Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

2 ene 2021

Los Mossos desalojan al centenar de asistentes a la ‘rave’ de Barcelona tras 40 horas de fiesta ilegal

Los Mossos desalojan al centenar de asistentes a la  ‘rave’ de Barcelona tras 40 horas de fiesta ilegal    

 


 

 

Los Mossos desalojan la ‘rave’ de Llinars tras 40 horas de fiesta ilegal

La tardía reacción de la policía provoca un nuevo enfrentamiento entre los socios del Gobierno catalán

“¡Estamos escuchando música, tenemos todo el derecho, no hay peleas!”, grita una mujer con los pechos al aire a los policías antidisturbios que han irrumpido este sábado a mediodía en la nave abandonada de Llinars del Vallès (Barcelona) para poner fin a rave que se prolonga desde Nochevieja. 

La mujer hace aspavientos y sigue gritando a los Mossos, mientras el centenar de personas que aún tiene ganas de fiesta permanece a la expectativa del inminente desalojo.

 Los agentes han empezado a identificar a los participantes y a comunicarles la sanción correspondiente por saltarse las prohibiciones para frenar la expansión del coronavirus.

A las 12 horas, una excavadora ha retirado las piedras que los asistentes a la fiesta ilegal habían colocado a la entrada de la nave y ha franqueado el acceso a la policía. Agentes antidisturbios de los Mossos han tomado posiciones en el interior de la nave. Allí se celebra, al menos desde las 21 horas del 31 de diciembre -hora en que la denunciaron los vecinos de la zona-, una fiesta ilegal sin ningún tipo de medida de seguridad sanitaria: no hay mascarillas, ni por supuesto distancia social, solo música electrónica y decenas de furgonetas aparcadas en el solar de la fábrica abandonada.

Los Mossos calculan que un total de 400 personas han podido participar en la fiesta, que se ha prolongado durante al menos 40 horas.

 Durante este tiempo, la policía catalana ha estado presente en el perímetro de la nave y han identificado a las personas que la abandonaban.

 Pero han optado por no desalojar para evitar incidentes graves. Esa inacción a lo largo de más de un día y medio, en plena pandemia, ha abierto un nuevo enfrentamiento en el seno del Gobierno catalán.

Momento del desaloja, este sábado.Momento del desaloja, este sábado.Alejandro García / EF

 

El dispositivo de los Mossos, que optaron por dar margen a los ocupantes para abandonar la nave de forma voluntaria -algo que no ha ocurrido- puso en alerta al Departamento de Salud ya el día 1 de enero.

 La consejera Alba Vergés (Esquerra Republicana) pidió al consejero de Interior, Miquel Sàmper, que pusiera fin de manera inmediata a la fiesta, identificara a los participantes e impusiera las sanciones oportunas.

 La fiesta ilegal ha provocado malestar entre los vecinos y alcaldes de la zona. A las críticas se ha sumado la patronal del ocio nocturno, una de las más afectadas esta Nochevieja por el cierre forzado de las discotecas.

“Revisaremos con Interior cómo se han desarrollado los hechos para evitar que vuelva a pasar una situación de estas características y las actuaciones sean más rápidas”, afirmó, a través de Twitter, el vicepresidente de la Generalitat con funciones de presidente, Pere Aragonès. La candidata de Junts per Catalunya a la presidencia de la Generalitat, Laura Borràs, calificó de “inaceptable e indignante” que se haya tardado tanto en desmontar la fiesta ilegal. “Hay que tener los protocolos actualizados para que se pueda actuar sin demoras incomprensibles”.

Fuentes de Salud consideran que los Mossos debieron haber aplicado antes el protocolo habitual en caso de fiestas que incumplan la normativa contra el coronavirus.

 E insisten en que es necesaria la identificación de los participantes para hacerles un seguimiento y evitar la expansión del virus. Buena parte de los asistentes a la rave proceden de países como Francia o Bélgica, y algunos de ellos han eludido los controles perimetrales de la policía escapando de la finca a través de caminos rurales.

Si al principio la fiesta congregó a más de 200 personas, este sábado apenas quedaba un centenar en el interior de la nave. 

La prolongación de la fiesta y las tensiones políticas por la gestión de una fiesta ilegal provocaron la actuación de los Mossos.

