Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

25 ene 2020

Mujeres al borde de un ataque de nervios

Sin duda alguna la primera gran obra maestra de ese incomparable (e irrepetible) genio que es Pedro Almodóvar, deliciosa e irresistible comedia de situación que gira en torno a la soledad de las mujeres en un mundo dominado por hombres que las engañan, mienten, ningunean y hasta enloquecen.
 Con un guión repleto de escenas brillantes, de personajes magnificamente escritos, con diálogos divertidísimos y un ritmo excelente, sin apenas baches (algo inusual en el Almodóvar de la época), consigue el director manchego dar vida, en el efervescente Madrid de los años 80, a diferentes mujeres abandonadas por sus parejas en el momento más inoportuno de sus vidas para, a través de excelentes y divertidísimas escenas, conducirlas a un mismo punto de encuentro tanto físico como emocional.

Clásico indiscutible de nuestro cine, que forma incluso parte de la cultura popular (¿quién no se acuerda de ella cada vez que saborea un gazpacho?), tiene para el recuerdo personajes míticos de la cinematografía patria que luego han sido copiados hasta la saciedad: la telefonista repelente y chismosa de Loles León, la portera 
Testigo de Jehová de Chus Lampreave, la actriz cortita de María Barranco y sus pendientes cafetera, el taxista hortera de Guillermo Montesinos... y, por supuesto, esa inconmensurable Carmen Maura interpretando a Pepa, la mujer al borde de un ataque de nervios que busca incesantemente por toda la capital, pegada al teléfono y al contestador automático, al hombre que acaba de dejarla en la estacada justo cuando ella más lo necesita. ç La he visto docenas de veces y soy incapaz de encontrarle un solo fallo. Y siempre me parece igual de fresca, divertida y entrañable que la vez anterior. Una absoluta maravilla.
 
 
DIRECTOR Pedro Almodóvar
GUIÓN Pedro Almodóvar
MÚSICA Bernardo Bonezzi
FOTOGRAFÍA José Luis Alcaine
REPARTO Carmen Maura, Antonio Banderas, Julieta Serrano, Rossy de Palma, María Barranco, Chus Lampreave, Guillermo Montesinos, Fernando Guillén, Kiti Manver, Loles León, Ángel de Andrés López, Francisca Caballero, Agustín Almodóvar, José Antonio Navarro
PRODUCTORA El Deseo S.A.
PREMIOS 1988: 5 premios Goya: incluyendo mejor película y actriz (Maura). 16 nominaciones
1988: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1988: Festival de Venecia: Mejor guión
1988: Festival de Toronto: Mejor película (Premio del Público)
1988: Premios David di Donatello: Mejor director extranjero


SINOPSIS Pepa e Iván son actores de doblaje. Él es un mujeriego empedernido y, después de una larga relación, rompe con Pepa: le deja un mensaje en el contestador pidiéndole que le prepare una maleta con sus cosas. Al quedarse sola, Pepa no soporta vivir en una casa llena de recuerdos y decide alquilarla. Mientras espera que Iván vaya a recoger la maleta, la casa se le va llenando de gente extravagante de la que aprenderá muchas cosas sobre la soledad y la locura.

El pin de Karelys.............................................Boris Izaguirre..

Karelys Rodríguez, en una imagen de su Instagram.

El pin de Karelys

Mis padres no hubieran pasado el examen pero nos enseñaron a ser libres.

Karelys, la examiga del diestro Cayetano Rivera, ha abierto la boca y el corazón exclusivamente para la revista ¡Hola! y le ha entregado uno de los mejores titulares posibles: ““Quiero hablar y aclararlo todo


La atropellada trayectoria pública de la familia Tous

Tras sufrir boicot durante el 'procés', la firma de joyas es investigada por una presunta estafa.

  • Alba (I) y Rosa Tous (D), presidenta y vicepresidenta de la compañía joyera Tous.
    Alba (I) y Rosa Tous (D), presidenta y vicepresidenta de la compañía joyera Tous. EL PAÍS
    Más allá de la ficción, hay alguna realidad donde también se desayuna con diamantes.
     La hija mayor de la familia de joyeros Tous, Rosa Tous, recuerda que, cuando ella y sus tres hermanas eran pequeñas, en su casa de Manresa (Barcelona) “se desayunaban pulseras, se comían pendientes y se cenaban sortijas”.
     Es su manera de decir que la joyería familiar formaba parte de su cotidianidad.
     Con un menú diario así, no es de extrañar que las cuatro hijas de Rosa Oriol y Salvador Tous estén ahora trabajando en la empresa que fundó su abuelo, una compañía que se ha hecho famosa por un osito de peluche convertido en joya, y que ha conseguido llegar a su centenario, que se cumple precisamente este 2020, con más de 4.000 empleados y presencia en más de 50 países con 700 tiendas.

