LAS FACHADAS
“Eurovértigo”, dice La Razón. Pero nada que nos afecte, no se preocupen: “La crisis política y la posible salida del euro del país heleno hace que la prima de riesgo española cierre en 477 puntos, su nivel más alto aunque el tesoro coloca la deuda sin problemas”. O sea, la culpa es de Grecia, que a nosotros se nos ve en Europa como auténticos titanes, con una banca que parece Maciste, el Coloso. No se pierdan la segunda careta: “Los toros recaudan 350 millones de euros anuales, 4,3 veces más que el cine español”. ¡Olé! ¿Es distinta versión la de El Mundo? No mucho: “La debacle griega dispara la prima de riesgo española”. Abc: un horror. Que no es que yo lo diga, que ahí la pueden ver ustedes. Abajo titula que “La incertidumbre sobre Grecia hunde los mercados y dispara la prima de riesgo”. La Gaceta no solo se decanta por Grecia como culpable, que añade “el brutal ataque de los especuladores”. ¿Se acuerdan de cuándo estos seres inasibles pero malvados actuaban contra España, sí, pero lo hacían porque Zapatero no les daba ninguna confianza? Solo por preguntar…
NON PLUS ULTRA
José María Marco, en La Razón, tiene su diagnóstico sobre el 15-M: “Un movimiento residual, folclórico e infantil al que se ha prestado una atención desproporcionada. Es una patología moderna: damos demasiada importancia a lo que hacen los niños”. Pero hay algo más, no se vayan a creer: “Sí que tiene relevancia, en cambio, que sea a esa franja marginal a la que se aferre el PSOE -en teoría un partido de gobierno- para... ¿sobrevivir?”.
Y Federico Jiménez Losantos, en esRadio, tiene el suyo: “El 15-M ha sido un fracaso espectacular”. Y añade lo siguiente: “Un ministerio del Interior descerebrado, o casi, y un fiscal, que habría que investigar y probablemente procesar, entregaron a un tío, un particular, a un elemento, cuatro días la Puerta del Sol”. Losantos sí que está indignado, sí…
Y ahora, así, una detrás de otra, cosas de hoy mismo del 15-M, que en ese apartado estamos, y de TVE. Les va a gustar.
Hermann Tertsch, Abc. “Televisiones privadas hacían programas especiales. La televisión pública, dedicada ‘full time’ a la agitación contra el Gobierno de la nación, convocaba a las manifestaciones. La prensa volvía a disparatar. Y las radios privadas y públicas deliraban con la ‘nueva era’. La esperpéntica sobrerrepresentación de la izquierda en los medios españoles volvió a revelarse como tóxica para la calidad de información de nuestra sociedad”.
Juan Carlos Girauta, Abc. “Un año después de la larga toma de Sol, que tanta comprensión despertó en el candoroso Rubalcaba, ¿qué queda? La emocionante entrega de TVE (…) Hay que ver el mundo como Informe Semanal para ignorar quién salió perdiendo con la desautorización de la democracia representativa”.
Editorial de La Razón: “TVE concedió ayer un protagonismo exagerado a las poco exitosas concentraciones que el 15-M convocó contra Bankia y los ‘recortes’ del Gobierno. En su informativo de la tarde, la pública dedicó 3 minutos y 53 segundos a cubrir esta noticia, además de una entradilla de 30 segundos.
La labor de los servicios informativos de TVE debería ser reflejar con imparcialidad la actualidad y no alentar artificialmente y proporcionar balones de oxígeno a un movimiento en declive, que ha perdido su primitivo apoyo”.
