Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 may 2017

El PP se desploma en Madrid pero crece el apoyo a Cristina Cifuentes


Si se celebrasen elecciones hoy PP y PSOE cosecharían sus peores resultados en la Comunidad Autónoma.

El líder del PP y candidato a la presidencia, Mariano Rajoy, saluda a sus seguidores desde la sede de Génova. En vídeo, declaraciones de Soraya Sáenz de Santamaría sobre la encuesta de EL PAÍS. Foto: Claudio Álvarez. Vídeo: EFE
La encuesta electoral que Metroscopia ha realizado para EL PAÍS entre el 24 y 26 de abril, en plena Operación Lezo, describe un paisaje político de Madrid cuarteado
. PP y PSOE cosecharían ahora sus peores resultados en la región, mientras que Podemos y Ciudadanos despegan.
 Los populares obtendrían el 25,7% de los votos (7,4 puntos menos que en los comicios de 2015), lo que significaría pasar de 48 a 36 escaños.
 Podemos se convierte en la segunda fuerza (pasaría al 24,9% y 35 diputados). 
Ciudadanos duplicaría resultados (22,6% y 31 parlamentarios). El PSOE se hundiría a la cuarta posición (19,7% y 27 asientos).
Podemos y Ciudadanos recolectarían, según los expertos demoscópicos, los votos que socialistas y populares perderían en unas hipotéticas elecciones celebradas ahora, aunque el electorado madrileño parece girar ligeramente hacia el centro derecha: la suma de escaños del PP (36) y de Ciudadanos (31) es superior en parlamentarios (67) a la que lograron en las elecciones de 2015 (65, de los que 48 fueron para el PP y 17 para Ciudadanos).

La caída en preferencia de voto de los dos partidos tradicionales (PP y PSOE) tiene su origen en la corrupción, señala el sondeo.
 “A pesar de que los nuevos casos ahora conocidos afectan directa y exclusivamente a políticos del PP, los españoles tienden a relacionar la corrupción con el bipartidismo, por lo que ambas formaciones se ven afectadas cada vez que la corrupción vuelve a protagonizar la agenda política y mediática”.
La formación que encabeza Pablo Iglesias se beneficia así de la caída electoral del PSOE en Madrid y también de “la reducción de apoyos a Izquierda Unida”. 
Si este último partido, que en las elecciones regionales de 2015 logró un 4,14% y quedó fuera del Parlamento, se volviese a presentar en solitario, perdería la mitad de sus apoyos, que pasarían a la formación morada.
 Ciudadanos, por su parte, se convierte en el refugio de los votantes desencantados con PP y PSOE, ya que atraería entre un 15% y 20% de los madrileños que en los anteriores comicios respaldaron al Partido Popular y entre un 5% y un 10% de los apoyaron al PSOE.

La encuesta destaca, además, que se ha producido un “cambio sustancial” en la percepción que los madrileños tienen de los políticos de la región en los tres últimos años.
 En 2014 los votantes tenían una imagen negativa de todos los líderes (había más encuestados que los desprobaban que los que los respaldaban), pero ahora, por primera vez, dos políticos (Cristina Cifuentes, del PP, y Ángel Gabilondo, del PSOE) son vistos con agrado por los ciudadanos. 
En concreto, Cifuentes cuenta con el apoyo del 63% de todos los votantes, que “aprueban su actuación política”, frente al 33% que la rechaza, lo que le confiere un saldo positivo de 30 puntos.
 De hecho, el 93% de los encuestados que votan al PP la respalda, lo mismo que el 86% de los que se inclinan por Ciudadanos y el 54% de los que eligen una papeleta del PSOE.
Así, la figura política de Cifuentes es, según la encuesta, “un activo para el PP”, ya que “registra un 80% más de respaldo en la región que su propio partido”, y “suma un 13% más de apoyos entre los propios votantes populares”.
 En concreto, los redactores del estudio demoscópico diferencian tres grupos a la hora de evaluar conjuntamente a Cifuentes y a la “marca PP”: el 32% aprueba la gestión de ambos de forma conjunta; el 34% respalda a la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, pero no a su partido: y otro 34%, ni a una ni a otro.