    Esta semana, la firma del osito ha saltado a los medios porque afronta una investigación en la Audiencia Nacional por presunta estafa
    La Asociación de Consumidores y Usuarios de Joyería (Consujoya) les ha denunciado por rellenar las joyas con un plástico, metacrilato.
     Tous defiende que esta técnica, llamada electroforming, está autorizada por la Administración pública y expresamente permitida por la ley, y la empezaron a utilizar de manera pionera hace más de 25 años. 
     La empresa defiende que es una tecnología especialmente adecuada para piezas de grandes volúmenes, a la vez que ligeras y sin soldaduras, algo que apoya la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros, que ha salido en su defensa asegurando que esta técnica es "común, normal y habitual en el sector".

    Así las cosas, los Tous se enfrentan a un nuevo bache en su trayectoria pública, ya que la familia tuvo que asumir una gran exposición con el juicio a su yerno, Lluís Corominas, que era responsable de seguridad del matrimonio fundador de la firma cuando en 2006 disparó mortalmente a un asaltante de su chalé en Sant Fruitós del Bages (Barcelona).
  •  Un jurado popular le absolvió al considerar que actuó en legítima defensa. 
  • El siguiente tropezón fue con el procés, cuando los Tous tuvieron que lidiar tanto con unionistas como independentistas. Los primeros llamaron a boicotear sus productos a raíz de una foto donde salían con Carles Puigdemont llevando una estelada (bandera independentista), a lo que la familia respondió asegurando que no estaban a favor de la secesión de Cataluña, y entonces fueron los independentistas los que mostraron su rechazo a la compañía.
  • Rosa Tous da el biberón a sus hijas Rosa y Alba en 1968. 
    Rosa Tous da el biberón a sus hijas Rosa y Alba en 1968.
    A pesar del revuelo que se genera alrededor de una empresa con tanta repercusión, las cuatro hermanas Tous siguen al pie del cañón por la buena marcha de la casa y cada mañana desayunan juntas en las oficinas. 
     Alba, la segunda por edad y con formación empresarial, es la presidenta, y Rosa, la primogénita y gemóloga, es la vicepresidenta.
     Pero las dos menores también trabajan en la firma, que tiene las oficinas en Manresa y la producción en Sabadell (Barcelona).
     Laura, con estudios de empresa, lleva el sello patrimonial, y Marta, diseñadora de joyas, ha tomado el relevo creativo de su madre y lidera la creación de las colecciones. 
    Aun así, Rosa Oriol es quién se ocupa de diseñar la colección de más alta gama, Atelier Tous, que nació de su fascinación por las gemas de colores. 
    Su marido también sigue activo y es el presidente de honor.
    La fama mundial llegó con el osito, creado en 1985.
  •  Fue una visión de Oriol, quién se inspiró viendo un escaparate de juguetes en Milán, y llevó esa fantasía de convertir el osito de peluche, tierno recuerdo de infancia, en el icono de su firma. Tous se remonta a 1920, y fue fundada por el padre de Salvador.
  •  La familia de Rosa tenía una zapatería enfrente de la joyería de los Tous, en la calle Born de Manresa. 
  • Y el destino quiso que la hija del zapatero se casara con el hijo del joyero en 1965. 
  • Cuando el padre de Salvador se jubiló tres años después, el matrimonio asumió las riendas. 
  • Compaginaron la crianza de sus cuatro hijas con la joyería, convirtiendo el taller en sala de juegos.
  •  Oriol se entregó al diseño de joyas exclusivas y visitó ferias del sector.
  •  Se dio cuenta de que había mucho recorrido y no dudó en seguirlo. "Democratizamos la joyería o, como decimos ahora, hicimos el lujo accesible", recuerda en un libro sobre su vida. En 1989, abrieron la primera tienda en Barcelona, y no han parado de crecer.

24 ene 2020

Alcohol, sexo, toreros y flamenco, los grandes amores de Ava Gardner en Madrid

'Arde Madrid', la serie original de Movistar+ creada y dirigida por Paco León y Anna R. Costa, refleja por qué una mujer tan independiente como Ava decidió vivir en la España franquista.

Foto: La actriz Ava Gardner. (Movistar+)

La actriz Ava Gardner. (Movistar+)
 
 

 Arde Madrid', la serie de Paco León de la que todo el mundo habla, recién estrenada por Movistar+, repasa distintos y sonados episodios vividos por la actriz norteamericana Ava Gardner durante 10 intensos días de 1961 en la capital.