 

La crisis del coronavirus Madrid amplía las restricciones a partir del lunes a otras ocho zonas básicas de salud y cinco localidades La región vuelve a registrar desde el pasado jueves una incidencia acumulada de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes

Andrés Mellado es una de las Zonas Básicas de Salud que mantienen las restricciones de movilidad en la Comunidad de Madrid.
Andrés Mellado es una de las Zonas Básicas de Salud que mantienen las restricciones de movilidad en la Comunidad de Madrid.Óscar del Pozo / Europa Press

La crisis del coronavirus

 La crisis del coronavirus

Madrid amplía las restricciones a partir del lunes a otras ocho zonas básicas de salud y cinco localidades

La región vuelve a registrar desde el pasado jueves una incidencia acumulada de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes

La crisis del coronavirus

 

Madrid amplía las restricciones a partir del lunes a otras ocho zonas básicas de salud y cinco localidades

La región vuelve a registrar desde el pasado jueves una incidencia acumulada de más de 400 casos por cada 100.000 habitantes

 

Madrid registra una incidencia acumulada en la región de 400,04 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos sobre la covid-19 divulgados este jueves por el informe diario del Ministerio de Sanidad, siguiendo la tendencia ascendiente de las últimas semanas y convertida ya en la tercera región de España con mayor solo, por detrás de Baleares (530,86) y Extremadura (511,56)

. Por eso la Comunidad ha decidido ampliar a partir del lunes 4 de enero las restricciones de las 10 actuales a un total de 18.

 

Se suma a estas nuevas medidas de la Dirección General de Salud Pública las restricciones de entrada y salida en el perímetro de cinco localidades concretas, que no coinciden con el de una zona básica, por estar más localizados los focos de transmisión: Ciempozuelos, Navalcarnero, Algete, Mejorada del Campo y Villarejo de Salvanés.

La única excepción tendrá lugar el día de Reyes (6 de enero), en el que no habrá restricción de movilidad de entrada y salida en estos núcleos de población.

 

Detectados nueve casos de la cepa británica

Hasta el momento, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha confirmado nueve casos positivos de la cepa británica de la covid-19 en la región. Otros 30 están en estudio ha explicado el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, este sábado en rueda de prensa.

Es esa intervención ha explicado que la Comunidad ya ha elaborado un plan de detección precoz de esta variante, del que hay “un alto nivel de transmisión en la Comunidad”.

Aunque tiene confirmado el origen de los primeros seis casos de esta variante en la región (pacientes que han llegado a Madrid desde el Reino Unido o que tienen vínculo epidemiológico con alguien que ha realizado ese trayecto), todavía está estudiando el de los tres últimos.

9 nov 2020

Las dudas sobre la separación de hermanos no biológicos que deja el ‘caso Bosé’

 

El cantante vive con dos de los menores que crio con su expareja, que reside con los otros dos. ¿Qué ocurre con los niños nacidos de vientres de alquiler?

 

 
Miguel Bosé, junto a sus dos hijos biológicos, en el estreno de una película en 2019.
Miguel Bosé, junto a sus dos hijos biológicos, en el estreno de una película en 2019.ENT / SplashNews.com / GTRES

La reciente sentencia de un juzgado madrileño sobre los cuatro niños de Miguel Bosé y su expareja, Nacho Palau, abre un nuevo debate en torno a los vientres de alquiler, una práctica que no es legal en España pero a la que se acogen cada año cientos de parejas españolas. ¿Qué pasa con los hijos cuando se produce una separación? ¿Se puede garantizar que esos menores vivan como hermanos?

Se trata de un caso excepcional tanto por la fama del cantante y actor como por el camino que tomaron para legalizar la situación de los niños en España. Miguel Bosé y Nacho Palau convivieron más de 20 años sin que se supiera; solo trascendió que estaban juntos cuando anunciaron su separación. Tenían cuatro hijos nacidos en Estados Unidos por vientre de alquiler o gestación subrogada, una práctica que implica que una mujer se embaraza y gesta para terceros. Dos de los menores viven ahora con Miguel Bosé, su padre biológico, en México. Los otros dos mellizos son hijos biológicos de Nacho Palau y están en España con este último, que ha iniciado una pelea legal para intentar conseguir que los cuatro niños vuelvan a vivir como hermanos, tal y como han pasado casi ocho de sus 10 años de vida.

 El juzgado acaba de rechazar la demanda en la que Palau pedía la filiación [fijar la relación de parentesco] de los cuatro menores para que sean considerados hermanos a ojos de la ley. La sentencia es particular porque, por un lado, considera probado que la expareja tenía el propósito de “tener hijos para fundar una única familia en la que los hijos serían hermanos y ambos serían padres”, según el resumen facilitado por el despacho Ortolá Dinbier, que representa a Palau. Pero al mismo tiempo, el fallo entiende que el actual sistema jurídico español “no permite efectuar formalmente la declaración de filiación solicitada”, es decir, no se puede reconocer a los cuatro niños como hermanos e hijos de ambos padres.
 

