El mensaje está claro: el año próximo habrá mucho más oro.
Hay infiernos a los que te apetece regresar. Art Basel Miami
es uno de ellos. Se trata de una feria de arte donde confluyen el
talento, el exceso, la vulgaridad, la violencia y el dinero. Como en el
infierno, desfilan delante de ti para confundirte, quizás seducirte,
mientras el calor te devora. “Es la feria del maltrato”, sintetiza mi amiga Carolina, mientras sus altísimos tacones Gucci
se hunden en la arena en la playa delante del Hotel Faena. “Te maltrata
el tráfico, insoportable. Te maltrata el clima, te despiertas con un
sol maravilloso y cuando sales hay una tormenta. Te maltrata el mal
gusto de los millonarios comprando arte tamaño XL.
Hay infiernos a los que te apetece regresar. Art Basel Miami
es uno de ellos. Se trata de una feria de arte donde confluyen el
talento, el exceso, la vulgaridad, la violencia y el dinero. Como en el
infierno, desfilan delante de ti para confundirte, quizás seducirte,
mientras el calor te devora. “Es la feria del maltrato”, sintetiza mi amiga Carolina, mientras sus altísimos tacones Gucci
se hunden en la arena en la playa delante del Hotel Faena. “Te maltrata
el tráfico, insoportable. Te maltrata el clima, te despiertas con un
sol maravilloso y cuando sales hay una tormenta. Te maltrata el mal
gusto de los millonarios comprando arte tamaño XL. Pero, sobre todo, te
maltrata la eterna pregunta: ¿Por qué estoy aquí otra vez?”.
Carolina se hacía esa pregunta rodeada de 200 invitados vip
que no podían entrar a una carpa en plena playa diseñada por Juan Gatti,
fotógrafo y artista gráfico responsable de las mejores portadas del pop
español y de los títulos de crédito más icónicos de Almodóvar.
Los porteros delante del efímero espacio luchaban por dominar las
hordas, constatando que no hay nada más temible que un vip enfurecido.
“Lo que pasa es que hay demasiados vips”, intentaba mediar un relaciones
públicas. “Despierta, chico, en la era de Instagram todos somos vips”,
vociferó uno de los afectados. El nivel de disparate en el vestuario (un
poco de minimalismo confundido con excesos estéticos de Trump) también
indicaba que en el infierno, hiperrealismo y surrealismo, por fin, van
de la mano. Hay que reconocerlo, nunca conseguimos entrar en el espacio vip. Gatti envió un whatsapp
disculpándose: “Esto a veces se desmadra”. Quizás aún no sabía que esa
misma noche, en el garaje del hotel de moda, se fue la luz y las
plataformas que suben y bajan los coches se quedaron suspendidas, con
los vehículos corriendo el riesgo de deslizarse y caer hacia los
impacientes y adinerados propietarios. Ambiente de El Coloso en llamas. “Eso sí que sería una performance, mi amol”, disparó una artista cubana que repartía flyers para otra feria.
Pero, sobre todo, te
maltrata la eterna pregunta: ¿Por qué estoy aquí otra vez?”. Hace unos años, en este mismo infierno, tropecé con Lapo Elkann, tan superbien vestido que te daba un pelín de miedo. Era su etapa sobria, que le ha durado ocho años hasta que esta semana se autosecuestró para exigir 10.000 dólares de rescate
y pagar una noche de excesos. Mientras le critican, yo sostengo que
Lapo está enviando un mensaje: estuvo sobrio cuando la economía se
hundía en la crisis. Ahora, con Trump, ¡tachán!, vuelve el
exceso. Lo confirmé cuando oí a otra vip, con los tacones invisibles en
la arena: “Pagaremos menos impuestos. Más dinero para gastar en el mall”. Y Miami es la ciudad Mar-Mol. Carmen Rigalt me mencionó en su crónica sobre la fiesta de Vanity Fair, asegurando que envidiaba la cercanía a Cuba cuando estoy en Miami. Aquí celebran la muerte de Fidel
pero sintiendo que la fiesta les pilla ya mayores. En cualquier caso,
mientras los europeos, aterrados de ver cómo el dólar sube y sube,
hablan de Trump y de Lapo, los latinos hablan de las declaraciones de
Elián, aquel niño cubano que regresó a la isla después de que su padre
lo reclamara. Eliancito, ahora veinteañerito y sin facilidad oratoria,
dijo que en Estados Unidos tienen a Superman pero que Fidel es inmortal. “El chico se quedó trastornado con los superhéroes”, me explicó un
camarógrafo cubano con ese acento que se traga las vocales como la arena
los tacones. “En Cuba no hay superhéroes”, agregó, “solo
supervivientes. La revolución tuvo dos enemigos: Walt Disney y Marvel”.