 Sin embargo, durante los 13 largos años que residió en España, la actriz se volvió loca de amor por Madrid

Aquí se emborrachó y enamoró de su olor, su ambiente, sus fiestas, el flamenco, el alcohol y los hombres hasta decir basta.

Ava descubrió España en 1950 cuando vino a rodar aquí 'Pandora y el Holandés errante' donde interpretaría un personaje premonitorio: la mujer amada por todos los hombres, pero incapaz de conseguir la felicidad. Ella misma lo confesaría en sus memorias:

"Nada de lo que hice antes o después de Pandora tuvo un impacto igual en mi vida. 
Gracias a ella, descubrí España, y en España viví como nunca antes había vivido".
Y aquí se enamoró del clima, del sol, del carácter español, de la fiesta nacional y de los toreros. 
Todos los tópicos de nuestro país fueron la auténtica pasión del "animal más bello del mundo".
 Debi Mazar da vida a Ava Gardner en 'Arde Madrid'. (Movistar )

Entraba a matar por la puerta grande

Nada podía gustarle más que rematar la noche con una buena faena y si era con un varón latino y torero mucho más.
 Matadores objeto de deseo, y dispuestos a la conquista, siempre ha habido en España.
 Lo difícil en aquella época no era encontrarlos, sino que estuvieran dispuestos a ser "utilizados" por una mujer, algo de lo que siempre hizo gala la actriz. 
Le encantaba el sexo, y era lo que sobre todo buscaba en los hombres.
En 'Pandora' se topó con Mario Cabré, un apuesto torero y actor, y con planta de galán latino.
 Cayó rendido a sus pies, o eso dicen. A los pocos días de comenzar el rodaje, saltó el rumor del idilio entre ambos. Hacían buena pareja: ella tenía 28 años y él 34.
 El romance, sin embargo, no cuajó. 
Ni los poemas de amor que le escribía el matador, por cierto bastante malos, ni su pésimo inglés contribuyeron a consolidar una historia de amor con poco recorrido desde un principio, más allá del buen sexo que dicen, proporcionaba a la actriz.
 Y menos todavía ayudó, el tercer marido de Gardner, Frank Sinatra, que en cuanto se enteró, aterrizó en España y cortó el idilio por lo sano.
Imagen de la serie 'Arde Madrid'. (Movistar )
En abril de 1953, Ava Gardner aprovechó un parón del rodaje de 'Mogambo' en Italia, para disfrutar de unas vacaciones en España. Fue entonces cuando se cruzó otro guapo y famoso torero en su vida, Luís Miguel Dominguín
El romance o la "locura de amor" que enseguida surgió entre ambos, se alargó a duras penas, hasta finales de 1954. Dejó eso sí para la historia una de las anécdotas más conocidas sobre ambos, ya convertida en leyenda.
 Nada más terminar de hacer el amor, Luis Miguel Dominguín se levantó de la cama, se vistió y cuando estaba a punto de coger la puerta, Ava le preguntó: "¿A dónde vas?".
 Y él, impertérrito, respondió: "Pues dónde voy a ir. ¡A contarlo!". Ambos eran guapos y la relación tenía mucho de literario: al fin y al cabo, no todos los días se conjugaba la pasión de un torero con el pedigrí de una gran estrella de Hollywood.
La actriz Ava Gardner. (Movistar )
España fue el refugio de la protagonista de 'La noche de la iguana', el lugar donde el animal más bello del mundo pudo alejarse de las imposiciones de Hollywood y vivir su particular capea, con la única persona que la igualaba en eso de beberse la vida: un torero español.
 De nuevo, los celos de Frank Sinatra enturbiaron este romance. El idilio terminó en septiembre de 1954. 
Años más tarde, él la seguía recordando con cariño: "Era la más guapa y la más fiera. 
Tenía yo una loba muy feroz en una jaula".

La actriz Ava Gardner llega al aeropuerto de Barajas procedente de Londres. (Movistar /EFE) 
La actriz Ava Gardner llega al aeropuerto de Barajas procedente de Londres. (Movistar /EFE)

La fiesta de día y de noche

 

 

 

La fiesta nacional para Ava Gardner no solo era el mundo de los toros y toreros, sino y sobre todo significaba noches de lujuria, desenfreno y alcohol mucho alcohol.
Los actores y actrices norteamericanos que aterrizaban en España se volvían locos con la vida nocturna de Madrid.

