Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 feb 2013

Iberia reduce un 17% el número de afectados por el ajuste laboral, hasta 3.807

La dirección de la aerolínea presenta formalmente el ERE, que empezará a aplicarse en un mes.

Sede central de Iberia en Madrid. / EFE

IAG, el holding que agrupa a Iberia y British Airways desde su fusión, ha presentado formalmente este martes un expediente de regulación de empleo (ERE) que supone la supresión de 3.807 empleos, el 19% de la plantilla.
 Esta cifra es un 17% inferior a la anunciada por el grupo el pasado noviembre (4.500).
 A partir de ahora se inicia un periodo de consulta que se extenderá durante 30 días.
El objetivo es comenzar a aplicar el ajuste el 14 marzo y extender el proceso hasta el 31 de diciembre.En concreto, el ERE afecta a 2.635 trabajadores de tierra, 759 tripulantes de vuelo, 313 pilotos y otros 100 de distintos servicios administrativos.
Esta medida "forma parte del plan de transformación de Iberia cuyo objetivo es introducir cambios estructurales permanentes en todas las áreas del negocio de la compañía con el fin de detener las pérdidas, lo que le permitirá crecer de forma rentable en el futuro", ha explicado IAG en un comunicado, mientras la dirección de Iberia todavía seguía reunida con los sindicatos representantes de la plantilla para explicar los detalles del ERE.
La empresa alega causas económicas, organizativas y de producción para justificar el ajuste, según la documentación entregada al Ministerio de Empleo y Seguridad Social. "Iberia ha perdido más de 850 millones de euros entre 2008 y septiembre de 2012 —262 millones de euros en los primeros nueve meses de 2012—, lo que le obliga a tomar medidas drásticas de reducción de costes y mejora de ingresos unitarios para ser viable", ha asegurado la aerolínea española en otro comunicado.
 Los sindicatos aseguran que el objetivo de IAG es desmantelar la compañía en beneficio de British Airways.
Están previstas huelgas del 18 al 22 de febrero, el 4 al 8 de marzo y el 18 al 22 de marzo
Durante el periodo de negociación anterior a la presentación formal del ERE, Iberia llegó a reducir las bajas de 3.147, pero no hubo acuerdo con la plantilla.
Tras romperse las negociaciones, los sindicatos representantes de los trabajadores de tierra y tripulantes de vuelo de Iberia convocaron 15 días de huelga, repartidos entre febrero y marzo (excluida la Semana Santa), para protestar contra el duro plan de ajuste presentado por la aerolínea, que también contempla una reducción de las rutas de un 15% este año.
Están previstas huelgas de 24 horas entre el 18 al 22 de febrero, el 4 al 8 de marzo y el 18 al 22 de marzo, según fuentes sindicales.
 Aunque los pilotos se quedan de momento al margen de la protesta, el impacto de las movilizaciones será significativo si son secundadas masivamente y, además, pueden afectar a otras aerolíneas que tienen contratados con Iberia los servicios de asistencia en aeropuertos (handling), como Aer Lingus y Lufthansa, o el mantenimiento.
La ministra Ana Pastor. / EFE
"Iberia tiene la mejor disposición para llegar a un acuerdo, y con esta voluntad acudirá a todas las reuniones con los representantes sindicales, pese a que los 15 días de huelga convocados no son la mejor situación para negociar de forma constructiva", según la compañía.
 "El acuerdo no es posible porque la dirección de Iberia miente y lo hace con toda la desvergüenza: han mentido a la Administración, han mentido a la opinión pública y mienten a los trabajadores y trabajadoras de la compañía", han indicado fuentes sindicales antes de la reunión de este martes.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, insistió este martes en que España "no puede permitirse perder más de 10 millones de euros al día", ante la convocatoria de 15 días de huelga, ya que estas pérdidas afectarán "a todos los españoles", informa Europa Press.
 Pastor, que inauguró en Madrid el World ATM Congress 2013, el Primer Congreso Mundial de Gestión del Tráfico Aéreo que se celebrará en Ifema hasta el 14 de febrero, apeló por ello al "acuerdo y al entendimiento entre las partes" para solucionar el conflicto.
La responsable de Fomento se reunió el lunes con todas las organizaciones sindicales en la aerolínea, incluido el Sepla, así como con el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, quien acudió al encuentro acompañado del director de Recursos Humanos de la aerolínea, José Luis Romero.
Según dijo la ministra, en el encuentro de ayer reclamó a los sindicatos y a los responsables de Iberia que "acerquen sus posturas". "No está todo en mi mano, ojalá lo estuviera", señaló en declaraciones a los periodistas.
 "Yo represento a los derechos de todos los españoles y, respetando el derecho a la huelga, intentaré por todos los medios que se respete el derecho a la movilidad de los ciudadanos", defendió.
Fomento está trabajando para establecer los servicios mínimos de cara a la huelga en Iberia para garantizar la movilidad de los ciudadanos.

