles de personas en alta mar huyendo de una vida en peligro, buscando, también en peligro, una vida que, quizá, se ahogue antes de llegar a puerto.
En tierra, políticos, administradores del poder, dictaminan que esos miles que han abandonado su tierra, las casas que no tenían, son millones y que sus manos oscuras no valen lo que valen las manos blancas de sus votantes.
 Si esos políticos que alertan de las avalanchas pusieran en orden el pasado español con sus ideas de provecho propio se lanzarían a ayudar a que ninguna persona que necesite la ayuda de España acabe llorando a nuestras puertas.


La miseria que rodeó Madrid

Decenas de poblados chabolistas han crecido a la sombra de la capital. 

Muchos de ellos han desaparecido y otros continúan. 

Te mostramos una selección de imágenes, nunca antes digitalizadas, donde la pobreza y la marginación son las protagonistas.


Bernardo Pérez
6 de octubre de 1984.
 Sin previo aviso. Francisca Pardo Jiménez, ante los escombros de su chabola, en la colonia Torregrosa, cerca del kilómetro 7 de la carretera de Andalucía el 6 de octubre de 1984. La demolición, de la que ningún organismo municipal o estatal quiso responsabilizarse, fue llevada a cabo con excavadoras protegidas por agentes de la Policía Municipal de Madrid cuando los habitantes de las chabolas se encontraban ausentes trabajando como temporeros agrícolas. Foto: Bernardo Pérez
5 de febrero de 1988. Mercadillo de venta de sanitarios procedentes de remates de obras, conocido como Guarrerías Preciados, en el poblado chabolista en la carretera de Vicálvaro.
 El Tribunal Supremo condenó al Ayuntamiento de Madrid por actitudes y acciones racistas contra los gitanos de este poblado al cercarlo con una zanja de tres metros de ancho y dos de profundidad y un dispositivo policial para controlar las entradas y salidas de sus habitantes. Foto: Luis Magán
5 de agosto de 1991.
 Unos niños se bañan en un cubo de basura mientras otro trastea con una bicicleta en el nuevo foco chabolista en la zona alta del parque de San Isidro de Madrid, donde se instalaron unas 50 familias, con tiendas de campañas, y un gran número de animales domésticos, lo que provocó conflictos con los vecinos de la zona. Foto: Gorka Lejarcegi
21 de noviembre de 1978. Unos niños miran a un operario de la Delegación Provincial de la Vivienda derribar una chabola junto al cementerio de San Isidro, en Carabanchel. 
Los habitantes fueron traslados a viviendas en Alcalá de Henares y Pan Bendito. Foto: Joaquín Amestoy
13 de agosto de 1992. Un hombre plancha en su chabola del poblado de Peñagrande (Fuencarral), donde la mayoría son inmigrantes marroquíes que han pagado una tasa a los gitanos que vivían en el poblado y que fueron realojados en la Quinta del Pardo. Foto: Miguel Novack

21 de junio de 1976. Mujeres y niños en un poblado chabolista en Madrid. Foto: Antonio Gabriel

 

29 jul 2018

Emily Brönte, 200 años de desafío y vigencia de una autora clásica

La creadora de 'Cumbres borrascosas' nació el 30 de julio de 1818 y su prosa y poesía son analizadas hoy como una fuerza poderosa con temas que abrieron caminos a la literatura-

 
 
Retrato de las tres hermanas Brontë (Emily en el centro) realizado por su hermano, Branwell.
Retrato de las tres hermanas Brontë (Emily en el centro) realizado por su hermano, Branwell.
En una casa de piedra rojiza y madera, en la cima de una colina custodiada por el cementerio del pueblo y los rugidos del viento, se fraguó lentamente un milagro literario.
Es la voz poderosa y persuasiva de Emily Brontë, la más solitaria de las tres hermanas que sobrevivieron al rosario de desdichas de la familia.
 Nacida hace 200 años, el 30 de julio de 1818, su única novela, Cumbres borrascosas, y unos 200 poemas, bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell, desafiaron la época victoriana, rompieron los esquemas literarios predominantes, abrieron nuevas vías a la literatura y ella se adelantó con varios de sus temas, algunos con aires feministas que baten puertas y ventanas.
Cumbres borrascosas es un gran relato social de la época, que a partir de la pasión de Catherine y Heathcliff muestra situaciones nuevas, como el maltrato, el alcoholismo o la decisión de una mujer", explica Álvaro Pombo. 
"Una novela con una gran pasión y capacidad de persuasión que la hacen inmortal.
 Es la condición de un clásico tan clásico como Thomas Mann", dice Pombo. "La  potencia creadora de Emily", añade el escritor, "hace que haya una inmersión en la lengua con la narración de la historia, la creación de los personajes y la fuerza de los detalles de una gran prosa vigente en el siglo XXI". 

