Viviane Lambert, madre de Vincent (con pañuelo negro y rosa en el cuello), el pasado enero en una marcha por la vida en París.MICHEL STOUPAKGETTY
El caso de Vincent Lambert
mezcla una larga batalla judicial con un desgarro familiar y un debate
ético de calado. ¿Cuándo puede una persona quitarle la vida a otra? ¿En
qué circunstancias? ¿Hay un momento en que una vida deja de serlo? El
pulso por la vida y la muerte de Lambert, un francés de 42 años que en
2008 quedó tetrapléjico y en estado vegetativo tras un accidente de
tráfico, entra en un nuevo capítulo, quizá el final. El Tribunal Europeo
de Derechos Humanos (TEDH) rechazó un recurso de los padres de Lambert
para impedir que los médicos abandonasen el tratamiento que mantiene
vivo a su hijo.
Lambert, enfermero psiquiátrico de profesión, se ha convertido en un
símbolo del debate sobre los tratamientos al final de la vida y la
muerte digna en Francia. El debate es legal. Enfrenta a quienes
sostienen que el Estado francés está autorizando, de hecho, una
eutanasia en un país donde la eutanasia es ilegal, con quienes defienden
que seguir alimentando e hidratando a Lambert supone un
“encarnizamiento terapéutico” sobre un hombre que, según un dictamen
emitido por un grupo de expertos el año pasado, carece de “todo acceso
posible a la conciencia”. También es una pelea familiar. De un lado,
Pierre y Viviane Lambert, sus padres, descritos en la prensa francesa
como católicos fervientes, además de una hermana y un hermanastro. Del
otro, su esposa, Rachel Lambert, que desde 2016 es su tutora legal,
cinco hermanos y hermanas y un sobrino. La decisión del Tribunal de Estrasburgo respondía a una demanda de
los padres para suspender la ejecución de una decisión previa del
Consejo de Estado francés. También pedían que se impidiese trasladar a
Lambert fuera de Francia. El temor era que su esposa le llevase a un país como Bélgica donde la eutanasia está regulada. El 24 de abril pasado, el Consejo de Estado dictaminó que los médicos
del hospital universitario de Reims, en el nordeste de Francia, donde
está ingresado Lambert, tomaron una decisión ajustada a derecho al
decidir interrumpir los cuidados al paciente. Esto significaba retirarle
la alimentación y la hidratación y administrarle un sedante profundo y
continuo. El 31 de enero el tribunal de Châlons-en-Champagne, cerca de
Reims, tomó una decisión en el mismo sentido. Lambert nunca dejó por
escrito sus deseos, un testamento vital.
Vincent Lambert.
Los jueces de Estrasburgo avalaron las decisiones recientes de los
tribunales franceses. Y se remitieron a la propia decisión del TEDH en
2015 sobre este caso, cuando ya concluyó que el cese de la alimentación y
la hidratación artificiales de Lambert no supondría una violación del artículo 2 el Convenio Europeo de los Derechos Humanos, que protege el derecho a la vida. La nueva intervención del alto tribunal europeo no significa el fin del contencioso, que dura seis años. Aunque el accidente ocurrió en 2008, cuando Lambert, casado con otra
enfermera, se dirigía al trabajo, fue en 2013 cuando se abrió la batalla
jurídica. Al amparo de la llamada ley Leonetti de 2005, se decidió
dejar de alimentar e hidratar a Lambert. La ley, completada en 2016,
establecía que los cuidados médicos "no deben prolongarse con una
obstinación irrazonable" y que "cuando parecen inútiles,
desproporcionados o sin otro efecto que el mantenimiento artificial de
la vida, pueden suspenderse o no emprenderse". “Por casualidad, durante
una visita, uno de los hermanos de Vincent descubrió que no se le
alimentaba desde hacía 16 días”, contarían después sus padres, según el diarioLibération. Los padres confían aún en un último recurso ante el Comité de la ONU para los derechos de las personas discapacitadas.
