Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
25 nov 2017
Una fiesta diez................................. Boris Izaguirre
El morbo en España es casi tan intenso como la contaminación.
La tenista Garbiñe Muguruza, en la fiesta de 'Vanity Fair' del pasado martes en Madrid.gtresonline
Para combatir la boina de polución que tiene Madrid encima, la edición española de la revista Vanity Fair ha homenajeado como personaje del año a Garbiñe Muguruza
y por primera vez muchos de sus admiradores pudimos verla vestida de
gala, en un Gucci con un hombro al aire y volantes en el otro. La
tenista celebró que el premio recayera en una mujer y se reconoció
cómoda en su rol de inspiradora para otras mujeres jóvenes. “Tiene que
hacerse con sacrificio pero el esfuerzo rinde”, señaló levantando el
premio. Perdí una lágrima sobre la moqueta, porque admiro mucho a
Muguruza, española y venezolana como yo pero con muchísima más
disciplina y colágeno.
La fiesta fue un diez, la revista sigue siendo una publicación que celebra la burbuja y el abismo. Tamara Falcó estrenó peinado, un flequillo que la hacía, afortunadamente, más Preysler que Falcó y volvió a cruzarse con su papá y su nueva esposa, Esther Doña, para el deleite de los cronistas. Al parecer, el marqués de Griñón
le preguntó a su hija qué hacía allí y Tamara le respondió abriendo
mucho los ojos. “Se ha convertido en un nuevo deporte social que Griñón y
su nueva esposa se encuentren siempre con sus ex”, sentenció alguien en
mi mesa, muy cerca de la presidencial donde aparte de Albert Rivera y
su novia estaba la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación con la
espalda al aire. Como estábamos tan cerca, el periodista Josemi
Rodríguez-Sieiro la fotografió y se la mandó por WhastApp a Arias
Cañete, que tuvo el mismo cargo pero claramente no el mismo físico. Mientras, un joven banquero se contaminó con las pipas flotantes en la
crema de calabaza y tuvieron que enviarlo a casa con Urbason. Está todo
tan contaminado que cada vez hay alergias más raras. La de pipas de
calabaza tiene que ser una lotería, me extraña que se dedique a la
inversión. Josemi decidió que la carne del alérgico no podía quedarse sin comer y me la puso enfrente. Toda la mesa miró el disparate: Jorge Vázquez, el sensible y brillante diseñador, Ángel Schlesser, el rey del minimalismo, y dos articulistas de la revista. “Debes pasar mucha hambre en Miami”, agregaron mientras devoraba. Terminé bailando con Tamara en la terraza. Ella se sabe las
letras de muchas canciones, incluso de Manolo Tena, y el DJ, al
pillarlo, recurrió a uno de los hits de Enrique Iglesias y
Tamara, tranquilamente, bailó el éxito de su hermano mientras la sala se
inmovilizaba. El morbo en España es casi tan intenso como la
contaminación. Por supuesto, las grandes reinas del cotilleo, con sus
móviles en la mano, la interrogaron sobre la boda de su hermana Ana. Tamara dejó que se agotaran preguntando y solo les dijo: “Habrá sorpresas”.
Tamara Falcó, en la fiesta de los personajes del año de la edición española de la revista 'Vanity Fair'.gtresonline
Sorprendente y deslumbrante fue el collar que llevó Carmen Cervera. Estuvimos, por un momento, solos. La felicité por los 25 años del
museo. “Han pasado cosas”, me dijo, “Pero seguimos”. Batallaba porque mi
mirada no se desplazara sobre el collar de aguamarinas del tamaño de
pequeñas piscinas azuladas. Ella me tomó de la mano. “Estoy tan
preocupada por Venezuela. Tiene que pasar algo”. Uno de sus maridos fue
Espartaco Santoni, un mito social de la Venezuela saudita, que se portó
fatal con ella en sus memorias. Preferí cambiar de tema y felicitarla
por la extraordinaria exposición sobre Toulouse Lautrec y Picasso. “A mí me apasiona Toulouse. Todo el mundo le quería porque era un antihéroe”. La vida debería ser una fiesta. Pero no lo es. A la mañana siguiente,
resacoso, recordé que también estuve un rato con el exduque de Lugo,
Jaime de Marichalar, intercambiando impresiones acerca de Miami. A él no
le gusta, a mí me han dado las llaves de la ciudad. Y me topé con unas declaraciones del exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, a las que ha tenido acceso El Mundo. “No se puede demandar al olmo por no dar peras”, dice en el escrito
donde solicita su absolución. Un nuevo episodio del larguísimo juicio
del caso Nóos.
España es un país de ex. Y qué diferentes son sus vidas. A Marichalar
lo ves disfrutar de un festejo y a lo mejor los Urdangarin tendrían
menos problemas si en vez de meterse en asociaciones sin ánimo de lucro
se hubieran dedicado a ir a fiestas como las que ofreció Madrid esta
semana. Habrían bebido más, pero contaminado menos. Sin la boina que
tienen encima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario