La cantante vive retirada en Suiza pero sigue siendo una de las grandes figuras de la música y ha dejado atrás una vida turbulenta de abusos y tragedias como el suicidio de su único hijo.
Tina Turner cumple este martes 80 años aunque ella es desde los 40 una superviviente que ha superado en este tiempo un accidente cerebrovascular, un cáncer de intestino, insuficiencia renal y después un trasplante de riñón que le donó su esposo Erwin Bach. Problemas graves de salud que en un determinado momento la llevaron incluso a pensar en el suicidio asistido.La rockera celebra su aniversario en Suiza, el país del que es ciudadana desde 2013, y residente desde hace 30 años.
Desde 2009, cuando cerró su gira del 50º aniversario del día en el que se había subido por primera vez en un escenario, Tina ha abandonado su oficio.
Para la cantante, su matrimonio actual es el segundo, ya que anteriormente estuvo casada con Ike Turner, una unión que duró de 1962 hasta 1978.
Su exmarido murió de sobredosis de cocaína en el año 2007, pero durante el tiempo en el que estuvieron casados vivieron una historia repleta de turbulencias y abusos que sirvió de argumento para una película que se estrenó en 1993, Tina, y que estuvo interpretada por Angela Bassett, en el papel principal, y Laurence Fishburne dando vida a su exmarido Ike.
En los últimos años, la rockera ha desvelado los grandes y pequeños detalles de su vida en una amplia biografía contada por capítulos.
Turner se resistía a pasar por el altar tras la mala experiencia vivida con él.
Tina conoció a su actual marido en 1985, porque Bach era un ejecutivo de EMI, su casa de discos en Europa.
Un encuentro que tuvo lugar en la ciudad alemana de Colonia y que cambió su vida: "Fue amor a primera vista, no pensé que estaba preparada para esto", ha dicho la cantante en alguna entrevista. Erwin también se había enamorado de ella:
"Cuando me miraba me decía que no veía la estrella o el color de mi piel o cualquier otro detalle.
Solo veía una mujer muy deseable", contó Turner quien se resistió durante años a pasar por el altar a causa de la mala experiencia que había vivido con su anterior marido.
"Tenía 69 años y me encontraba en un tour muy exigente. Además, tenía la tensión alta, por lo que había estado tomando medicación desde 1985 (...)
Después de trabajar tan duro durante tantos años estaba preparada para dejarlo.
No quería que mis fans vinieran a un show y pensaran que hubo un tiempo en el que era buena".
La vida y figura de Turner siguen despertando fascinación, tanto que en 2018 se estrenó en Londres el musical Tina Turner Musical que actualmente se está representando también en Nueva York y Hamburgo (Alemania).
Pero detrás de esta gran estrella, que entró en 1991 en el Salón de la Fama del Rock and Roll y que en 2018 recibió el Grammy honorífico Lifetime Achievement Award, hay una vida muy compleja con momentos de gran éxito, pero también algunos de lo más tormentosos.
Descubierta cuando era una adolescente por Ike Turner, pionero del rock and roll, la cantante demostró ser un huracán ante el micrófono y se convirtió en los años 60 en todo un icono del soul y el rhythm and blues más apasionado, desbordante y sexual.
Abusador y maltratador, Ike Turner pudo haberse erigido en uno de los primeros artistas en dar forma al rock and roll, pero su violento carácter, especialmente con su esposa Tina Turner, le ha hecho pasar a la historia como uno de los demonios más famosos de la historia de la música.
Ike y Tina tuvieron un hijo en 1960, se casaron en 1962, y en 1976 ella pidió el divorcio, que llegó en 1978.
En julio de 2018, Tina Turner recibió un último golpe trágico con el suicidio de su hijo Craig Raymond Turner.
"Mi momento más triste como madre (...). Tenía 59 años cuando murió tan trágicamente, pero siempre será mi bebé", escribió la cantante en Twitter el día en que arrojó sus cenizas en la costa de California.
Su retirada tuvo una razón sencilla:
"Simplemente, estaba cansada de cantar y de hacer a todo el mundo feliz –me dice–. No he hecho otra cosa en mi vida”, dijo en una entrevista. Sin embargo, aún hoy de vez en cuando, se sube al coche, pone la radio y con su marido tarareando a su lado, le da a la canción una completa interpretación a lo Tina Turner.
Tina ya no canta mucho, pero hay un ejército de tinas actuando por el mundo en representación suya.
Londres, Hamburgo o Broadway han recibio su musical, una producción que en el caso de Broadway cuesta 16 millones de dólares.
El show Tina Turner no ha acaba porque ella sigue siendo una de las estrellas del pop más importantes del planeta, incluso años después de dejar de cantar en público.
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