Emily Brontë, nació en pleno corazón del Romanticismo en Thornton, condado de Yorkshire.
 A los tres años, su familia se trasladó a Haworth.
 Hija de un reverendo, su madre murió en 1821, dejando seis hijos, de 6, 5, 4, 3, 2 y 1 años.
 Todas mujeres, salvo el cuarto, Branwell, que marcó el destino sombrío de las hermanas al ser la esperanza de la familia y llevarse todo el esfuerzo a su alrededor.
 Branwell terminó siendo un pintor mediocre, alcohólico y consumidor de opio.
 Emily veló por él hasta el último momento. Al menos le sirvió para levantar parte de Cumbres borrascosas.
“Emily Brontë hubiera encajado mejor en el momento actual que en aquel tiempo victoriano, feroz para el género femenino.
 Habría sido tal vez ecologista y feminista”, aventura Ángeles Caso, autora de Todo ese fuego (Planeta), una biografía de las hermanas Brontë: Charlotte, Emily y Anne, porque las dos mayores murieron muy pequeñas. 
Se criaron con una tía en un mundo indolente, aunque su padre les inculcó la cultura, la lectura y la reflexión.
 Un refugio que usaban al llegar a casa tras una jornada como profesoras o institutrices.
Escritorio de Charlotte Brontë en la casa museo de la familia, en Haworth, Inglaterra.
Escritorio de Charlotte Brontë en la casa museo de la familia, en Haworth, Inglaterra. Getty Images
La conmemoración del bicentenario de Emily Brontë está rodeada de nuevas lecturas y revisiones y debates. “En la literatura, como en cualquier arte, el contexto renueva la obra y, si esta es buena, multiplica su mensaje. 
En el caso de Cumbres borrascosas, la actualidad de su significado se ve más clara en la reciente edición de Tres Hermanas, con ilustraciones de Fernando Vicente, que ve a Catherine Earnshaw pelirroja, como si el color rojo de su melena condensara la fuerza del personaje femenino”, explica Marina Sanmartín, escritora, editora y del equipo gestor de la librería madrileña Cervantes y compañía.
Ante la tentación de revisionismos al arte, Sanmartín no duda en señalar que “vivimos un momento en el que la presión social interfiere a menudo en la creación literaria, por eso es tan importante proteger las ficciones que pueden parecernos trasgresoras o políticamente incorrectas... porque, al fin y al cabo, en la realidad también suceden, existen las historias de los amores malsanos y trágicos, y deben ser contadas".
El reto de cómo abordar un clásico como Cumbres borrascosas en el siglo XXI lo explica el propio Fernando Vicente.
 Recuerda que es una obra hecha para perdurar y, “de todas formas, no se puede hacer una lectura desde nuestra óptica actual, el momento histórico pesa mucho sobre los personajes y los hechos”.
Aclarado este punto, Vicente da las claves, adentrarse en ese mundo y disfrutarlo para luego fundirse en él:
 “En las ilustraciones hay alguna pequeña metáfora, como esos cuervos negros que persiguen a Heathcliff, negros como su alma.
 El personaje de Catherine la he hecho pelirroja porque, además de tener un punto de locura, ese color representa su corazón en llamas y contrasta con el color pajizo de los campos ingleses”.

