Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
3 dic 2016
Tacones en la arena......................................... Boris Izaguirre...
El mensaje está claro: el año próximo habrá mucho más oro.
Carmen Cervera y el
diseñador Paolo Bulgari, en un acto esta semana en Madrid de la firma
Bvlgari con motivo de la exposición 'Bulgari y Roma' en el Museo
Thyssen. gtresonline
Hay infiernos a los que te apetece regresar. Art Basel Miami
es uno de ellos. Se trata de una feria de arte donde confluyen el
talento, el exceso, la vulgaridad, la violencia y el dinero. Como en el
infierno, desfilan delante de ti para confundirte, quizás seducirte,
mientras el calor te devora. “Es la feria del maltrato”, sintetiza mi amiga Carolina, mientras sus altísimos tacones Gucci
se hunden en la arena en la playa delante del Hotel Faena. “Te maltrata
el tráfico, insoportable. Te maltrata el clima, te despiertas con un
sol maravilloso y cuando sales hay una tormenta. Te maltrata el mal
gusto de los millonarios comprando arte tamaño XL.
Hay infiernos a los que te apetece regresar. Art Basel Miami
es uno de ellos. Se trata de una feria de arte donde confluyen el
talento, el exceso, la vulgaridad, la violencia y el dinero. Como en el
infierno, desfilan delante de ti para confundirte, quizás seducirte,
mientras el calor te devora. “Es la feria del maltrato”, sintetiza mi amiga Carolina, mientras sus altísimos tacones Gucci
se hunden en la arena en la playa delante del Hotel Faena. “Te maltrata
el tráfico, insoportable. Te maltrata el clima, te despiertas con un
sol maravilloso y cuando sales hay una tormenta. Te maltrata el mal
gusto de los millonarios comprando arte tamaño XL. Pero, sobre todo, te
maltrata la eterna pregunta: ¿Por qué estoy aquí otra vez?”.
Carolina se hacía esa pregunta rodeada de 200 invitados vip
que no podían entrar a una carpa en plena playa diseñada por Juan Gatti,
fotógrafo y artista gráfico responsable de las mejores portadas del pop
español y de los títulos de crédito más icónicos de Almodóvar.
Los porteros delante del efímero espacio luchaban por dominar las
hordas, constatando que no hay nada más temible que un vip enfurecido.
“Lo que pasa es que hay demasiados vips”, intentaba mediar un relaciones
públicas. “Despierta, chico, en la era de Instagram todos somos vips”,
vociferó uno de los afectados. El nivel de disparate en el vestuario (un
poco de minimalismo confundido con excesos estéticos de Trump) también
indicaba que en el infierno, hiperrealismo y surrealismo, por fin, van
de la mano. Hay que reconocerlo, nunca conseguimos entrar en el espacio vip. Gatti envió un whatsapp
disculpándose: “Esto a veces se desmadra”. Quizás aún no sabía que esa
misma noche, en el garaje del hotel de moda, se fue la luz y las
plataformas que suben y bajan los coches se quedaron suspendidas, con
los vehículos corriendo el riesgo de deslizarse y caer hacia los
impacientes y adinerados propietarios. Ambiente de El Coloso en llamas. “Eso sí que sería una performance, mi amol”, disparó una artista cubana que repartía flyers para otra feria.
Fidel Castro, entre el
duque de Luxemburgo y el príncipe Raniero de Mónaco, en el entierro del
expresidente francés François Mitterrand celebrado en la catedral de
Notre Dame París en 1996. Reuters
Pero, sobre todo, te
maltrata la eterna pregunta: ¿Por qué estoy aquí otra vez?”. Hace unos años, en este mismo infierno, tropecé con Lapo Elkann, tan superbien vestido que te daba un pelín de miedo. Era su etapa sobria, que le ha durado ocho años hasta que esta semana se autosecuestró para exigir 10.000 dólares de rescate
y pagar una noche de excesos. Mientras le critican, yo sostengo que
Lapo está enviando un mensaje: estuvo sobrio cuando la economía se
hundía en la crisis. Ahora, con Trump, ¡tachán!, vuelve el
exceso. Lo confirmé cuando oí a otra vip, con los tacones invisibles en
la arena: “Pagaremos menos impuestos. Más dinero para gastar en el mall”. Y Miami es la ciudad Mar-Mol. Carmen Rigalt me mencionó en su crónica sobre la fiesta de Vanity Fair, asegurando que envidiaba la cercanía a Cuba cuando estoy en Miami. Aquí celebran la muerte de Fidel
pero sintiendo que la fiesta les pilla ya mayores. En cualquier caso,
mientras los europeos, aterrados de ver cómo el dólar sube y sube,
hablan de Trump y de Lapo, los latinos hablan de las declaraciones de
Elián, aquel niño cubano que regresó a la isla después de que su padre
lo reclamara. Eliancito, ahora veinteañerito y sin facilidad oratoria,
dijo que en Estados Unidos tienen a Superman pero que Fidel es inmortal. “El chico se quedó trastornado con los superhéroes”, me explicó un
camarógrafo cubano con ese acento que se traga las vocales como la arena
los tacones. “En Cuba no hay superhéroes”, agregó, “solo
supervivientes. La revolución tuvo dos enemigos: Walt Disney y Marvel”.
Y en España tenemos dos baronesas. Tita Thyssen y Susana Díaz,
que está haciendo su propia colección de barones y federaciones
socialistas. Miquel Iceta ya está en el bote. Hay algunos tiquismiquis
que ponen pegas, hablando de puñaladas y eso. ¡Es política! ¿Es que no
han visto House of Cards? Es una vuelta al PSOE clásico sin
incertidumbres. La otra baronesa, Tita, acumula, también sin
incertidumbres, cuadros y joyas como hemos visto en la exposición de
Bulgari en su museo. Donde brillan el collar y la pulsera regaladas por
el barón Thyssen en el año 89, con gran cabuchón de esmeralda, esa talla
redondeada que resiste mejor las ralladuras que pudiera provocar el
uso. O la exposición. El mensaje está claro: el año próximo, habrá mucho
más oro, más exceso. Y se olvidarán los tacones hundidos en la arena.
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