Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

25 oct 2013

Los sentimientos y su vértigo..................Carlos Boyero

El director cuenta de forma admirable la educación sentimental de una cría de 17 años que se siente tan desconcertada como perdida.

Lo único que sabía de La vida de Adèle antes de que la exhibieran en el último festival de Cannes no suponía un cebo infalible para mis ortodoxas apetencias.
 Era una película francesa de tres horas de duración (reconozco que la cuestión del metraje es relativa; por ejemplo, me hubiera hecho feliz que la saga de El padrino hubiera durado 100 horas en vez de nueve, o que David Simon hubiera concebido la serie The wire para veinte temporadas), dirigida por el francotunecino Abdellatif Kechiche, señor del que desconocía su obra anterior —tal vez por estar fervientemente recomendada por gente cuyos gustos no coinciden con los míos—, y cuya trama narraba la historia de amor entre dos mujeres a lo largo de un tiempo indefinido, aunque echando cuentas deduzco que transcurren entre siete y ocho años.
Pero no tuve que hacer ningun esfuerzo para entrar en ella y mantenerme allí en estado de hipnosis hasta su doloroso final
. Kechiche cuenta de forma admirable la educación sentimental de una cría de 17 años que se siente tan desconcertada como perdida.
 Vive en los suburbios de Lille con una familia a la que le costaría demasiado entender y aceptar las heterodoxas inclinaciones sexuales de su hija, intenta ocultar sus apetencias y su mundo interior ante las compañeras y amigas de la clase, vive en la incertidumbre y en el miedo, seduce y se siente inicialmente seducida por un chaval, pero su cuerpo, su cabeza y su corazón le aseguran dolorosamente que no es lo que prefiere.
 Una noche Adèle deambulará por discotecas pobladas de lobas con ansias de carne fresca, encontrará el deseo, la comunicación, el amor, la pasión y la plenitud con una mujer sofisticada, intensa, culta, con mucho mundo, que le abrirá liberadoras puertas físicas y mentales a esa cría inquietante y torturada, sin modales en la mesa, en posesión de una sensualidad tan exuberante como inexplorada.
LA VIDA DE ADÈLE
Dirección: Abdellatif Kechiche.
Intérpretes: Léa Seydoux, Adèle Exarchopoulos, Salim Kechiouche, Aurélien Recoing, Catherine Salée.
Género: drama. Francia, 2013.
Duración: 179 minutos.
La vida de Adèle habla con lenguaje profundo, sensible, duro, sutil y veraz de los temblores de la iniciación y del gozoso esplendor en la hierba, las dudas y los celos, la factura anímica que debe pagar la infidelidad y la transformación de la armonía en odio, el dolor incurable de la pérdida y el desgarro que provoca en el alma el abandono, las roturas sentimentales que marcan a perpetuidad y la temible convivencia con una soledad que no ha sido elegida, la inaplazable necesidad del reencuentro y la lacerante constatación de que las antiguas y apasionadas sensaciones ya no son compartidas.
Para describir el ardor de la piel y la autenticidad de los sentimientos, el director les exige a sus actrices una extenuante intensidad
. También arriesgadas y largas secuencias eróticas en las que nada parece simulado, con capacidad para turbar a las actrices que deben interpretarlas y a los receptores.
 No existe ánimo pornográfico, ni gratuidad, ni morbo para excitar a los mirones
. Kechiche reproduce con el mejor realismo las cosas que le ocurren al cuerpo y al espíritu cuando la entrega es absoluta, antes de que el tiempo, el desgaste o la circunstancias machaquen el amor.
Hay fuego cruzado e infinitos reproches entre el director y la actriz Léa Seydoux.
Y parece ser que Kechiche arremete contra demasiados frentes imaginarios o reales. Esas tempestades no afectan a la gran calidad de la película, a su complejidad, a su verdad, al extraordinario trabajo de Adèle Exarchopoulos y de Léa Seydoux
. La secuencia del reencuentro en el bar está más allá del elogio.
Su fuerza trágica, su humanidad, su desesperación, sus matices, lo que expresan, sugieren y callan los personajes me remiten a la despedida entre Romy Schneider y Dutronc en Lo importante es amar.

 

Alumnos y padres tiran de la huelga.

