Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 may 2019

¿Quiere que Isabel Pantoja gane 'Supervivientes'? La sincera respuesta de Jorge Javier Vázquez

Universo Ullán........................................... Juan Cruz.

Unas jornadas en La Casa Encendida recuerdan al poeta, muerto hace una década, que dejó una obra que rompió moldes.

 

El poeta José-Miguel Ullán, en su estudio de Madrid, en 2008.
El poeta José-Miguel Ullán, en su estudio de Madrid, en 2008.

Nació en Villarino de los Aires, Salamanca, en 1944; vivió el exilio porque no quiso ir al cuartel y en Francia y aquí escribió para medirse con Góngora o con Villamediana.
 Lo lograra o no, hizo una poesía radical, insobornable.
 Fue, dijo anoche su amigo y colega Miguel Casado en La Casa Encendida, el escritor que tachó la poesía e incluso su propia poesía y edificó sobre esas huellas un universo, el Universo Ullán.
José-Miguel Ullán, poeta literalmente incomparable, murió el 23 de mayo de 2009, hace 10 años, en su casa de Madrid. 
Aunque se sabía que ese final del autor de Funeral mal y de Ardicia estaba próximo esa noche que Manuel Ferro, su marido, dio noticia de lo que había ocurrido, se heló la espina dorsal de la colección compacta de amigos que lo admiraron y también temieron el grado de su exigencia.
 Para la amistad y para la escritura.
Uno de esos amigos es hoy ministro de Cultura del Gobierno de España. 
 En el homenaje que se inició anoche en La Casa Encendida y que presidió José Guirao, este contó una historia que representa al Ullán de las distintas décadas, provocador, disociador de los tópicos patrióticos, en el franquismo y después.
 Debía de ser 1981 y estaban en Murcia.
 Guirao fue a una conferencia de Ullán (al que no conocía), que ya había vuelto del exilio (al morir Franco, a hacer el cuartel en Hoye Fría, Tenerife). 
 Era en el Paraninfo de la Universidad. 
Al estrado se subió el autor, tapado su rostro con una careta de carnaval. Llevaba también un magnetófono de los de entonces y un matasuegras. 
Avisó de que la tal conferencia estaba en el casete y que él se iba a sentar, con su careta, entre los que habían acudido a escucharle.

