Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 may 2012

Poema del mar de Padorno


Poema del mar de Padorno

Por: | 22 de mayo de 2012
Concéntrico el sabor de las olas
la mano del poeta remueve la sal 
es solo un espejo que él multiplica
con su mano pintando;
la palabra le huye 
está en la orilla, el horizonte 
le dice vente, estoy acá,
y él avanza descalzo
hacia donde una mano le pinta la cara.
Diez años después 
tengo en la memoria su mano 
removiendo el agua en Las Canteras.
(Manuel Padorno, 1933-2002)

LOS OTROS de Jose Miguel Junco

LOS OTROS

Siempre hay un punto en que la sangre bulle
-lo ignoran los cainitas pero es cierto-
incluso cuando venas y señales
pierden su conexión con la alegría.

Esto es así porque el cerebro alberga
recuerdos infinitos que se suman
a otros recuerdos y al final explotan.

Por eso es que los muertos más queridos
de noche con los ojos muy pendientes
se acercan al lugar donde habitamos.

Lo ignoran los prosaicos de este mundo,
hay deudas del amor que no se borran
sino que se reviven en los otros.

A veces yo no sé cuál es mi nombre,
ni en nombre de quién digo lo que digo,
ni quién será que alarga una manita.

21 may 2012

Mujer...si puedes tu con Dios hablar......

–. Porque el peso cultural del que antes hablábamos permanece ahí, y, por mucho que, en estos momentos, parezca que hay un reconocimiento del gusto por la mujer rotunda, no estamos ante una oda al michelín. Una ojeada a las mujeres más deseadas y sexies del mundo –por ejemplo, en el ranking que cada año elabora la revista online Askmen– nos mostrará a Sofía Vergara, Miranda Kerr, Kim Kardashian, Rihanna, Kate Upton, Candice Swanepoe… Todas ellas, nuevamente, con una razón cintura/cadera que bordea el 0,7 ideal. Todas ellas con curvas, sí, pero también sin lorzas.
candice
Jersey de punto de Cos (69 €), falda tubo de Naulover (120 €), zapatos de Jimmy Choo (525 €), collar de strass de colores de Cassone (400 €) y pulsera vintage de strass de Pez (225 €).
Foto: Damon Baker
Un perfecto golpe de cadera. Un fotogénico enfurruñamiento.
Larguísimas piernas que se cruzan y se descruzan. Otra sesión de fotos de moda.
Con la excepción de que la modelo muestra unas curvas firmes y generosas. La espléndida figura de Candice Huffine, que hace pensar en todo lo bueno de la vida, tiene embobado al equipo entero. «¡Quiero tener ese cuerpo!», declararía más tarde el fotógrafo Damon Baker en Twitter. En un mercado tan variado como el actual, una modelo talla 48 no debería ser una rareza. Pero en la industria de la moda, donde las medidas se miden con lupa, Huffine lo es. Tras una década trabajando, su nombre empieza a sonar. «Podemos hacer exactamente lo mismo que las demás», reivindica esta dulce estadounidense de 27 años. «No tenemos que limitarnos a salir en catálogos de tallas grandes».
Hoy es parte de la conocida agencia Ford, pero ¿cómo empezó en la moda?
Participaba en concursos de misses y a los 14 años la madre de otra de las chicas me animó a probar suerte como modelo. Mi madre no entendía nada ¡porque para nosotras lo que yo hacía ya era ser modelo! A pesar de eso, busqué en Internet direcciones de posibles representantes, mi madre me sacó unas fotos en el jardín y un fin de semana viajamos de Maryland a Nueva York.
 Curiosamente, casi todas las agencias me aconsejaron que adelgazase. Menos una, que me propuso formar parte de la división de tallas grandes. Al principio no me hizo ilusión: era una niña, tenía una talla 38 y no me gustaba que me encasillaran entre las grandes. Pero me enseñaron fotos de mujeres bellísimas y acepté.
Desde entones esa visión tanto suya como de las agencias habrá cambiado mucho…
Cuando llegué a Nueva York en 2003, tras acabar el instituto, no había mercado. Tuve que trabajar de camarera para mantenerme.
Ahora Michael Kors, Calvin Klein y casi todos los grandes almacenes utilizan modelos para vender sus tallas especiales porque es un sector que hace ganar mucho dinero.
¿Se ha librado de etiquetas?
Eso espero. He trabajado junto a chicas más delgadas y nadie se dedica a marcar diferencias. Las modelos plus somos capaces de hacer mucho más que el típico reportaje de tallas grandes que se publica una vez al año en las revistas…
Su portada de Vogue Italia del pasado junio, fotografiada por Steven Meisel, marcó un antes y un después.

Sigue Una Mujer de Verdad

Este mismo pensamiento era el que tenía en mente Carmen Posadas cuando escribió un artículo titulado Los hombres las prefieren gordas en el que decía: «Rindámonos de una vez a la evidencia: los hombres, todos, las prefieren redondas por no decir gordas.
Sin embargo, tan mediatizados estamos por la tele y las revistas, que pensamos que los cánones de belleza son lo que vemos en las pasarelas: niñas andróginas». «¡La que se armó!», recuerda la escritora. «Nunca he recibido más comentarios ni más insultos, tanto de hombres como de mujeres, porque se me ocurrió decir que Scarlett Johansson está gorda… Pero es que es verdad: por más que quede bien decir que a uno le gusta Audrey Hepburn, en cuanto rascas un poquito te das cuenta de que todo hombre lleva una gordita en su corazón».
Parece que sí la llevan desde Mario Vaquerizo –«Me gustan las mujeres con curvas y con tetas. No soy gay»– a Carlos Baute –«La curva me encanta, no me gustan las mujeres esqueléticas, para nada»–; desde John Travolta –«Cuando era joven, las mujeres tenían formas; a mí me gustan Sophia Loren, Brigitte Bardot o Marilyn Monroe»– a Toni Cantó –«Nunca me han gustado las mujeres delgadas. Lo de que a los hombres nos gustan mujeres contundentes no es un topicazo. ¡Es verdad!»–, o incluso a Zac Efron –«No sabría citar exactamente unas medidas concretas, pero me gustan las chicas con curvas, chicas con caderas»–.
Y, cada vez más, ellas comienzan a darse cuenta de que la obsesión actual por estar delgadas es mucho más femenina que masculina.
Del mismo modo, la cantante Edurne, tras ser elegida en una encuesta como la mujer más sexy de España, aseguraba: «Somos nosotras las que creemos que la delgadez es sensual; a los chicos les encantan las curvas. El cuerpo de guitarra es lo más sexy».

Todo indica que esa aspiración a alzarse como la mujer incorpórea, apenas un suspiro, es una trampa en la que ha caído el sector femenino y que tiene bastante poco que ver con el gusto real de los hombres. Pero ¿quién tendió el lazo?
 «En los últimos años, la moda pareció convertirse en árbitro de la elegancia; terminó haciéndonos creer que es ella quien dicta lo que es y lo que no es bello, y nos propuso el modelo de la delgadez más elitista», señala Pedro Mansilla, sociólogo especializado en moda.
«Más todavía: aun a riesgo de caer en la incorrección política, diría que la moda es un discurso estético que, pese a dirigirse a las mujeres, está dominado por un clan formado mayoritariamente por hombres homosexuales.
Y, para los gais, una mujer con curvas es demasiado real, demasiado tentadora y apetecible… Lo que ha pasado en los últimos años es que el cine y la música han tomado el relevo y han surgido nuevos mitos, como Scarlett Johansson o Beyoncé, más sensuales y reales».