VÍDEO: REUTERS-LIVE / FOTO: GORKA LEJARCEGI

Los padres y los alumnos tiraron ayer de una gran movilización educativa contra las políticas del ministro José Ignacio Wert, la tercera que sufre en el tiempo que lleva a la cabeza del departamento. Estaban llamados a la huelga general docentes, familias y estudiantes de todas las etapas, de infantil a la Universidad, contra los recortes en educación (de más de 6.400 millones desde 2010) y la conocida como ley Wert. Los convocantes la ven como un ataque a la escuela pública y a la igualdad de oportunidades, aunque el Gobierno lo niegue una y otra vez. Los docentes de la concertada también estaban convocados.

Los motivos del descontento

J. A. AUNION / E. SILIÓ
La reforma educativa. La LOMCE cuenta con el rechazo mayoritario de la oposición y de los grupos de la comunidad educativa. Protestan contra los exámenes externos, que serán reválidas al final de la ESO y bachillerato, porque creen que condicionarán los contenidos y la forma de impartir las clases y que supondrán un obstáculo para los alumnos con más dificultades; opinan que la reforma ha reducido la capacidad de decisión de los consejos escolares de los centros; no están de acuerdo con el adelanto de los itinerarios formativos que conducen a la FP o el bachillerato ni con la recuperación de la asignatura alternativa a la Religión, que contará para conseguir becas; el impulso a la enseñanza concertada —se apoya la libertad de elección y se explicita la cesión de suelo público para colegios concertados— tampoco gusta. El FSIE, sindicato mayoritario en la concertada, dice que ese apoyo no es tal o, al menos, no suficiente, y que deja en peor situación a los docentes de estos centros. También convocaron ayer huelga.
Miles de millones de recorte. El presupuesto del Ministerio de Educación y las comunidades para escuelas y universidades ha bajado, al menos, 6.400 millones de euros desde 2010. La previsión enviada el año pasado por el Gobierno español a la UE prevé un recorte educativo entre 2010 y 2015 de un punto del PIB, entre 10.000 y 11.000 millones.
Menos plantilla. El Gobierno flexibilizó el año pasado la ley —más alumnos por aula, más horas de clase para los docentes y menor cobertura de bajas— para facilitar un ajuste que hasta el curso pasado supuso un descenso de más de 22.000 profesores en la pública. En escuelas e institutos el recorte docente lo suelen pagar los alumnos con dificultades, que pierden horas de refuerzo; además, la financiación de estos programas de apoyo se ha reducido enormemente. En la Universidad se aumentaron las horas de clase a los docentes que investigan menos; los rectores calculan una pérdida de 3.000 profesores.
Sin libros de texto. Los recortes han reducido entre un 30% y un 50% las ayudas de comedor y el año pasado perdieron la de libros de texto 578.000 alumnos, un 60% de los beneficiarios.
E Becas menos accesibles. Se han endurecido los requisitos académicos para conseguir becas generales, las destinadas a alumnos con menos recursos. Para conseguir la exención del pago de la matrícula las exigencias son un poco menores (5,5 de nota media) que para una ayuda monetaria (6 o 6,5, dependiendo de la rama de estudios). El Ministerio de Educación admite que al menos 10.000 alumnos han perdido ya la beca.
El impacto en las aulas fue evidente. La situación se repetía en la mayoría de los colegios e institutos públicos que visitó este diario en diferentes puntos de España: un seguimiento muy alto del alumnado (atribuible a los padres en las edades más tempranas), aunque el del profesorado pudiese variar mucho, desde la nada a un tercio de la plantilla o la práctica totalidad. Había también algún colegio, por supuesto, en que apenas se notó la ausencia de unos ni de otros. En la Universidad, también fueron los alumnos los que llevaron el peso de una protesta que, en el caso de los estudiantes, empezó el pasado martes y ha ido en aumento. Por ejemplo, en la Universidad de Valencia se suspendieron entre el 50% y el 90% de las clases (dependiendo de las facultades). En los principales campus de Madrid y Andalucía el seguimiento fue muy alto, según las universidades, y en los de Cataluña, irregular.
Miles de personas se manifestaron en toda España durante todo el día: Oviedo, Valencia, Alicante, Sevilla, Granada, A Coruña, Pamplona... En Barcelona fueron entre 30.000 (según la policía) y 170.000 (los convocantes). En Madrid, la marcha se detuvo ante el Ministerio de Educación para pedir la dimisión de Wert.
La jornada tuvo momentos de tensión —con cargas policiales al final de la manifestación en Madrid, contenedores quemados en Valencia o algunos piquetes que impedían el paso a profesores en la Autónoma de Madrid—, pero también sus momentos lúdicos, como el cumpleaños feliz que le cantaron en una plaza madrileña a Wert, quien había calificado anteriores protestas contra su política como fiestas “de cumpleaños”.