15 may 2012
¿Así que rayos de esperanza? Por: José María Izquierdo
Es terrible decirlo, pero cada día vamos a peor. La prima de riesgo, claro. Y las Bolsas. Por supuesto. Pero no solo. Es que, además, los ciudadanos ya no pueden ver un periódico, oír un programa de actualidad en la radio o ver un informativo de televisión. La sensación de ahogo es evidente y el Gobierno comunica poco y mal, con el presidente huido en actos protocolarios o de su partido, sin advertir del todo el alcance popular de la gravedad de la crisis, que les está llevando a tomar medidas alocadas, en una constante rectificación de sí mismos, negando hoy lo que afirmaron la semana pasada, por no hablar, para qué, del programa con el que se presentaron a las elecciones. Esa gravedad es la que ya están sufriendo los ciudadanos en propia piel. Bankia, además, ha roto la escasa confianza que se tenía en bancos, financieros y, en general, de los encargados de nuestros dineros. Y están esperando mejores razonamientos de quien dirige el Gobierno que la herencia recibida o que Zapatero hizo mal o no hizo. Al PSOE los ciudadanos ya le echaron del poder con sus votos. Y se los dieron al PP para que solucionara la situación, no para que la prima de riesgo alcance los 492 puntos o las bolsas anden por los 6.800. Recordemos que hace apenas una semana el ministro de Economía, Luis de Guindos, la cara más visible de este sin vivir, afirmaba muy telendo que divisaba “rayos de esperanza” en la situación económica.
¿Nos reíamos mucho de los brotes verdes? ¿Recuerdan cuando nuestros admirables cornetas insistían día y noche en que la situación de España solo era culpa del PSOE y que nada tenían que ver los terremotos europeos, que no eran sino malas disculpas de los inútiles socialistas? Pues ahora, todo al revés: aquí nadamos en abundancia y son los malditos griegos quienes estropean nuestros magníficos números y las muy sabias reformas del Gobierno Rajoy.
Titular del editorial de La Razón: “Europa sufre el virus griego”. Así que son los odiosos helenos los que nos están llevando a la ruina, que como todo el mundo sabe, ese es el motivo por el que los fondos de inversión no invierten en España y sacan el dinero a espuertas para especular más y mejor. ¿Solo Grecia tiene la culpa? Bueno, no, que también están los socialistas, éstos hispanos: “El ministro Luis de Guindos recordó a sus colegas reunidos en Bruselas que, una vez hechos los deberes y asumido el pacto fiscal, si se quiere estabilizar la situación económica y recuperar el crecimiento es el momento de aplicar los mecanismos de solidaridad europea. Y cabría esperar de la oposición, y en especial del PSOE de Rubalcaba como responsable de la situación, un decidido apoyo al Gobierno ante los mercados en lugar de poner palos en la rueda de la recuperación y de agitar la calle en una protesta ‘a la griega”. Dicho lo cual, el Gobierno se desgañitaba en Bruselas de una manera muy elegante: ¡¡¡¡ Ayuda, necesitamos ayuda ¡!!!¿Nos reíamos mucho de los brotes verdes? ¿Recuerdan cuando nuestros admirables cornetas insistían día y noche en que la situación de España solo era culpa del PSOE y que nada tenían que ver los terremotos europeos, que no eran sino malas disculpas de los inútiles socialistas? Pues ahora, todo al revés: aquí nadamos en abundancia y son los malditos griegos quienes estropean nuestros magníficos números y las muy sabias reformas del Gobierno Rajoy.
