Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 jun 2017

La carta de amor de Pasternak premiada con el Nobel

Borís Pasternak y Olga Ivínskaia quedaron unidos para siempre en ‘Doctor Zhivago’, donde el escritor ruso le rindió homenaje a través del personaje de Lara.

A FINALES DE 1946, en la sede de una revista literaria de Moscú, surge un flechazo fulminante. 
Sus protagonistas son el poeta Borís Pasternak —por aquel entonces blanco de ataques en la prensa debido a esa manía antisoviética de “hurgar en su alma”— y Olga Ivínskaia, encargada de la sección de nuevos autores y amante de la poesía, en especial de la del hombre que acaba de cruzarse en su camino: desde adolescente se sabe sus poemas de memoria.
 La afinidad entre ellos se revela en el primer contacto visual: los ojos azules de Olga expresan su resuelta admiración, y la mirada penetrante y claramente aprobadora del autor de Mi hermana, la vida se clava en los suyos. 
La mujer rubia de amplia sonrisa que tiene ante sí es 22 años más joven, pero el poeta, a su edad madura —56 años—, conserva intacto su magnetismo y una belleza exótica. 

La poetisa Marina Tsvietáieva, con quien mantuvo en 1926 un insólito trío epistolar en el que participó Rilke, describía así su aspecto:
 “Pasternak se parece al mismo tiempo a un árabe y su caballo: atento, al acecho, como preparado para salir al galope en cualquier instante”.
La relación amorosa avanza de forma incontrolable. 
Olga es viuda dos veces y madre de dos niños.
 ­Borís está divorciado y casado en segundas nupcias con ­Zinaída, hasta entonces esposa de su buen amigo el pianista kievita Heinrich Neuhaus.
 Pasternak, que apenas publica poemas por no sucumbir entonces a los dictados estéticos del realismo socialista, sobrevive gracias a sus traducciones, originales y libres, de las obras de Shakespeare.
Pasternak lee el telegrama de concesión del Nobel de Literatura acompañado de su esposa, Zinaída. Ferran Mateo
 Al principio la pareja se limita a dar paseos y a conversar por Moscú.
 A menudo se citan al pie de la estatua de Pushkin, y Borís la acompaña hasta su piso de la calle Potápov, donde Olga convive con su madre, su padrastro y sus hijos. 
Poco antes, Pasternak ha empezado a escribir una novela que lleva concibiendo más de una década: Doctor Zhivago.
 En ella leemos: “Yuri soñaba con una obra en prosa, un libro autobiográfico en el que incluiría, como cargas explosivas ocultas, las cosas más sorprendentes que había visto y pensado. 
Pero todavía era demasiado joven para un libro semejante, así que se limitaba a escribir versos, como un pintor que durante toda su vida pinta estudios para el gran cuadro que tiene en mente”.
 El episodio de la precoz relación con un hombre maduro protagonizado por su emblemática heroína, Lara, está inspirado en una vivencia de su segunda esposa.
 En cuanto conoce a Olga, sin embargo, el personaje femenino adopta de inmediato sus rasgos, se convierte en su prototipo, y el escritor, preso de un arrebato creativo, se zambulle en su novela.
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Retrato de Borís Pasternak realizado por su padre. 



