Natalia Sánchez Uribe, que se encontraba en paradero desconocido desde el 1 de mayo, fue hallada desorientada en una calle de la capital francesa y trasladada al centro sanitario.
Silvia Ayuso
-
La misteriosa desaparición en París de la joven española Natalia Sánchez Uribe, una estudiante de Erasmus de 22 años de la que no se sabía nada desde el 1 de mayo, ha llegado a su fin.
El Ministerio de Exteriores de España ha confirmado que la joven ha sido encontrada con vida y presenta buen estado.
La policía francesa encontró desorientada en la calle a una mujer que respondía a las características de la universitaria, y la trasladó al hospital, adonde se han acercado los padres, según fuentes de la Guardia Civil, que ha colaborado estrechamente con la policía francesa.
Los agentes españoles también confirman que la muchacha llevaba "varios días" en dicho hospital, el Henri Ey, cercano a la universidad.
La Fundación Europea para las Personas Desaparecidas ha hablado con la familia de la estudiante, que de momento no quiere compartir más detalles del caso, según ha podido confirmar este diario.
Los padres, granadinos afincados en Baleares, también han pedido privacidad.
Sánchez Uribe, estudiante de Economía y Empresa en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), se encuentra en la capital francesa desde septiembre cursando un Erasmus en la Escuela de Economía de la Sorbona, que concluye en dos semanas.
Su mochila fue hallada este lunes con su teléfono móvil y su ordenador portátil dentro, según informó la UAB.
Amigas suyas explicaron que los objetos personales de la joven se encontraron en un parque cercano a la universidad seis días después de la última vez que fue vista.
La noticia de su aparición llega cuando se cumple justo una semana desde que se perdiera su rastro y sus amigos y familiares alertaran a la policía.
La joven desapareció el 1 de mayo, cuando se estaba mudando del apartamento en el distrito XIV, en el sur de París, donde había vivido alquilada hasta entonces hasta el domicilio de una amiga, a pesar de que solo le quedaban dos semanas para terminar sus estudios en la capital francesa.
Las amigas dijeron en los primeros momentos que ella había manifestado que se sentía vigilada, perseguida.
Ayer martes, la fiscalía explicó que había abierto una investigación por “desaparición inquietante”, un procedimiento que pueden solicitar los familiares cuando consideran que la desaparición no es voluntaria.El caso fue puesto en manos de la brigada de represión de la delincuencia contra personas, una unidad especial de la policía judicial.Por la noche, efectivos de la policía criminal efectuaron un registro del apartamento de la joven, donde según su casero esta se había dejado cosas, y se llevaron varias bolsas con material. El dueño del apartamento, que había explicado a este diario que la joven nunca acudió a la cita que tenían el 2 de mayo para hacer la devolución del piso, también se marchó con los agentes para prestar declaración.
Fuentes judiciales confirmaron esta mañana sin embargo que no se había efectuado hasta ese momento ningún arresto en torno a este caso, del que siguen por conocerse muchos detalles.
La Fiscalía francesa por el momento se ha limitado a confirmar el hallazgo de Natalia Sánchez, pero no ha adelantado ninguna información sobre la evolución de un caso en el que aún quedan muchos claroscuros.
Poco antes de que se hallara a la joven, su padre, que está en París siguiendo de cerca el caso, había enviado un mensaje de audio a través de la Fundación QSD agradeciendo la “solidaridad” de la sociedad española, aunque también pedía que se respetara la “intimidad” de la joven —un llamamiento que ha reiterado tras su hallazgo— y pedía que se evitaran “hipótesis o especulaciones gratuitas”.