PALMAS Y GUITARRA Ahora, entre nosotros, aquí,ven conmigo, trae por la mano a tu cuerpo y cenemos juntos y pasemos un instante la vida a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte. Ahora, ven contigo, hazme el favor de quejarte en mi nombre y a la luz de la noche teneblosa en que traes a tu alma de la mano y huímos en puntillas de nosotros. Ven a mí, sí, y a ti, sí, con paso par, a vemos a los dos con paso impar, marcar el paso de la despedida. ¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta la vuelta! ¡Hasta cuando leamos, ignorantes! ¡Hasta cuando volvamos, despidámonos! ¿Qué me importan los fusiles?, escúchame; escúchame, ¿qué impórtenme, si la bala circula ya en el rango de mi firma? ¿Qué te importan a ti las balas, si el fusil está humeando ya en tu olor? Hoy mismo pesaremos en los brazos de un ciego nuestra estrella y, una vez que me cantes, lloraremos. Hoy mismo, hermosa, con tu paso par y tu confianza a que llegó mi alarma, saldremos de nosotros, dos a dos. ¡Hasta cuando seamos ciegos! ¡Hasta que lloremos de tánto volver! Ahora, entre nosotros, trae por la mano a tu dulce personaje y cenemos juntos y pasemos un instante la vida a dos vidas y dando una parte a nuestra muerte. Ahora, ven contigo, hazme el favor de cantar algo y de tocar en tu alma, haciendo palmas. ¡Hasta cuando volvamos! ¡Hasta entonces! ¡Hasta cuando partamos, despidámonos! |
8 Nov 1937 César Vallejo |
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