Anna Pasternak, sobrina nieta del escritor, escribe ‘Lara’ para corregir un error histórico y restituir a Ivínskaia el respeto que merece
En Lara (HarperCollins/Ecco), Anna Pasternak, sobrina nieta del escritor, reformula la intrahistoria de este monumento literario, cuyo periplo hasta su publicación constituye de por sí un folletín plagado de peripecias y desventuras, CIA y KGB de por medio.
 Un ambicioso reto, pues todos los biógrafos de Pasternak han coincidido en afirmar lo difícil que resulta adentrarse en una de las mentes más brillantes del pasado siglo, así como en la compleja relación que mantuvo con su musa y último amor, por quien sin embargo no se decidió a abandonar a su esposa. 
Del mismo modo se negaría a emigrar, dos años antes de morir, de su querida Rusia, pese al escarnio público al que fue sometido a raíz de la concesión del Premio Nobel, que se vio obligado a rechazar.
 Desde la campiña inglesa, cerca de su residencia de Oxford, Anna Pasternak comenta: “Al escribir Lara me embarqué en un viaje durante el cual llegué a conocer muy bien a mi tío abuelo.
 Dejé de verlo como un pariente lejano y descubrí a un hombre a quien llegué a entender a las mil maravillas, aunque no siempre me gustara o aprobase su conducta”.
 A Ivínskaia le costó muy caro ser conocida como la amante del escritor y, cuando se cumplían tres años de su idilio, cayó en las garras de la Lubianka —símbolo del terror policial—, acusada de “vínculos con sospechosos de espionaje”. 
Allí perdió al hijo que esperaba de Pasternak.
 El escritor, por el contrario, gozaba de cierta inmunidad, por ser, entre otras cosas, el traductor de poetas de Georgia, la tierra de Stalin. 
Es de sobra conocida la orden del zar rojo: “A ese déjenlo, vive en las nubes”. 

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La dacha de Pasternak.
Como mayor aportación de su libro, Anna Pasternak destaca: “Soy el primer miembro de su familia en corregir un error histórico.
 He restituido a Ivínskaia el respeto que merece.
 Biógrafos anteriores aceptaron la opinión estereotipada de que Olga desempeñó un papel más bien irrisorio en su vida y cometieron errores al retratar cómo era realmente la relación entre los dos y en apreciar hasta qué punto fue crucial el apoyo y la inspiración que le brindó esa mujer para crear su legendaria novela”.
 Ivínskaia pasó cuatro años picando suelo árido en un campo de Mordovia, mientras Pasternak traducía la segunda parte de Fausto y sacaba tiempo para escribir la novela que sería su mayor legado artístico: para Nabokov, una obra torpe y convencional; para Calvino, la gran novela rusa del siglo XX. 
Tras la muerte de Stalin, cuando Ivínskaia recupera la libertad, la pareja retoma su apasionado romance. 
 Más tarde Olga alquilará una pequeña casa próxima a la hermosa dacha de Pasternak en Peredélkino, la colonia de creadores construida a las afueras de Moscú: un “laboratorio de escritores” financiado por el Politburó en mitad de un terreno boscoso. 
Allí se ven a diario y Olga se convierte en su más estrecha colaboradora: edita sus textos y pasa a máquina dos veces el manuscrito de Doctor Zhivago.
Es su secretaria y su correctora, como otras esposas de escritores rusos —las de Tolstói, Dostoievski o Nabokov— que, en la sombra, prestaron su talento y sagacidad para la causa literaria de sus maridos. 
Muerto Pasternak, Olga fue detenida y enviada por segunda vez al Gulag, entre 1960 y 1964. 

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Cortejo fúnebre del escritor Borís Pasternak en Peredélkino, en 1960. 
Pasternak era hijo de un pintor y de una pianista cuyos artes supo fusionar en sus poemas al plasmar imágenes excepcionalmente musicales. 
 Dmitri Bíkov es uno de los críticos que mejor ha dialogado con él. ¿Quién fue Pasternak? Uno de los mejores poetas que dio Rusia, pero conocido en Occidente por una sola novela; un modernista que perpetuó la tradición clásica; un aclamado poeta soviético que se sintió casi siempre ajeno a esta ideología; un intelectual sin grandes medios económicos con porte de aristócrata; elitista y democrático; rechazado por los organismos oficiales, pero nunca prohibido del todo; un autor cristiano que aborrecía hablar de su ascendencia judía; un filósofo y un campesino que disfrutaba tanto traduciendo a Goethe como cultivando su huerto. 
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Olga Ivínskaia, a la edad de 30 años. Moscú, 1942.
Con solo 23 años, Pasternak escribió: “Aunque el artista es mortal como el resto de sus congéneres, la alegría de vivir que ha conocido es imperecedera.
 Un siglo después otros, a través de su obra, podrán experimentarla”. 
Anna Pasternak, en su libro, que dista de ser una hagiografía, no oculta el narcisismo de su pariente, que antepuso su ambición a sus sentimientos. 
Irina, la hija de Ivínskaia, enviada al Gulag junto con su madre tras la muerte del poeta y que, emigrada en París, ha escrito varios libros sobre el tema, accedió a hablar con la autora de Lara al darse cuenta de que esta quería rendir un homenaje a su madre. 
“Creo que Borís y Olga están eternamente unidos en Doctor Zhivago, es su sentida y sincera carta de amor a ella”, afirma Anna Pasternak. 
Como se lee en la novela: “Se habían amado no porque fuera inevitable o hubiesen sucumbido a la ‘llama de la pasión’. 
Se amaron porque así lo quiso todo cuanto los rodeaba: la tierra a sus pies, el cielo sobre sus cabezas, las nubes y los árboles”. 
Concluye Anna Pasternak: “Sabía que la había defraudado, pero la inmortalizó en una heroína literaria icónica.
 Era débil en su vida personal, pero enormemente decidido como artista”. 
 