Años atrás, en un homenaje a León Felipe, en México, Ullán había escenificado acciones así.
 En Murcia hizo, recordó Guirao, “un compendio de su mundo”, ese universo Ullán que ya no se le pudo ir de su retina.
 Y desde entonces fue tan sustancial la amistad entre ambos que Guirao y Ullán se llamaban al amanecer de cada día, prosiguiendo así una conversación que silenció la muerte. 
“Pero a veces me despierto y siento que en cualquier momento José-Miguel podría volver a llamar y yo recogería la llamada y hablaría con él como si no hubiera pasado tiempo desde la última vez”.
Fue el primer día del homenaje a Ullán, que hoy, jueves, concluye. En Salamanca, su tierra, hubo otro.
 Se juntaron, en ambos lugares, poetas, profesores, lectores. Guirao dijo que Ullán siempre fue “con las personas que elegía”, fue exigente en las reuniones y las efusiones, pero ese número, en el que estaban, por ejemplo, Miguel Casado y Olvido García Valdés, ahora directora general del ministerio que dirige Guirao, se ha consolidado como parte de ese universo creado, en la poesía y en la vida, por el poeta de Villarino de los Aires.
 En ese clima se desarrolló, tras las palabras del ministro, un discurso en el que Casado reconstruyó las distintas etapas de la vida poética de José-Miguel Ullán de tal manera que, en sus propias palabras, se mezclaron los versos de su amigo con su propia manera de contarlo.
Ullán fue un poeta exigente, eso lo subrayó Casado. Insobornable, hizo una poesía tachada, construyó lo que podría decirse con palabras que están en Ardicia: 
 “La armonía neutra de lo indeciso e indomable”. Lo extraordinario es que esa exigencia, habitada por el barroco de Góngora o de Villamediana, fue trasladada por él al periodismo (que ejerció en EL PAÍS en abundancia) y a la televisión. 
Surcó por esos lugares de la palabra rápida con igual bisturí que el que usó para su poesía.
 Su exigencia poética lo hizo implacable y libre como un hombre que tacha para ser más claro.
Casado citó, para avalar la potencia de ese universo, una frase de su colega Nilo Palenzuela:
 “Solo la pintura ha conseguido, en el siglo XX, la libertad que alcanzó Ullán en poesía”. 
Casado recorrió la vida de Ullán, desde Villarino y el exilio en París, hasta el regreso a la España posfranquista.
 Lo hizo pasear con sus más cercanos de las distintas etapas, puso en evidencia sus vínculos con María Zambrano, Juan Goytisolo o José Ángel Valente; su relación con Florence Delay o Marguerite Duras o Roland Barthes. Joan Miró, Antonio Saura, Pablo Palazuelo, Eduardo Chillida o Eusebio Sempere fueron artistas en cuya obra se fijó para mezclarla, también, con su poesía.
Fue, dijo Casado, “nuestro poeta moderno por excelencia”.
 Y sigue siendo un desconocido, porque el mismo Ullán huyó de su presencia hasta el minuto final, como si José-Miguel escapara de Ullán y viceversa. 
Y aunque fue, como periodista, relator de las gestas de personajes de la fama de los escenarios (desde Lola Flores a Raphael o Rocío Jurado, a los que retrató en crónicas inolvidables en EL PAÍS), nunca desvió el rumbo de su escritura.
 Jamás dejó de ser Ullán ese ser insobornable capaz de dar por magnetófono interpuesto, tapado con una careta, una conferencia seductora, incomprensible e inolvidable ante un auditorio que no se creía lo que estaba viendo. 
Había por dentro de sus espectáculos una apuesta feroz por el encuentro entre la armonía, lo indeciso y lo indomable.

¿Cómo hemos llegado a esto?.

¿Cómo hemos llegado a esto? Cuando ir a una boda supone un gasto indecente.

Despedidas de tres días fuera de la ciudad, fiesta preboda, comida posenlace... Atrás quedaron aquellos tiempos donde comprarse el traje era la mayor inversión.

 


boda
Actualmente las bodas se parecen más a un festival que a una celebración del amor. En muchas ocasiones, durante dos o tres días frenéticos tienen lugar la preboda, la ceremonia y la posterior fiesta. En la imagen, Selma Blair y Jason Lee en 'Cosa de hombres' (2003).

 Madrid. Ocho y cuarto de la mañana. 

Macarena mira el teléfono móvil después de tres cuartos de hora de natación. Al encender el dispositivo se encuentra con un grupo de WhatsApp nuevo.  

Comida Rodríguez es el chat donde su familia está organizando un almuerzo para el día siguiente de la boda de Rubén, su primo.

 El enlace, que se celebrará muy cerca de Tarancón (Cuenca), a 85 kilómetros de Madrid, obliga a esta pediatra de 40 años a hacer noche en un hotel de la localidad. 

Allí dormirá con su pareja y sus dos hijos, lo que supone un gasto de unos 200 euros.

 Cantidad a la que además del regalo (500 euros: dos adultos y dos niños) y de la despedida de soltero a la que acudió su marido previo pago de 150 euros, tendría que sumarle la factura de la comida en la que se ha visto envuelta.

 Porque su familia no planea juntarse en un Burger King. La comilona que los Rodríguez quieren ronda los 40 euros por comensal.

 Al ver el WhatsApp, Macarena responde que ella no irá y sale del grupo sin esperar respuesta. "Sé que mi familia estará soltando espuma por la boca, pe

ro me parece que esta comida, con todos los gastos que supone ya de por sí acudir a una boda, era totalmente innecesaria", explica la madrileña. Aún escaqueándose de la comida posboda, gastará —entre hotel, despedida y regalo— 850 euros en el enlace de su primo.

