La posición de los ojos en obras en las que pudo ser el modelo sugiere esta divergencia ocular.
Este
'San Juan Bautista', expuesto en el Museo del Louvre, parece ser
estrábico. El problema es que no hay pruebas de que sea el propio
Leonardo.
Leonardo da Vinci pudo ser un estrábico divergente. Esa es la
conclusión a la que llega un neurocientífico británico tras analizar
varios supuestos retratos y autorretratos del pintor. Va incluso más
allá: la exotropía habría facilitado al maestro italiano su genial
capacidad para representar la profundidad en superficies planas. Sin
embargo, tanto paleopatólogos como oftalmólogos consideran aventurado
diagnosticar que da Vinci tuviera estrabismo solo viendo unos cuadros en
los que ni siquiera se sabe con certeza si él hizo de modelo. De los distintos grados de divergencia, Tyler infiere que da Vinci
podía controlar su estrabismo. "El análisis del alineamiento de los ojos
concuerda con un diagnóstico de exotropía intermitente, lo que sugiere
que Leonardo da Vinci tenía una tendencia exotrópica de unos -10.3º en
reposo, pero que podía volver a ortotropía [ambos ojos miran al mismo
punto] cuando enfocaba, como cuando revisa su propio rostro para un
autorretrato", escribe Tyler.
En el estudio, publicado en JAMA Ophthalmology,
el investigador británico explica que la exotropía intermitente "se
asocia generalmente con una buena visión estereoscópica cuando los ojos
están rectos" pero se pierde cuando el ojo se desvía. "Si ves el mundo
con solo ojo, debido a la supresión del otro cuando se desvía, la escena
visual parece mucho más plana y, por tanto, más fácil de trasladar al
lienzo", detalla en un correo Tyler. Así que tener una deficiente visión
binocular podría ser una ventaja a la hora de llevar las escenas
tridimensionales a una superficie.
El
'Salvator Mundi', atribuido a da Vinci muestra una ligera divergencia
hacia afuera del ojo izquierdo que concordaría con un estrabismo
divergente. Pero nada prueba que el modelo del cuadro sea el propio
Leonardo.JAMA Network
"Este tipo de diagnóstico retrospectivo es arriesgado y, en mi opinión, bastante ingenuo", critica Michael F. Marmor,
profesor de oftalmología y biología humana en el Byers Eye Institute de
la Universidad de Stanford (EE UU). Y lo es por varias razones.
"Primero, es dudoso que estas obras representen a da Vinci. La relación
entre estos trabajos es muy circunstancial y dudosa y ¡todas las caras
parecen diferentes!", añade. "Los artistas comenten errores en sus
autorretratos. Rembrandt cambiaba la posición del ojo, Van Gogh pintada
los suyos unas veces azules, otras verdes y hasta marrones. Las
licencias artísticas mandan y los ojos eran, sospecho, añadidos al
cuadro en el último momento. Pero sí, incluso las fotografías de gente
normal muestran algo de estrabismo cuando miran hacia un lado", completa
el autor del libro The Artist's Eyes (Los ojos del artista, no editado en español). Marmor también descarta que, en todo caso, el estrabismo le aportara
algo a da Vinci. "Los que tenemos visión normal no tenemos problemas
para ver las imágenes en dos dimensiones de los libros o las fotografías
y los artistas con buena percepción de la profundidad tampoco los
tienen para pintarlas. Los pocos artistas estrábicos que se sabe que lo
eran, como Durero o Barbieri, Il Guercino, "pintaron maravillosas obras con fina perspectiva", explica. El paleopatólogo italiano Francesco Galassi usa los registros
históricos para diagnosticar males que aquejaron a personajes del
pasado, como Julio César, el rey visigodo Alarico I o Dante Alighieri. Pero, en el caso de da Vinci, cree que el científico británico va
demasiado lejos. "Lo que se puede afirmar sobre este estudio
oftalmológico es que en las obras de Leonardo hay ejemplos interesantes
de representaciones antiguas de estrabismo, pero considerar estas obras
como auténticos autorretratos del maestro me parece exagerado",
sostiene. Para Galassi, solo si se hallara dónde está enterrado Leonardo
da Vinci habría una posibilidad de diagnosticar sus enfermedades. Pero
no cree que "se pueda reducir la compleja naturaleza del genio a simples
elementos biológicos".