Siempre se ha dicho que Cumbres borrascosas es hija de la experimentación que su autora hizo con la poesía.
 Una poética que para María Victoria Atencia es admirable, y considera a su autora “una de las principales figuras en la historia de la poesía femenina”.
En la isla imaginaria de Gondal situó Emily Brontë sus poemas. Costumbres, intrigas familiares, rivalidades entre reinos y deseos y opresiones de la gente insuflados de la pasión entre los humanos y el paisaje.
 Editorial Alba acaba de publicar Poesía completa, con traducción de Xandru Fernández.
El origen de todo fue cuando Charlotte descubrió unos poemas de Emily.
 Le propuso a ella y a Anne publicar un poemario conjunto. Emily accedió pero firmando con seudónimo. 
En el verano de 1846, nacieron Currer, Ellis y Acton Bell.
 El libro fue bien recibido. Charlotte lanzó una segunda propuesta: escribir una novela cada una.
 En diciembre de 1847, estalló el milagro: Charlotte publicó Jane Eyre; Anne, Agnes Grey, y Emily, Cumbres borrascosas.
 El siguiente diciembre, Emily moría de tuberculosis.
 Tenía 30 años y logró, como escribió Virginia Woolf, “hacernos sentir lo que tenía dentro y quería decir”.
 

 

El asesino de 16 años que mató con una catana a sus padres y a su hermana

El asesino de 16 años que mató con una catana a sus padres y a su hermana.

 
El joven, custodiado por agentes de la Policía tras ser detenido en Murcia en 2000.
El joven, custodiado por agentes de la Policía tras ser detenido en Murcia en 2000.
José Rabadán Pardo parecía un chico normal, hasta que mató a su familia el 1 de abril de 2000.
 Rabadán, que entonces tenía 16 años, asesinó a sablazos a su padre, Rafael Rabadán Tovar, de 51 años; a su madre, Mercedes Pardo Pérez, de 54, y a su hermana, María Rabadán, afectada por el síndrome de Down, de nueve. 
Sus cuerpos fueron hallados en el domicilio familiar, en el barrio murciano de Santiago El Mayor.
Según constaba en el informe psiquiátrico tras el triple asesinato, Rabadán padecía un grave trastorno mixto de personalidad con rasgos esquizoides, narcisistas, antisociales y sádicos que a juicio de los psiquiatras disminuían levemente su capacidad de comprensión emocional de las consecuencias de sus actos.
Asimismo los propios médicos aconsejaban que "dada su peligrosidad potencial por el trastorno de personalidad que padecía debería pasar varios años ingresado en una institución psiquiátrica penitenciaria o similar para tratar sus problemas mentales y rehabilitarlo socialmente".
Rabadán, mal estudiante, estudió hasta tercero de ESO en el Instituto de Enseñanza Media Mariano Baquero.
 Repitió dos veces ese curso, lo que le hizo abandonar los estudios, uno de los principales puntos de fricción con su padre, que le obligó a matricularse en un curso de garantía social de soldadura.
El temor al padre parece ser, según los psiquiatras, uno de los principales puntos de inflexión en la personalidad de Rabadán, al que ocultó el abandono de los estudios por miedo y ansiedad.
 El día que se lo comunicó fue especial para Rabadán.
 Era el momento "que esperaba desde hace tiempo, era el que no me dejaba dormir por las noches, era el que esperaba oír, era el final", dijo. 
La única salida era irse de su casa, algo que hizo una vez, pero fue encontrado enseguida.
En su mente, la única salida a su miedo por su padre, era que desapareciese uno de los dos. 
Al final eliminó a toda la familia.

Coleccionaba armas

Sus amigos eran, según el propio Rabadán "gente sana que ni roban ni toman drogas y con los que hacía cosas normales". 
Acudía a un gimnasio donde realizaba musculación y artes marciales, sin destacar especialmente porque, según el informe, era sólo cinturón blanco.
 Era también muy aficionado a la informática, especialmente a los videojuegos y a las charlas en Internet.
 Pero resaltaba especialmente su interés en coleccionar armas blancas "peligrosas y agresivas", como machetes de gran tamaño, catanas como la que utilizó en el triple crimen, hachas, cuchillos picahielos de gran tamaño y con cuatro filos, navajas, cuchillos japoneses, estrellas ninja y puños americanos con pinchos.