Imagen no dañada

De hecho, los datos señalan que la imagen de la presidenta regional “no se ha visto de ningún modo perjudicada por los recientes casos de corrupción” vinculados a su predecesor, Ignacio González, actualmente en prisión por la Operación Lezo.
En el caso de Ángel Gabilondo, el político socialista registra también un saldo “positivo” para el conjunto de los madrileños (+11), valor mucho más destacado entre el electorado del PSOE (+52) y entre, incluso, los votantes de Podemos (+12) y de Ciudadanos (+6). Gabilondo es, por tanto, el segundo líder más valorado de la región con un 43% de aprobación, frente al 63% Cifuentes.
Por el contrario, Ignacio Aguado (Ciudadanos) y, sobre todo, Lorena Ruiz-Huerta (Podemos) son grandes desconocidos para los votantes.
 Uno de cada dos electores no ha oído hablar nunca del líder de la formación naranja (50%), mientras que en el caso de la portavoz de Podemos solo un tercio sabe quién es (72% de desconocimiento).

 

 

‘Sé quién eres’ y el escalofrío final....................... Natalia Marcos

Los últimos minutos de la serie han sido poesía. Con esa música épica, esos paisajes, ese encadenado de imágenes. Este artículo incluye 'spoilers'.

"Esto no va de quiénes queremos ser, sino de quiénes somos".
Los últimos minutos de Sé quién eres son poesía. 
Con esa música épica, esos paisajes, ese encadenado de imágenes. Y, como ocurre en la vida, los malos ganan.
La serie de Telecinco planteó un juego a los espectadores
 De su mano, hemos ido resolviendo acertijos, conociendo personajes, adentrándonos en sus silencios, en sus palabras, en sus acciones, en sus secretos. 
Un juego que empezó con una gran pregunta y terminó contestando otra.
 Y que comenzó con los personajes en un punto y concluye con ellos en otro muy diferente
. Quien entrara en ese juego, se lo habrá pasado muy bien. 

Ha sido una partida reposada, tranquila, un oasis en un mundo de supervivientes y grandes hermanos, de gritos.
 Sé quién eres exigía pensar y tener voluntad de entrar en el juego y participar activamente en él. 
Terminar cada episodio con un puñado de preguntas que invitaban a otras tantas suposiciones.
 A quienes han llegado hasta el final, el tablero de ajedrez les ha regalado un jaque mate inesperado y valiente que ha dado la victoria a las fichas negras. 

Negras negrísimas.
‘Sé quién eres’ y el escalofrío final

 Pero aunque el final ha sido brillante, antes vinieron momentos de demasiadas vueltas en este juego.

 La serie arrancó con buen pulso y unos interrogantes que planteaban el misterio del thriller que es. 

Pasado el ecuador las preguntas de qué había pasado con Ana Saura y si la amnesia de Juan Elías era real o fingida tenían respuesta, lo que obligaba a virar hacia otra pregunta: ¿quién ha intentado asesinar a Alicia? 

En algunos momentos pareció que la historia se estiraba demasiado y que se daba vueltas sobre lo mismo sin avanzar. Pero de vez en cuando, un pasito adelante, y así hasta un largo capítulo final que, curiosamente, no se hizo tan largo.

El último capítulo guardaba giros varios y una conclusión que, por suerte, no ha gustado a todos.

 Seguramente, tampoco lo pretendía. No ganan los buenos. No se hace justicia. Juan Elías no pagará por lo que ha hecho. Ana Saura se pasa al lado oscuro.

 Pol y Alicia tendrán que vivir cargando en su conciencia con todo lo que saben.

 Y, sin embargo, la vida para ellos sigue en una barbacoa con la familia más disfuncional que uno se pueda imaginar. 

Todo apariencias. Todo mentiras. Como la vida misma. 

No, realmente no me ha gustado, el Elias ese tiene la misma cara, no se enfada, no llora, solo mata, y su expresión es la misma, no tiene registros, no es un buen actor, y esa serie que esperaba con predisposición de gustarme , me aburrió realmente. 

