En el punto de Mila
La muerte me ha arrancado un futuro cargado de pasión
Hoy se ha ido una parte de mi vida.
La muerte me ha arrancado un futuro cargado de pasión y caricias ajenas al mundo. Jamás volveré a abrazarle en ese mundo mágico de clandestinidad que nos salvaba del frío de la calle.
Siempre he negado mis dependencias emocionales, ocultaba que durante muchos años he amado rabiosamente a alguien que esperaba que volviera, y estaba segura de que sería así.
Imaginaba que algún día bajaría en cualquier parada de sus muchos destinos y me cogería de la mano para continuar la historia de amor más bella que he vivido.
El dolor me estrangula
Jamás amé tanto a alguien y jamás me obstiné tanto en la torpeza de no demostrárselo. La pasión que sentía por él me hacía su prisionera y me perdí un trayecto en común intentando soltarme de su mano. Ahora mi presente emocional y mi futuro soñado se convierten en cenizas en un crematorio ajeno a su entorno y el dolor me estrangula.Triste y rabiosa
Él me enseñó a llorar las ausencias con ternura y a devorar las presencias como si fuera el último día de disfrutar de dos pieles que se reconocían y no podían despegarse, a pesar de los tirones que pegábamos para no quedarnos atrapados en la dependencia.Hoy estoy triste, pero también rabiosa.
Creía que la espera jugaba a nuestro favor, sin pensar que el destino nos abandona cuando la guadaña toma el relevo.
Disfrutaba de la soledad, pero tenía billete abierto para viajar al abrazo de nuevo.
Jamás haré ese trayecto y solo me quedará despedirme en el andén que imaginaré en mis sueños.
Alguien dijo que nadie muere del todo mientras se le recuerde.
Seguirás conmigo hasta que el recuerdo me abandone.