Reinsertado y con familia

José Rabadán fue condenado a seis años de prisión en un centro de menores y a otros dos en régimen de libertad vigilada en aplicación de la Ley del Menor, una condena que causó cierta conmoción social por la gravedad de los hechos en relación con el tiempo de estancia en la cárcel.
 En diciembre de 2005, siete meses antes de lo previsto, pasó a libertad vigilada en una casa de acogida de la asociación evangelista Nueva vida, ubicada en Cantabria.
 La decisión fue adoptada por los informes favorables de la Dirección General de la Familia de Murcia y del psiquiatra, y a la que la Fiscalía no se opuso.
En su paso por Nueva Vida creó los vínculos que le permitieron reconstruir su vida.
 Hoy José Rabadán ha formado una familia. Vive con su pareja, Tania, la hija de un pastor evangélico, y su hija en Cantabria, alejados del ruido de la macabra historia. 
A finales de 2017 se publicó el documental Yo fui un asesino: El crimen de la catana, en el que Rabadán intentó responder a una de las preguntas clave en el caso: ¿por qué lo hizo?.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2003
 

 

La maldita suerte....................................Rosa Montero.

Hay muchísimas personas de talento que se dejan la piel y el alma como las que más en sus proyectos, y que, sin embargo, no consiguen salir adelante.

La maldita suerte


Hay muchísimas personas de talento que se dejan la piel y el alma como las que más en sus proyectos, y que, sin embargo, no consiguen salir adelante

Siempre he pensado que la buena suerte no existe: la vida te la vas labrando con mil pequeñas decisiones cada día, con esfuerzo y con tenacidad de estalactita.
 Pero creo en la existencia de la mala suerte, porque hay muchísimas personas de talento que se dejan la piel y el alma como las que más en sus proyectos, y que, sin embargo, no consiguen salir adelante en sus vidas.
 De hecho, hay biografías que parecen marcadas por una luna negra. 
Personas con tal cúmulo de desgracias a sus espaldas que su destino empavorece.
 Son víctimas inocentes a las que un dios ciego escoge castigar.
 Me sobrecogió, por ejemplo, el caso de un traductor chileno al que conocí en Berlín en 1989, cuando la caída del muro
Tenía cuarenta y pocos años, hablaba un alemán magnífico y servía de intérprete a los periodistas españoles que acudíamos en tropel a cubrir las noticias.
 Estuvimos varios días de la ceca a la meca, trabajando mil horas, y al final se abrió y me confió su historia. 
En 1973, cuando el golpe de Pinochet, él y su mujer habían sido detenidos con veintipocos años.
 Los torturaron a ambos de una manera aberrante y atroz que me contó.
 Cuando, años después, lograron salir ambos del país, intentaron quererse, pero no pudieron.
 La historia se rompió. Necesitaron ayuda psíquica y médica. Seguían convaleciendo, cada uno por su lado.
 Pero él estaba empezando a salir del pozo. Lo explicó todo muy bien. Me emocionó. 
Era un tipo estupendo. Seis meses después, regresé a Berlín para hacer otro reportaje e intenté contratarlo de nuevo como intérprete. Y entonces me enteré de que se había matado unas semanas antes, mientras trabajaba con un equipo de televisión.
 Se estrellaron con el coche y ardieron
. Se abrasaron. Sigo rogando mentalmente que ya estuviera muerto. O inconsciente. No fue justo. 
Hay muchos otros casos, también históricos.
 Como el de Polidori, médico, secretario, quizá amante y desde luego víctima de Lord Byron
. De entre los muchos libros que cuentan la famosa noche en Villa Diodati en la que Mary Shelley creó a Frankenstein, recomiendo El año del verano que nunca llegó, de William Ospina, en donde se reivindica la imagen de este hombre, al que Byron llamaba, despectivamente, “el pobre Polidori”. 
Byron, cruel, lo destrozó: le repetía que era un inútil, que sus obras (el médico escribía) eran espantosas, que era un hombre ridículo. No parece serlo en absoluto, y aquella noche de truenos en la que los invitados de Byron se propusieron escribir cuentos de terror, mientras Mary paría a Frankenstein, Polidori creó El vampiro, el antecedente de Drácula y en realidad un retrato del chupasangres anfitrión.
  El destino cruel (luna negra, dios ciego) hizo que el libro se publicara bajo el nombre del vampiro inspirador, es decir, de Byron, que no se dio ninguna prisa en deshacer el entuerto. 
El relato fue un éxito tremendo: al principio vendía 5.000 libros al día… con el nombre del malo.
 Al cabo Polidori consiguió que se reconociera su autoría, pero ya era tarde, estaba emocionalmente deshecho.
 Se suicidó a los 25 años bebiendo ácido prúsico. Hace falta estar muy desesperado para darle a la muerte un beso tan atroz.
 Y su mala suerte perdura: hoy apenas si se le recuerda, y su imagen sigue estando manchada por la versión ponzoñosa de Byron: en la Wikipedia, por ejemplo, le dejan bastante mal.
De modo que yo sólo creía, repito, en la mala suerte, no en la buena. 
Y de pronto ha salido en la revista Nature un estudio tremendo de la Universidad de Northwestern que, tras analizar la carrera de 30.000 cineastas, artistas y científicos, concluye que el éxito viene en rachas; que estas rachas duran poco, como máximo cinco años; que por lo general sólo se tiene una en la vida, y que son un completo producto del azar.
 Es decir, de la buena suerte.
 Un veredicto aterrador que te deja tiritando. Supongo que todos nos plantearemos lo mismo: ¿La he tenido ya, no la he tenido? Si ya hubo una etapa buena, ¿el futuro sólo será decaer? ¿Importa un bledo el esfuerzo? Espero que el estudio no ande muy atinado. Mientras tanto, en este agosto en el que no nos veremos (volveré a publicar mis artículos en septiembre), les deseo que tengan mucha suerte. Por si acaso.

