"¿No se nos está yendo un poco de las manos esto del detalle por cada diente?", se pregunta el autor.
En los últimos días, está circulando por Facebook la carta de un padre al Ratoncito Pérez, después de descubrir que algunos niños reciben ¡50 euros por diente! frente a los 2 que el roedor le deja a su hijo.
Ojo que no es un texto de reclamación para pedir más, sino al contrario, intenta ser un llamamiento a la cordura con el que estoy completamente de acuerdo.
Porque en los últimos años, da la sensación de que cualquier acontecimiento o celebración que gira en torno a los niños, ya sea Navidad, cumpleaños, comunión o la graduación de Infantil, se convierte en una escalada de regalos y castillos hinchables.
El autor de la carta, Álvaro Fraile, relata una anécdota ocurrida al encontrarse con un amigo de su hijo Guille, de seis años, en el supermercado (lo edito un poco con el permiso del autor):
- AMIGO: ¡Hola, Guille! ¿Qué tal? ¡Ah! ¡¡¡Se te han caído los dientes a ti también!!! ¿Qué te ha dejado el Ratoncito Pérez?
- GUILLE: ¡¡¡HOOOLA!!! A MÍ 2 €
- AMIGO: ¡¡¡Ahá... a mi 100 €!!!
(¡Espera un momento! Este niño se ha equivocado, ¿no?)
- GUILLE: ¡¡¡100 EUROS!!!
- LA CAJERA DEL SÚPER: ¡¡¡¡100 EUROS!!!!
- AMIGO: ¡SÍ! 50 € por cada diente y como se me han caído estos dos...
(Hemos de reconocer que el chaval va bien en mates...)
LA CAJERA DEL SÚPER: ¡¡¡¡¡100 EUROS!!!!!!
- GUILLE: Ah, qué bien...
- AMIGO: Bueno... ¡adiós!
- GUILLE: Adiós...
- LA CAJERA DEL SUPER: ¡¡¡¡¡JODER CON EL RATONCITO!!!!!
"Es una anécdota real", me cuenta por teléfono Fraile, que es cantante y diseñador gráfico (es autor de la ilustración que abre su carta, que me ha permitido utilizar en este artículo).
"A mi niño le pusimos dos euros, que creo que es razonable", afirma.
"Me quedé flipado" al oír la cantidad que le había dejado el ratón al amigo, que según describe, es de una familia "absolutamente normal".
En conversaciones posteriores con amigos sobre este tema, le contaron incluso de un niño al que le habían traído una bici, que, obviamente, no estaba bajo la almohada.
El texto de Fraile, escrito en tono de humor, fue publicado el pasado día 13, ha sido compartido más de 20.000 veces en Facebook.
"En realidad no sé qué decirte... Tú eres sabio, y conoces bien lo que cada niño necesita o le viene bien... Además, ¿quién soy yo para decirte lo que tienes que dejar en cada casa?", escribe.
"En fin... que las leyes de la proporción (no de la igualdad oiga) al menos me pusieron alerta!
¿No se nos está yendo un poco de las manos esto del detalle que deja el Ratón por cada diente? Seguramente hay dientes que valen más que otros... pero... no sé...".
Este padre explica que cuando a Guille, el mayor de sus tres hijos, se le cayó su primer diente, el ratoncito le dejó un yo-yo, juguete que tenía muchas ganas de tener, y que le hizo mucha ilusión. Ahora, le ha dejado dos euros que ahorrará para comprarse un Halcón Milenario de Star Wars.
Mis hijos han encontrado bajo su almohada chapas, bolis de purpurina, cromos o monedas.
Lo que viene siendo un detallito. Pero tienen amigos que reciben ropa, libros, juguetes grandes o billetes.
Por suerte, ni los míos ni Guille, el protagonista de esta anécdota, han planteado la incómoda pregunta de por qué a unos tanto y a otros tampoco.
"No me siento presionado para dejarle más, tengo claro que no quiero ir por ese camino", asegura Fraile. "Pero tenemos que hacer una reflexión los padres. Yo tengo claro que mi hijo no necesita 100 euros", concluye.
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