 

Si se queda, santo; si se va, santo....Del Blog del Ojo Izquierdo

Si se queda, santo; si se va, santo

Por: José María Izquierdo
Fíjense que debería ser obligatorio esto de que dimitiera un Papa de vez en cuando
. Oigan, mano de santo, que espero hayan advertido con qué propiedad habla el catavenenos: qué menos que hablar de miembros de santos cuando lo hacemos de sumos pontífices
. Porque así no hay que leer que Bárcenas no existe, que Rajoy es inocente o que Rubalcaba es el culpable. Todo Papa. Todo. De arriba a abajo.
 Bueno, menos algún huequito.
Pero reconozco que tengo una gran duda con el Ojo de hoy. ¿Tiene algún sentido que les traiga aquí los mil y un artículos de todos los papistas que pueblan –que digo pueblan, atestan- los periódicos de nuestros amigos, donde un panegírico vergonzante de Benedicto XVI hace todavía más ridículo al panegírico vergonzante del anterior en la lista?
 ¿Recuerdan ustedes aquellos ditirambos hiperbólicos sobre el Papa anterior, que cómo sería Juan Pablo II que pronto se hizo, como su mismo nombre sobrevenido indica, santo súbito? La mayoría de aquellos comentarios, seguramente los recuerdan, se referían al suplicio por el que estaba pasando el bueno de Wojtyla, con aquellos mil y un achaques que le aquejaban, terrible dolor que ofrecía al altísimo para salvar nuestras almas.
Pues si con Juan Pablo II era sublime el aguante, con Benedicto XVI lo sublime es la renuncia a aguantar, pero los ditirambos son igual de ampulosos
. Aunque en esta ocasión, miren ustedes que buena cosa es ésta de tener una religión relativista que tiene una herida para cada ungüento, son por lo contrario: se retira, y por hacerlo sufre, otra vez el suplicio, y sirve también como ofrecimiento al altísimo para salvar nuestras almas, etcétera, etcétera.
 ¿Quieren decir entonces quienes afirman que la renuncia del Papa es una saludable demostración de que Ratzinger no tenía un malsano apego al poder, que Juan Pablo II sí lo tuvo por permanecer?
 Seguramente estoy confundido. El caso es el panegírico sin medida ni rubor para el Papa que toque y haga lo que haga, se quede sentado o se tire desde el trampolín. Santos, santos, santos todos y cada uno de ellos. Es de sencillo…
Es que no sé ni por dónde empezar. Editorial, larguísimo, de Abc: “El último magisterio del Papa”. Parrafín: “En estos años de Pontificado, Benedicto XVI desarboló los tópicos con los que fue recibido, incluso por algunos sectores del catolicismo, como el representante del integrismo católico”.
 Volveremos a ver este argumento
. En la página siguiente, artículo a toda página de su director, Bietio Rubido: “Un acto de extrema valentía y humildad”.
 Repito, las mismas palabras que se dedicaron a Juan Pablo II cuando hizo justamente lo contrario. Manuel Martín Ferrand: “Responsabilidad. La renuncia de Benedicto XVI conlleva un montón de lecciones, mensajes implícitos y actitudes, todas ejemplares, trasladables al más riguroso laicismo”. No diría yo, si me permite Ferrand, que todo sea trasladable al laicismo.
 Porque un señor con 85 años y la salud de Ratzinger, hacía ya muchos años que en cualquier empresa normal le habrían mandado al retiro. Solo en una organización tan atrabiliaria como la Iglesia, en la que al máximo dirigente lo elige el Espíritu Santo -¿digo bien?- es comprensible tal estado de cosas.
Pero no crean que acaban aquí los panegíricos al futuro jubilado.
 De eso nada. Hermann Tertsch titula su artículo “Ratzinger puro”: "Benedicto XVI, con su serenidad inamovible, ha irritado hasta el paroxismo a las ideologías del odio y al frente político y mediático de la tiranía de una corrección política que sólo sirve para perpetuar una hegemonía izquierdista de la cultura.
 Los ha puesto literalmente enfermos como se ha vuelto a ver en el alarde de simplezas, bajezas y zafiedad sin límites de que han hecho gala tanto políticos y periodistas. 
Especialmente por supuesto en España, donde somos campeones en el alarde de pestilencias culturales, odios gratuitos y mala educación”. Vamos, Tertsch puro.
También escriben sobre el Papa Ignacio Camacho, “El filósofo de la fe”, y, por supuesto, Juan Manuel de Prada, que no podía faltar en esta apretada reunión: “Escribo estas palabras consternado; si dijese lo contrario, estaría mintiendo a mis lectores.
 Creo en la naturaleza sobrenatural del ministerio petrino; creo que el Papa goza de una asistencia de la gracia divina única y especialísima, como vicario de Cristo en la tierra; y creo que la voluntad personal de un Papa declina ante la misión que le ha sido asignada”.
 Ya saben que Prada, además de en Abc tiene el indiscutido honor de escribir en L’Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede.
 Sus envidias le ha granjeado entre los cornetas, no crean…
La Razón lleva varias páginas sobre el Papa con artículos variados, entre ellos algunos de señores obispos. Tampoco es cosa de repetirlos aquí. El editorial grande se titula “El Papa de corazón fuerte”, que dicho así, y visto el estado de salud de Ratzinger, más bien parece una chanza de una chirigota de Cádiz, tan de actualidad en estos días de Carnaval.
Sabemos que no era la intención de Marhuenda, pero a veces hay que pensarse dos veces un titular antes de imprimirlo…
El editorial de El Mundo se titula “Renunciar a ser Papa es tan difícil como ser mártir”.
Lo dicho, si te quedas, santo, y te vas, santo.
 Último párrafo, con esa chocarrera comparación a la política: “No faltará quien se sorprenda de su decisión en una religión marcada por el concepto de eternidad, pero creemos que el Papa ha hecho lo que le dictaba su conciencia y ha dado un ejemplo que adquiere también relieve en el mundo de la política, donde hay dirigentes que se aferran al cargo por encima de toda racionalidad.
 Morir en la cruz resulta un acto de santidad, pero dejar el Papado puede ser incluso más difícil pues supone renunciar a ser mártir para no hacer daño a la Iglesia”.
Por completar. Rafael Rubio, Libertad Digital: “Benedicto XVI no ha sido un Papa de transición, su Pontificado pasará a la historia por decisiones de enorme calado”.
 Cuáles sean éstas debe dejarlas Rubio para otro artículo, porque en éste no figuran. Y vean cómo tratan nuestros amigos ultraliberales y economicistas todo lo que tocan:  
“Pero el Romano Pontífice no es sólo la voz autorizada de Dios en la Tierra, voz que durante estos ochos años se ha escuchado con contundencia, sino que ejerce también como responsable, el CEO de una institución tremendamente compleja que, según el Anuario Pontificio de 2012, cuenta con 5.104 Obispos, 412.236 sacerdotes, más de 750.000 religiosos y 1.196 millones de fieles”.
A mí, la verdad, me parece abusivo esto de que el Espíritu Santo, además de un Papa, elige a un consejero-delegado…
Uno más. Pedro Fernández Barbadillo: “Hugo Chávez está empeñado en reinar sobre Venezuela aunque sea desde un quirófano. Cristina Fernández de Kirchner prepara la modificación de la Constitución argentina que juró para perpetuarse en el poder. Los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán se han hecho reelegir una y otra vez desde los años 90. Vladímir Putin se alterna en la jefatura del Estado de Rusia con su compadre Dimitri Medvedev. 
En Corea del Norte se ha instaurado una monarquía comunista. Hosni Mubarak y Muamar Gadafi trataron de coronar a sus hijos
. Bill Clinton se lamentó de que una enmienda constitucional le recortase su derecho a presentarse a un tercer mandato...”. Otro parrafito: “Y mientras los reyes del mundo se afanan en mantener el poder, el Vicario de Cristo nos habla en una lengua muerta, la que habló el Mesías, para anunciarnos su renuncia a la Cátedra de Pedro”
. Pues fíjese Barbadillo que no creo que Jesucristo hablara mucho latín.
 Página del Opus Dei, que aquí no nos andamos con chiquitas cuando buscamos citas de autoridad. Francisco Varo: "Durante el siglo I en la tierra donde vivió Jesús hay constancia de que se utilizaban cuatro lenguas: arameo, hebreo, griego y latín. De todas ellas, la oficial y a la vez la menos empleada era el latín
. La usaban casi exclusivamente los funcionarios romanos al conversar entre sí, y la conocían algunas personas cultas.
 No parece probable que Jesús hubiera estudiado latín ni que lo emplease en su conversación ordinaria o en su predicación (…) Sin embargo, aunque Jesús conociera y usara a veces el hebreo, parece que en la conversación ordinaria y en la predicación, Jesús hablaría de ordinario en arameo, que era la lengua más normal para el uso diario entre los judíos de Galilea”. Un erudito del Google este catavenenos…
Y algo de La Gaceta. Tomás de la Torre Lendínez: “Agradezco de corazón a Benedicto XVI su magisterio, sus orientaciones doctrinales, sus ejemplos de humildad y sencillez afable, y su hondo saber teológico que nos ha dejado en su amplia y profunda obra, que está traduciéndose al español toda entera.
 Seguiré rezando por la persona de Benedicto XVI, un Papa considerado de transición, pero que ha sido el más valiente de los últimos siglos: ha sabido estar cuando podía y se retira cuando sus fuerzas le limitan su misión de sucesor de Pedro”.
Yo sigo con lo mío: ¿Pero el más valiente no fue Juan Pablo II por sufrir como sufrió?