El presidente de Onda Cero, Javier González Ferrari llega con retraso, pero llega. Así que nos dice –ya ven la novedad- que “MAFO [socialista de pro y amiguete de don Alfredo, afirma en otro momento] debía ejercer su papel de vigilante de la ortodoxia”. ¿Qué les parece hacer una columna sobre lo que está ocurriendo con los dineros, hablar de Bankia y Caja Madrid, pero no mencionar ni una sola vez a Rato, a Blesa, a Aguirre? Pues aún tiene más mérito el arranque: “Rubalcaba y sus compañeros de viaje…”. Que debe ser que el hoy máximo representante de la operación fue quien se negó a fusionarse con La Caixa o a que Bankia saliera a Bolsa. ¿Rato, preguntan ustedes? Una víctima de los socialistas, la pobre criatura…
El editorial de El Mundo se titula “Grecia enfila la salida del euro y España lo sufre”, que es la tesis que hoy había que mantener. Claro que al final la realidad se cuela por las rendijas: “El Gobierno tuvo mala suerte, porque la acogida de los mercados a la reforma financiera coincidió con esas primeras declaraciones oficiales que dudan de la pervivencia helena en el euro. Pero no es un buen augurio que nos volvieran a colocar en la picota. La Bolsa reflejó la salida de inversores de los bancos porque la nueva reforma les supondrá una reducción de beneficios y, por tanto, de dividendos. Más preocupante es que la prima de riesgo acabara en el máximo histórico de los 477 puntos básicos y el bono español a 10 años cerrara en el 6,22% de coste financiero. El Tesoro celebró ayer subasta de letras a 12 meses y tuvo que pagar un 2,98%, cuando el tipo de interés oficial se encuentra en el 1%”. Y sigue: “La peor consecuencia de lo acontecido ayer es que al Gobierno popular se le agota toda la munición de las reformas y no consigue calmar a los mercados”. ¿Y hay solución? Pues Pedro José Ramírez propone ésta: “No hay otra salida para hacer frente a esta incredulidad de los mercados que convencerles. Por eso, Rajoy no debe bajar la guardia ni un segundo, sino mantenerse firme en la senda del ajuste fiscal y en las reformas estructurales para modernizar la economía”. Imaginativa la propuesta…
… Y exacta a la que ofrece Abc. Vamos, lo oficial, que cada vez nos parecemos más al "Diario hablado de Radio Nacional", aquel al que tenían obligación de conectar todas las emisoras de España durante el franquismo y un tramo de posfranquismo.
Título del editorial: “Responder con más reformas”, en el que se combina con toda la crudeza del desahogo la vergonzante coba al señorito con la obligada coz al tentetieso habitual: “Gobernar es incómodo, y Mariano Rajoy lo está asumiendo con reformas valientes y necesarias, que han puesto a la vista, sin maquillajes, las vísceras de nuestra crisis económica. Y esto, al mismo tiempo que alarmante, era necesario para empezar a resolver los problemas. Por no haberlo afrontado antes, como era la obligación del Partido Socialista, ahora las reformas son traumáticas”. ¿Las vísceras? Se puede ser aún más repugnante, que a las vísceras le acompaña bien el adjetivo “sanguinolentas”.
Ignacio Camacho se refugia en el lenguaje taurino, que hoy empieza la Feria de San Isidro, como nos recuerda La Razón, para darnos una imagen bastante aproximada, a mi juicio, de lo que pasó ayer en Bruselas: “Clemencia o descabello.
Eso es lo que ha venido a sugerir Luis de Guindos en la puerta del Eurogrupo de Bruselas, donde no se deciden a intervenir a España porque aún no tienen claro si eso es la solución o el problema
. Al ministro de Economía -de quien sus enemigos en el Gobierno y en el PP, que no son pocos, dicen que Rajoy lo nombró porque sabe inglés- sólo le ha faltado postrarse de hinojos y abrirse con dramatismo la pechera como el mariscal Ney ante el pelotón de ejecución. Hasta aquí hemos llegado, ha venido a decir: se ha reformado todo lo reformable y ahora o nos ayudan ustedes o nos aplican la solución final”. Pues algo así pasó…
Y por traer algo de los extrarradios. Editorial de La Gaceta: “El Gobierno de Zapatero, con la connivencia del Banco de España, se dedicó a ocultar durante casi cuatro años el monto real de estas pérdidas
. Puesta en marcha la campaña propagandística del PSOE, según la cual disfrutábamos del ‘sistema financiero más sólido del mundo’, cualquier manchurrón que afeara tan idílica como falsaria imagen debía ser ocultado
. No cabe negar que esta operación de mascarada gozó de un indudable éxito, pero fue un éxito a costa de no sanear y transparentar la verdadera situación de nuestras entidades financieras (…) Ha tenido que ser el Gobierno del PP quien, como en el resto de asuntos, ha cogido el toro por los cuernos, es decir, quien ha levantado las alfombras y ha comenzado a buscar soluciones para el despropósito que allí debajo se ha encontrado”.