Ayer se pudo ver a universitarios enfadados por el endurecimiento de los requisitos para conseguir una beca o por el aumento de precio de las matrículas. A padres que se disculpaban por llevar a sus hijos a clase —“Es que trabajamos y no tenemos con quién dejarla”, decía Luisa, una madre de Madrid—; a abuelos cuidando de los nietos en la puerta de un centro de mayores, y también a padres enfadados por la huelga. A docentes convencidos de la necesidad del paro y a otros que, aun creyendo en los motivos, lo inútil. “Con toda la movilización que ya hubo sin lograr ni un cambio, ahora que la ley [LOMCE] está aprobada, ya no se va a conseguir nada”, dijo el director del colegio Eusebio da Garda de A Coruña, Manuel Naveira.
Aunque se pueden resumir en los recortes y la reforma (recién aprobada en el Congreso), un amplio espectro de sectores de la comunidad escolar (más que nunca, al convocar también huelga el sindicato FSIE, mayoritario en la concertada, y ANPE) encuentra razones para la protesta, a veces solapadas, a veces incluso contrapuestas, o dirigidas también contra esta o aquella comunidad autónoma, pero siempre unidas en el rechazo al tijeretazo presupuestario y en la acusación al ministerio de falta de diálogo.
Solo el PP apoyó con sus votos la aprobación el pasado 10 de octubre en el Congreso de los Diputados de la LOMCE. Buena parte de la oposición (todos los grupos menos Foro Asturias, UPN y UPyD) se ha comprometido a derogar la ley en cuanto sumen una mayoría suficiente para hacerlo. El sindicato conservador ANPE pidió ayer “aplazar el trámite parlamentario para buscar un acuerdo y consenso mínimos”. La ley tiene que pasar ahora por el Senado y, si se cambia algún punto, volver al Congreso para su aprobación definitiva.
La Plataforma en Defensa de la Escuela Pública —formada por la principal asociación de padres, CEAPA, el sindicato de Estudiantes, FAEST, CC OO, FETE-UGT y STES— ha hecho una consulta ciudadana contra la ley Wert que ya ha reunido un millón de firmas. Y ha planteado movilizaciones de protesta que culminarán en las próximas semanas con una marcha por la educación en Madrid.
De momento, la huelga de ayer sufrió la habitual guerra de cifras. El Ministerio de Educación sumó su repercusión en la escuela públicas, la concertada y la Universidad, y cifró el seguimiento en un 20,76% del profesorado. El departamento que dirige Wert no dio información desagregada a pesar de las peticiones de este diario, pero de alguna manera reconoce con su cifra un mayor impacto que en la anterior huelga general de mayo. Entonces, sin contar a la enseñanza concertada que baja la media por un menor apoyo, el ministerio dijo que el seguimiento no alcanzó el 20%.
Por su parte, los sindicatos lo dieron por separado: 83% en los colegios e institutos públicos, 91% en la Universidad (en mayo hablaron de alrededor de un 72%) y 35% en la privada subvencionada.
 El sindicato ANPE, que también convocaba, habló de un 70% en la pública no universitaria. Escuelas Católicas, patronal mayoritaria de los centros privados subvencionados, dio un seguimiento del 10%.
Sobre el alumnado, las cifras van desde el 13,18% que ofreció el Gobierno de Castilla y León (solo cuentan desde tercero de ESO, porque antes los niños no tienen reconocido el derecho a huelga), hasta el 80% que dio el de Canarias y el 90% de la Junta de Andalucía. En Baleares, donde los docentes recibieron el inicio de curso con tres semanas de huelga contra los recortes y el decreto de trilingüismo que reduce horas de catalán en clase, hubo un seguimiento en torno al 70%, según los sindicatos, y del 25,9%, según la consejería.
La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, tildó de “fracaso” la huelga e invitó a todos los sindicatos a un diálogo “real y abierto” con su ministerio. Aprovechó además su alocución para dar las gracias a los padres, profesores y alumnos que no secundaron el paro ni respondieron a una serie de lemas “demagógicos, simplistas y en muchos casos ofensivos” que no tienen “nada que ver” con la propuesta de reforma del ministerio.
“Las familias hemos vuelto a vaciar las aulas. No vamos a aceptar los recortes ni una ley que rechaza toda la sociedad menos el Gobierno.
 Y nos negamos a tener de interlocutor al ministro. Que haga las maletas y se vaya”, contestó José Luis Pazos, portavoz de CEAPA. Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, no quiso quedarse atrás: “Nos sentaremos si hay un compromiso de revertir la ley. Están encastillados y mirando hacia otro lado para no ver la respuesta de la sociedad”.
Y en la misma línea se ha manifestado Carlos López Cortiñas, secretario de FETE-UGT: “Han decidido provocarnos ahora a través de la secretaria de Estado. Hoy se han cumplido dos hitos: que llamase a la huelga todo el sector educativo y que el 35% de los profesores de la concertada la secundara”.
En la elaboración de estas informaciones han participado P. Álvarez, E. Tejedor, I. Vallespín, J. Mouzo, P. Montaña, M. Planelles, J. M. Játiva, P. Almenar, E. Moltó, A. Manresa, I. Touza y P. Obelleiro.

