Antonio Cubillo logró partidas para Canarias que el propio Ejecutivo regional no pudo.
El expresidente del Gobierno canario,
Lorenzo Olarte, se llevó un disgusto "muy grande" por la noticia de la
muerte del independentista Antonio Cubillo el pasado lunes.
Pese al
sentimiento de pérdida y de valorarlo "extraordinariamente", dejó claro
que la lucha armada "fue un error".
En un tono distendido, Olarte recuerda la
ocasión en que ambos coincidieron en un avión.
"Se dirigió a mí para
darme las gracias por haberle dado 5.000 pesetas para que volviera a
Canarias", evoca.
"Creí que debía hacerlo", explica.
A partir de entonces se trataron con
afecto, a pesar de que el expresidente le recordó más de una vez en
público que siendo consejero del presidente del Gobierno supo de la
orden impartida por Antonio Cubillo de ejecutar al "godo Olarte".
Al
saberlo, "me reí y comenté que tan godo es él como yo".
"Eso lo perdoné con el transcurso del
tiempo.
Es un hecho desagradable, ocurrido hace casi medio siglo, pero
tuve que estar durante más de un año protegido por la Brigada
Antiterrorista en un coche blindado y tuve un escolta al lado todo el
tiempo", lamenta.
Para Olarte, Cubillo se equivocó en su
planteamiento del independentismo y produjo "cierto perjuicio" a
Canarias en alusión a la colocación de una bomba en el aeropuerto en
Gran Canaria y otra en un hotel del sur de esa misma Isla.
"Eso ya podía alarmar al turismo entonces y
hoy vivimos de turistas que no van a destinos que evitan, precisamente,
destinos donde existe violencia por terrorismo", explica.
"En su lucha
armada difiero, pero no en su sentimiento, que lo respeto profundamente
como cualquier idea", asegura.
Olarte considera que Cubillo fue
"trabajador y honesto" y resalta que amaba "entrañablemente a su patria
canaria, y si ama a Canarias, está en las mismas condiciones en las que
me encuentro yo y cualquier aversión se disipa por ese amor que
compartimos", asevera.
Además, "Cubillo hizo también un gran favor a Canarias: es algo que hoy
se puede decir, pero no hace 30 años".
Olarte recuerda que en el
Gobierno de Adolfo Suárez había dos "obstáculos" a las reivindicaciones
de Canarias: el ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, y el
vicepresidente para Asuntos Económicos, Fernando Abril Martorell.
"En
ocasiones se oponían a los compromisos de Suárez para con las Islas y el
propio Suárez tenía que intimidarlos para sacar adelante cualquier
propuesta a favor de Canarias y lo hacía con el argumento de que si no
se hacía lo que estaba prometido, Cubillo iba a tener razón para decir
que el Estado maltrata a Canarias, cuando en realidad lo que quería era
ayudar a las Islas".
Así, "gracias a intimidar al consejo se
sacaron muchas cosas a favor de Canarias, algo que yo no podía hacer en
aquel entonces". Reconocerlo entonces "habría sido una exaltación del
terrorismo armado, lo que sería un disparate, pero que hoy después de
tantos años lo puedo decir".
Para Olarte, la historia de Canarias de
los últimos 30 años "no se puede entender sin una referencia importante a
Cubillo", porque ha sido el "representante" del independentismo armado
en Canarias. De hecho, figurará en un libro que ahora escribe.
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