¿Se habrán enterado en La Gaceta, por ejemplo, de los test de estrés a los bancos españoles y aquellas tonterías de los sabelotodo de Bruselas otorgando buena nota a todos ellos?
El cuervo blanco se posa en la RAE
Víctor García de la Concha, alma y cuerpo de la Real Academia Española hasta hace algo más de un año, recibió en su casa el último viernes un libro de portada inquietante y de título engañoso, que parecía una recreación de los fantasmas de Edgar Allan Poe: El Cuervo blanco.
Cerca de cuatrocientas páginas de texto apretado, sin un diálogo.
Lo abrió y hasta esta mañana del 14 de mayo no pudo dejar de leerlo.
Es un libro que se posa en las manos, dijo el académico, que ahora es director del Instituto Cervantes, “y ya no lo puedes abandonar ni un momento”.
Y no es una novela de intriga; ni siquiera es una novela negra o policíaca. Es la peculiar recreación biográfica que el escritor colombiano Fernando Vallejo, reciente premio FIL (antes Rulfo) por toda su obra, hace de su paisano Rufino José Cuervo, uno de los filólogos más ilustres de la lengua española.
Cuando terminó de leer el libro, “excelente, espléndido, reverentísimo y también ingenuamente blasfemo”, era la hora de que él mismo debía hablar de Cuervo en la Academia, porque esta institución ha abierto una sala que desde el mediodía del 14 de mayo se llama Sala Rufino José Cuervo.
Era de justicia
. Como recordó García de la Concha, en la entrada ajardinada de la Academia luce un busto de Andrés Bello, el filólogo venezolano que hizo posible la unidad de la lengua, y ahora Cuervo, su nombre, su recuerdo, habita en este otro lado, pues la sala (que ha sido restaurada por el arquitecto Antonio Fernández Alba, también académico) es el lugar por donde entraban antaño los carruajes y donde éstos esperaban a ser conducidos. La puerta de atrás, pues, es donde se ha posado este Cuervo blanco.
Cuervo era un personaje singular que en el libro que tanto ha apasionado a uno de sus primeros lectores (El Cuervo blanco, Alfaguara, saldrá a la venta el 23 de mayo) aparece, dijo De la Concha, de cuerpo entero, como un lingüista relacionado con todos los grandes lingüistas europeos de la época, con cuyos estudios entroncó.
Para dedicarse de lleno a las palabras Cuervo se sirvió de la cerveza.
No era un bebedor, ni siquiera un santo bebedor, pues era un puritano.
Pero transformó una vieja industria familiar en una fábrica de cerveza de cuyos réditos, que debieron ser abundantes, consiguió dinero para viajar a París con su hermano Ángel, del que fue devotísimo hasta la muerte y más allá, y dedicarse en la capital francesa a su pasión lexicológica.
A los 28 años, Rufino José Cuervo dedicó día y noche, interrumpido solo por su vida de oración, a buscar y rebuscar en las fichas de los grandes escritores españoles y latinoamericanos de todos los tiempos para construir su obra magna, Diccionario de construcción de la lengua española, calificada en el libro de Vallejo como “la empresa más delirante de la raza hispánica”.
Este personaje singular ha recibido ahora la visita biográfica de Vallejo. El exdirector de la Academia cubrió de calificativos ese empeño biográfico, que emparentó con la apasionada relación ambivalente (amor-odio, pero amor, como en El desbarrancadero) que el novelista mantiene con su país, Colombia. “Eruditísimo, devotísimo, referentísimo, filologísimo, políticamente-incorrectísimo…
Vallejo administra una bula canonizadora en virtud de la cual declara santo a Rufino José Cuervo. Es”, concluyó el director del Cervantes, “el mejor retrato que se puede hacer del gran gramático colombiano”.
