Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

13 jun 2010

La Muerte de Natalie Wood



Natasha abrió los ojos bajo los focos de unos estudios de cine, soportando valientemente la brillantez férrea de su diabólico voltaje, sabiendo sonreír abiertamente, porque si para la mayoría la luz significa el comienzo o el ocaso del túnel final, para Natasha era el principio de una vida a través de un valle de colorido inigualable, con solo cuatro años, bajo la amenaza de un futuro teñido de luces y sombras.

Estoy refiriéndome a NATALIE WOOD, actriz influenciada por la leyenda que cayó sobre todos los que protagonizaron REBELDE SIN CAUSA y aunque a veces las leyendas son hipótesis, ésta cobra retazos de realidad, ya que tanto James Deán, Sal Mineo y Nick Adams, al igual que "Nuestra Natasha", fallecieron en circunstancias muy extrañas. Este film marcó su futuro profesional y privado a lo largo de su corta vida.


Creo razonable detallar antes, los premios que NATALIE WOOD cosechó, para hacernos una idea del calibre de actriz que existía tras ese rostro trazado por los mismos angeles y cuya sonrisa siempre me ha recordado "La Gioconda" de Leonardo Da Vinci.

Nominada mejor actriz por Esplendor en la Hierba

Nominada mejor actriz por Amores con un extraño

Nominada mejor actriz por Rebelde sin causa

Globo de oro a la actriz promesa

Globo de oro World Film Favorite

Globo de oro a la mejor actriz de serie de Tv por "De aquí a la eternidad"

Globo de oro mejor actriz musical por La Reina del Vodevil y La Rebelde.
"Era una pequeña mariposa de alas azules, atrapada en una tela de araña de la que no podía escapar...!Fué espantoso!"

Sus interpretaciones para el cine son ya clásicos de culto y mirándola en pantalla parece como si el maestro Leonardo no quisiera concluir una obra que le proporcionaba el mas exquisito de los placeres. La forma geométrica de sus ángulos faciales son tan perfectos que el pulso tiembla ante la posibilidad de plasmarlo en lienzo...... Creo, sin abusar de mi incondicional admiración hacia esta actriz, que poseía la boca, los dientes y la sonrisa mas bellos que yo he contemplado y nada, ni nadie me puede impedir que recuerde a esa niña vestida de blanco, en compañía de sus mas fieles amigas, en busca del amor perdido, en el magistral final de ESPLENDOR EN LA HIERBA, es viendo esta secuencia cuando uno se remonta al tiempo pasado, tira con fuerza la cuerda infernal del paso de los años y se deja envolver por unas simples líneas escritas por el poeta William Wordsworth, tan bellas como éstas:

Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que me deslumbraba.
Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la
gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre
subsiste en el recuerdo.

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