“En la práctica, Francia se siente más ligada a las decisiones del
TEDH que a los comités de la ONU cuando hay divergencias”, dijo a la
agencia France Presse el especialista en derecho europeo Nicolas
Hervieu. Citado por el mismo medio, François Lambert, sobrino de Vincent
y partidario de permitir su muerte digna, dijo: “Ya nada se opone a la decisión [de cesar los cuidados]. Corresponde que se aplique y, por fin, Vincent pueda partir”. “Este camino de fin de vida, para nosotros, es como una demanda de
eutanasia”, dice por teléfono Jean Paillot, el abogado de los padres de
Lambert. “El día que Vincent de verdad esté al final de su vida, cuando
estemos seguros de que estamos ante una situación de obstinación
irrazonable, los padres serán los primeros que dirán: ‘Paremos. No
queremos encarnizarnos’. El combate no es por encarnizarse para que
Vincent viva, sino para que esté cuidado correctamente”. Según Paillot,
“simplemente se encuentra en una situación de discapacidad. Y se dice
que hay que poner fin a su alimentación y su hidratación. Yo, como
jurista, digo que estamos ante una demanda de eutanasia que ha sido aceptada por la justicia francesa”.
Aitor
Hevia (violín), Cibrán Sierra (violín), Josep Puchades (viola) y Helena
Poggio (violonchelo) presentarán 'Heritage' el próximo 2 de mayo. En
vídeo, el Quarteto Quiroga interpreta una pieza inédita de Boccherini.VÍDEO: ÁLVARO DE LA RÚA / PAULA CASADO / MARÍA PAGE
Luigi Boccherini (1974–1805) "honró a Italia fuera de Italia", reza la inscripción del panteón de Hijos ilustres de Lucca, en la Toscana. Por contra, en España la leyenda palidece. A pesar de ser uno
de los compositores más prolíficos de su tiempo, la obra del toscano es
conocida de manera anecdótica y por una pequeña pieza, el famoso
minueto del Quinteto Op 11 nº 5, que el cine inmortalizaría en El Quinteto de la muerte,
aquella comedia de 1955 protagonizada por un Alec Guinness con ojeras
delictivas y de perfil de Nosferatu. Sin embargo, la influencia del
compositor italiano fue vital para el resto de músicos asociados a Madrida partir del último tercio de siglo XVIII, donde ejerció de violonchelista para la corte española en tiempos en que Goya era pintor de cámara. Al rescate de esta y otras figuras esenciales para el patrimonio musical, el Cuarteto Quiroga lanza su último disco Heritage(Cobra Records) el próximo 2 de mayo. Un trabajo que recoge de manera inédita —ya que jamás se había sometido a grabación—, elCuarteto de cuerda en Mi bemol Mayor, Op 24, nº3, G.191de Boccherini, así como elCuarteto en Si bemol Mayor L.185de su contemporáneo Gaetano Brunetti.
Durante los casi treinta años en los que vivió en España, Boccherini compuso innumerables obras de cámara para el infante don Luis de Borbón —mecenas de Luis Paret, Corrado Giaquinto, Rafael Mengs o José Madrazo, además de Goya—, entre
las que se encuentran numerosos cuartetos y dos quintetos de cuerda que
hacia el final de su vida arreglaría para guitarra: Fandango y La Ritirata de Madrid. No obstante, en la actualidad no suele ser habitual que la musicología
tradicional mencione la capital como una de las más activas en la
consolidación del cuarteto de cuerda. De hecho, el imaginario cultural sitúa su nacimiento como un fenómeno centroeuropeo, asociado a su contemporáneo el compositor austriaco Haydn,
y cultivado al calor de la escena musical de ciudades como Viena, el
norte de Italia o las tierras bohemias. Pero Madrid fue punto de
ebullición de la música de cámara europea. Heritage, el sexto trabajo del cuarteto que en 2018 obtuvo un el Premio Nacional de Música,busca
eso que dice su título, poner en valor el legado, la herencia, "el
patrimonio", recalca Cibrán Sierra, violinista del cuarteto. "Queremos
reivindicar que las instituciones culturales, sobre todo las
responsables de custodias y difundir nuestro Patrimonio, deberían
involucrarse más en la recuperación de la memoria musical de ese
tiempo", en el que se sitúa al cuarteto de cuerda como una más de las
muchas artes que florecieron alrededor de la Corte real madrileña. Artistas como Boccherini o Brunetti, entre muchos otros, transmitieron
un extenso y creativo catálogo que, "hasta hoy en día, desafortunada e
injustificadamente ha permanecido en el olvido y ha sido tratado con
cierto desdén por intérpretes, programadores, críticos y musicólogos",
pone en relevancia Sierra; "Sin Boccherini o Brunetti no existiríamos".