El deslumbramiento declarado de García de la Concha coincidió con la admiración que por Cuervo declararon el actual director de la Academia, José Manuel Blecua, y la directora del Instituto Caro y Cuervo de Colombia, Genoveva Iriarte, que pronunció una conferencia que tituló Cuervo: a las puertas de la modernidad
. Para ella, la heterogeneidad, la teatralidad y la historicidad de la dedicación de Cuervo convierten a este héroe de las palabras en un científico moderno.
Cuervo murió en julio de 1911 en París. Había nacido en Bogotá en 1844. Recibió un día una carta, en latín, de su colega y maestro August Friedrich Pott: “He visto con la imaginación, estupefacto, volar en ese confín del orbe el más raro Cuervo entre sus coterráneos: uno blanco”. De ahí el título de Vallejo. El Cuervo blanco. Pues desde este mediodía está posado en la Academia.
Cerca de cuatrocientas páginas de texto apretado, sin un diálogo.
Lo abrió y hasta esta mañana del 14 de mayo no pudo dejar de leerlo.
Es un libro que se posa en las manos, dijo el académico, que ahora es director del Instituto Cervantes, “y ya no lo puedes abandonar ni un momento”.
Y no es una novela de intriga; ni siquiera es una novela negra o policíaca. Es la peculiar recreación biográfica que el escritor colombiano Fernando Vallejo, reciente premio FIL (antes Rulfo) por toda su obra, hace de su paisano Rufino José Cuervo, uno de los filólogos más ilustres de la lengua española.
Cuando terminó de leer el libro, “excelente, espléndido, reverentísimo y también ingenuamente blasfemo”, era la hora de que él mismo debía hablar de Cuervo en la Academia, porque esta institución ha abierto una sala que desde el mediodía del 14 de mayo se llama Sala Rufino José Cuervo.
Era de justicia
. Como recordó García de la Concha, en la entrada ajardinada de la Academia luce un busto de Andrés Bello, el filólogo venezolano que hizo posible la unidad de la lengua, y ahora Cuervo, su nombre, su recuerdo, habita en este otro lado, pues la sala (que ha sido restaurada por el arquitecto Antonio Fernández Alba, también académico) es el lugar por donde entraban antaño los carruajes y donde éstos esperaban a ser conducidos. La puerta de atrás, pues, es donde se ha posado este Cuervo blanco.
Cuervo era un personaje singular que en el libro que tanto ha apasionado a uno de sus primeros lectores (El Cuervo blanco, Alfaguara, saldrá a la venta el 23 de mayo) aparece, dijo De la Concha, de cuerpo entero, como un lingüista relacionado con todos los grandes lingüistas europeos de la época, con cuyos estudios entroncó.
Para dedicarse de lleno a las palabras Cuervo se sirvió de la cerveza.
No era un bebedor, ni siquiera un santo bebedor, pues era un puritano.
Pero transformó una vieja industria familiar en una fábrica de cerveza de cuyos réditos, que debieron ser abundantes, consiguió dinero para viajar a París con su hermano Ángel, del que fue devotísimo hasta la muerte y más allá, y dedicarse en la capital francesa a su pasión lexicológica.
A los 28 años, Rufino José Cuervo dedicó día y noche, interrumpido solo por su vida de oración, a buscar y rebuscar en las fichas de los grandes escritores españoles y latinoamericanos de todos los tiempos para construir su obra magna, Diccionario de construcción de la lengua española, calificada en el libro de Vallejo como “la empresa más delirante de la raza hispánica”.
