Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 jun 2017

Asesinado Federico Blanco, ganador de un ‘reality’ argentino

Se investiga si el concursante, que recibió varias puñaladas en el pecho, fue al lugar donde fue hallado muerto a comprar droga.

Federico Blanco El Bar
Federico Blanco, ganador del reality argentino 'El Bar'.

Argentina está conmocionada por la muerte de Federico Blanco, el primer ganador de un conocido reality show, El Bar, que ha sido asesinado a puñaladas en Villa Itatí, una de las villas más populosas del Gran Buenos Aires, informan los diarios La Nación y Clarín.
 El crimen fue perpetrado ayer sábado por la mañana y la Justicia ha abierto una investigación por homicidio.
 Estaba separado y era padre de un hijo, Santiago, de 13 años.
Según La Nación, los investigadores tratan de determinar si el concursante, que recibió varias puñaladas en el pecho, fue al lugar donde fue hallado muerto a comprar drogas. 
Blanco, de 38 años, había reconocido públicamente que era adicto a la cocaína. 
Según fuentes de la investigación citadas por Clarín, no había señales de robo, por lo que no se descarta la hipótesis de un ajuste de cuentas.
 Su coche fue localizado abandonado a 300 metros del cadáver, en la entrada de uno de los pasillos de la villa de emergencia.
El joven, apodado El Pelado, ganó en 2001 la primera edición de El Baruno de los reality shows más polémicos del país sudamericano y que surgió en el canal América para competir con Gran Hermano.
Tenía 22 años y se llevó cien mil pesos, que entonces eran 100 mil dólares, un premio que no pudo disfrutar hasta muchos años después ya que seis meses después de ganar el concurso se decretó el corralito.
Tras hacerse muy famoso en Argentina y en los países limítrofes en los meses que duró el programa, se alejó del foco mediático, hizo campañas publicitarias, estudió y se dedicó a negocios gastronómicos en Uruguay y en Bahía Blanca (al sur de la provincia de Buenos Aires).
Hace unos meses, reapareció en la televisión argentina para contar que había estado internado para curarse la adicción a la coca y que había vuelto a vivir con su madre en la localidad de Quilmes para que le ayudara en su rehabilitación. 
"Estuve internado por sobredosis de medicamentos, que tomo porque hace cuatro años lamentablemente conocí la cocaína.
 Los últimos siete años viví en Bahía Blanca, porque me enamoré de una bahiense, con quien generamos unos proyectos muy grandes, facturaba muy bien, me iba muy bien económicamente, pero decidí tomar un camino incorrecto, el de la droga.
 Por eso hace un año y medio me tuve que volver a Buenos Aires a rehabilitarme, estuve nueve meses internado.
 Mi hijo, que vivía conmigo y mi novia en Bahía Blanca, se tuvo que volver con la madre", confesó en un programa de Canal 9.


 

Rafa Nadal es más leyenda: triunfo ante Wawrinka, décimo título de Roland Garros y 15º Grand Slam

El español se impone al suizo en la final (6-2, 6-3 y 6-1, en 2h 05m) y recupera tres años después el trono de París. Ya supera a Pete Sampras en la cifra de grandes y asciende al número dos del 'ranking'.

 

Nadal gana Roland Garros 
Nadal abraza el trofeo de campeón en Roland Garros. Getty
Roland Garros demandaba a su rey y el monarca, después de un paréntesis de dos años, regresó.
 Volvió Rafael Nadal a reencumbrarse en el Bois de Boulogne, décima vez ya, una proeza por lo tanto. 
El tenista español venció y apabulló en la final al suizo Stan Wawrinka (6-2, 6-3 y 6-1, en 2h 05m) para elevar su 15º título del Grand Slam, por lo que ya contempla por el retrovisor al estadounidense Pete Sampras (14), con el que igualaba desde que obtuviera su último cetro en la cité, hace tres años; se situó así a solo tres del plusmarquista Roger Federer (18).
Como venía haciendo a lo largo de toda esta edición, en la que ha ido desmigando a quien se cruzara a su paso y en la que solo ha cedido 35 juegos –seis menos que en 2008, su mejor registro; a solo tres del récord del sueco Björn Borg en 1978–, el mallorquín, segundo ya en el listado mundial, avanzó como un rodillo hacia la Copa de los Mosqueteros, la 22ª que obtiene un jugador español en el major francés.
 Es, además, su 53º premio en tierra batida y la tercera vez que cierra su participación sin ceder un solo set. 

En París hacía mucho calor y las camisas blancas de las gradas le conferían a la Chatrier el aspecto de un gran pastel de merengue.
 El público parisino, siempre apuesto, recibió con relativa equidad a los dos protagonistas, que de entrada comenzaron imprecisos, casi tan plomizos como la meteorología. 
El plan de uno y otro estaba claro, pero ninguno de los dos conseguía aplicarlo a rajatabla.
 El de Rafa Nadal decía que tenía que menear al suizo y hacerlo correr, intentar que no encontrase puntos francos de tiro para minimizar el impacto de su derecha y su revés, golpes cortantes y violentos. 
El de Wawrinka, mientras, pasaba esencialmente por ser agresivo y morder, porque de otra manera no tendría escapatoria; tal vez ante otro, pero no ante Nadal.

 

Letizia quiere ser Isabel Preysler

Y no lo digo porque Letizia, como la filipina, también quiera 'encamarse' con Vargas Llosa.
 Es que la Reina está empeñada en que admiremos sus clavículas 'preyslerianas'. Ese hueco triangular de hueso y piel donde le cabe un ejemplar de 'La ciudad y los perros'. 
En efecto, Letizia ha vuelto a pecar de descocada enseñando hombros y brazos en una cena de gala.
 En esta ocasión, con un enésimo Varela rojo de guipur que le sentaba fenomenal y con el que tumbó a la pobre Angélica Rivera, primera dama de México, además en su propio país.
 Qué grosería. Los 'monarcárquicos' (palabra inventada por Emilia que suma monárquico y carca) criticaron el atrevimiento.
 Una Reina no debe enseñar nunca bíceps y mucho menos clavículas o escápulas, ni dentro ni fuera de la iglesia.
 Sólo de día, en privado y si hace muuuucho calor. Una 'norma' que se saltó a la torera por segunda vez, ya que en su otro reciente viaje solidario a Latinoamérica se puso un 'palabra de honor' azabache demasiado sexy para una señora que vive en un palacio.  




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