No debería estar ahí dentro.................................Juan José Millás

No debería estar ahí dentroJuan José Millás 
Joder, joder, joder! Lo que usted mira es, en efecto, lo que ve.
 Lo que hay.
 Ignoramos qué rayos le ha ocurrido a ese crío con medio cuerpo vendado.
 El pie de foto decía que estaba recibiendo oxígeno con un casco de cartón en un hospital de Yucatán.
 La fotografía, facilitada por el personal sanitario, ilustraba un artículo sobre la corrupción en México. ¡Joder! Reconozco esa caja de cartón.
 Es la misma en la que meten sus objetos personales los despedidos y las despedidas de las empresas de todo el mundo. 
Caben en ella la foto del marido, de los hijos, el tubo de crema hidratante, el rollo de papel higiénico, el diccionario de español-inglés y viceversa y todas aquellas minucias, en fin, que va uno acumulando en los cajones de la mesa de trabajo y que colocadas en fila resumen una vida.
 Una vida laboral, queremos decir, de cuando había vidas laborales.
Es la caja asimismo en la que metemos lo que nos da pena tirar, aunque ya no sirva para nada.
 Los guardamuebles están repletos de ellas. Cuando los padres fallecen y los hijos las sacan de esa especie de nicho de alquiler, no salen de su asombro.
 Resulta que los padres conservaban los dientes de leche de sus vástagos, un libro de poemas de Gustavo Adolfo Bécquer, una sartén con el esmalte cuarteado y hasta un orinal en el que el benjamín de la familia hizo su primera caquita.
 Los padres son muy raros. No tiran nada, pobres, en la confianza de que aquello que tuvo significado para una generación lo tenga para la siguiente.
 Pero la cabeza de un niño, joder, la cabeza de un niño no debería estar ahí dentro. 

Suyo es el reino................................................Javier Marías..

Nuestra época parece haberse contagiado del mal humor y el resentimiento de las redes sociales: nadie ha sido nunca digno de respeto ni admiración.
Desde que hace años se desató, entre muchos hombres, una desaforada carrera por adular a las mujeres (y entre muchas mujeres por adularse a sí mismas), son frecuentes las versiones periodísticas, críticas, literarias y cinematográficas según las cuales el mérito de las obras de los varones notables correspondía en realidad a sus mujeres, amantes, amigas o secretarias. 
A veces fue así, sin duda: en España es conocido que María Lejárraga hacía de “negra” de su marido, el dramaturgo Martínez Sierra, si bien éste nunca fue notable, la verdad. 
Pero toda fabulación es admisible, sobre todo en la ficción, y así, nada hay que oponer a que se presente a Zenobia Camprubí como la fautora de los versos de Juan Ramón Jiménez, a Alma Reville como el genio tras las películas de Hitchcock, a una joven como fuente de las imágenes de Shakespeare, a Gala como poseedora del talento de Dalí (yo a éste no le veo ninguno, pero en fin), a la copista de Beethoven como alma de su Novena, y así hasta el infinito. 
 Que por ilusión no quede, todo puede ser. 
Pero en los últimos tiempos se ha dado un paso más. La operación consiste no ya en atribuirles o restituirles los méritos a las mujeres que quedaron en sombra, sino en presentar a todo varón notable como a un redomado imbécil. 
Es en el cine donde esto se percibe mejor. Hará un lustro le tocó el turno a Hitchcock, creo que algo escribí ya en su día, discúlpenme. Hubo al menos dos películas sobre él.
 En una lo encarnaba el gnómico actor Toby Jones (que ya había hecho de Truman Capote) y en la otra Anthony Hopkins en una de las peores interpretaciones de su muy decadente carrera.
 Por supuesto su mujer, Alma Reville, aparecía como la lista y sabia de la pareja, pero eso es lo de menos.
 Sin duda trabajaron juntos. Lo llamativo es que en esos retratos Hitchcock no sólo era un sádico, un histérico, un déspota, un engreído y un acosador, sino un completo idiota. 
Tal vez fuera todo lo anterior, pero idiota es seguro que no. Basta con leer su célebre libro de conversaciones con Truffaut para comprobar que sabía lo que se hacía, y por qué, en mayor medida que casi ningún otro artista.  