El ex compañero de Bosé ha emprendido acciones judiciales para que sus cuatro hijos puedan criarse juntos. Palau y Bosé, en octubre de 2014.
Fátima Díaz
El nombre de Nacho Palau ha saltado a la palestra por un motivo que ni él ni su ex pareja, Miguel Bosé, hubieran deseado: la custodia den sus cuatro hijos. Mientras el cantante ha estado de acuerdo en repartirselos (por decirlo de alguna manera), Palau es partidario de que los cuatro hermanos se crien juntos. De ahí que haya emprendido acciones legales. Pero, aparte del drama
familiar por el destino de estos cuatro niños, llama la atención que Bosé haya ocultado su relación con este escultor valenciano nada menos que 26 años. En todo ese tiempo que han compartido juntos tan solo existen dos
imágenes de ambos: una que data de noviembre de 2011 y otra, en octubre
de 2014. Pese a que el noviazgo de Miguel Bosé y su chico ha permanecido
en la penumbra a lo largo de más de un cuarto de siglo, su historia era
de sobra conocida en su entorno más cercano de familia y amigos y, junto
a sus hijos Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, han formado una familia estos
últimos años. El cantante y el escultor se conocieron a través del diseñador Francis Montesinos. Por aquella época, principios de los 90, Palau era un joven que quería
ser artista. Fuentes cercanas a él aseguran que su vida personal siempre
ha primado por encima de la profesional, ya que solo ha hecho pequeñas
colaboraciones con personas como Jordi Mollá en su faceta como pintor.
Hoy en día Nacho es un reconocido escultor que reside en Valencia y que
fusiona su arte con el del pintor Daniel Perandrés, con quien se dedica
al diseño de interiores desde su agencia, P&P. Muy amigo de famosos
como Laura Sánchez y su marido, David Ascanio
(con el que ha colaborado profesionalmente), Palau estudió en la
Facultad de Ciencias Químicas y se ha dedicado al mundo de la escultura. Sociable y dinámico, es un aficionado al aire libre, que difruta entre
los suyos, tal y como se puede ver en las imágenes de Instagram que
pululan por la red y en las que aparece muy sonriente. Según las primeras
informaciones, los dos hijos mayores viven con Miguel Bosé en México y
los otros dos conviven con Nacho Palau. Al menos hasta que la Justicia
se pronuncia sobre este asunto después de que el escultor decidiese
reunir a los cuatro pues, al parecer, los hermanos se echan de menos.
Lo que no tapa ningún afeite es que somos carne que se va pudriendo desde que salimos del útero. Y que vamos a necesitar ayuda.
Una pareja cruza un paso de peatones en Alemania.
GETTY
Mi abuela Gabina era cegata perdida. La conocí siempre de luto,
primero por su hermano desaparecido en la guerra, luego por su marido
muerto en su alcoba; con un eterno mandil de hilo para no emporcarse el
hato, y unas gafas de culo de vaso que le hacían aún más pequeños los
ojillos de lince ibérico. Porque mi yaya, analfabeta sin más letras que
las del seguro de decesos, pero con más luces que muchas lumbreras de
academia, se las sabía todas, o eso creía ella. Sostenía la doña que ni
diabetes, ni prolapso, ni asma, ni niño muerto. Que había sido el parto
de su chico, mi padre, un lechón de cinco kilos, el que le había
devorado la vista, descolgado la matriz hasta los muslos y dejado sin
resuello para los restos. Eso, y su vida en verso, me contaba arreándose golpes de abanico
sobre el pecho mientras yo le cortaba las uñas después de ayudarla a
ducharse, y emanaba de ella un hedorcillo que me mortificaba tanto como
empeño ponía en disimularlo, no fuera a pensar que me daba tanto asco
como me daba asearla.
Culpábame
de tal pecado hasta que el otro día, al leer una noticia en este
diario, me absolví en el nombre de la Santa Madre Ciencia. Resulta que
el olor a viejo no solo existe, sino que empezamos a emitirlo desde los
30 años, con lo que una debe ya de heder, pero no lo percibe porque, al
tiempo, vamos perdiendo el olfato para no sufrir nuestra propia
herrumbre.
Han dicho el INE y la ONU que, en unos lustros, uno de cada
cuatro españoles tendremos más de 65 años, viviremos solos y tendremos
una esperanza de vida de 86 castañas.