23 jun 2017

Belén Esteban: “Mamá, he ganado y estoy muy feliz”

La colaboradora de televisión, nerviosa y al borde de las lágrimas, gana el pleito contra su exrepresentante Toño Sanchís y contesta a sus detractores: "Ya no me tengo que ir de España".

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Belén Esteban y Toño Sanchís en 2015 cuando todavía eran inseparables. GTRESOLINE

“Ya no me tengo que ir de España”, así contestaba Belén Esteban a los que han dudado de su palabra durante los más de dos años que ha durado el enfrentamiento con su exrepresentante Toño Sanchís por una reclamación de cantidad que terminó en demanda presentada en un juzgado de Torrejón de Ardoz (Madrid). Visiblemente nerviosa y al borde de las lágrimas la colaboradora del programa Sálvame ha entrado en plató después de que sus compañeros desfilaran bailando tras una banda de música y majorettes y un rótulo en el que se leía: “¡Belén ha ganado!

Tras el espectáculo televisivo quedaba la sentencia judicial que ha dado la razón íntegramente a Belén Esteban en su reclamación de cantidad, que ascendía a 380.000 euros, más 77.000 euros de intereses y costas que se estiman en unos 100.000. 
Cantidades que se suman a los 372.000 euros que el representante ya abonó a Esteban y que suman un total de 929.000 euros.

“He llorado de alegría cuando me he enterado esta mañana muy temprano cuando me ha llamado un compañero”, ha dicho Belén Esteban. 
“Después he llamado a mi gente”, ha manifestado refiriéndose supuestamente a sus letrados, “y me han dicho: ‘Ha salido muy favorable para ti’.
 Hoy he estado comiendo con directivos de esta casa y ahora cuando salga tengo que ir a ver a mis abogados y enterarme bien. Ya hablaré lo que quiero hablar, pero ahora solo puedo decir: Mamá he ganado y estoy muy feliz”. 

Belen Esteban Belén Esteban a la salid del juzgado de Torrejon de Ardoz (Madrid) el pasado 30 de mayo. Cordon Press

Después de estas declaraciones la colaboradora de televisión ha abandonado el plató y ha dejado hablando a sus compañeros que han confirmado que Belén Esteban presentará una demanda penal contra Toño Sanchís, ya que además de la reclamación económica en el informe pericial que presentó ante el juez, y que ha sido alabado por el mismo, queda demostrado que se ha falsificado su firma en algunos contratos. 
Los compañeros de Sálvame también han dado algunos detalles de la línea que ha seguido la defensa de Esteban. 
Entre ellos que mientras Toño Sanchís optó por realizar un cómputo global, los letrados de Belén decidieron ir contrato por contrato y ha quedado reflejado que en algunos de ellos el porcentaje del representante ascendía a un 30% pero en otros llegaba a un 90% y hasta a un 100% de los emolumentos.
 El único contrato firmado  por ambas partes en 2009, establecía un porcentaje del 20% para Sanchís y del 80% para Belén Esteban.

