El homicida, condenado en 2013 por reclutamiento de radicales hacia Afganistán y Pakistán, tenía una lista de personalidades a atacar.
En torno a las 20.20 horas de la tarde del lunes, el hombre, identificado como Larossi Abballa, de 25 años, atacó a un comandante de policía, de 42 años, a las puertas de su casa con un arma blanca. Inmediatamente después, el hombre se refugió en casa de la víctima donde presuntamente degolló a la mujer, funcionaria, de 36 años, de la comisaría de Mureaux, próxima al lugar.
Tras horas de negociación con las fuerzas del orden, estas asaltaron la casa, abatieron a Abballa al filo de la medianoche y encontraron "conmocionado pero indemne" al niño de la pareja, de tres años.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha calificado el acto de "terrorismo abyecto" a su salida de una reunión de urgencia en el palacio del Elíseo. Abballa, según ha relatado el fiscal de la República François Molins, se identificó ante los agentes de élite del RAID que rodearon la casa, como miembro del Estado Islámico (ISIS) que había jurado tres semanas antes fidelidad al jefe del ISIS Abu Bakr al Bagdadi.
Dijo saber que sus víctimas eran policías.
Una vez abatido, la policía halló dentro del piso una lista con objetivos a atacar de personalidades y periodistas diversos.
Poco después de matar al policía, una vez atrincherado en el piso con la mujer y el niño, a las 20.52 horas, el yihadista envió un vídeo publicado en Facebook a una docena de personas reivindicando el atentado
. También publicó un par de mensajes en Twitter, siempre según Molins, que ha dado todos los detalles en comparecencia pública.
La agencia de noticias Amaq, vinculada al Estado Islámico, ha reivindicado el atentado diciendo que "un combatiente" del ISIS lo ha perpetrado. Si finalmente se confirma, sería el primer ataque en Francia desde que se impuso el estado de excepción (aún vigente) el pasado noviembre por los ataques que causaron 130 muertos en varios ataques simultáneos, uno de ellos la sala Bataclán, el pasado 13 de noviembre.
La policía francesa ha detenido ya tres próximos de Abballa, tres hombres de 27, 29 y 44 años. Larossi Abballa, nacido en Mantes-la-jolie, cerca del lugar del doble asesinato, era conocido por delitos comunes, pero en 2013 fue condenado a tres años de cárcel por "asociación de malhechores en preparación de actos terroristas" en el marco de una red que se encargaba de llevar yihadistas a Afganistán y Pakistán.
Abandonó pronto la cárcel porque ya estaba en detención preventiva.
Desde febrero de este año, era investigado por estar presuntamente relacionado con una red que enviaba radicales a Siria.
Las escuchas telefónicas y el seguimiento de sus movimientos no dio resultado alguno.
Tampoco se le encontraron explosivos u otro tipo de armas de fuego.
El doble asesinato se produce en pleno despliegue de seguridad para proteger a un país especialmente amenazado.
"El estado de excepción y el paquete legislativo para reforzar la seguridad sacrifica libertades, ¿pero protegen?", se ha preguntado la dirigente verde Esther Benbassa.
El diputado conservador Eric Ciotti, de Los Republicanos, ha pedido que se mantenga arrestados a los 1.000 radicales franceses fichados en Francia.
"Hay que adaptar la respuesta del Estado a las circunstancias", ha pedido su jefe Nicolas Sarkozy.
La líder ultraderechista Marine Le Pen ha expresado su "cólera" al conocer los antecedentes de Abballa
. El senador del mismo partido, Bruno Retailleau, ha denunciado fallos de los servicios de espionaje.