¿Para qué el Nobel de La Paz?
Después de una semana de ataques y un centenar de muertos en Gaza, parece ser que La ONU ha movido una ficha muy suave, no porque le preocupen los muertos, sino porque trata de que Israel no inice una ofensiva terrestre de consecuencias que no puedan controlarse, porque Assad podría aprovechar e iniciar una huida hacia adelante atacando directamente a Israel. Y todo porque Netanyahu necesita notoriedad para las próximas elecciones. El gran argumento es que los judiíos tienen derecho a la legítima defensa, cosa que nadie les niega, pero hay que recordar que todo se inicia porque desde Tel-Aviv se ordenó el asesinato selectivo del Jefe Militar de Hamás. La desproporción es tal que hay tres muertos israelíes y más de cien palestinos.
Nada que no haya ocurrido cien veces, pero lo verdaderamente triste es que dos Premios Nobel de La Paz con poder real como Obama y la UE no han movido un dedo para evitar esta masacre. ¿Dónde han estado los dirigentes de la UE y el Presidente de Estados Unidos? ¿Qué hacen en su tiempo libre otros Nobel de la Paz como Jimmy Carter, Al Gore o Henry Kissinger? La respuesta es obvia, facturando conferencias inútiles por medio millón de dólares y dejando que las cosas se pudran. Francamente, el millón de dólares que cada año recibe el Nobel de la Paz podrían usarlo para dar de comer a los 6.000 niños que cada día mueren por inanición en este planeta. Pero claro, es predicar en el desierto, y si gritas mucho pueden cortarte la cabeza como al Bautista.
De Bardinia Emilio González Deniz
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