Las Fachadas ....del Blog del Ojo Izquierdo

LAS FACHADAS
Fachadas12

Abc titula “El Papa libre”. Sumario: “He llegado a la certeza de que ya no tengo fuerzas para ejercer mi ministerio”. Dice que “el Santo Padre tomó la decisión hace casi un año”.
 La Razón hizo ayer una edición especial con unas cuantas páginas en torno al Papa envolviendo el periódico que ayer les contábamos: “Benedicto XVI hace historia”. Sumarios: “El Papa renuncia ‘por falta de fuerzas’ y abandonará el Pontificado el día 28 de febrero”; “Es el segundo Pontífice que se va de forma voluntaria desde que lo hiciese Celestino V en el siglo XIII”. Y hoy hace una segunda portada –una cosa un poco rara- con que “El PSOE tumbó en 2007 limitar las donaciones de empresas a los partidos”.
  El Mundo titula “Benedicto VXI rompe la tradición de que el Papa muere ‘en la cruz”. Conserva un huequito para decir que “El ‘número 2’ de Montilla encargó espiar a la novia de Jordi Pujol jr.”. La Gaceta viene superior, superior
: “La Iglesia, en manos del Espíritu Santo”. Con una ilustración del mismísimo Espíritu Santo, como pueden ver aquí al lado.
 Debe ser que hasta ahora estaba en otras manos…

El pontífice que trató de romper el silencio sobre los abusos sexuales

Benedicto XVI trató de acabar con la impunidad hacia los eclesiásticos pederastas y ordenó "tolerancia cero" con el problema.