Amparo Soler Leal: "Vivir me enseña a actuar".................Maruja Torres ..............1994

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Amparo Soler Leal, que recientemente recibió el premio a la mejor actriz -por El crimen de Cuenca, concedido por la Asociación de Cronistas de Nueva York-, ha acaparado este año galardones, sobre todo por su interpretación en Bearn, de Jaime Chávarri: el del Círculo de Escritores, tan añejo; el Fotogramas de Plata...
 Amparo Soler Leal, una actriz con más de 30 aflos de profesión, porque nació en el teatro y se inició profesionalmente a los 13 años, es una mujer contenta, tranquila, amorosa con el hecho de haber sabido traspasar el dintel de primera figura a figura importante cualquiera que sea la longitud del papel.
"Vivir", dice ella, "me enseña a actuar".
Su perro Ceporro asiste a la conversación con el rabo elocuente y la mirada atenta.
 En esto como en todo, Amparo es una mujer realista: "Yo disfruto con lo que tengo, porque me gusta la vida". Esta postura, como dice ella, la adquirió cuando, a principios de los setenta, una otitis mal curada, la puso al borde de la muerte:
 "Desde entonces me he tomado la vida con mucha tranquilidad. Porque yo estaba en esa etapa en que, como actriz, te lo quieres comer todo, en que quieres ser, la mejor, la más guapa, la más querida. Y estar a punto de perderlo todo me hizo entrar en razón"
.Amparo es hija de dos grandes actores, Milagros Leal y Salvador Soler Mari, que, amén de actor de teatro, fue galán de Imperio Argentina en La hermana San Sulpicio
. ¿No va a escribir nunca sus memorias?. "No. Yo no quiero. Lo que voy a hacer, vamos, lo voy a intentar, es dictar unas cintas con la historia de mi madre.
Me compraré un magnetófono y grabaré recuerdos que tengo de ella.
Y luego, que las escuche alguien y, si vale la pena, se haga en libro.
 Por que lo que es una lástima es que se pierdan todos esos años de la guerra, de la posguerra, del teatro. Pero me conozco y soy muy perezosa. No sé si perseveraré".
Casada en primeras nupcias con Adolfo Marsillach, y en segundas con el productor Alfredo Matas, ha sentido caer sobre sí la acusación de que su marido la hace trabajar en sus películas.
 Maledicencia a la que, si no fuera por su quehacer de buena actriz, bastaría con contestar contrapoinendo otros ejemplos de colaboración familiar.
 "Bueno, Saura nos estuvo paseando a Geraldine siempre que quiso, e Ingínar Bergínan a sus mujeres, y me parece muy bien".
Amparo, que fue empadronada en Madrid aunque nació estando sus padres de gira, cuya madre fue madrileña hasta las cejas, cuyo padre era valenciano de ascendencia mallorquina, cabalga su vida entre Madrid y Barcelona, dos estilos de vida:
"En la capital es el trabajo, el bullicio, el ver a viejos amigos del teatro
. En Barcelona, es Alfredo, su familia, los amigos, el ir al mar, la vida placentera y recoleta".
"Lo que pasa es que en Barcelona se hace poco cine, y el que se haga se va a hacer en catalán, lo que es lógico. Yo lo hablo bastante bien, pero eso no quiere decir nada: lo natural es que trabajen los catalanes. Cuando se decidan a hacerlo, porque la Generalitat, hasta ahora, no ha dado muchas muestras de querer impulsarlo. Cosa que sí han hecho con el teatro, hay que reconocerlo".
En Madrid ve a los amigos de teatro: Madrid-trabajo-barullo.
 Barcelona-pausa-vida normal-aperitivo-tiendas. La soledad buscada no la asusta.
 Leer periódicos, poner un disco de Serrat. La soledad elegida por uno es compañía.
 Y el cine, esa gran distracción: "Yo hago papeles pequeños y no me importa.
 A mí me hace gracia cómo a la gente le cuesta tanto trabajo...
 A veces, hablas con gente que está perdiendo su juventud y a menudo el primer puesto, y le cuesta tanto trabajo adecuarse a otro tipo de papeles.
A mí se me ha notado poco esa transición, primero porque siempre he hecho personajes de más edad, piensa que en los sesenta yo hacía La gran familia.
 A mí, si me interesaba, yo me decía, a por el papel
. Y lo mismo me ocurría en cuanto a extensión: si el director es bueno, si el personaje tiene algo a lo que yo me puedo agarrar... Ahora, si es corto y es malo, ahora ya puedo permitirme el lujo de decir que no".
"En el filme que acabo de hacer, que me parece que se llama Qué he hecho para merecer esto, que no sé, porqué Pedro Almodóvar, el director, lo ha cambiado ya dos o tres veces...
 Bueno, pues ahí, el papel más largo lo hace Carmen Maura, luego hay uno de una abuela, que es Chus Lampreave, y, además, hay otros dos más, que uno lo hace Verónica Forqué y el otro yo, de borracha cleptómana.
Del teatro está alejada, sobre todo por el agotamiento que implica:
 "Sí, yo quiero hacer teatro, lo que pasa es que ahora me lo tengo que plantear de una forma distinta.
 Hacer algo importante con alguien de ahora, alguien como Lluís Pasqual. Porque además hacen las cosas con mucho tiempo para ensayar.
Y mi tradición, desde que empecé con Luis Escobar, es de directores"

