¿Qué tiene la marca Rails para crecer un 300% cada año? Analizamos las lecciones de una firma que ha revolucionado el mercado de un básico en menos de una década.
Siete años atrás Jeff Abrams trabajaba en el departamento de marketing de un estudio de animación, concediendo licencias de las imágenes de Tarta de Fresa. Hoy este treintañero de Los Ángeles es el dueño de Rails, una marca de camisas que ha cautivado a famosas como Cara Delevingne, Jessica Alba, Kate Moss, Beyoncé, Olivia Palermo o Kate Hudson, entre muchísimas otras. Se calcula que ha vendido unas 350.000 camisas de cuadros y tiene alrededor de 1000 puntos de venta por todo el mundo. La revista Forbes le ha dedicado un reportaje que presenta a la empresa como una de las superventas en moda contemporánea y apunta a que ha experimentado un crecimiento del 300% año tras año. ¿Cómo lo ha hecho? Estas son algunas de las claves que hicieron de Rails un imperio de la moda básica.
Hay que tener amigos famosos hasta en el infierno
Abrams empezó estampando el logo de la empresa en gorras de lo más sencillitas. Se pateó tiendas y tiendas de Los Ángeles sin éxito. Hasta que a través de conocidos comunes logró que Jessica Alba se cubriera su linda cabeza con una. A partir de ese momento empezó a vender. El empresario mantiene que nunca ha pagado a ningún famoso para que llevase sus artículos, pero no desmiente que haya hecho llegar unos cuantos regalos a celebs y blogueras. Según Abrams el éxito entre influencers se debe a la suerte. Empezó en un buen momento: justo cuando las reputadas publicaciones de moda empezaron a dedicar espacio a los famosos y arrancaba el fenómeno blogger.
No hay que desanimarse ante los contratiempos
Un novato Abrams envió una tanda de sudaderas para imprimirlas en un taller, pero volvieron mal acabadas y con la tela retorcida. Otro las hubiera descartado, él las puso a la venta. La estrategia funcionó. El actor Matthew Mcconaughey compró una para él y 9 para regalar a sus amigos.
La falta de experiencia puede ser una ventaja
El empresario se tiró a la piscina sin saber nada sobre moda ni la industria textil. Su falta de experiencia le animó a lanzarse sin tener ni idea sobre las trabas y dificultades comunes en el sector.
Lo pequeño es hermoso
En una industria cada vez más rápida y atomizada en la que las colecciones abandonan las tiendas en pocas semanas, se agradece saber que temporada tras temporada podemos recurrir a una marca para nuestros artículos favoritos. La estrategia de Rails se centró en hacer bien una sola cosa. Empezó en pequeño y le ha dado resultados.
Piensa cómo ofrecer la mejor version de cualquier producto
Rails no ha inventado la rueda.
Pero sus artículos no son cualquier básico amontonado en una cadena de moda pronta. Abrams se dio cuenta que la mayoría de las camisas de leñador estaban fabricadas con algodón rígido, y para su producto desarrolló una mezcla única de tencel y rayon que es suave al tacto y se adapta mejor al cuerpo
. En los detalles está la diferencia.
El 'do it yourself' te hace más sabio
En los inicios Abrams se recorría los Estados Unidos en coche para visitar a las tiendas y comprobar cómo marchaban las ventas en cada estado.
Estos interminables road trips le otorgaron conocimiento de primera mano sobre el mercado al que se dirigía. “A veces, sobre todo cuando empiezas hay que hacer locuras, ir más allá de lo que hace la gente normal” ha declarado el empresario.
Deja que la gente lleve tus prendas a su manera
Aunque la ropa de Rails vende sin complejos el estilo de vida californiano, su dueño tiene en cuenta que no todo el mundo quiere ir igual.
Abrams vivió en Italia y viajó por Europa con el Interraíl. En su etapa en el continente observó que los europeos vestían de manera distinta a los estadounidenses. Por eso ha diseñado un producto versátil.
Las californianas llevan la camisa de manera casual y en París las abrochan hasta el último botón y ponen un jersey de cashemere encima.
Las chicas preppy como Olivia Palermo las combinan con una falda estampada, bolso caro y zapatos masculinos.
El precio ha de ser justo
Las camisas de Abrams cuestan unos 125 euro
s. No están tiradas pero tampoco son tan caras como las de Equipment, otra marca dirigida a los obsesivos de las camisas. No es demasiado exclusivo para la gente de la calle ni demasiado barato para los VIP. Rails ha encontrado un hueco en el mercado que le permite contar con todo tipo de clientes.
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