Este personaje singular ha recibido ahora la visita biográfica de Vallejo. El exdirector de la Academia cubrió de calificativos ese empeño biográfico, que emparentó con la apasionada relación ambivalente (amor-odio, pero amor, como en El desbarrancadero) que el novelista mantiene con su país, Colombia. “Eruditísimo, devotísimo, referentísimo, filologísimo, políticamente-incorrectísimo…
Vallejo administra una bula canonizadora en virtud de la cual declara santo a Rufino José Cuervo. Es”, concluyó el director del Cervantes, “el mejor retrato que se puede hacer del gran gramático colombiano”.
El deslumbramiento declarado de García de la Concha coincidió con la admiración que por Cuervo declararon el actual director de la Academia, José Manuel Blecua, y la directora del Instituto Caro y Cuervo de Colombia, Genoveva Iriarte, que pronunció una conferencia que tituló Cuervo: a las puertas de la modernidad
. Para ella, la heterogeneidad, la teatralidad y la historicidad de la dedicación de Cuervo convierten a este héroe de las palabras en un científico moderno.
Cuervo murió en julio de 1911 en París. Había nacido en Bogotá en 1844. Recibió un día una carta, en latín, de su colega y maestro August Friedrich Pott: “He visto con la imaginación, estupefacto, volar en ese confín del orbe el más raro Cuervo entre sus coterráneos: uno blanco”. De ahí el título de Vallejo. El Cuervo blanco. Pues desde este mediodía está posado en la Academia.
ÁGORA de Jose Miguel Junco Ezquerra
ÁGORA
Dedicado a todos los jóvenes que, pacíficamente, combaten
por un futuro digno y solidario.
Un cuerpo juvenil sin otro arma que manos en el aire y una nube que cruza desde el mechón de pelos hasta el talón de Aquiles, pasando por los puntos esenciales, columna y corazón, y la mirada, se bate y contorsiona en el asfalto de una plaza cualquiera de este mundo.
En su defensa vienen los pájaros más huérfanos, las flores maltratadas, los puentes que se forman de sueños y utopías, parias que en una noche interminable sintieron el temblor, la acometida de autómatas remotos, gritos que se quedaron congelados en los bordes del llanto y de la rabia.
Un cuerpo juvenil siente en la espalda el gélido cuchillo envenenado, las señas de la usura desmedida, los coletazos de lo más oscuro, el golpe duro del furor del hielo, el odio terminal de los captores, el coste de querer sentirse vivo, el interés que pagan los cuerpos que se yerguen frente al miedo.
En su defensa, sigilosamente, teje un futuro el alba enamorada, pactan las ilusiones junto al fuego, se escucha una canción de caracola, danzan los peces baja el agua ritos, surgen olas de espuma indestructible, la vida con su afán se abre su cauce, mientras el cuerpo, desarmado, aguanta.
Dedicado a todos los jóvenes que, pacíficamente, combaten
por un futuro digno y solidario.
Un cuerpo juvenil sin otro arma que manos en el aire y una nube que cruza desde el mechón de pelos hasta el talón de Aquiles, pasando por los puntos esenciales, columna y corazón, y la mirada, se bate y contorsiona en el asfalto de una plaza cualquiera de este mundo.
En su defensa vienen los pájaros más huérfanos, las flores maltratadas, los puentes que se forman de sueños y utopías, parias que en una noche interminable sintieron el temblor, la acometida de autómatas remotos, gritos que se quedaron congelados en los bordes del llanto y de la rabia.
Un cuerpo juvenil siente en la espalda el gélido cuchillo envenenado, las señas de la usura desmedida, los coletazos de lo más oscuro, el golpe duro del furor del hielo, el odio terminal de los captores, el coste de querer sentirse vivo, el interés que pagan los cuerpos que se yerguen frente al miedo.
En su defensa, sigilosamente, teje un futuro el alba enamorada, pactan las ilusiones junto al fuego, se escucha una canción de caracola, danzan los peces baja el agua ritos, surgen olas de espuma indestructible, la vida con su afán se abre su cauce, mientras el cuerpo, desarmado, aguanta.
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