La irlandesa Marie Collins (izquierda) fue víctima de abusos sexuales en la infancia. Contó su caso en un simposio especial en Roma en 2012. / Andreas Solaro (Afp)

Los escándalos por los abusos sexuales de sacerdotes a menores han marcado la etapa de Benedicto XVI al frente de la Iglesia católica
. Joseph Ratzinger, que dejará su cargo el 28 de febrero, ha sido el primer obispo de Roma que se ha enfrentado al problema.
 Un mal arrastrado durante décadas y silenciado por sus predecesores, especialmente Juan Pablo II. Ratzinger llegó a desandar el camino de su antecesor, que aupó a los Legionarios de Cristo, al investigar a su fundador, Marcial Maciel, por decenas de denuncias de abusos a menores, entre otras cosas.
En los siete años que ha durado su pontificado, las denuncias por pederastia no han dejado de salir a la luz y han asediado a un Joseph Ratzinger que se ha visto obligado a dar la cara, entonar el mea culpa, pedir perdón a las víctimas por los años de silencio y a emprender una política más activa al descorrer el velo y dejar de mirar hacia otro lado.
 Los abusos en el seno de la Iglesia no eran un tema desconocido para el cardenal alemán.
 Antes de ser elegido, Joseph Ratzinger había dirigido durante 20 años la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución heredera de la antigua Inquisición.
 En ese puesto conoció los delicta graviora, los delitos más graves para la Iglesia católica, y las denuncias contra los clérigos. “¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar entregados al Redentor”, llegó a afirmar en 2005
. Apenas un mes después, el 19 de abril, el sínodo de cardenales le elegía Papa.
Un año después de la ‘fumata’ blanca con la que se comunicó su elección, Benedicto XVI dio un destacado paso adelante: castigó al fundador de los Legionarios de Cristo, el poderoso Marcial Maciel, al ostracismo. El sacerdote mexicano, investigado por pederastia, no fue sometido a un proceso canónico —por su edad avanzada, 86 años, y su frágil salud, dijo Roma—, pero fue obligado a renunciar “a todo ministerio público” y a llevar “una vida discreta de penitencia”.
Ratzinger entonó el ‘mea culpa', pidió disculpas y formó comisiones de investigación
El pontífice abría entonces una nueva vía.
 Y poco a poco, Benedicto XVI reconoció el dolor de las víctimas y les pidió perdón; se refirió a ellas en muchas de sus intervenciones. Acababa así una larga etapa de silencio de la Iglesia pese a las crecientes denuncias en los medios de comunicación
. Los casos no han cesado de proliferar desde entonces —muchas víctimas han perdido el miedo a denunciar— y han provocado la desafección de muchos fieles que han reclamado al Vaticano que actúe con mano firme contra los clérigos abusadores y les lleve ante la justicia.
 Pero solo en 2012 la Iglesia dio un giro al dejar claro que el abuso sexual a menores no es solo un delito canónico, amén de un pecado, sino también un delito perseguido por el Derecho Penal.
 “Las víctimas son nuestra prioridad. Los curas, ante el juez”, fue el mensaje rubricado con el sello papal. A pesar de todo, las víctimas han criticado que, pese a la magnitud de las denuncias, pocos religiosos han sido juzgados por abusos.
Los primeros pasos fueron más tímidos. En 2008, durante un viaje a Estados Unidos, Benedicto XVI se reunió por primera vez con las víctimas, les pidió perdón y anunció propósito de enmienda. “Casos así no ocurrirán más”, aseguró públicamente.
 El pontífice dijo estar “profundamente avergonzado” por los escándalos, que han supuesto un duro golpe a la Iglesia católica en ese país, donde se han acumulado un gran número de denuncia