Y en España tenemos dos baronesas. Tita Thyssen y Susana Díaz,
que está haciendo su propia colección de barones y federaciones
socialistas. Miquel Iceta ya está en el bote. Hay algunos tiquismiquis
que ponen pegas, hablando de puñaladas y eso. ¡Es política! ¿Es que no
han visto House of Cards? Es una vuelta al PSOE clásico sin
incertidumbres. La otra baronesa, Tita, acumula, también sin
incertidumbres, cuadros y joyas como hemos visto en la exposición de
Bulgari en su museo. Donde brillan el collar y la pulsera regaladas por
el barón Thyssen en el año 89, con gran cabuchón de esmeralda, esa talla
redondeada que resiste mejor las ralladuras que pudiera provocar el
uso. O la exposición. El mensaje está claro: el año próximo, habrá mucho
más oro, más exceso. Y se olvidarán los tacones hundidos en la arena.
La
desaparición de la joven madrileña lo reúne todo: una mujer atractiva,
una familia acomodada y la sombra, improbable, del crimen doméstico
Cien días después de haberse producido la desaparición de Diana Quer,
con el transcurso del tiempo no ha sido una razón para olvidarnos de
ella, sino un argumento para estimular las expectativas. Lo prueban los
datos de audiencia y la manera en que se retroalimentan los programas,
los diarios y los espectadores, en el interés que siempre han despertado
las noticias de sucesos. No todas adquieren la relevancia de Diana Quer. Ni todos los casos
morbosos reúnen una familia acomodada, el reclamo de una mujer joven,
atractiva, la oportunidad de meterse a hurgar en una casa ajena y la
sospecha de un crimen doméstico.
Y no es que haya razones para localizar ningún cómplice o partícipe
en la familia de la muchacha —todo lo contrario—, pero la memoria de la
opinión pública tiene muy arraigados los casos de Bretón y Asunta, como si la excepción fuera la regla. Y como si esperáramos in extremis una confesión arrebatadora. Se ha establecido incluso un debate nacional, un derbi, que divide la sociedad entre partidarios de la madre y del padre,
al que han contribuido ellos mismos recreando la beligerancia de su
divorcio. Y participándonos de intimidades —la anorexia, los
antidepresivos, las luchas por la custodia, los malos tratos
psicológicos— que han desviado la atención del caso a espacios marginales. O no tan marginales, pues la acomodada familia Quer probable y
cínicamente nos parece peor que la nuestra, aunque la nuestra no saldría
indemne del escrutinio público si entraran las cámaras en casa y
operara a su antojo el microscopio. Planea la desmitificación de la
familia, se somete al escarnio la certeza de la célula embrionaria de la
sociedad, como está ocurriendo con tantas series de ficción que
resultan tan reales, incluidos los hitos de Ray Donovan, Shameless o Bloodline.
Cada año desaparecen en España entre 14.000 y 20.000 personas.
Y se diría que Diana Quer, no pretendiéndolo, representa a todas en la
atención mediática y en la expectativa de la opinión pública, de forma
que los investigadores han concedido al asunto un valor prioritario, no
discriminando otros dosieres, pero asumiendo al tiempo una presión que
lucha con el tiempo o contra el tiempo. Y que se expone cada día a la
filtración de noticias, rumores, peritajes, especulaciones. La resolución del caso tendría un valor catártico de propaganda, en
la acepción noble del sustantivo. Y el escenario contrario conllevaría
una frustración. Todo o nada, esa es la fuerza del caso Quer en su proyección de una sociedad obsesionada con el vecino.
'Origen', 'Birdman', 'Taxi driver'... Fingimos comprender el desenlace, pero no teníamos ni la más remota idea. Te ayudamos
Ante una película compleja, siempre hay tres opciones: fingir que la
hemos entendido, olvidarla inmediatamente o escarbar en Internet en
busca de teorías, explicaciones y análisis. Algunas no son más que una
tomadura de pelo, pero otras suponen desafíos intelectuales que merece
la pena descifrar. Tras entender lo que nos querían contar estas once
películas, las apreciaremos más, y nos sentiremos un poco menos tontos. Obviamente, a parir de ahora es obligatoria que destripemos parte de la trama.
