Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

6 oct 2010

Canción del esposo soldado, de Miguel Hernández

2 comentarios:

Wenceslao Mohedas Ramos dijo...

Buenos días, estimada Carla; ya he comprobado que te has hecho seguidora de mi blog. Muchas gracias por ello.Yo también quiero hacerme seguidor tuyo y hacerte de cuando en cuando alguna visita virtual.Esta mañana me he dado un paseo electrónico por tu blog y, como he comprobado que rindes homenaje a ese gran poeta español y universal, Miguel Hernández, cuya vida y obra me han atraído siempre, quiero sumarme a ese merecido homenaje con un poema personal, algunas estrofas del cual están compuestas pensando en él... Espero y deseo que sea de tu agrado. Saludos cordiales y amistosos extremeño del éxodo que tiene muchos amigos(as) canarios
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)

EL POETA

El poeta es un hombre natural, solitario... ,
sin rincones ahumados ni morales dobleces
que aprendió soledades para ser solidario
y beber de la vida sus más ácidas heces.

El poeta es un pardo, montaraz campesino
y, en sus surcos de versos, insemina semillas:
sentimientos, ideas... con salario mezquino
por su áurea cosecha sobre blancas cuartillas.

El poeta es notario de esta efímera vida
y, en sus versos, la canta porque quede constancia
de su gente y su tiempo; sin su canto se olvida
y se viste de polvo su frangible fragancia.

El poeta es del pueblo la viviente conciencia
que vocea en la noche con su voz dolorida
y le duele esa vida de anodina indolencia
en que vive abismada tanta mente dormida.

El poeta es un mártir, tal un chivo expiatorio,
a quien almas perversas le disparan desprecio;
de por vida condenan a un social purgatorio;
despreciar al que sabe es el vicio del necio.

El poeta es Quijote, defensor de ideales:
el honor, la justicia... con su pluma por lanza;
los ajenos problemas son para él personales
y los sufre muy solo, sin un fiel Sanchopanza.

El poeta es un Sísifo que , a su espalda, se carga
el pedrusco más tosco -¡su dolor y el ajeno!-
y lo sube a la cumbre por la senda más larga,
la vereda del verso de escabroso terreno.

El poeta es el águila, que se eleva hacia arriba
con la ayuda de alas: fantasía , cultura...
para dar a los hombres la mejor perspectiva
de este valle de llanto con su imagen más pura.

El poeta es la abeja de una inmensa colmena
y, con polen de penas, elabora su miel;
de ambarinas dulzuras a su prójimo llena,
mas su alma almacena amarguras de hiel.

El poeta es la fuente donde sacia el sediento
esa sed de infinito que a las almas abrasa
y anestesia su angustia, su vital desaliento
con ideas, emociones, sentimientos..., sin tasa.

El poeta es espejo que la vida refleja
con dos caras opuestas en su faz cristalina,
donde el llanto y la risa siempre forman pareja
tal la luz con la sombra; con la rosa, la espina...

El poeta es la antena de emisiones humanas
porque siente y "con-siente" los sutiles latidos
de las zonas del alma más oscuras y arcanas
y descifra en palabras sus ignotos sonidos.

Pararrayos que atrae al flamígero rayo
de tormentas sociales que desata la ira
del tirano de turno que lo torna en cobayo
y lo pone a su alcance, bajo el punto de mira.

El poeta es un faro que ilumina el camino
y se quema su vida para darnos su luz
y alumbrar en los hombres un destello divino
porque sufre tal Cristo de sus versos la cruz.

El poeta es diamante, una gota de estrella;
con frecuencia, la infamia lo mancilla de lodo,
pero es tal su pureza y el fulgor que destella
que se limpia a sí mismo en muy breve periodo.

El poeta es un hombre desde pies a cabeza
que se entrega a otros seres con sus brazos abiertos
y es tan grande su afecto, su bondad, su nobleza...
que hablará con los vivos cuando esté entre los muertos...

Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona

CARLA BRUNI dijo...

Me ha gustado mucho, gracias a ti por poner ese poema y visitar este humilde blog. Saludos afectuosos.Dumi