Amparo Soler Leal, grande del cine y el teatro, muere a los 80 años.....................Se van demasíados....

La actriz fallece en Barcelona tras una fructífera carrera junto a grandes directores como Berlanga, Buñuel, Pilar Miró o Jaime Chávarri.

 

Amparo Soler Leal. / gorka lejarcegi

La actriz Amparo Soler ha muerto en Barcelona a los 80 años, según ha informado la familia. Rostro conocido del teatro comprometido, del cine que fue capaz de brillar en la larga noche del franquismo y, ya en democracia, de la televisión, con ella se va una de las últimas de una estirpe de artistas que supo llevar a las más altas cotas la interpretación haciendo uso de la intuición.
Así se definió en cierta ocasión, como una "actriz de tripas y no de métodos”
“La interpretación me sale muy espontáneamente", explicó en una entrevista con EL PAÍS en 1986.
Maestra tanto de los registros cómicos como dramáticos, resultan memorables sus participaciones en películas de maestros del cine español de la segunda mitad del siglo XX como José María Forqué (Usted puede ser un asesino), Luis Buñuel (El discreto encanto de la burguesía), Luis García Berlanga (en la trilogía Nacional), Pilar Miró (El crimen de Cuenca y Hablamos esta noche), Jaime Chávarri (Bearn y Las bicicletas son para el verano) o Pedro Almodóvar (¿Qué he hecho yo para merecer esto?). De los muchos halagos que de sus compañeros recibió en vida, resuena en la memoria de los aficionados a su arte el lanzado por Berlanga durante la entrega de un premio. "Es la única actriz a la que piropeó Bette Davis", dijo entonces el director de El verdugo.
Empezó su carrera a los 13 años en la Compañía Nacional María Guerrero y obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 1959
. Estuvo casada con el actor Adolfo Marsillach, del que obtuvo la nulidad matrimonial en 1965.
 Cuatro años contrajo matrimonio con el productor Alfredo Matas, del que enviudó en 1996.
Ha muerto sin dejar descendencia.