Toño Sanchís tiene ahora 20 días para recurrir y tratar de salvar, entre otras cosas, la vivienda habitual de su familia, que ya estaba embargada preventivamente por el juzgado madrileño para garantizar las posibles responsabilidades económicas que pudieran derivar del pleito.
Según los compañeros de Esteban –que no realizó más declaraciones– “la guerra no acaba más que empezar”, porque la sentencia recoge que puede presentar nuevas pruebas según reciba documentación de empresas a las que la colaboradora ha reclamado justificantes con validez legal.

 

Lara Álvarez celebra con un baile el récord de audiencia de ‘Supervivientes’

La expulsión de Gloria Camila, la incertidumbre con José Luis y la llegada a plató de Bigote Arrocet supuso un 28,7% de 'share' del 'reality' de Telecinco.

La presentadora Lara Álvarez en Honduras.
La presentadora Lara Álvarez en Honduras.

Supervivientes sigue sin tocar techo. 
El reality show de supervivencia con famosos presentado por Jorge Javier Vázquez, Sandra Barneda y Lara Álvarez en Telecinco, vuelve a superar su propia marca al quedarse cerca del 30% de share.
 Concretamente, 3.121.000 espectadores vieron la décima gala de este jueves que alcanzó el 28,7% de audiencia.
 Y fue tal la emoción por el récord conseguido que Álvarez lo celebró desde Honduras con un baile que ha colgado en su cuenta de Instagram, donde tiene 650.000 seguidores, y que ya ha superado las 110.000 reproducciones.

Solo la llegada a plató de Edmundo Bigote Arrocet ya apuntaba que el programa iba a ser jugoso ya que muchos confiaban en un reencuentro televisado entre el humorista chileno y su novia, la presentadora María Teresa Campos.
 Por una vez triunfaron la discreción y la intimidad a la espera de que sea la propia presentadora quien comunique a su pareja que durante su estancia en Honduras ella ha sufrido un ictus.
 Así las cosas la entrevista a uno de los expulsados más esperados de esta edición, transcurrió con normalidad. 
Arrocet afirmó no haber estado medido en el concurso por su relación con María Teresa Campos: “Yo sé que a Teresa le interesa mi felicidad.
 Pero yo ya pasé una época en la que me tocó pasar hambre y frío; es ahí donde se conoce realmente a la gente. 
A mí no me gusta hacer cosas para que se vean, me apartaba por timidez en cuanto llegaban las cámaras”.
 Fue en este momento cuando Jorge Javier Vázquez criticó esta actitud y le recriminó que se había olvidado de que estaba en un programa de televisión. 
Edmundo Arrocet reconoció que si tuviera que hacer autocrítica sería que “debería haber hecho más televisión”. 
Pero también dijo que a él la experiencia “le ha servido para fortalecer el espíritu” y afirmó que volvería a ir a Supervivientes pero no se comportaría igual.
Pero Arrocet no se llevó todo el protagonismo. 
La expulsión de Gloria Camila, la hija de Rocío Jurado y el torero José Ortega Cano, captó la atención de todos los espectadores al convertirse en la sexta expulsada del reality.
 La joven acudió al programa acompañada de su novio Kiko, quien se quedará una semana más en la Casa del Árbol, una zona separada de la isla donde viven los desterrados durante siete días hasta conocer la elección de la audiencia.
 Aunque hasta ahora uno de los hándicaps de esta condición era convivir en solitario, en esta ocasión Kiko estará acompañado de Oriana Marzoli, una nueva concursante recién llegada que ya conoce al novio de Gloria Camila por su paso por el programa Hombres y Mujeres y Viceversa.
 Una notica que no ha sentado demasiado bien a la hija del torero. 