 Ofrecía para unos pocos acaudalados, todo lo que prohibía para el resto de los mortales la dictadura.
Había un mundo canalla, lujoso y nocturno donde los aristócratas se codeaban con gente del espectáculo, un universo de mansiones y fiestas privadas, de clubes tablaos, y locales donde las fiestas seguían a puerta cerrada, muchas horas después de las horas del cierre.
 En medio de ese mundo y entre trago y trago, Ava se movía como pez en el agua.
Las verdaderas juergas Ava Gardner las vivía en los tablaos flamencos

Entre los sitios que más frecuentaba se encontraba la terraza del restaurante Riscal (Calle Marqués de Riscal, 11), actualmente cerrado.
 Nada más subirse al ascensor, ya se quitaba los zapatos y pasaba la velada descalza.
 Como toda estrella internacional Chicote (Gran Vía, 12) era parada obligada.
 "Aunque solía empezar la tarde allí con una buena copa de whisky acompañada de su criada negra, no era uno de sus lugares preferidos.
 Estaba constantemente firmando autógrafos, y sobre todo siempre había paparazzis esperándola en la puerta. 
La actriz tenía fobia a la prensa", rrecuerda un camarero que entonces trabajaba en el emblemático local.
Pero las verdaderas juergas las vivía en los tablaos flamencos.
 Allí aprendió a taconear, entre conquista y conquista. El Corral de la Morería (Calle Morería, 17), Torres Bermejas (Calle Mesonero Romanos, 11), Los Gabrieles (Calle Echegaray, 17), actualmente cerrado, o Villa Rosa (Plaza de Santa Ana, 15), propiedad de Lola Flores y El Pescaílla, y que después de pasar a ser discoteca ha vuelto a convertirse en tablao, son alguno de todos esos locales. Pero del que era clienta asidua era de El Duende (actual Los Gitanillos, calle Claudio Coello, 48), que ahora es un restaurante.
 Con Antonio El Bailarín, el pianista Paco Miranda o Enrique Herreros, el dibujante, entre otros, se sentaba junto a Pastora Imperio, una de las dueñas del local, a ver cuadros flamencos.
'A Letter From Ava'. (Movistar /Clarence Sinclair Bull)
'A Letter From Ava'. (Movistar /Clarence Sinclair Bull)
Muchas de esas fiestas tenían lugar en su casa.
 Lucía Bosé, a pesar de haberle 'robado' a uno de sus grandes amores, se convertiría en gran amiga y asidua a las mismas, en su domicilio del barrio madrileño de El Viso: "Allí había desde gente que recogía por la calle, hasta militares de la base americana, bandas de música… 
En su casa podía entrar desde Orson Welles hasta un indigente".

La leyenda en torno a sus juergas en su casa se ha mantenido viva. No solo por el ruido infernal que levantaba a sus vecinos cada noche, entre ellos al General Perón, sino porque no tenían fin. 
"Ella no decía nunca cuando acababa la fiesta, cuando se cansaba se iba a dormir y dejaba que el resto se fueran yendo a su ritmo", recordó en su momento la actriz.
Una de las anécdotas que más marcó a Anna R. Costa, guionista con Paco León de 'Arde Madrid', y que se produjo en una de aquellas fiestas, fue el concurso de beber bourbon que enfrentó a Luís Miguel Dominguín y a la estrella. 
"Se retaron a ver quién aguantaba más bebiendo de un trago de una botella
Él se bebió un cuarto. Ella se la bebió entera. Imagínate el nivel de las fiestas", recordó recientemente la creadora.

Imagen de la serie 'Arde Madrid'. (Movistar )
Imagen de la serie 'Arde Madrid'. (Movistar )

Se lo bebió todo

Quienes la conocían bien, quienes quemaban la noche con ella, decían que no tenía fondo.
 Se lo bebía y fumaba todo. Tumbaba a cualquiera, tenía más aguante que nadie, y borracha no respetaba nada ni a nadie.  
No tenía freno. Y lo peor es que bajo efectos del alcohol que tanto amaba, su personalidad mutaba.
 Se volvía irascible e insoportable, agresiva, y conflictiva.


Combatía la soledad con un trago tras otro.
 Bebía lo que le pusieran: aguardiente, coñac, whisky, café, ginebra, bourbon.
 Y terminaba muchas noches sola y borracha por las calles de Madrid. Su mayor adicción, su mayor pasión como tantas otras, se convirtió en su perdición.
Murió sola y alcoholizada el 25 de enero de 1990 en Londres de una neumonía a los 67 años. 3 años antes, una apoplejía le paralizaba medio rostro al “animal más bello del mundo. “ Como si envejecer ya no fuera suficiente castigo”, se refería así a su parálisis. 
“La belleza me lo dio y me lo quitó todo. Sin embargo, mentiría si dijera que perder mi atractivo no me importa. Me hace sufrir como a cualquier hijo de vecino”.
Pero Frank Sinatra siempre se ocupó de ella economicamente.