En la teoría las cosas son mucho más sencillas que en la práctica: un examen de conducir, hablar idiomas, rellenar un pavo... o una boda.

 Se supone que un enlace es una exaltación del amor. Una celebración alegre, un motivo de felicidad para todos los participantes.

 Por lo tanto, cuando un familiar o amigo comunica que se va a casar, cabe esperar que quien recibe el mensaje reaccione con júbilo.

 En teoría. Otro ejemplo. 

 Este año, Héctor y Marina, de 34 y 32 años respectivamente, tienen cinco bodas.

 La primera y la segunda las recibieron con ilusión.

 La tercera con incredulidad. La cuarta y la quinta con una sensación de ahogo difícil de ocultar a los futuros contrayentes. Si van a todas no les quedará presupuesto para ir de vacaciones. 


"Lo peor no es el gasto que conlleva ir a una boda en sí.
 Lo peor son los compromisos sociales y económicos a los que te empuja. 
El año pasado no pude ir a la despedida de soltera de una de mis amigas porque estaba hasta arriba de trabajo, además de porque económicamente me suponía un esfuerzo muy grande.
 Y se pasó meses sin hablarme. 
No supo o no quiso entender que el hecho de que no hubiera ido a su despedida no quería decir que ella y su futuro matrimonio me dieran igual", confiesa a ICON María.
La saturación de eventos matrimoniales que sufre esta pareja española no es un caso aislado.
 Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2017 (último año del que se tiene registro) se celebraron 173.626 bodas en España. 20.251 más que las que tuvieron lugar en 2013. 
Por su parte, el Libro imprescindible de las bodas afirma, según datos recogidos en las búsquedas de Google, que en el sector de las bodas se está dando un crecimiento interanual superior al 20% de media.
 No hay datos oficiales, en el sector se calcula que en España se celebran 300.000 despedidas de soltero/a al año. 
Pues si algo lleva implícito una boda, además de la posterior luna de miel, es la despedida que la precede.
Solo en Granada, en un fin de semana pueden coincidir en sus calles entre 15 y 20 despedidas.
 Una cifra similar se junta en otras ciudades españolas, como Conil (Cádiz), Sevilla, Salamanca, Logroño, Mojácar (Almería) o Tarifa (Cádiz).
 Tal es el desmadre que provocan las despedidas de soltero/a que el Ayuntamiento de Conil anunció en 2018 en las que se buscaba la colaboración de restaurantes, locales y alojamientos que hasta ahora acogían despedidas de soltero/a para que dejaran de hacerlo. "Venir a Conil en busca de diversión sin control y molestando a residentes, turistas y visitantes puede salir muy caro económicamente a los causantes de tales molestias", aseguró a EL PAÍS el alcalde, Juan M. Bermúdez
 El regidor de la localidad afirma que se impondrán sanciones de hasta 3.000 euros a quienes causen molestias o desorden público con megáfonos o equipos de música, por ejemplo.

Lo cierto es que las bodas cada vez se parecen más a un festival.
 El motivo es que actualmente los fastos duran varios días.
 Durante dos o tres jornadas tienen lugar la preboda (que va de unas cañas informales la noche previa al enlace a cenas por todo lo alto), la ceremonia y la posterior celebración, que en ocasiones se extiende hasta el día siguiente al enlace.