s. Las investigaciones encargadas por la Iglesia recogían ese año más de 10.600 acusaciones a casi 4.000 sacerdotes por abusos sexuales a menores cometidos entre 1950 y 2002.
Denuncias que, para evitar ver a los religiosos sentados en el banquillo, se saldaron con indemnizaciones millonarias que dejaron al borde de la bancarrota a varias diócesis.
En 2008, en EE UU, se reunió por primera vez con víctimas de abusos
Las disculpas públicas no supusieron un descanso para el pontífice
. En 2009, dos informes elaborados por la Comisión de Investigación sobre el abuso infantil, creada por el Gobierno irlandés, avivaron el problema: los abusos sexuales y los malos tratos llegaron a ser “endémicos” en ese país en las instituciones religiosas, según el documento
. Y más allá: la jerarquía eclesiástica encubrió miles de casos, y las autoridades irlandesas silenciaron algunos.
La publicación de los informes desencadenó, como una ficha de dominó, la dimisión de tres obispos irlandeses —uno de ellos John Magee, exsecretario de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, acusado de encubrir casos en su diócesis— y arrastró a otros de EE UU y Alemania. Además, una exclusiva publicada por el diario The New York Times sobre el sacerdote Lawrence Murphy y sus abusos a unos 200 niños sordos en Wisconsin (EE UU) salpicó directamente a Benedicto XVI y a su número dos por ocultar el caso cuando dirigían la Congregación para la Doctrina de la Fe. Murphy llegó a confesar los casos antes de morir, pero nunca fue castigado.
Sin duda, 2010 fue su año más negro.
 Los escándalos de pederastia no dejaban de salir a la luz en Estados Unidos, Irlanda, Holanda, Australia, Alemania y Bélgica –en España también ha habido casos, e incluso condenas a sacerdotes--.
 Un informe encargado por la Conferencia Episcopal belga a una comisión independiente reveló que también en ese país las agresiones a menores fueron sistemáticas.
 Medio millar de niños sufrieron abusos sexuales por parte de religiosos y sacerdotes de la Iglesia católica de Bélgica entre los años cincuenta y ochenta. Trece de ellos se suicidaron.
Ese año, el discurso del pontífice sobre los abusos se hizo más contundente:
 “Pedimos insistentemente perdón a Dios y a las personas afectadas, y queremos prometerles que haremos todo lo posible para que un abuso como ese no suceda nunca más”, dijo Benedicto XVI ante 15.000 sacerdotes en la plaza de San Pedro durante el acto final del Año Sacerdotal.
Algo más tarde, asediado por los escándalos y las denuncias, Ratzinger cambió de estrategia de las disculpas públicas hacia una postura algo más activa.
 Hizo limpieza al sustituir algunos de los cargos de la jerarquía, formó comisiones de investigación, reveló informes sobre casos y denuncias, envió una circular a todas las diócesis para dar instrucciones de cómo actuar para atajar el problema y trató de endurecer las normas hacia los intolerables abusos.
 Pese a todo, las víctimas y sus familias siguieron criticando la escasez de acusaciones ante la justicia de sacerdotes y religiosos implicados en los casos.
En febrero del año pasado, Benedicto XVI trasladó su mensaje contra la “tragedia” de los abusos a los superiores de unas 30 órdenes religiosas y a los representantes de 110 conferencias episcopales congregados en Roma para un simposio monográfico sobre el tema.
En él, los religiosos escucharon en vivo los testimonios de algunas de las víctimas. Como la historia de la irlandesa Marie Collins, que relató cómo cuando tenía 13 años, en la cama y enferma, el cura que debía ayudarla abusó de ella.