A todo este aliño de sentimientos hay que sumar la incertidumbre sobre José Luis, que reapareció después de que en la gala de hace una semana tuviera que ser atendido por los médicos del equipo a causa de un cólico nefrítico.
 El cocinero que se dio a conocer en el programa de cocina Masterchef recibió la visita de su mujer y junto a ella decidió continuar en el programa pese a que los médicos le han advertido de que le puede dar otro cólico y debe tomar algunas precauciones: “Ha sido mi sueño desde que empezó el concurso y no me quiero ir por nada del mundo”, dijo José Luis minutos antes de enterarse de que nada más volver se enfrentaba a la expulsión junto a Gloria Camila y Laura Matamoros.
Finalmente, el público volvió a premiar la actitud del cocinero que, a pesar de las críticas de algunos de sus compañeros, ha sido un ejemplo de supervivencia, el espíritu real que debería presidir este concurso.
 Hasta dónde llegue depende ahora de sus riñones y de la audiencia.

 

Kim Kardashian agota su línea de maquillaje en tres horas

La estrella de la televisión triunfa con su último negocio que la consolida como empresaria de éxito.

Kim Kardashian, en una charla organizada por Forbes. Kim Kardashian, en una charla organizada por Forbes. AF

Tres horas bastaron para que la línea de maquillaje de Kim Kardashian se agotara y con ello la reina de los realities shows logró generar unos 14.4 millones de dólares en ingresos.
 KKW Beauty salió al mercado con unos kits de maquillaje contour (productos que se utilizan para redefinir el rostro) a 48 dólares.
Ya en su presentación la esposa de Kanye West reconoció que este proyecto le parecía muy emocionante pues “ha sido la primera vez que he pasado de tener acuerdos de licencia con mi nombre a ser la propietaria [de una marca]”, reconoció durante un congreso organizado en Nueva York por Forbes.
Esta no fue su primera incursión en el mundo del maquillaje. 
En abril lanzó una pequeña línea de cuatro labiales cremosos en tonos rosados y nude en colaboración con la exitosa marca de cosméticos de su hermana pequeña, Kylie Jenner.
Pero como todo lo que envuelve a esta estrella de la televisión la polémica no podía faltar y aunque no se puede quejar el gran éxito de su línea de maquillaje la promoción de sus productos se vio empañada cuando fue acusada de racista
 La hermana más famosa del clan Kardashian colgó en su cuenta de Instagram –en la que tiene 101 millones de seguidores- unas imágenes en las que lucía un tono de piel, visiblemente más oscuro de lo habitual. Y los haters, que a ella le sobran, la acusaron de hacer blackface.
 Es decir, de usar un maquillaje similar al que utilizan personas de diferente etnia para interpretar a personajes negros, tal y como ocurría en el cine de primeros del siglo XX o en películas.
 El blackface es sinónimo de racismo para cualquier afroamericano.
Ella no tardó en responder y en una entrevista a The New York Times dijo: “Obviamente jamás fue mi intención ofender a nadie. Yo estaba realmente bronceada cuando me hicieron la sesión fotográfica.
 Le mostré la imagen a mucha gente de la industria y a nadie le llamó la atención mi tono de piel, ni siquiera se mencionó algo así”, reconoció. 

Con tal apabullante éxito, Kardashian no ha tenido remordimientos al momento de hacerse con el reloj Cartier de Jackie Kennedy.
 La empresaria pagó por la pieza 379.500 euros. 
El reloj formaba parte de una subasta realizada por la casa Christie's el pasado miércoles en Nueva York.

Atraco en París

Desde que el pasado octubre sufriera un atraco en París la celebridad, de 36 años, ha renunciado a lucir cualquier tipo de joya.
Tras el mediático robo una decena de personas fueron imputadas en enero gracias a una operación policial en diferentes puntos de Francia, y con la que se dio por desarticulado el grueso del equipo de delincuentes, conocidos como la "banda de los veteranos" por la avanzada edad de sus componentes. 
Sin embargo, este viernes el canal de televisión francés BFMTV dio a conocer que uno de los cinco hombres que atracaron a la estrella sigue libre, ya no tuvo más que un papel secundario.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que François Delaporte, quien se creía que formaba parte del quinteto que robó en la noche del 2 al 3 de octubre joyas valoradas en unos 9 millones de dólares, no estaba presente en el momento del atraco, por lo que su defensa ha solicitado su liberación tras cinco meses en prisión.