El Final precipitado, muchos casos al mismo tiempo, Alicia no es nada de lo que se puede esperar, digamos que nadie en la serie tiene registros ni en la voz ni cuerpo nada, el final decepcionante al máximo.

Además personajes que salen como mucho dos veces son el resultado para un final que si saben algo de un trhiller este nada que ver con ello.

1 may 2017

El misterio de la tumba profanada de Romy Schneider en París......... Álex Vicente.

La policía halla pruebas de que la lápida de la actriz en el cementerio de Boissy sans Avoir fue levantada.

La actriz Romy Schneider, en los años sesenta. 
La actriz Romy Schneider, en los años sesenta.

La tumba de la actriz Romy Schneider, enterrada en la periferia sur de París, fue profanada durante el pasado fin de semana, según fuentes de la investigación citadas por la prensa local.
 Dos paseantes que se habían acercado a visitar el sepulcro de la intérprete fueron los primeros en descubrir los deterioros.
 El sepulcro, situado en el cementerio de Boissy-sans-Avoir (la localidad de la periferia sur de París donde Schneider tenía una casa), fue abierto y su lápida fue desplazada.
 Sin embargo, según las mismas fuentes, la tumba no ha sido saqueada ni se han detectado en ella destrozos mayores. 
Tampoco habría grafitis ni señales de vandalismo. 
Una fuente de la gendarmería citada por 78actu, web de información sobre el departamento de Yvelines —donde se encuentra Boissy-sans-Avoi—, apuntó a un intento de robo, esperando encontrar objetos de valor en el interior del sepulcro. “Pero no pudieron abrir la tumba, porque una segunda placa que garantiza su estanqueidad no pudo ser retirada”, aseguró esta fuente anónima.
 A Schneider se la conoce por su carrera como actriz tanto como por los giros trágicos de su biografía.
 La actriz fue encontrada muerta en su domicilio parisiense en mayo de 1982, cuando tenía solo 43 años.
 La sospecha es que se suicidó mezclando alcohol y barbitúricos, aunque esa tesis nunca ha sido confirmada, ya que el fiscal de la República cerró el caso sin pedir una autopsia. 
 “Sissi no podía emprender su último viaje en la morgue”, justificó en una entrevista con Libération en 1998. 
Un año antes de su muerte, su hijo David falleció, a los 14 años, durante un accidente familiar. 
Intentaba trepar las rejas de su casa cuando resbaló y se atravesó una en los intestinos.
 Schneider, de tendencias depresivas, nunca se recuperó de esa pérdida.
 David está enterrado junto a su madre en el cementerio profanado el domingo.
 Fue su otra hija, la actriz francesa Sarah Biasini, fruto de su relación con el periodista Daniel Biasini, quien acudió ayer a la tumba al ser avisada de la profanación.

Romy Schneider, en su papel de Sissi.
Romy Schneider, en su papel de Sissi. GTRES

Schneider se llamaba, en realidad, Rosemarie Albach-Retty. Nació en Viena en 1938, hija de actores alemanes, y desarrolló en Francia la práctica totalidad de su carrera profesional.

 Es especialmente recordada por su papel en la trilogía Sissi, donde interpretaba a Isabel de Baviera, que la catapultó a la fama internacional cuando era solo una adolescente.

 Después se alejó de ese papel, acercó su carrera al cine de autor y logró rodar con los mayores cineastas internacionales. Con 28 años, Henri-Georges Clouzot la hizo participar en una película maldita, L’enfer. Después, Orson Welles la dirigió en El proceso

Joseph Losey hizo lo propio en El asesinato de Trotsky. Lucchino Visconti le propuso retomar el papel que la llevó a la fama en Ludwig.

 Bertrand Tavernier rodó con ella La muerte en directo. Y Andrzej Zulawski le brindó otro de sus papeles más memorables con Lo importante es amar, por la que recibió su primer premio César.

 Conseguiría un segundo en 1979 por Una vida de mujer, de Claude Sautet.

 Además de estar casada con Biasini, Schneider también contrajo matrimonio con el cineasta Harry Meyen, padre de David, y mantuvo una tormentosa relación con Alain Delon, al que conoció durante el rodaje de Christine en 1958.

 Una década después, volvieron a coincidir en La piscina, la película de culto que relanzó su carrera como actriz y prorrogó su posición de icono del cine hasta el final de sus días.

Blanca Suárez saca la lengua..................I.ñigo López Palacios

La actriz, que acaba de estrenar 'El bar', protagoniza una sugestiva sesión de fotos. "Llegó un momento en el que me dejé ir", dice sobre su carrera.

 

Blanca posa con vestido Versace y sujetador Eres. Pincha en la foto para ver un vídeo sobre cómo se desarrolló la sesión de fotos.
Dice Blanca Suárez que su última película, El Bar, de Álex de la Iglesia, habla de miedos
. “De los suyos, pero también de los de todo el mundo”, explica el gran fenómeno del cine español. 
Solo tiene 28 años, pero lleva tanto tiempo en el éxito que parece que siempre estuvo aquí.
 En realidad apenas ha pasado una década desde que debutó con Eskalofrío. Menos aún desde que se convirtió en estrella generacional gracias a dos series: El internado, las aventuras góticas de unos adolescentes en el campo, y El barco, en la que conoció a Mario Casas, hoy su amigo y casi su versión masculina. Las carreras de los dos sex symbols españoles se cruzan con cierta frecuencia.
 La última vez en El bar.
 Parece relajada y asegura que es porque lleva una racha bastante tranquila.
 Una decisión consciente. “Veía venir una primavera movidita. Hay momentos en los que desaparezco. 
No hay que ir siempre a actos. 
Son cosas que hay que hacer de forma esporádica”. Esa primavera ya ha empezado con el estreno de El bar. 
“La primavera sigue con Las chicas del cable, primera serie española de Netflix (estreno, 28 de abril).

Blanca posa con vestido Versace y sujetador Eres. Pincha en la foto para ver un vídeo sobre cómo se desarrolló la sesión de fotos.
Dice Blanca Suárez que su última película, El Bar, de Álex de la Iglesia, habla de miedos. “De los suyos, pero también de los de todo el mundo”, explica el gran fenómeno del cine español. Solo tiene 28 años, pero lleva tanto tiempo en el éxito que parece que siempre estuvo aquí. En realidad apenas ha pasado una década desde que debutó con Eskalofrío. Menos aún desde que se convirtió en estrella generacional gracias a dos series: El internado, las aventuras góticas de unos adolescentes en el campo, y El barco, en la que conoció a Mario Casas, hoy su amigo y casi su versión masculina. Las carreras de los dos sex symbols españoles se cruzan con cierta frecuencia. La última vez en El bar.
Parece relajada y asegura que es porque lleva una racha bastante tranquila. Una decisión consciente. “Veía venir una primavera movidita. Hay momentos en los que desaparezco. No hay que ir siempre a actos. Son cosas que hay que hacer de forma esporádica”. Esa primavera ya ha empezado con el estreno de El bar. “La primavera sigue con Las chicas del cable, primera serie española de Netflix (estreno, 28 de abril).
La actriz viste camisa y ‘culotte’ Prada.

La actriz viste camisa y ‘culotte’ Prada.  
 
“Siendo Netflix, la promoción es internacional. De repente se abre una puerta al mundo entero. 
Y si quieres trabajar de cara al exterior ya no tienes que coger un avión.
 Han venido aquí. Es guay”. 
En su caso, doblemente guay, porque no tiene intención de mudarse al extranjero. 
 “Depende de las prioridades de cada uno. Me gusta viajar y trabajar meses fuera, pero sentir que soy de aquí, estar con mi familia, con mi gente… No vivir fuera.
 Hay cosas que no sé si hoy estoy dispuesta a sacrificar”.

La actriz viste camisa y ‘culotte’ Prada.
La actriz viste camisa y ‘culotte’ Prada.