Hopkins lo representaba, en cambio, como si hubiera sido deficiente, y ni siquiera imitaba bien su forma de hablar.
La operación consiste no ya en atribuirles o restituirles los méritos a las mujeres que quedaron en sombra, sino en presentar a todo varón notable como a un redomado imbécil
Ahora le ha tocado a Churchill, al que en poco tiempo he visto deformado en tres ocasiones.
 En la serie The Crown, le daba caricatura John Lithgow, que no se parece nada al Premier británico y lo hacía fatal, en vista de lo cual fue elogiado y premiado.
 En la película Churchill, el actor era Brian Cox, que tampoco se parece nada y ofrecía escenas grotescas sin parar.
(La abandoné tras ver a Churchill arrodillado a los pies de su cama y rogándole histriónicamente a Dios unos cuantos disparates.) En El instante más oscuro, la tarea se había encomendado a Gary Oldman, que merece ser ahorcado —metafóricamente, todo hay que advertirlo— y en cambio se llevó el Óscar de este año.
 Como aún se parece menos a Churchill, le colocaron prótesis y maquillaje a raudales, y el resultado es una fofa figura de cera que recuerda más a Umbral (esos labios finos y cuasi paralíticos, esas gafas) que al pobre Sir Winston.
 Pero, más allá de eso, en las tres versiones Churchill resulta ser un memo integral. Su mujer, Lady Clementine, es más inteligente, pero eso nada tiene de particular y acaso fuera verdad. 
Por supuesto es un borracho constante, un grosero, un iracundo, un balbuciente, un confuso, un dementoide, alguien que se equivoca en casi todo, otro histérico feroz.
 Yo no conocí a Churchill, claro está, pero he oído sus discursos, lo he visto en imágenes, lo he leído e incluso seleccioné y traduje un excelente relato suyo de miedo en mi antología Cuentos únicos. 

De la bonhomía irónica de su expresión no queda rastro.
 Tampoco de su contrastado ingenio (y puede que fuera la persona más ingeniosa de su tiempo). De su magnífica oratoria, poco, o la estropean.
 De su visión política y bélica, más bien nada. 
Ya he dicho: un bobo insoportable y zafio.
 Mi impresión es que, una de dos: o hay una campaña antiChurchill en su país (váyase a saber por qué), o todo esto responde a la necesidad de nuestro siglo de no admirar nunca a nadie. 
No se trata ya de las vetustas “desmitificaciones” de moda en los años setenta, sino de convertir en mamarrachos a cuantos llevaron a cabo algo sobresaliente. 
Es como si nuestra época se hubiera contagiado del mal humor y el resentimiento, presentes y retrospectivos, que dominan las redes sociales. Nadie ha sido nunca digno de respeto, y aún menos de admiración. 
Todo el mundo ha sido un farsante y el genio no existe ni ha existido jamás.
 Así que ya no basta con “descubrir” que tal individuo insigne fue un racista, el otro un imperialista, el otro un adúltero sexista, tiránico el de más allá. 
No, es que todos eran unos cretinos sin excepción.
 Es como si la sociedad actual no soportara su propia atonía o inanidad general y, para consolarse, tuviera que negarles el talento, la perspicacia, el valor, a todo bicho viviente y a todo predecesor bien muerto.
 Siempre he estado convencido de que la incapacidad de admirar (o sólo aquello que se sabe que es malo y que por lo tanto “no amenaza” de verdad) es lo que más delata a los acomplejados y a los mediocres.
 Suyo es, por desgracia, el reino en el que vivimos hoy. 