O sea, que España olerá a viejos
que no tendrán quien les asista a darse un agua.
La crónica decía
también que las firmas cosméticas compiten por hallar algo que
neutralice el tufo.
No seré yo quien reniegue de maquillajes.
Lo que no
tapa ningún afeite es que somos carne que se va pudriendo desde que
salimos del útero.
José
Coronado, protagonista de 'Vivir sin permiso', una de las series
españolas destacadas en el Mipcom. En vídeo, tráiler de la serie.
Cada año, en el Mipcom, el mercado de televisión más grande del mundo
que se celebra esta semana en Cannes, Virginia Mouseler, la directora
ejecutiva de la consultora The Wit, se sube al escenario del Gran
Auditorio y en la sala no quedan casi butacas libres. Sus paneles,
titulados Fresh TV, son citas obligatorias para compradores,
distribuidores y prensa en los que seleccionan los títulos más vistos en
algunos países y los títulos más interesantes por originalidad de
contenido o de producción. Arranca el evento con el panel de formatos y
acaba con el de ficción. Y este año, en ambos, España tuvo un papel
importante que confirma la visibilidad de su producción televisiva a
nivel internacional. "Aparecer
en el Fresh TV te posiciona", cuenta Pablo Conde, director de
Industrias Culturales de ICEX. Consigue que surjan nuevos compradores
interesados por los títulos señalados por The Wit. "Y lograr que
aparecieran en Fresh TV también ha sido un trabajo en sí mismo. Hasta
hace unos años, la parte de mercado y las conferencias iban por
separado, pero nos dimos cuenta de que tienen que ir de la mano. En
2008, hubo un punto de inflexión cuando España fue país invitado en el
Mipcom: ya no bastaba con estar en el mercado, sino que había que decir
que estabas". La labor de promoción y comunicación ha sido fundamental, pero iba de la
mano de un tejido bien armado de empresas productoras que ahora han
dado en las teclas correctas para contar las historias que se quieren
ver hoy. Con las series de Bambú (Gran Hotel, Velvet) como representantes primero y ahora con La casa de papel
como abanderada, pero "no como caso de éxito puntual", señala Conde. "Porque si así fuera, se estaría agotando, porque llevamos ya un año
hablando de La casa de papel y este momento de oro se mantiene". Como ejemplo: las expectativas levantadas por El embarcadero, producida por Atresmedia Studios y que emitirá Movistar +. Toda esa suma de factores es lo que ha logrado un momento único en el
panel de ficción de Virginia Mouseler celebrado en esta edición del
Mipcom, en el que España ha logrado meter cuatro títulos, solo uno menos
que Reino Unido, el país estrella. El primero de los que habló la
directora ejecutiva de The Wit fue + de 100 mentiras, de
Atresmedia emitido en su plataforma Flooxer. Le sirvió como ejemplo de
una de las tendencias claves este año: la producción de series escritas
solo para digital que, según The Wit, han crecido un 13%.
Cartel de '+ de 100 mentiras'.
Otra de las tendencias observadas por The Wit es que el 5% de las
series nuevas de todo el mundo están basadas en ideas, guiones y
formatos extranjeros. Y a este respecto, utilizó como ejemplo la
adaptación que ha producido Holanda de la serie Sé quién eres, que se vio en Telecinco, distribuida por Filmax y que también tendrá otras versiones europeas en Alemania y Francia. Las otras dos ficciones españolas entre las 19 seleccionadas por todo el mundo han sido Vivir sin permiso (Telecinco), con su título en inglés Unauthorized Living, por ser la serie más vista en España en lo que llevamos de la temporada de otoño; y La víctima número 8 (Telemadrid y ETB), destacada como ejemplo de "drama original de canales regionales". "El paso interesante ha sido que los grandes grupos del audiovisual
entendieran que tenían que comunicar internacionalmente porque hasta
ahora era un negocio que empezaba y acababa en España", continúa Conde. "Ahora se ha pasado a no tener timidez sobre lo que se hace dentro para
mostrarlo fuera porque la parte internacional es cada vez más importante
en su modelo de negocio. Ese cambio de chip ha hecho que vean que
tienen que comunicar y hacer marketing". Todo ese trabajo
conjunto de una marca España ha logrado que, antes incluso del cierre
del Mipcom, calculen un aumento del 10% en la actividad de reuniones con
las productoras y distribuidoras españolas que van al mercado.