Origen (Christopher Nolan, 2010)
Esto lo entiendo. Un equipo de agentes utiliza un
sistema para inducir al sueño a un magnate de los negocios, adentrarse
en su mente y conseguir información . Acabarán generando cuatro niveles
de fantasía, y en cada uno el tiempo pasa más lento que en el anterior:
en el cuarto nivel, una vida entera son segundos en la realidad. ¿Qué demonios acaba de pasar? Uno del equipo de agentes es Cobb (Leonardo DiCaprio),
que vuelve al mundo real, donde se reúne con sus hijos, aunque
desconfía. Para comprobar si sigue soñando, hace girar un tótem que sólo
caerá si esa dimensión es la realidad. El tótem/peonza gira sin parar
y, justo cuando parece quebrarse, la pantalla se funde a negro.
Me puedes explicar el final, por favor. Es un sueño.
La obsesión de Cobb (DiCaprio) por encontrar un arquitecto que diseñe
una fantasía incorruptible (y esa iluminación saturada), indican que el
final feliz es fruto de la imaginación del protagonista. El hecho de que
Cobb ni siquiera se quede a esperar si el tótem sigue girando o se
detiene demuestra que le da absolutamente igual: ¿qué más da que nuestro
triunfo sea ficticio, si nos hace felices? ¿Quién se quedaría con una
realidad amarga pudiendo vivir en una fantasía radiante?
Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976)
Esto lo entiendo.Travis Bickle (Robert De Niro)
es un conductor de taxi que siente la más visceral repugnancia hacia
las calles de Nueva York, llenas de lo que él considera "despojos
humanos" (inmigrantes, gays, mendigos, etc). Por el día le tira los
tejos a Betsy (Cybill Shepherd), pero es incapaz de conquistarla cuando
le parece una buena idea llevarla a un cine porno en su primera cita. También se enamora de Iris (Jodie Foster), una prostituta menor de edad.
Tras un intento frustrado de asesinar a un senador, Bickle huye a busca
a Iris.
¿Qué demonios acaba de pasar? En el burdel, un
tiroteo acaba con la muerte del chulo de Iris (Harvey Keitel), y también
con la de Travis. Milagrosamente, se recupera y es alabado por la
prensa como un héroe, que mató a los malos y salvó a la chica. Los
padres de Iris le escriben una carta agradeciéndole que haya rescatado a
su hija, que ahora está sana y salva en Pittsburgh. Incluso Betsy
vuelve a ser su amiga. Me puedes explicar el final, por favor. La teoría más extendida, ante el edulcorado e inverosímil cambio de registro de Taxi Driver
durante su epílogo, es que Travis efectivamente muere en el tiroteo. La
gloria que disfruta al ser tratado como un héroe nacional pertenece a
una ensoñación durante sus últimos segundos de vida. Hasta el final,
Travis realmente cree estar limpiando la ciudad de villanos.
Birdman (Alejandro G. Iñárritu, 2013)
Esto lo entiendo. Riggan (Michael Keaton) es un
actor de teatro venido a menos con tendencias esquizofrénicas que
intenta recuperar la gloria perdida (y de paso, su amor propio y el de
su hija (interpretada por Emma Stone), durante una producción estrafalaria y un plano secuencia eufórico. ¿Qué demonios acaba de pasar? En la última escena,
la hija de Riggan va a verle al hospital (después de que él se pegue un
tiro en la cara en plena función), pero él ha saltado por la ventana. Ella mira al cielo, parece feliz. ¿Le está viendo volar? Me puedes explicar el final, por favor. Alejandro G.
Iñárritu, el director, no ha querido explicar ese final, casi
optimista, aunque la teoría más potente entre los espectadores es que
Riggan muere. O bien del disparo -y todo lo que sucede después es la
conciliación que a él le habría gustado lograr en vida-, o bien saltando
por la ventana. Por qué sonríe entonces su hija. Porque sabe que, al
menos, su padre será libre ahora.