Portada de 'Heritage'
Para Helena Poggio, violonchelista del grupo, interpretar el primer movimiento delCuarteto de cuerda en Mi bemol Mayor, Op 24, nº3, G.191de Boccherini de frente al cuadro deLa familia de Carlos IVen el Museo del Prado es"una experiencia extraordinaria para un músico de cámara, porque nos situamos al mismo nivel deimportancia social que el que gozaban nuestros antepasados". "Aunque cada uno somos de un punto de España", interviene Aitor Hevia,
al violín, "residimos en Madrid desde hace muchos años, y por ello hemos
ideado esta antología madrileña, basada en criterios de interpretación
históricos". Para ilustrar la portada de Heritage se ha manipulado la imagendeLa familia del infante don Luis de Borbón.
Apunta Josep Puchades que se ha eliminado la figura de cuatro
caballeros que se agolpaban en la zona derecha de la obra; en su lugar,
se han colocado ellos mismos de manera simbólica, ya que "igual que
sabemos que Goya se inmortalizó a sí mismo en la pintura, creemos que
alguno de estos acompañantes pudo ser Boccherini".
Según explica el musicólogo de la Universidad de la Rioja Miguel
Ángel Marín en la introducción al disco, "Goya y Boccherini [entre
otros] coincidieron entre los años 1783 y 1784 al servicio del infante
don Luis". Bajo su mecenazgo, Boccherini compondría el Cuarteto de cuerda en Mi bemol MayorG.191 incluido en Heritage. Acompañan a este estreno discográfico, obras escasamente grabadas como elCuarteto de cuerda en Sol Mayor Op 3, nº5de Manuel Canales y elCuarteto de cuerda en Re Menor Op 6 nº2de Joao Pedro de Almeida. "Las
carreras de Goya, Boccherini, Brunetti, Almeida y Canales, todos
nacidos entre 1743 y 1747, se acabaron entretejiendo", sostiene Marín. "Eran artesanos de cámara: en la privacidad del espacio familiar, Goya
retrataba a sus mecenas mientras los compositores les divertían". Entre
ellos podría haber estado presente Boccherini, ya que, según el
profesor, "el retrato era a la pintura lo que el cuarteto a la música,
géneros gestados en la intimidad que dotaban de una posición exclusiva a
quien los encargaba". No podemos afirmarlo a ciencia cierta, pero
Cibrán Sierra suena convincente cuando completa sus palabras: "Es muy
probable que Goya y Boccherini mantuvieran una relación artística:
quizá, mientras uno pintaba, el otro interpretaba".
Comparte
representantes con Gisele Bündchen, las hermanas Hadid o Karlie Kloss y
es amiga de Gigi Hadid y Paris Jackson. Su posado en 'burkini' en
'Sports Illustrated’ ha generado opiniones encontradas.
La modelo Halima Aden. RICH FURY AFPVídeo: Atlas"No te cambies a ti misma, ¡cambia el juego!". Así comienza el texto que Halima Aden, de 21 años, ha escrito en Instagram sobre su posado en el nuevo número de baño de Sports Illustrated, que saldrá a la venta el 8 de mayo. En las imágenes, realizadas por el fotógrafo Yu Tsai, la modelo musulmana viste distintos hiyabs y burkinis
que solo dejan al descubierto el óvalo de su rostro y sus manos y pies. Hace no tanto tiempo, ser retratada con gesto sensual y un escueto
biquini en esta edición especial de la revista (que catapultó
profesionalmente a tops como Kate Upton o Christie Brinkley)
solía estar reservado a un tipo muy concreto de belleza femenina, por lo
que la sesión de Aden alcanza nuevas cotas de inclusión y
representatividad. Sin embargo, en las redes sociales no todo el mundo
lo ha visto así: algunos usuarios opinan que aparecer en una cabecera
destinada al consumo masculino y cubrirse con hiyab son conceptos antagónicos, y otros rechazan que el burkini
(una prenda muy polémica que en 2016 llegó a prohibirse en ciertas
ciudades de Francia) pueda considerarse un símbolo de avance o progreso. "Las jóvenes con hiyab deberían tener mujeres a las que admirar en cualquier industria", ha asegurado ella a la BBC. Aden es hija de padres somalíes que huyeron de la guerra en su país, y
nació en un campo de refugiados en Kenia. La familia recibió asilo en
Estados Unidos cuando Halima tenía 7 años, y acabaron recalando en St.
