La brecha
entre los más ricos y los más pobres se amplía. Elda y Rubí son las
ciudades más industrializadas de España; Pozuelo y Girona, donde más
pesa el sector servicios.
La riqueza en España está concentrada en unos pocos epicentros
geográficos. En los municipios del noreste de Madrid se concentran las
ciudades con mayor renta por hogar de España. En la costa de Andalucía
se localizan, por contra, los municipios menos prósperos, según la
estadística de indicadores urbanos publicado este martes por el INE, con
datos de 2014. Esta serie de datos recoge información sobre las
condiciones de vida de 126 ciudades españolas. Y la diferencia se va
agrandando año a año. La diferencia entre la renta media anual de los 10
municipios más acaudalados y la riqueza de las 10 ciudades más pobres
se amplia. Pozuelo de Alarcón, con una renta media por hogar de 73.014
euros, es el municipio más rico de España. Le siguen Majadahonda (57.623
euros) y el barcelonés San Cugat del Vallés (53.767 euros). Entre los
cinco primeros más pujantes también están las ciudades madrileñas de Las
Rozas (52.604 euros) y Alcobendas (51.627 euros). En el lado contrario, destaca Torrevieja (Alicante), con una
renta media por familia de 14.462 euros. En el podio de los más
desfavorecidos también sobresalen los municipios andaluces de Sanlúcar
de Barrameda (17.222 euros), Fuengirola (18.225 euros), La Línea de la
Concepción (18.324 euros) y Benalmádena (19.849 euros). La mayoría de
los municipios que figuran con menos riqueza son turísticos y su nivel
de renta está afectado por la estacionalidad del sector y la economía
sumergida que existe entorno al turismo.
Más industrializados
El INE clasifica a los 126 municipios españoles, 17 más que
el año pasado, en función de su renta media anual de las familias. Esta
se calcula a través de las declaraciones de renta como el conjunto de
ingresos percibidos por los hogares una vez descontados los impuestos y
cotizaciones sociales. El fraude fiscal o la infradeclaración no se
tiene en cuenta en los registros del INE. La estadística también recoge el empleo de cada municipio
atendiendo al sector económico. Según esto, Elda (Alicante) y Rubí
(Barcelona) son los dos municipios españoles donde el sector industrial
tiene más peso. En Elda se concentran buena parte de la industria del
calzado de España, y Rubí acumula industrias de varios sectores. Su
valor es tener un amplío polígono industrial y estar relativamente cerca
de Barcelona.
En 2008 los empleados a tiempo
parcial hacían al mes una media de 0,2 horas de más, según el INE,
es decir, 12 minutos. A comienzos de este año, ese tiempo es de 33
minutos, apenas 5,4 minutos menos que quienes tienen una jornada
completa. En España, donde la mayor parte de quienes trabajan a media
jornada querían hacerlo ocho horas al día, estos números suponen un
“claro indicador” de precariedad, apuntan los expertos.
Una de las características que diferencian al mercado laboral español de otros es que muchos de los empleados a tiempo parcial desean trabajar más horas. Y parece que lo están consiguiendo, pero no a base de contratos con
jornadas más largas, sino con horas extra. A comienzos de año, cada uno
de estos ocupados trabajaba al mes una media de 0,52 horas por encima de
lo pactado, según la última encuesta trimestral de coste laboral publicada, o 0,55 si se toma el dato anualizado y no trimestral. En
la misma serie se aprecia, en cambio, una tendencia contraria en
quienes sí que cuentan con contratos a tiempo completo. Hace nueve años,
estos empleados trabajaban una media de 0,84 horas (50,4 minutos) al
mes por encima de su jornada laboral. Ahora lo hacen 0,62 horas (38,4
minutos). “Esa es una evolución lógica por la crisis”, explica Carlos
Martín, director del gabinete económico de CC OO. “Cuando las cosas van
mal, los que tienen empleo trabajan más horas y cuando llega la
recuperación esta situación se revierte. Pero eso no está sucediendo con
quienes trabajan a jornada parcial. Es lo contrario”.
