Estoy casi más preocupado por la operación estética de Ben Affleck
que por la fecha del debate de investidura. Creo que no va a resultar
bien.
En política no hay nada fácil, en una operación estética
masculina, tampoco.
Al parecer, la barba contribuye a esa dificultad
porque es como una segunda piel.
Cuando estiras, el vello facial es como
una posidonia (ese alga que crece en Baleares y le da ese color tan
especial al mar) que entorpece la acción del bisturí.
Por ello, a los
caballeros los tensan más por los pómulos que por el lateral. Es
sorprendente porque, generalmente, a los varones-varones, como Affleck o
Matt McConaughey, no siempre les queda bien: la barba no coopera.
La testosterona tampoco colabora, como Rajoy que ninguneó el ofertón de Rivera pero terminó aceptándolo.
¿Estuvo bien pensárselo tanto, Mariano?
Más vale pájaro en mano que
ciento volando. Ahora bien, no hay que gritar catástrofe porque eso es
de pésima educación y falta de deportividad ante una mala operación.
Porque lo que puede salvar eso es otra intervención más adelante.
Yo,
como todo el mundo estos días, apelo al patriotismo y le digo a Affleck
que tiene que venir a España a operarse, donde hay estilo, experiencia y
en este momento buenas ofertas.
Era niño cuando Elvis Presley, a sus cuarenta años, dio un buen
estirón.
Elvis nunca se recuperó del abandono de Priscilla por su
entrenador de kárate, de hecho en sus últimas actuaciones podía estar 15
minutos haciendo confusos movimientos marciales mientras su orquesta
seguía y seguía tocando. En tal estado se convenció en la década de los
setenta que tenía que estirarse para recuperar su imagen de los años
cincuenta, uno de los errores más comunes a la hora de cambiarte el
rostro.
Hay que aprender que la cirugía no te va a hacer joven sino que
va a aportar el rostro que tendrás hasta la próxima cirugía.
El hombre es difícil de educar.
También se nota que el Marqués de
Griñón podría haberse sometido a una intervención.
Como la ha hecho en
España, ha salido mejor parado que Affleck.
Aparte de aristócrata, es
una persona más prudente que el astro hollywoodense.
Cada vez
compruebo más que los tratamientos e intervenciones estéticas funcionan
mejor en la gente con más sentido del humor.
A algunos les ocurre eso
que Bibiana Fernández explicó: “La cirugía plástica puede sacar a
relucir la persona que realmente eres”.
Los Juegos Olímpicos de Río intentaron ser un lifting para
Brasil y al final han sido una revalidación para EE UU como potencia
olímpica y televisiva.
La NBC, encargada de retransmitir los Juegos en
el país campeón, jamás coloca sus cámaras delante de deportistas de
otras delegaciones, las entregas de medallas solo existen en el momento
que los atletas estadunidenses reciben su oro y crees que el único himno
que existe en el mundo es el suyo.
Tanto es el protagonismo de los
americanos, que una mala borrachera de sus nadadores, que hicieran pasar
por asalto, puede convertirse en una crisis internacional.
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