El enfermero tetrapléjico y en estado vegetativo se ha convertido en el símbolo de la muerte digna en Francia.
Silvia Ayuso
El Tribunal de Casación francés ha abierto la vía este viernes a que
los médicos puedan desconectar a Vincent Lambert.
Consideran que el tribunal de apelaciones de París, la instancia previa que había frenado esta opción, no tenía competencia para ordenar el mes pasado la reanudación de sus cuidados.
El fallo de la máxima instancia judicial de Francia da de nuevo la opción de que este enfermero psiquiátrico francés de 42 años, en estado vegetativo y tetrapléjico desde hace más de una década, pueda ser desconectado de las máquinas de alimentación e hidratación que lo mantienen con vida.
Eso, una muerte digna para dejar de vivir “como un vegetal”, es lo que su mujer y tutora legal, Rachel Lambert, así como buena parte de sus familiares y amigos aseguran que era la voluntad de Vincent. El problema es que no lo dejó por escrito en un testamento vital.
Y sus padres, católicos tradicionalistas, se oponen frontalmente a lo que consideran una eutanasia “encubierta” y llevan años intentando impedir en los tribunales que se ponga fin a sus cuidados.
“Se anula la sentencia del tribunal de apelaciones sin remisión del caso a un nuevo juicio”, dijo el Tribunal de Casación en un fallo ampliamente esperado.
Consideran que el tribunal de apelaciones de París, la instancia previa que había frenado esta opción, no tenía competencia para ordenar el mes pasado la reanudación de sus cuidados.
El fallo de la máxima instancia judicial de Francia da de nuevo la opción de que este enfermero psiquiátrico francés de 42 años, en estado vegetativo y tetrapléjico desde hace más de una década, pueda ser desconectado de las máquinas de alimentación e hidratación que lo mantienen con vida.
Eso, una muerte digna para dejar de vivir “como un vegetal”, es lo que su mujer y tutora legal, Rachel Lambert, así como buena parte de sus familiares y amigos aseguran que era la voluntad de Vincent. El problema es que no lo dejó por escrito en un testamento vital.
Y sus padres, católicos tradicionalistas, se oponen frontalmente a lo que consideran una eutanasia “encubierta” y llevan años intentando impedir en los tribunales que se ponga fin a sus cuidados.
“Se anula la sentencia del tribunal de apelaciones sin remisión del caso a un nuevo juicio”, dijo el Tribunal de Casación en un fallo ampliamente esperado.
El tribunal de apelaciones de París ordenó la noche del 20 de mayo al Estado francés que interviniera "para hacer respetar las medidas provisionales solicitadas por el Comité internacional de derechos de las personas discapacitadas”,
el organismo de la ONU al que los padres de Lambert llevaron el caso y
que había solicitado que no se desconectara al paciente hasta que
revisara el fondo del caso.
La orden judicial obligó a los médicos de
Lambert a volver a conectarlo a las máquinas que le habían retirado esa misma mañana
y a interrumpir también la sedación profunda a la que había sido
sometido conforme al protocolo de fin de vida que establece la
legislación francesa para que no sufriera hasta su muerte, que se
calculaba sucedería en los días siguientes.
Con la decisión ahora del máximo tribunal francés, que no entra en cuestiones de fondo —ni tampoco sobre si la petición del comité de la ONU es vinculante o no, como dice el Gobierno de Emmanuel Macron— “se ha llegado al final del camino” judicial, afirmó a las puertas del tribunal Patrice Spinosi.
Es el abogado de la mujer del enfermero, Rachel Lambert, quien no acudió a París a escuchar el fallo.
“Esto es el final de este litigio, ya se ha recurrido a todos los jueces franceses y europeos (…) ya no queda ningún recurso que pueda hacerse para suspender la desconexión” de Vincent Lambert, insistió.
Y estimó que el hospital de Reims, donde se encuentra el paciente, puede decidir desconectarlo en cualquier momento “a partir de ahora”.
“Si el doctor Sanchez pretende volver a iniciar el proceso para asesinarlo, además de medidas disciplinarias y de medidas penales por no asistencia a una persona en peligro, también deberá afrontar una demanda civil por asesinato con premeditación sobre una persona vulnerable”, advirtió Triomphe, quien adelantó que la madre de Vincent Lambert, Viviane, hablará el próximo lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Pese a estas amenazas, el sobrino de Vincent Lambert y uno de los familiares más activos en la defensa de su derecho a una muerte digna, François Lambert, se declaró “sereno” tras escuchar el fallo y dijo confiar en que los médicos, que al igual que otros especialistas en los últimos años han concluido que el estado de su tío es irreversible, iniciarán lo antes posible el proceso para garantizarle a Vincent Lambert esa muerte digna que lleva esquivándole una década.
Sin embargo, los abogados de los padres de Lambert aseguraron que no tirarán la toalla en lo que definieron como un “combate político”.
“Claro que es un combate político. Cuando vemos que todo un Estado desencadena sus considerables recursos humanos, financieros, políticos para ensañarse contra un hombre (…) yo digo que Francia no merece más llamarse el país de los derechos humanos”, afirmó Jérôme Triomphe, un letrado vinculado a movimientos de extrema derecha y ultracatólicos como los padres de Lambert.
Junto con el otro abogado de los padres, Jean Paillot, Triomphe amenazó al jefe del equipo médico encargado de Lambert, Vincent Sanchez, con acusarlo de “causar la muerte” de Lambert si vuelve a iniciar el protocolo de fin de vida del enfermero.
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