Más de 45.000 hogares sin luz tras las primeras horas de tormentas en el noreste del continente.
Más de 25.000 personas han sido evacuadas y unas 45.000 viviendas se han quedado sin luz como consecuencia del impacto del ciclón, de categoría 4 sobre un máximo de 5.
"Nos preparamos para una larga y dura jornada
. Esta tormenta es un monstruo", ha declarado la primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk.
El archipiélago de las islas Whitsundays fue el primero en ser alcanzado por el ciclón, pero, pese a los peores presagios, lo hizo con la marea baja, lo que ha disminuido el riesgo de inundaciones y altura del oleaje.
No obstante, aún quedan horas duras.
"La intensidad de los vientos va a ir en aumento.
Todo el mundo está encerrado", ha afirmado Annastacia Palaszczuk, que advirtió contra el riesgo de daños en las infraestructuras y de cortes de electricidad.
La llegada de la tormenta monstruosa a tierra fue descrita de manera muy gráfica por algunos residentes de las zonas afectadas. "El ruido era ensordecedor, como si trenes de mercancías estuvieran pasando a tu alrededor", ha declarado un hombre llamado Charlie, a la cadena Australian Broadcasting Corporation.
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