Blanca posa con vestido Versace y sujetador Eres.
Blanca posa con vestido Versace y sujetador Eres.
Vestido Versace y zapatos Ferragamo.
Tampoco le hace falta.
 Asegura que desde que empezó nunca le ha faltado trabajo. Pero niega rotundamente la existencia de un plan. Si lo que cuenta es verdad, su carrera es parecida a una partida ganadora de Tetris en la que todas las piezas han encontrado su sitio por casualidad.
 Ella solo ha aportado buena disposición.
“No hubo un día en el que pensara que quería ser actriz. Era algo que me gustaba y hacía como hobby. Cuando empecé estaba en un momento de mi vida en el que tenía que tomar decisiones.
 Qué hacer, qué estudiar… Empecé comunicación audiovisual, pero me dejo influir.
 Ir contracorriente es luchar contra ti. La vida te va colocando. Así que llegó un momento en que me dejé llevar.
 Y vi que pasaban cosas”.
Lo cuenta mientras picotea un plato de arroz en el restaurante Sudestada, hoy cerrado por descanso semanal. El interior lleva horas ocupado por el equipo para la sesión: maquilladores, estilistas, dos personas de catering (“sanísimo y vegetariano”, aseguran), la gente de su oficina o un equipo de vídeo que ha venido a grabar una acción promocional para El bar.
La fotógrafa, tras acabar con la actriz, ha liado a la ayudante del estilista para que se convierta en modelo erótico. 
Así que, mientras hablamos, hay una chica posando semidesnuda sobre una mesa. 
 Algo que no parece impresionar a Blanca Suárez. Al menos hoy, no parece una persona muy impresionable. Su filosofía es normalizarlo todo.
 Algo que cuando se trata, por ejemplo, de participar en La piel que habito, de Almodóvar, en 2011, con 23 años, tiene sus complicaciones.
“Hice un montón de pruebas y cuando me dijeron que sí, fue muy surrealista.
 Ese tipo de castings intento tomármelos como que lo más seguro es que sea ‘no’, aunque puede ser ‘sí’.
 Cuando te eligen, durante unos segundos te alegras, pero los actores somos gente insegura y enseguida vuelven los monstruos: ‘¿Lo haré bien? ¿Me echarán?’. 
Ten en cuenta que este tipo de papeles son un extra, es entrar en la historia del cine.
 No es lo normal, pero tienes que forzar que para ti se normalice. 
Al final es tu día a día y no puedes pasarte la vida diciendo: ‘¡Qué fuerte!’. 
Nuestra profesión consiste en normalizar muchas cosas que no lo son para nada. No somos los únicos: a Beyoncé su día a día le parecerá normal.
 Y a los reyes, también. Cómo no lo normalices te vuelves loco”.
Más difícil resulta normalizar las polémicas. 
En 2016 protagonizó la miniserie Lo que escondían sus ojos. La historia del amor de Serrano Suñer y la marquesa de Llanzol humanizaba a uno de los más repulsivos ministros de Franco.
 Y claro, se lió. Ella aún hoy defiende ese trabajo.
 “No se trataba de limpiar a este señor, cualquiera que sepa algo de historia sabe de quién hablamos. 
Se cuenta una historia de amor. Una parte de algo. Si te ofrecen un personaje de una asesina múltiple violadora de bebés no la puedes afrontar juzgándola.
 Y eso no la hace mejor persona. O al revés: a lo mejor soy una hija de la gran puta en mi casa, pero contigo soy encantadora.
 Y mi familia dirá: ‘¿Por qué la describe así, si es una hija de puta?”.
La actriz, en un momento de la sesión de ICON.
La actriz, en un momento de la sesión de ICON.
¿En casa cómo eres? “Una hija de puta”, bromea.
 “Bueno, no tanto, pero con las personas que queremos siempre somos bastante más malos de lo que somos en la calle. Intento ser buena persona, la verdad. 
Pero al final pagas tus malos ratos con la gente que está más cerca de ti. Son el blanco más fácil”.