28 jul 2018

Futbolistas o astronautas....................................... Elvira Lindo...

Cuando vi el tuit de Casillas cuestionando la llegada del hombre a la Luna pensé que se trataba de una broma.

 

Casillas, en el Congreso de la FIFA en Moscú, el pasado 11 de junio.
Casillas, en el Congreso de la FIFA en Moscú, el pasado 11 de junio. GETTY IMAGES
Confieso que cuando vi por primera vez el tuit de Iker Casillas cuestionando la llegada del hombre a la Luna pensé que se trataba de una broma. Como broma me hizo muchísima gracia. Imaginar que el tipo se había bebido unas copas con sus amigos, habían comenzado a desparramar, que si la Luna de Sangre, los eclipses, que si el ministro astronauta, y habían decidido compartir el cachondeo etílico con los casi nueve millones de seguidores del portero, me cuadraba con su talante de hombre simpático y jovial. Y le reí la ocurrencia. 
Pensé que si bien Twitter acoge a diario el tono vil y carroñero, también ha creado un género humorístico propio, agudo y rápido con el que a menudo pasamos muy buenos ratos.
 Qué inocente fui: Casillas hablaba en serio. Quería “elevar” el debate, transmitir sus dudas a la hinchada: ¡Vota, pueblo, vota, este es el momento!
 En un principio me pareció desproporcionado que le reconviniera Pedro Duque, el ministro de Ciencia, pero luego comprendí que quién mejor que él en su calidad de astronauta para darle un tirón de orejas a quien goza de una presencia pública y posee, lo quiera o no, poder de influencia.
 
No sé si Casillas tendrá intención de contarles a sus niños, cuando crezcan un poco, las dudas que le asaltan sobre el éxito de aquellos astronautas del 69.
 Ya se sabe que los padres hablan sin control en las sobremesas. 
Si es amante de las teorías conspiranoicas, tal vez añada el renovado cuento de los extraterrestres, porque si bien yo pensaba, inocente sin remedio, que los marcianos habían perdido la popularidad de la que gozaban cuando era niña, resulta que han regresado con más fuerza que nunca.
 En mi casa se seguía con gran pasión a Erich von Däniken, pionero en difundir la idea de que la Tierra fue visitada en la antigüedad por los extraterrestres y que a estos les debemos hasta la construcción de las pirámides.
 Si tu padre te cuenta esta historia una noche de verano y añade además que sería muy mezquino por nuestra parte creernos los únicos habitantes de un universo infinito, si tu padre se recrea en esas fantasías, provoca en una mente inmadura una mezcla de desasosiego y excitación.
 Estoy convencida de que Spielberg, a través de E.T. deseó hacer realidad un recurrente deseo infantil muy setentero: el de entablar una amistad clandestina con un ser de otro planeta.
 Como cuento es magnífico, sin duda, pero de los cuentos y de la adolescencia también se sale, a no ser que tengas una tendencia a dejarte embaucar por teorías fantasiosas. 
Yo pensé que Von Däniken había desaparecido, yo qué sé, porque lo hubieran abducido en un platillo volante, siendo esta la manera más lógica de irse de este mundo de un apóstol de la marcianada. Pero no.
 No solo vive entre nosotros, sino que este mismo mes estuvo en California en un congreso de Extraterrestres de la Antigüedad promovido por un programa, Ancient Alliens, de History Channel, al que acudieron diez mil personas
. Diez mil almas llegadas de todas partes del mundo para, previo pago de su entrada, escuchar conferencias sobre cómo influyeron los aliens en nuestra idea de la belleza, cómo extinguieron a los dinosaurios o cómo la tecnología extraterrestre ayudó a Hitler a trazar su plan de apoderamiento del planeta. 
Entre el público había padres y madres que aseguraban estar ahí para luego, en casa, actuar en consecuencia, educando a sus hijos en el espíritu crítico para que no se dejaran engañar por lo que vende la televisión, cosas del tipo “el hombre ha pisado la Luna”.
Fue precisamente aquel “pequeño paso para el hombre pero grande para la humanidad” el punto de inflexión de todas estas teorías seudocientíficas; la inauguración de la gran desconfianza hacia lo que los medios contaban masivamente. 
Y esta época presente es el hábitat ideal en el que fluyen las teorías conspiranoicas. 
Internet bulle de páginas que nos alientan a pensar que la Tierra es plana y no absurdamente redonda, como han tratado de hacernos creer. 
También este asunto se abordó en el congreso californiano. Sería de risa si no fuera porque la irracionalidad es un boyante negocio para los charlatanes y puede provocar un tremendo daño psicológico en quien esté dispuesto a creer, por ejemplo, que con este eclipse lunar que a punto está de producirse (mientras escribo este artículo) se acaba el mundo. 
Sea por acabamiento del mundo o por tratarse del último domingo de julio, esta que escribe se va de vacaciones. 

