Siempre entre las nubes hay esos huequitos de Sol que te dan valor.
Un Blues
Del material conque están hechos los sueños
10 ene 2017
El jardín impresionista de Claude Monet...................Jean Marie del Moral
Nenúfares. / Jean Marie del Moral
Desde 1895 hasta su muerte, en el año 1926, Claude Monet pintó sin
descanso su jardín de Giverny.
Este es un recorrido fotográfico por los
rincones preferidos del maestro del impresionismo en aquel vergel de
Normandía cuyos paisajes de agua y reflejos se volvieron obsesivos en su
vida y en su obra.
TARDES DE SOL. Mirlos disfrutando y cantando.
Durante casi un año, con
Monet en la mente, he tenido el privilegio de pasearme con mi cámara por
este jardín de Normandía, en Giverny, a solo unos 50 kilómetros de
París.
Me han maravillado los amaneceres y los atardeceres, cuando los
turistas regresan a sus autocares y ya solo mandan el silencio y la paz.
Hasta las flores y los árboles parecen apreciarlo.
Claude Monet
amaba esos momentos del día, cuando cae el sol y las ranas del estanque
empiezan a croar.
Se levantaba de su taburete y abandonaba el caballete
y el cuadro en proceso.
En verano, a partir de las cinco de la tarde,
los nenúfares se cierran.
Fumando su pipa, el viejo maestro, enfadado
con la catarata que dificultaba su trabajo, se paseaba entre el Estanque
Japonés y Le Clos Normand admirando capuchinas, cerezos, glicinias,
sauces y nenúfares.
Miraba los reflejos y el agua temblando.
Es un jardín de pintor, no se
parece a ningún otro. De inspiración francesa, británica y japonesa,
también tiene un toque mediterráneo.
“Esos paisajes de agua y reflejos
se han vuelto obsesivos para mí, pero quiero seguir pintando más allá de
mis fuerzas de viejo”, decía el artista.
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