"Recuerdo una preboda en Toledo. Salimos desde Madrid el viernes por la tarde, fuimos a cenar y después estuvimos hasta las tantas de la madrugada tomando copas.
 Al día siguiente volvimos a Madrid a la hora de comer para prepararnos y estar en la boda a las siete de la tarde, cuando empezaba la ceremonia. 
Aguantar hasta las cinco de la mañana, cuando nos echaron de la finca, fue matador. 
Lo peor es que al día siguiente aún quedaba una comida programada con los novios.
 Recuerdo terminar ese fin de semana jurando que no volvía a una boda", confiesa Marina, que no pudo cumplir su palabra y, tras esa, ha acudido a alguna más.
El 57% de las bodas celebradas en España tienen entre 100 y 200 invitados, según El libro blanco de las bodas
 El 21% de los enlaces supera los 200. 
Sin embargo, ser elegido como invitado a una boda se ha convertido en un honor cada vez menos proporcional a la estima que profesan los novios al convidado. 
Jorge (informático, 43 años) sabe de buena tinta que, al menos en una ocasión, ha sido invitado porque la finca donde los novios celebraban el enlace les exigía un número mínimo de comensales. "El año pasado fui a una boda de un compañero del trabajo. Me extrañó muchísimo porque apenas teníamos relación.
 A los pocos días descubrí que lo había hecho porque necesitaba llegar a 150 invitados.
 De no ser así tenía que pagar igualmente 150 cubiertos", explica Jorge.
El caso de Mario (empresario, 39 años), aún tiene más enjundia, pues desde hace tres años vive en Ecuador y acudir al enlace de su mejor amigo le supuso un gasto de casi 1.000 euros solo en billetes de avión.
 Durante unas semanas se planteó si ir o no. Cuando entendió que no hacerlo podría suponer una posible enemistad, no le quedó otra que empezar a mirar vuelos y comer arroz con tomate durante un mes para ahorrar.
 "Le comenté a mi amigo que no sabía si podría ir y se enfadó muchísimo.
 Fue incapaz de entender mis circunstancias. Así que tuve que reducir gastos drásticamente.
 Entre el desplazamiento, el alojamiento, los planes satélite que surgieron en torno a la boda y el regalo gasté casi 2.000 euros", reconoce Mario.
 
No es de extrañar que, tras el desembolso y el tiempo que requiere ejercer de invitado ejemplar en una boda, este empresario madrileño sueñe con que los próximos amigos que se casen lo hagan en una boda elopement; esto es: de forma secreta y sin invitar a nadie.
 "Si me quieren que me lo demuestren casándose de incógnito en Las Vegas, como acaban de hacer Sophie Turner [Sansa en Juego de tronos] y Joe Jonas [cantante de los Jonas Brothers]".

Primer parte médico sobre la evolución de Sara Carbonero

La clínica Ruber de Madrid ha mandado un comunicado para explicar la evolución de la periodista, que se ha sometido a una intervención por un cáncer de ovario.

Sara Carbonero tumor
Sara Carbonero, el 6 de mayo en Oporto, a la salida de Iker Casillas del hospital. REUTERS

 

La tarde del martes 21 de mayo, Sara Carbonero hacía público a través de sus redes sociales que había sido operada de un tumor que le habían encontrado en un ovario.
  Pocos detalles más trascendían acerca del estado de salud de la periodista, que anunciaba su enfermedad apenas tres semanas después de que su marido, el futbolista Iker Casillas, sufriera un infarto
Un día después, el centro médico en el que ha sido intervenida ha emitido un primer parte médico, explicando que Carbonero se encuentra ingresada y en buen estado.
"Ayer 21 de mayo ingresó en el Hospital Ruber Internacional doña Sara Carbonero Arévalo.
 Ha sido intervenida quirúrgicamente por el equipo de ginecología oncológica para extirpación de tumoración ovárica, con éxito y sin incidencias", relata el parte, que prosigue: 
 "El alta médica está prevista en los próximos días, salvo complicaciones". 
"Posteriormente y durante los próximos meses continuará tratamiento médico hasta su completa recuperación", prosigue el parte.
 Algo que ya explicó Carbonero en su escrito en Instagram. "Todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente", contó el martes. 
 El escueto comunicado concluye diciendo que "este informe se emite a petición de la paciente, a quien se le hace entrega del mismo", y está firmado por cuatro doctores y por la directora médica del centro.