Cloud (Minnesota), la ciudad que todavía considera su hogar. Al terminar
el instituto (donde fue la primera musulmana con hiyab en ser nombrada
'reina del baile'), en 2016 se presentó al concurso de belleza Miss
Minnesota. Hasta entonces, ninguna chica había participado en él con
pañuelo y burkini. Aunque no ganó, el certamen le sirvió para que que Carine Roitfeld
se fijara en ella y la incluyera en el que fue su primer editorial de
moda, con Mario Sorrenti tras el objetivo. "También estaban Gigi
[Hadid], Paris Jackson y Candice Swanepoel; nunca lo olvidaré -contó a Elle
UK-. Paris me dijo: 'Cuando estés en Los Ángeles mándame un mensaje y
salimos'. Me acogió inmediatamente, y Candice igual. Me dijo: 'Nunca
sientas que necesitas cambiar'". No es de extrañar que su lema sea 'no tengas miedo de ser la
primera'. La musulmana también rompió moldes al firmar con IMG, la
poderosa agencia que representa a Gisele Bündchen, las hermanas Hadid o Karlie Kloss
(negoció con ellos condiciones como no vestir nada que revelase piel o
tener su propio cubículo para cambiarse de ropa). Y lo mismo se aplica a
las pasarelas (su debut en 2017 para Yeezy, la firma de Kanye West,
sería el primer desfile de muchos), la publicidad (ha hecho campañas de
Nike o Fenty Beauty) y las revistas de moda: Allure, Vogue Arabia, el Vogue y el Elle británicos o Paper
ya le han dedicado su portada (en todas, sobra decirlo, posa siempre
con hiyab). Además, la modelo acaba de presentar en la Modest Fashion
Week de Estambul su primera incursión en el diseño: una colección de hiyabs y turbantes para la plataforma online
de moda recatada Modanisa. Muchas firmas occidentales también le están
haciendo guiños a un mercado que, según The Business of Fashion, en 2021
valdrá unos 328.000 millones de euros. Aden también es embajadora de UNICEF y su plan de futuro pasa por
combinar moda y activismo (o, en sus palabras, "lo divertido y lo
importante"). El pasado verano regresó al campo de refugiados donde
nació para impartir una charla TED, y en entrevistas ha incidido en la
idea del hiyab como símbolo de libertad de elección y no de opresión. En febrero de 2018 lo explicaba así en S Moda: "Es muy triste que la gente sienta miedo del hiyab. No entiendo que se vea como una imposición a las mujeres, yo escojo
llevarlo cada día. Incluso cuando trabajo como modelo, soy la única que
puede decir qué lleva y qué no sobre la pasarela, así que tengo mucha
elección. En ninguna sociedad se juzga a los hombres por su ropa, pero
para las mujeres no hay manera de ganar. Mis amigas que la llevan
provocativa se enfrentan al slut-shaming [que les llamen putas]
y si te tapas, te critican por taparte". También se ha marcado como
meta convertirse para las jóvenes musulmanas en el referente que ella no
encontraba en los medios. "Creciendo en Estados Unidos nunca me sentí
representada, porque nunca pude hojear una revista y ver en ella a una
chica con hiyab", dijo en Sports Illustrated. En la revista
Paper animó a la siguiente generación a "soñar a lo grande", y manifestó
que quería ver a una mujer con hiyab "en la gala del Met". Cuando esto
ocurra, muy probablemente sea la propia Halima quien haya sentado, de
nuevo, el precedente.
Los
líderes sindicales piden derogar la reforma laboral en las
manifestaciones contra la brecha salarial y la precariedad laboral de
este 1 de mayo.
La cabecera de la manifestación en Barcelona por el 1 de mayo.ALBERT GARCIA
Este miércoles 1 de mayo es el Día Internacional del Trabajo. Como es costumbre, los sindicatos han celebrado manifestaciones, con la lucha contra la brecha salarial
entre mujeres y hombres y la precariedad laboral como los motivos
principales por los que se ha llamado a la movilización. Las
organizaciones sindicales más representativas han participado en más de
70 concentraciones por toda Españabajo el lema La Lucha continúa. + Derechos + Igualdad + Cohesión. Primero las personas. Los
líderes de CC OO, Unai Sordo, y UGT, Pepe Álvarez, han estado en la
protesta de Madrid, que ha recorrido las calles de la capital desde las
12.00. Ha comenzado en Neptuno y ha finalizado en la Puerta del Sol con
la lectura de un manifiesto. Los líderes sindicales han pedido derogar
la reforma laboral del PP. Según Sordo, los aspectos más lesivos de
esta han generado "una caída de los salarios y una precarización del empleo".