Isabel Preysler, vetada en la firma del hijo de Mario Vargas Llosa
Pilar Eyre
¿Quién es ese hombre apuesto, serio como un obispo, que firma como el
que despacha con un subsecretario en la feria del libro de Madrid? ¡Álvaro Vargas Llosa! El ojito derecho de Patricia y
sorprendentemente, el único hijo que se lleva bien con Mario desde que
está con Isabel Preysler. Me cotillean: “le pidió a su padre que no
acudiera con Isabel a la presentación de su libro 'El estallido del
populismo' para que no hubiera prensa de corazón y Mario accedió”. La Preysler no fue al acto ni a la cena posterior, lo que hizo correr rumores de frialdad entre la pareja. “Nada de eso, a todos los que le preguntaban cómo estaba, Mario contestaba ¡encantadísimo y enamoradísimo!”. ¡Ah, atención, un tema importante! El tan ansiado divorcio (y quizás boda) parece que cada día está más cerca
porque Patricia se ha convencido de que la relación entre su marido e
Isabel va en serio ya que la ultima correría de Mario con una actriz
argentina que responde a las iniciales de N.A. duró dos años y con
Isabel ¡ya lleva más! Mi informante, del entorno peruano del escritor,
prosigue “me rio cuando dicen que Mario es un hombre muy familiar… Lo
único que le importa en realidad es escribir y…” ¿Y? ¿Y? ¡Dios! Se me
escapa la última palabra porque suena la sirena de una ambulancia que
viene a recoger a unas cuantas niñas desmayadas de calor en la cola de
Blue Jeans. Pobrecitas pero qué faena.
La
periodista se desnuda, literal y físicamente, en el programa presentado
por Jesús Calleja, donde confiesa que hubo un momento de su vida que
pensó en el suicidio.
Que Mercedes Milá no tiene pelos en la lengua es algo de sobra conocido por todos.
Pero si algo le quedaba por decir lo ha hecho en el programa Planeta Calleja,
emitido este domingo y presentado por Jesús Calleja, donde la
periodista ha confesado al montañista situaciones muy duras que ha
vivido a lo largo de su vida, como la depresión que sufrió en las dos
últimas ediciones que presentó de Gran Hermano.
“Te voy a decir una cosa que no he dicho nunca: yo lo he visto tan
negro que hubo un momento que pensé que prefería morirme a seguir así”,
aseguró Milá en pleno Ártico.
Allí empezaba a tranquilizarme y se me olvidaba mi
depresión, que lloraba todos los días, que ni me quería levantar de la
cama.
Ni yo misma me reconocía. El sufrimiento era tanto que no lo
aguantaba ni un minuto más.
Por eso decidí no hacer más Gran Hermano”, ha contado Milá y ha añadido que pasó una situación tan mala que “entendí a los que deciden quitarse a la vida”.
Aunque la catalana ya había dado algunas pinceladas en otras entrevistas
sobre que la decisión de acabar con su etapa como conductora de Gran Hermano
tendría que ver con esta situación personal, ha sido en esta ocasión
cuando ha revelado lo que verdaderamente le ocurría.
Además, la versión
oficial que tanto la cadena como ella misma mantuvieron desde que se dio
a conocer la noticia hablaba de una falta de acuerdo económico y un
deseo de cambiar el rumbo de su profesión.
Milá, que se encuentra muy feliz en el programa de literatura Convénzeme, no cierra del todo la puerta de su regreso al reality de convivencia: “De momento no voy a volver a Gran Hermano, de momento no”.
Otras de las confesiones desveladas por la periodista ha sido que su
nombre estuvo en una lista negra en el año 1981 para ser fusilada y que
estuvo amenazada por la banda terrorista ETA. "Fui a dar una conferencia
a San Sebastián y pusieron mi nombre en una diana. En vasco ponía 'Os
mataremos' o algo así", ha recordado y ha asegurado que no se sintió
cohibida en comparación a otros que tuvieron peor suerte. "Nunca he
tenido protección", ha explicado. A pesar de todas estas estas revelaciones, Milá ha asegurado sentirse
radiante de felicidad y vivir un momento muy bonito. Junto a Calleja,
ambos se han embarcado en una aventura que les ha llevado a participar
en una sesión de tiro con escopeta, descender a una antigua mina de
carbón y hasta darse un baño en las gélidas aguas del Ártico, donde la
presentadora de televisión no ha dudado en quitarse el bañador pese a
los 20 grados bajo cero de temperatura. Mercedes Milá tras bañarse en el Ártico en el programa 'Planeta Calleja'.Mediaset