Blade Runner (Ridley Scott, 1982)
Esto lo entiendo. Rick Deckard (Harrison Ford) es un
expolicía de Los Ángeles cuyo cometido actual es capturar a replicantes
(robots humanoides) que se niegan a ser desactivados. Por el camino se
enamora de Rachel (Sean Young), una replicante de nueva generación que,
como tantos otros, no sabe que lo es. Todos sus recuerdos han sido
digitalmente insertados en su memoria. ¿Qué demonios acaba de pasar? Tras eliminar al líder
de los replicantes "rebeldes", Roy Batty (Rutget Hauer), Deckard huye
con Rachel. En su apartamento encuentra un unicornio hecho con papel de
aluminio. Me puedes explicar el final, por favor. Rick Deckard
también es un replicante. O al menos lo es en la versión del director
editada en vídeo en 1992, donde Deckard soñaba con unicornios y al final
se encontraba el unicornio de origami. Esa es una señal de que sus
sueños, como sus memorias, fueron artificialmente recreadas en su
sistema, y que el policía Gaff (Edward James Olmos) se lo ha dejado ahí a modo de mensajito. Eso no explica, no obstante, que en la secuela, Blade Runner 2049
(Dennis Villeneuve), que llegará a finales de 2017, se anuncie que
Deckard aparezca con 30 años. Tendremos que esperar un año para ver la
película y confirmar cómo acaba la historia.
Enemy (Denis Villeneuve, 2013)
Esto lo entiendo. Adam (Jake Gyllenhaal)
es un gris profesor de universidad que un día se topa con un tipo
exactamente igual que él físicamente, Anthony. Éste resulta ser un
crápula que le obliga a hacer un intercambio de parejas. ¿Qué demonios acaba de pasar? Anthony, cuya mujer
está embarazada, se reconcilia con su vida marital y se compromete a ser
el mejor padre y esposo para su inminente familia. Mientras su mujer se
ducha, Anthony descubre una tarántula de varios metros de altura
invadiendo su dormitorio. Me puedes explicar el final, por favor. Desde la primera escena, con Adam/Gyllenhaal observando a una stripper
que pisa una araña, estos bichos son una metáfora de la angustia que
provocan las mujeres en la vida de su personaje. La más grande de todas,
que camina entre los rascacielos de Toronto, aparece cuando Adam visita
a su madre. Es una batalla en el subconsciente del personaje, que
enfrenta su instinto (aspirante a actor, promiscuo) con su vida real
(profesor, monógamo).
Donnie Darko (Richard Kelly, 2001)
Esto lo entiendo. Donnie (interpretado por Jake Gyllenhaal) es un estudiante introvertido con una vida apacible. ¿Qué demonios acaba de pasar? Un conejo siniestro le
saca a Donnie de su casa, y le informa de que en 28 días el mundo
acabará. Al volver, Donnie descubre que la turbina de un avión ha caído
encima de su habitación. A partir de entonces Donnie comienza a seguir
las órdenes del conejo, llamado Frank, hasta que unos chavales borrachos
atropellan por accidente a Gretchen, la chica que le gusta. El
conductor del coche es Frank (el conejo), y Donnie le mata de un tiro en
la cara. Decidido a cambiar las cosas, Donnie utiliza sus poderes
telequinéticos para conseguir que un avión se separe de una de las
turbinas, para que ambos sean absorbidos por un agujero negro en el
cielo. La película vuelve al comienzo, y Donnie sonríe en su cama justo
antes de que la turbina arrase su habitación y le mate. Me puedes explicar el final, por favor. Cuando
Donnie no muere, altera la realidad. Para restablecer el equilibrio,
deberá provocar el accidente aéreo y su propia muerte. Donnie Darko
es una siniestra metáfora sobre el final de la adolescencia: a veces
hay que tomar la decisión que menos nos conviene por el bien mayor. No
es heroísmo, es sentido común. Afortunadamente, en la vida real ese
sacrificio no es literal, pero sí mucho más aburrido.
2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968)
Esto lo entiendo. Esto es mucho resumir, pero allá vamos. En el prólogo, unos simios aprenden intuitivamente a utilizar huesos como herramientas para golpear tras la aparición de un monolito (monumento de piedra de una sola pieza) .
Millones de años después, en 2001, una misión de astronautas aterriza
en la luna y encuentra un monolito similar, que genera un ruido de
frecuencia insoportable. En el tercer pasaje de la película, el
astronauta Bowman (interpretado por Keir Dullea) es desafiado por HAL
9000, la computadora central que está empezando a pensar por sí misma. ¿Qué demonios acaba de pasar? Bowman se encuentra
con un monolito similar al que apareció en la Luna, y es absorbido por
un vórtice a través del cual atraviesa el espacio y el tiempo. Bowman
aparece en una habitación futurista, pero decorada con elementos
neoclásicos. Empieza a transformarse en diferentes versiones de sí mismo
y, cuando se dispone a tocar el monolito a los pies de su cama, se
convierte en un feto que observa la Tierra desde el espacio. ¿Me puedes explicar el final, por favor? La clave
está en el monolito. Cada vez que aparece, se va a liar. El primer salto
de la evolución humana es la destreza de utilizar las manos, el segundo
la conquista espacial, y el tercero la inteligencia artificial. Gracias
a las elipsis de millones de años, en la película casi parece que una
cosa lleva a la otra. ¿Por qué contar una historia de ciencia-ficción
cuando puedes contarlas todas?