8 nov 2020

Los ojos de la verdad Los escritores americanos han hablado durante esta campaña electoral con una sinceridad y una falta de cinismo encomiable

Elvira Lindo

 

Siri Hustvedt el abril pasado en Barcelona.
Siri Hustvedt el abril pasado en Barcelona.NurPhoto

Trump, el hombre desatado, había advertido que se negaría a aceptar una derrota. No hay motivo entonces para la extrañeza: el presidente venía propagando en Twitter la idea de que sus enemigos querían derrotarlo a través del voto fraudulento. Le salía a cuenta sembrar la duda sobre el recuento porque los votantes demócratas, más comprometidos contra la pandemia, optarían por votar desde casa. También aquí, si se dieran unas elecciones en estas circunstancias, muchos preferiríamos el voto por correo. Aunque, visto lo visto, tanto el alcalde de Madrid como su inefable presidenta aconsejarían lo que podemos imaginar: unas cañas después de celebrar la fiesta de la democracia. A mí me sorprende que Trump sorprenda: ese prototipo de ególatra grotesco exhibe una sinceridad pavorosa, es transparente. Sin menospreciar el apoyo de un partido republicano, que no desea la democracia sino una república oligárquica y que dejará caer a su candidato en cuanto huela a muerto, Trump es un hombre psicológicamente negado para trabajar por un bien colectivo.

No puede gobernar pensando un prójimo porque, sencillamente, no lo ve. Solo está dotado para ejercer un poder absoluto, rodeado de una corte de pelotas que asuman sin rechistar sus insensateces. Ni tan siquiera como empresario levantó mucho el vuelo, aunque hubiera un público dispuesto a creerse su papel de triunfador en un show televisivo.

Pero cuidado con hacer chanza, vaya a ser que se nos tache de pertenecer al elitismo progre, cuyo síntoma más sobresaliente, ya se sabe, es la superioridad moral. 

 En fin, tanto hemos asumido esa acusación que andamos con pies de plomo para defender derechos que hace 30 años se consideraban pilares básicos del bienestar social. Pero detengamos por un momento la mirada en los escritores americanos. 

Han hablado durante esta campaña con una sinceridad y una falta de cinismo encomiable. Han demostrado que hay situaciones de emergencia en las que conviene aparcar los coqueteos verbales literarios y las obsesiones particulares para arremangarse por una causa común. 

La novelista y ensayista Siri Hustvedt creó, junto a Paul Auster, la plataforma Escritores contra Trump, convencida como estaba de la necesidad de animar al voto juvenil en un momento en el que se teme una respuesta violenta. Fueron 80 los primeros firmantes y se han acercado a 2.000.

 Hay que tener en cuenta que los escritores americanos están menos presentes en el día a día de los medios. No es tan habitual que cada novelista tenga su columna, pero en esta ocasión, a través de jugosas entrevistas, hemos escuchamos las voces de Richard Ford, de Rebecca Solnit, Stephen King o Valeria Luiselli.

 Por más que alguien les intente descalificar como integrantes de un club selecto en un país de olvidados, ellos han alzado su voz como ciudadanos.

 Hustvedt se ha detenido en la personalidad de Trump y en su desprecio a las mujeres describiéndolo como un narcisista patológico; 

Ford habló del resentimiento social, de aquellos que acuden en cochazos a los mítines de Trump pero se definen a sí mismos como “desamparados sin merecerlo”. “¡Desamparados!”, decía Ford al periodista. “¿Quiere saber quién está desamparado? Las personas negras sin empleo, ellos están siendo mal atendidos. Las personas con discapacidades, ellos están mal atendidos”.

Todos estos escritores y escritoras se han preguntado cómo se ha llegado hasta esa noche en que un presidente niega la ley que lo ampara. Señalan el racismo como el pecado fundacional del país. Encuentran todos un resquicio a la esperanza en el movimiento Black Lives Matter que ha hecho conscientes a muchos blancos de lo que es levantarse cada mañana siendo negro. La violencia, las armas, la codicia, además de una masculinidad herida, contribuyen a este presente. Cuando viví allí, pude apreciar esa potente honestidad intelectual. Es como una flor delicada que brota en cualquier erial: no están a la defensiva, ni por ser hombres, ni por ser blancos, ni por estar bien situados. Miran a su país con los ojos de la verdad.