La leyenda de Santa Eufemia ha acompañado desde 1410 a este dicho cuyo origen hay quien data en la posterior toma de Granada.
Salga el sol por Antequera
-«y póngase por donde quiera», como se completa el dicho- es tanto como
decir que a uno le da igual una cosa que otra, o que uno está
determinado a llevar a cabo su plan, aunque suceda lo imposible, como
que el sol aparezca por el oeste. Porque Antequera se encuentra al
poniente de Granada, donde acampaban las tropas de los Reyes Católicos en los últimos meses de 1491.
En este momento de la Reconquista, durante la toma de Granada, ubica el origen de la expresión Luis de Granada en la revista «Alrededor del mundo» en 1899 y recoge José María Iribarren en «El porqué de los dichos». «La frase es, pues, irónica, y equivale a: 'Salga el sol por donde quiera'», concluía el académico de la RAE y de la Real Academia de la Historia.
Una leyenda se remonta aún más en la Reconquista, hasta el 16 de septiembre de 1410,
fecha en la que don Fernando «el de Antequera» conquistó la ciudad a
los musulmanes. Antonio J. Guerrero Clavijo contaba en un artículo que
recoge la web de la Diócesis de Málaga cómo
era costumbre cristiana celebrar una Eucaristía al conquistar una
localidad y, dentro de ella, elegir al patrón, al alcaide y su escudo de
armas.
«Se invocó al Espíritu Santo y se introdujeron en una urna los
nombres de los santos que la Iglesia celebra el día 16 de septiembre» y
«salió por designio divino, por tres veces consecutivas, el nombre de Santa Eufemia», relata Guerrero Clavijo.
Fue entonces cuando Don Fernando
desveló que se trataba de la joven que «se me apareció el 10 de abril de
1410 en mi campamento en Córdoba, cuando no sabía qué tierra
conquistar, y se me apareció ella, rodeada de leones y ángeles y me
dijo: "No temáis que nos salga el sol por Antequera y sea lo que Dios quiera"», según recogen las crónicas de Juan II.
Don Fernando dudaba desde su
campamento en Córdoba sobre si conquistar Gibraltar, con lo que cerraría
su entrada a posibles refuerzos procedentes de África; Xébar, una
importante fortaleza en el camino a Málaga; o Antequera, centro
neurálgico de las vías que llevaban de Sevilla a Granada, de Córdoba a
Málaga, explica Ángel Guerrero en El Sol de Antequera.
Tras la aparición de la virgen y mártir de Calcedonia,
el monarca castellano dirigió sus tropas al alba contra la ciudad, que
conquistó antes de que se pusiera el sol el 16 de septiembre de 1410.
Fuera por esta leyenda o por la ironía posterior durante la toma de Granada, lo cierto es que Antequera figura
desde la Reconquista en el mapa de los refranes.
En el geográfico se
encuentra a 45 kilómetros de Málaga por carretera y a sólo 13 kilómetros
del singular paraje del Torcal, un impresionante fenómeno de erosión de roca caliza.
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