Mulholland Drive (David Lynch, 2001)
Esto lo entiendo. Betty (Naomi Watts) es una
aspirante a actriz que se enamora de Rita (Laura Elena Harring), pero
ninguna de las dos consigue el papel de sus sueños porque un grupo de
hombres misteriosos obligan al director a contratar a Camilla (Melissa
George). ¿Qué acaba de pasar? Betty se va a cenar con Rita y
el director de la película, pero en esta ocasión Rita se llama Camilla.
La Camilla de la primera versión es ahora una mujer que se acerca
brevemente a su mesa. Betty, cuyo nombre es ahora Diane, contrata a un
matón para que asesine a Camilla. Al llegar a casa, los dos viejecitos
que conoció al principio de su llegada a Los Ángeles la atacan, se
vuelve loca y se suicida. Me puedes explicar el final, por favor. Casi toda la
película sucede en el subconsciente de Diane. Es una actriz fracasada y
sin talento, enamorada de la triunfadora Camilla. En su imaginación,
Diane se ve a sí misma como una gran actriz cuyo amor sí es
correspondido, pero que no consigue trabajo por culpa de una
conspiración masónica-illuminati. Los actores son capaces de cualquier
cosa con tal de no asumir que no valen para el cine, y David Lynch tiene muy mala leche.
Matrix Reloaded (Las hermanas Wachowski, 2003)
Esto lo entiendo. Neo (interpretado por Keanu
Reeves) es el rey del mambo. Mantiene una relación con Trinity
(interpretado por Carrie-Anne Moss) y cada vez más humanos están siendo
despertados en el mundo real. Su destino es integrarse en la Fuente,
origen y núcleo de Matrix, pero para ello necesita la ayuda del Creador
de Llaves. Cuando por fin llegan a su destino (tras multitud de
persecuciones y efectos visuales revolucionarios), en lugar de la Fuente
se encuentra con una habitación blanca en la que sólo hay varias
pantallas de televisión y un señor vestido de blanco: el Arquitecto
(interpretado por Helmut Bakaitis). ¿Qué demonios acaba de pasar? El Arquitecto empieza a
explicarle, mediante un discurso plagado de condescendencia, frases
subordinadas y conceptos tecnológicos/religiosos/metafísicos, que en
realidad Neo ya ha sido el Elegido antes. En concreto, esta es la sexta
versión. El público salió tan mareado del cine que la siguiente entrega,
Matrix Revolutions, recaudó la mitad. Me puedes explicar el final, por favor. En todo
sistema informático hay una anomalía imprevista. En Matrix, este
programa "rebelde" es llamado el Elegido. Para que la siguiente
actualización de Matrix mejore, el Elegido debe integrarse en el sistema
central. Así se genera un equilibrio, que está condenado a volver a
romperse, repitiendo el ciclo una y otra vez.
La fuente de la vida (Darren Aronofsky, 2006)
Esto lo entiendo. Tom (Hugh Jackman)
es un médico que vive obsesionado por salvar a su mujer, Izzi (Rachel
Weisz), enferma de cáncer. Ella insiste en que disfruten del tiempo que
les queda juntos, pero él no puede soportarlo. Izzi escribe la historia
del conquistador Tomás Verde, que parte en busca de la fuente de la vida
eterna para su reina, Isabella. Una noche, mirando a las estrellas,
Izzi le cuenta a su marido que sus dos almas se unirán en el firmamento. ¿Qué demonios acaba de pasar? Las tres líneas
temporales, en las que Jackman interpreta al conquistador, al médico y
al astronauta que viaja a las estrellas llevando corteza del árbol de la
vida en su trasbordador orgánico, comienzan a fundirse. En las tres, el
protagonista pierde el control sobre su cordura. Me puedes explicar el final, por favor. Nuestro
error, en este caso, es asumir que la trama central es un drama
romántico convencional adornado por dos tramas de fantasía. El médico
habita en una película de ciencia-ficción: encuentra la corteza del
árbol de la vida y por eso, 500 años después, puede viajar a las
estrellas para reunirse con el alma de su mujer.
