Ha causado un gran frufrú y revuelo que la revista ¡Hola!
publicara esta semana tres bodas, consideradas exclusivas, en una misma
portada. Todo un récord. Si no estábamos ya hasta arriba con la megaboda futbolera y rockera de Pilar Rubio y Sergio Ramos,
ahora tres tazas más de lo mismo. ¡El romanticismo debe tener un
límite! Las tres bodas ofrecen un surtido de tipos de novia poco
usuales. Una es Belén Esteban, princesa del pueblo. Otra es Ainhoa Arteta, la gran soprano española. Y por última, María Pombo, la primera bloguera en tener boda retransmitida en streaming
y publicada en papel. Con ellas podría acercarse el fin de las
exclusivas, ese reportaje negociado con el cual la publicación se
garantiza fotos, declaraciones y anécdotas absolutamente propias
prometiendo a los novios ser portada, nunca hasta ahora taaan compartida. Afortunadamente, las tres bodas no repiten invitados pero las une el rito católico, el traje de novia y la bendición de ¡Hola! La primera sorpresa surge cuando la figura de Belén Esteban, vestida de novia
pero sin novio, ocupa la portada en soledad. Muchos lectores “de toda
la vida” de la publicación han aireado que les indispone verla en ese
altar que es esa portada. Belén está allí porque es la princesa del
pueblo y como aristócrata debe salir en ¡Hola!, con mucho más
motivo al contraer matrimonio. Esteban vuelve a demostrar así que
continúa siendo una figura femenina con la que se identifican miles de
españolas. Esa mayoría silenciosa que decía Mariano Rajoy. Esos millones de espectadores que nunca ves pero que siempre ven algo en Belén que les emociona.
Esta boda-reality es en cierto modo un caballo de Troya. Con ella, Esteban abre las puertas de ¡Hola!
a Mediaset, el poderoso grupo mediático para el cual trabaja. Una
cópula, perdón, una alianza quizás más excitante que la propia ceremonia
porque durante años se consideró más bien vulgares a los miembros y los
contenidos de esa comunidad televisiva. Y hoy les da todo el respaldo
posible, tanto que son más fotografiados sus compañeros de trabajo que
el novio o que su propia hija.
La siguiente boda de portada viene anunciada en un recuadro lateral. Es la de María Pombo, una joven bloguera
que se vuelve definitivamente conocida al figurar en la portada de la
edición impresa del semanario. Ella sí enseña novio y este, a su vez,
nos muestra un traje hiperclásico con los puños de la camisa medidos
para que dejen ver un reloj suizo carísimo, que usted puede financiar
cómodamente en unos grandes almacenes. Así fue como Belén Esteban
consiguió su primer Cartier, por ejemplo.
Lo que más moló de esta boda repleta de influencers es que fuese “transmitida en directo”. Un streaming
tan bien realizado por el equipo digital de la revista que pudimos
entender la cara de preocupación de la novia cuando en la iglesia empezó
a sonar el himno nacional a bombo y platillo. Pombo explicó que habían
pensado en usar “la parte menos fuerte del himno pero hubo un error y se
usó la fuerte”. Muy mona, muy bloguera y muy nacionalista, Pombo
confirma que puedes ser novia influyente y conservadora sin complejos. Ella misma, en su encanto de bloguera, llega a recordar que “en la
antigüedad todas las novias entraban con el himno”. ¿La antigüedad
quiere decir el franquismo? Ese discurso va envuelto por el peinado boho de
la novia y acompañado de los vestidos palabra de honor con pierna
derecha al aire de las amigas; los amigos del novio van todos de azul
marino, porque no existe el gris para los influencers.
Acudimos a la fiesta preboda de Ainhoa Arteta
y Matías Urrea en las bodegas Lustau de Jerez de la Frontera. De las
tres bodas de la histórica portada, me pareció la más fina y divertida. Ainhoa cantó varios éxitos de Rocío Jurado
junto al grupo flamenco; mientras recorríamos la bodega su virtuosa voz
nos seguía bajo los inmensos arcos construidos como si fuera un templo. Susana Díaz apareció con el pelo más corto y asegurando que la idea
había sido de Ana Rosa Quintana,
también invitada. Mientras tanto, los amigos del novio, miembros de la
Armada, se pavoneaban con sus uniformes blancos y sus esposas o novias
bien sujetas del brazo mientras pedían selfies para
fotografiarse junto a mi esmoquin color menta.
“Macho, me encantaría
vestirme así”, me confesaron, provocando algo parecido al amor.
Almeida
respeta la tradición que instauró Carmena con la enseña arcoiris, pero
en un lateral de la fachada central, junto a una nueva rojigualda que
Vox había pedido que instalasen.
La bandera arcoíris ha vuelto al palacio de Cibeles. La enseña, que representa al colectivo queer
(lesbianas, gais, transexuales, bisexuales...), vuelve a colgar de la
sede el Ayuntamiento como lo viene haciendo desde 2015, cuando la
entonces alcaldesa Manuela Carmena (Más Madrid) mostró el compromiso del
gobierno municipal con las reivindicaciones del colectivo. Pero en esta
ocasión es diferente. En lugar de aparecer en medio de la fachada
principal, donde ha ondeado estos años, el nuevo Ayuntamiento, gobernado
por el Partido Popular en coalición con Ciudadanos y con el apoyo del partido de ultraderecha Vox, ha colocado la bandera en la zona izquierda de la entrada. Este no ha sido el único cambio . La enseña arcoíris de José Luis
Martínez-Almeida es diferente de la que hubo hasta ahora: elaborada por
los madrileños y de 26 metros de largo. Ahora se ha encargado una nueva,
que es más corta. Aunque el Ayuntamiento explicó que la otra estaba
“muy deteriorada”, en Cibeles había voces que defendían usar esa enseña
así como colocarla en el lugar que había ocupado desde el 28 de junio de
2015, día internacional del colectivo en homenaje a los disturbios de Stonewall, que este año cumplen medio siglo. "No voy a patrimonializar el Orgullo Gay como se hace desde la
izquierda, pero no voy a dejar de colocar esa bandera", ha asegurado el
alcalde. "Me critican por un lado y me critican por el otro, por tanto
creo que estamos acertando con lo que estamos haciendo", ha añadido.
La tradición del Orgullo que inició Carmena
“Fuimos los primeros y estoy muy orgullosa de ser la alcaldesa de una
capital que dio un paso tan importante”, dijo Carmena ese año. Era la
primera vez que se colgaba la bandera arcoíris en el Consistorio. También la primera ocasión en 24 años que no gobernaba el PP la ciudad
de Madrid. Las asociaciones Cogam y Felgtb describieron el momento como
“un hito después de tantos años de lucha”: “Un momento único, histórico,
que jamás se borrará de nuestros corazones”. Con la llegada del nuevo gobierno a Cibeles, el 15 de junio,
surgieron las dudas de si el Consistorio iba a colgar la bandera
arcoíris al asociarse para la investidura de Almeida con un partido que
en campaña pidió que el Orgullo se moviera del centro de la ciudad a la Casa de Campo. Tanto Ciudadanos como el PP insistieron en que sí que se iba a hacer. Vox, cuyos votos son indispensables para que las derechas gobiernen,
criticó la idea y recomendó al alcalde Almeida que colgara mejor una
bandera de España. Dicho y hecho: el jueves apareció una enseña en el
mismo lugar donde el año pasado se colgó la del Orgullo (donde también
estuvo la de Refugees Welcome); justo debajo de otra rojigualda que
ondea en un asta.
Almeida se ha mostrado "extrañado porque exista malestar al colocar
la bandera de España en la fachada del Ayuntamiento, más aun cuando en
el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Ada Colau con el apoyo del
PSOE, hay unos lazos amarillos que lo que hacen es insultar al Estado de
Derecho y a la democracia diciendo que hay presos políticos, cuando lo
que son es políticos presos". Según el alcalde, Madrid tiene claro su
"compromiso con España como capital de la nación". “Hay un intento de ocultación de la bandera LGTB. Es bastante
evidente la maniobra. Hay que recordar que en nuestra etapa había diez
banderas de España en el propio Ayuntamiento y en la fuente de Cibeles. Ahora añaden esta otra en el lugar que tradicionalmente ha ocupado la
bandera LGTB, que es el lugar más visible, en la fachada de Cibeles”,
ha dicho José Manuel Calvo, concejal de Más Madrid. “La ponen en un
lugar mucho menos visible, en un momento en que tenemos que reivindicar,
creo, los derechos de las personas LGTB, y eso es lo que el
Ayuntamiento de Madrid tiene que priorizar. No esperábamos eso de este
gobierno, claro. Tiene que seguir haciendo guiños a Vox y al final vemos
que es la ultraderecha, con esos cuatro concejales, quienes están
marcando la agenda del gobierno”, ha añadido Calvo. A pesar de que la
capital es una ciudad abierta y tolerante, las agresiones lgtbfóbicas no
cesan: el Observatorio Madrileño contra la Homofobia registró 345 agresiones en 2018, un 7,5% más que el año anterior.
Cronología de la reivindicación del Orgullo en Madrid
El primer Orgullo se celebró en Madrid en el año 1978. Un año
después, se legalizó la homosexualidad en España aunque no hasta 1995 no
se eliminaron todas las leyes homófobas. Aquí puedes ver un recorrido histórico en fotos.
El matrimonio igualitario se aprueba en España en 2004 gracias al
impulso del PSOE y con Rodríguez Zapatero como presidente.
El PP
recurrió la norma al Tribunal Constitucional y organizó manifestaciones
en contra de la misma en Colón.
En 2007, Madrid se convirtió en la capital europea del colectivo
LGTBIQ al acoger el Euro Pride.
El Orgullo de Madrid se convierte en un
referente.
La bandera arcoíris no lució en las instituciones hasta 2015. Tras
24 años de alcaldes del PP, Manuela Carmena (Ahora Madrid) se hizo con
la alcaldía y colocó la enseña. La Comunidad, gobernada por la popular
Cristina Cifuente (PP), también lució bandera.
En 2017, Madrid acoge el Orgullo Mundial (World Pride).
El Tribunal de Casación francés ha abierto la vía este viernes a que
los médicos puedan desconectar a Vincent Lambert. Consideran que el
tribunal de apelaciones de París, la instancia previa que había frenado
esta opción, no tenía competencia para ordenar el mes pasado la reanudación de sus cuidados. El fallo de la máxima instancia judicial de Francia da de nuevo la
opción de que este enfermero psiquiátrico francés de 42 años, en estado
vegetativo y tetrapléjico desde hace más de una década, pueda ser
desconectado de las máquinas de alimentación e hidratación que lo
mantienen con vida. Eso, una muerte digna para dejar de vivir “como un vegetal”,
es lo que su mujer y tutora legal, Rachel Lambert, así como buena parte
de sus familiares y amigos aseguran que era la voluntad de Vincent. El
problema es que no lo dejó por escrito en un testamento vital. Y sus
padres, católicos tradicionalistas, se oponen frontalmente a lo que
consideran una eutanasia “encubierta” y llevan años intentando impedir
en los tribunales que se ponga fin a sus cuidados.
“Se anula la sentencia del tribunal de apelaciones sin
remisión del caso a un nuevo juicio”, dijo el Tribunal de Casación en un
fallo ampliamente esperado.
La orden judicial obligó a los médicos de
Lambert a volver a conectarlo a las máquinas que le habían retirado esa misma mañana
y a interrumpir también la sedación profunda a la que había sido
sometido conforme al protocolo de fin de vida que establece la
legislación francesa para que no sufriera hasta su muerte, que se
calculaba sucedería en los días siguientes.
Con la decisión ahora del máximo tribunal francés, que no entra en
cuestiones de fondo —ni tampoco sobre si la petición del comité de la
ONU es vinculante o no, como dice el Gobierno de Emmanuel Macron— “se ha
llegado al final del camino” judicial, afirmó a las puertas del
tribunal Patrice Spinosi. Es el abogado de la mujer del enfermero,
Rachel Lambert, quien no acudió a París a escuchar el fallo. “Esto es el final de este litigio, ya se ha recurrido a todos los jueces franceses y europeos
(…) ya no queda ningún recurso que pueda hacerse para suspender la
desconexión” de Vincent Lambert, insistió. Y estimó que el hospital de
Reims, donde se encuentra el paciente, puede decidir desconectarlo en
cualquier momento “a partir de ahora”. “Si el doctor Sanchez pretende volver a iniciar el proceso para
asesinarlo, además de medidas disciplinarias y de medidas penales por no
asistencia a una persona en peligro, también deberá afrontar una
demanda civil por asesinato con premeditación sobre una persona
vulnerable”, advirtió Triomphe, quien adelantó que la madre de Vincent
Lambert, Viviane, hablará el próximo lunes ante el Consejo de Derechos
Humanos de la ONU en Ginebra.
Sin embargo, los abogados de los padres de Lambert aseguraron que no
tirarán la toalla en lo que definieron como un “combate político”. “Claro que es un combate político.
Cuando vemos que todo un Estado desencadena sus considerables recursos
humanos, financieros, políticos para ensañarse contra un hombre (…) yo
digo que Francia no merece más llamarse el país de los derechos
humanos”, afirmó Jérôme Triomphe, un letrado vinculado a movimientos de
extrema derecha y ultracatólicos como los padres de Lambert. Junto con el otro abogado de los padres, Jean Paillot, Triomphe
amenazó al jefe del equipo médico encargado de Lambert, Vincent Sanchez,
con acusarlo de “causar la muerte” de Lambert si vuelve a iniciar el
protocolo de fin de vida del enfermero.
El
cantante y el que fuera su pareja durante 26 años pactan que los niños
pasen juntos parte del verano tras un año separados y en el que solo se
han visto por vía telemática.
La polémica separación de Miguel Bosé y Nacho Palau, quien fue su
pareja oculta durante 26 años, parece que va encauzándose por el bien de
los cuatro niños que se han visto implicados en ella. La llegada de las
vacaciones escolares ha facilitado el acercamiento de los hijos de
Miguel Bosé y Nacho Palau, que no se veían en persona desde junio de
2018. El cantante ha viajado a España desde México para pasar el verano junto a sus dos hijos Tadeo y Diego
y, según ha podido saber EL PAÍS, ambos pequeños ya se han visto con
Ivo y Telmo, los hijos de Palau. Los dos progenitores parecen estar de
acuerdo en facilitar su relación todo lo que sea posible. Los cuatro niños nacieron por vientres de alquiler
en Estados Unidos. Tadeo y Diego son hijos biológicos de Miguel Bosé e
Ivo y Telmo de Nacho Palau. Los cuatro se criaron juntos como hermanos
desde su nacimiento, pero la ruptura de la pareja ha provocado su
separación y que Palau iniciase en octubre pasado acciones legales
para “defender sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos
menores”, según explicaba un comunicado que difundió entonces el
despacho Ortolá Dinnbier de Valencia, que se encarga del asunto.
La resolución de este caso excede el interés mediático derivado de la fama de Bosé, ya que en el ambiente jurídico hay expectación por una sentencia que podría marcar el camino
para las nuevas realidades familiares que se dan en la sociedad
española, nuevos tipos de familia para los que hasta el momento la
legislación no ofrece soluciones claras como cuando se trata de la
separación o divorcio de una pareja convencional que tiene hijos.
Bosé anunció en 2011 a través de sus redes sociales que había sido padre de Diego y Tadeo y dos años después contó que criaba también a Ivo y Telmo. Siempre se refirió a ellos como sus hijos, incluso publicó una fotografía mostrando el rostro de los cuatro cuando sufrió un intento de chantaje.
Pero la armonía familiar acabó al mismo tiempo que la relación
sentimental de los dos adultos que se encargaban de la educación y
cuidado de los cuatro menores. Bosé se marchó a México con sus dos hijos biológicos
y Palau se instaló en la casa de su madre con los suyos en Chelva, un
pueblo de unos 1.000 habitantes en el interior de Valencia. Palau reclama al cantante seguir compartiendo el cuidado y la
educación de los cuatro niños. Para conseguirlo, ha presentado ante los
tribunales una demanda que solicita una doble acción de filiación para
que ambas parejas de niños sean reconocidas como hijos legales de la
otra parte de la pareja. Unos términos con los que Miguel Bosé no se
muestra de acuerdo. Está muy próxima la celebración del juicio del que saldrán las medidas provisionales
que establecerán el régimen de visitas de los cuatro menores y también
los aspectos económicos que estime el juez encargado del caso, según las
fuentes consultadas por este periódico. Mientras llega esa resolución
—que no es sencilla porque falta por determinar la filiación de los
niños— el cantante y quien fuera su pareja han alcanzado un acuerdo para
facilitar el contacto y las visitas entre los pequeños. Tadeo, Diego, Ivo y Telmo han estado juntos ya y lo van a estar en más
ocasiones durante el período vacacional, pero poco más se sabe sobre
dónde y cómo serán sus encuentros porque la privacidad de los niños es
la principal preocupación de sus padres. Para el resto del proceso queda
aún un largo camino por recorrer. El aspecto más importante, la demanda
de doble filiación, llegará a finales de este año o principios del que
viene y entonces se sabrá si el juez decide que Bosé y Palau son padres
legales de sus cuatro hijos o si únicamente establece cómo garantizar la
relación de los niños y de sus respectivos padres atendiendo a la
figura legal del allegado.