Con estos asuntos podemos bromear pero no son banales. Suponen un ataque serio a la salud mental de personas desprotegidas psíquicamente que pueden llevar muy lejos sus obsesiones y miedos.
 En 1977, el astrofísico Carl Sagan realizó un documental para desmentir las fantasías extraterrestres de Däniken y compañía y les retó con la célebre frase: “El que se atreve a exponer una teoría extraordinaria tiene que ofrecer también una explicación extraordinaria”. 
Así que Pedro Duque hizo lo que debía, afirmar que lo de Armstrong fue un alunizaje y lo de Casillas un alucinaje.
Lo sientopor Casillas, mucha gente piensa que no se pisó la Luna, pero yo sé que si.
y si no se convencen son unos analfabetos funcionales. Es más baratos pisar el cesped de un campo de futbol que hacer una carrera y entrenarse para ser austronata. En fin miren blogs cientificos, con autoridad y presencia, les costará más que un partido de futbol, pero estarán mejor informados de todo lo que ocurre en el Espacio.
Por cierto, que los niños hoy prefieren ser futbolistas a astronautas. Les sale más a cuenta.

'Lazos de sangre' desvela los problemas acerca de la herencia de Miguel Boyer

El programa de TVE desvela las incógnitas que se sucedieron tras la repentina muerte del que fuera marido de Isabel Preysler.
'Lazos de sangre' desvela los problemas acerca de la herencia de Miguel Boyer 
La muerte de Miguel Boyer sorprendió no sólo a gran parte de la sociedad española, sino también a su propia familia.
 Y es que, aunque el que fuera Ministro socialista ya había sufrido anteriores problemas de salud, nadie se esperaba su fallecimiento, y por ello, fue mucha la polémica generada con respecto a su herencia.
"Con la herencia de Miguel Boyer ha habido muchos problemas", ha explicado la periodista Pilar Eyre, quien además ha remarcado que el único patrimonio que supuestamente la familia conserva es el de una biblioteca de Boyer que albergaría cerca de 6.000 ejemplares
Esto se debe a los elevados gastos a los que Isabel Preysler tuvo que hacer frente tras empeorar el estado del político.
 Isabel Preysler y su madre en el tanatorio de Miguel BoyerIsabel Preysler y su madre en el tanatorio de Miguel Boyer
Así lo ha confirmado uno de los autores entrevistados en el programa 'Lazos de sangre', que narraba la historia familiar de los Iglesias Preysler. 
 Éste ha remarcado que, de hecho Preysler corrió con los gastos de más, no sólo durante su enfermedad, sino también para el posterior sepelio del que fuera su marido.

Un romance que sorprendió a todos

Lo cierto es que la historia de amor entre la entonces exmujer de Julio Iglesias y el Ministro no fue vista con buenos ojos por parte de la sociedad, así como tampoco por el Marqués de Griñón, de quien se había separado hace tan sólo unos meses.
 Sin embargo, ambos decidieron hacer caso omiso a las críticas y tras contraer matrimonio, dieron la bienvenida a la que sería su única hija en común, Ana Boyer.
Isabel Preysler y Miguel Boyer a la vuelta de unas vacaciones

  Isabel Preysler y Miguel Boyer con la Familia Real Española