Akira (Katsuhiro Otomo, 1988)
Esto lo entiendo. Akira forma parte de un programa
del ejército japonés para estimular los poderes de niños con habilidades
especiales y entrenarles como soldados en potencia. Akira no controla
su fuerza y provoca una explosión en Tokio que causa el estallido de la
Tercera Guerra Mundial. ¿Qué demonios acaba de pasar? Años más tarde, en la
desolada Neotokio, Tetsuo se obsesiona con Akira y descubre que su
cuerpo está diseccionado. Tetsuo también tiene poderes, así que se viene
arriba y se convierte en una criatura mastodóntica que genera otra
explosión. Los supervivientes son Kaneda y su novia, que representan un
nuevo comienzo para la civilización. Me puedes explicar el final, por favor. La película
es en realidad una adaptación accesible del manga, mucho más hermético,
pero causó confusión entre el público por culpa de una nefasta
traducción en el doblaje castellano cuando Akira se estrenó en
1992. La edición en Blu-ray ofrece un nuevo doblaje, mediante el cual
los conceptos filosóficos, tecnológicos y religiosos de la apocalíptica
historia quedan mucho mejor explicados.
"Hola, Estoy bien necesito pasar un tiempo fuera de España. Saludos, Diana Quer". Amills
ha confirmado a EL PAÍS que lo primero que se ha podido comprobar es
que para hacer llegar el correo a SOS Desaparecidos, con un remitente de
gmail del que luego no han encontrado rastros, se recurrió a un
complejo sistema para ocultar el punto de partida y preservar el anonimato. Supuestamente, para enviar el texto se utilizó "una pantalla ficticia
ubicada en Estados Unidos" y un servidor de Canadá. Los dos países
aparecen en el tránsito realizado por el mensaje hasta su destino, pero
eso no quiere decir que la persona que lo escribió esté en ninguno de
esos territorios. Podría estar en cualquier otro lugar, también en
España.
El presidente de este colectivo integrado por familias que
han perdido a algún ser querido de forma misteriosa explica que muy
pocas veces reciben correos en los que alguien pretende suplantar la
personalidad de aquellos a los que se busca. Al grupo le parece difícil que el escrito sea de puño y letra de la
joven, por el tipo de lenguaje, porque carece de los conocimientos
técnicos necesarios para realizar este enrevesado envío y porque lo
normal, creen, sería que se dirigiese a su familia, que está sufriendo,
antes que a SOS Desaparecidos. "Tenemos claro" que no lo ha escrito ella en persona, "pero no tenemos
claro cuál es el objetivo" del correo, comenta el presidente. En octubre, la madre de la chica, Diana López-Pinel,
insistió en la creencia de que su hija seguía viva y pidió que se la
buscase en Estados Unidos. Su exmarido, Juan Carlos Quer, tachó sin
embargo aquellos comentarios de "fantasías" y admitió que ya no
albergaba grandes esperanzas de volver a ver a su hija mayor con vida. Los investigadores, que tal y como no se cansan de insistir
sus mandos mantienen "todas las hipótesis abiertas", siempre
consideraron como una de las vías más fuertes la de una marcha
voluntaria. Pero también siempre sospecharon que, de ser cierta esa
huida de la chica de 18 años, en sus planes no habría estado el de
ausentarse tanto tiempo. Algo, apuntan, se torció y truncó su regreso. El correo electrónico, falso o no, contradice esta idea. Al margen de esto, en una amplia zona que comprende los municipios coruñeses de Boiro y Rianxo se han organizado algunos dispositivos de búsqueda en los que participó la policía local después de que a finales de octubre un mariscador hallase el teléfono móvil de la muchacha en el fango de la ría de Arousa, mientras faenaba muy cerca del lugar en el que las antenas de telefonía perdieron la pista de Diana en la madrugada del 22 de agosto. En este tiempo, también ha trascendido que los agentes trabajaban ya con el perfil de un sospechoso,
un hombre que habría recogido a la chica en el muelle de Taragoña
(Rianxo, a pocos cientos de metros del punto de Boiro en el que se halló
el IPhone 6 blanco),
conductor de un coche presuntamente de grandes dimensiones y habilitado
para vivir en él. Varios testigos que al principio incurrieron en
contradicciones situaron en el apartado lugar dos vehículos. Uno, en el
que la madrileña habría llegado acompañada de varias personas, y otro en
el que luego se habría montado. Trece meses antes de desaparecer sin
dejar rastro, en su cuenta de Twitter, Quer escribió "qué bien me
vendría desaparecer una temporadita".