El Ministerio Público ya recurrió la decisión del juzgado de instrucción inicial de inhibirse en el caso de suicidio asistido.
La juez de violencia sobre la mujer número 5 de Madrid, Begoña López
Anguita, ha pedido a la Fiscalía de Madrid que se pronuncie sobre la
competencia para asumir el caso de la muerte de María José Carrasco,
enferma terminal de esclerosis múltiple, que se suicidó con la ayuda de su marido, Ángel Hernández, según han informado fuentes fiscales. El juzgado de instrucción donde recayó inicialmente el caso se inhibió
el pasado día 11 al entender que, según la doctrina del Tribunal
Supremo, cualquier acto violento hacia una mujer por parte de su pareja o
expareja debe ser considerado violencia machista, decisión que desató gran controversia.
El Ministerio Público presentó un recurso contra esta decisión de la
titular del juzgado de instrucción número 25, Ángeles Velasco García,
por lo que es previsible que mantenga la misma posición. En su recurso,
el fiscal se mostró en contra de que Hernández sea enjuiciado por un
juzgado de Violencia sobre la Mujer ya que sería "contradictorio" con
los fines del legislador y mandaría "un mensaje distorsionado a la
sociedad". La abogada de Hernández, Olatz Alberdi, explica que la
pregunta de la juez de violencia de género a la Fiscalía muestra que
tiene dudas sobre su competencia en el caso. Tras la inhibición de la jueza de instrucción, la fiscal delegada de Violencia de Género, Pilar Martín Nájera,
aseguró: “No compartimos ni la decisión ni los argumentos”. Se ha
hecho, dijo, “una valoración sesgada”, de las sentencias del Supremo. “Para que se juzgue como un caso de violencia de género debe haber un
contexto de discriminación y dominación del varón”.
Ángel Hernández accedió a la voluntad —inequívoca, pública y
reiterada— de ayudar a su mujer a morir el 3 de abril y grabó el final
en un vídeo, mientras él le suministraba un vaso con el pentobarbital
sódico que ella compró cuando podía aún valerse por sí misma. El hombre
pasó tres décadas cuidándola mientras la enfermedad iba despojándola de
autonomía. Ella quería morir. Lo dijo muchas veces y así lo confirmó
frente a la cámara, como pudo verse en las imágenes que Hernández hizo
públicas tras su muerte.
La decisión final sobre la competencia podría recaer sobre la
Audiencia Provincial de Madrid en el caso de que la magistrada Velasco
García se oponga al recurso interpuesto por la Fiscalía.
El príncipe Luis de Cambridge cumple este 23 de abril un año y sus
padres, Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, lo celebran con tres
retratos del pequeño. Tres imágenes que dejan por fin ver al pequeño,
tercer hijo de los duques, poco frecuente en retratos y actos públicos. No se veía una imagen suya desde noviembre (en el retrato grupal por el 70º cumpleaños del príncipe Carlos); la anterior era de julio, de su bautizo. Tampoco es frecuente verle en bodas y celebraciones ni en salidas de sus padres y sus hermanos.
En los comentarios de las imágenes de Instagram, donde se han
publicado las fotos, Luis ha recibido muchas felicitaciones. Entre
otros, de sus tíos Enrique de Inglaterra y Meghan Markle. Desde su cuenta oficial,
los duques de Sussex han escrito: "¡Feliz cumpleaños, Luis! Los dos te
mandamos muchísimo amor", junto a un icono de una tarta de cumpleaños.
El niño, cuyo nombre completo es Luis Arturo Carlos,
aparece muy sonriente luciendo un jersey granate con motas verdes que
perteneció a su hermano, el príncipe Jorge. Es de la firma Trotters y su
hermano mayor lo llevó durante la gira por Nueva Zelanda que realizó
con sus padres hace un lustro. En otra se le ve con semblante más serio,
con un jersey azul que costaba 44 euros y está rebajado a 35 y es de la
firma Thomas Brown. Las fotos del pequeño, quinto en la línea de sucesión al trono
británico, las divulgó la noche del lunes el palacio de Kensington
(residencia oficial de los duques). Las instantáneas las ha tomado su
propia madre, Kate Middleton, que ya ha publicado otras imágenes de sus hijos mayores, Jorge (que cumplirá 6 años el 22 de julio) y Carlota
(que hará cuatro años el 2 de mayo). Las fotos se tomaron a principios
de mes en el jardín de la residencia familiar en el condado inglés de
Norfolk.
El debut de Luis ante la cámara se produjo casi nada más nacer, cuando
posó en brazos de su madre con pocas horas de vida a las puertas del ala
privada de la maternidad del hospital St Mary's en el barrio de
Paddington, en Londres.
La noticia
llega cuando los duques de Sussex están a punto de convertirse en
padres de su primer hijo y cuando Doria Ragland, la madre de Markle, ya
ha llegado a Londres.
Los duques de Sussex, Enrique y Meghan, están a punto de recibir a su primer hijo,
que nacerá los próximos días. Pero una vez que el pequeño venga al
mundo, se desconoce cual será el destino de los duques y sus tareas
institucionales. Con su oficina ya separada de la del príncipe Guillermo
(futuro heredero al trono) y con menor carga institucional, pero con
una altísima exposición mediática, el palacio de Buckingham está
buscando ocupación y destino para los duques. Y podría pasar por
África. En su edición dominical, el diario The Times
afirma que el continente africano se baraja como una opción más que
factible para los destinos del príncipe Enrique y su familia. Un
traslado así supondría un trabajo "a medida" para las "grandes
estrellas" de la monarquía, según el rotativo. Lo positivo es que ese
destino englobaría una mezcla de tareas: trabajo en pos de la
Commonwealth (Isabel II nombró a Enrique el año pasado "embajador joven"
de la misma); dedicación a las comunidades y la solidaridad, como ya
hacen ahora; y un papel activo en la promoción del Reino Unido. Según el
diario, el plan lo habrían diseñado sir David Manning, exembajador
británico en Estados Unidos y consejero constitucional de los dos
príncipes, y el exsecretario privado de Isabel II, lord Geidt. Un traslado a África supondría un alejamiento de la corte de Londres y
de las maledicencias de los últimos meses, que hablan de un posible distanciamiento entre Meghan Markle y su cuñada, Kate Middleton, y también entre los hermanos, Guillermo y Enrique. En su última aparición pública, el domingo en el 93º cumpleaños de Isabel II,
los hijos del príncipe Carlos acudieron por separado y en ningún
momento se les vio saludarse o charlar. Meghan Markle no acudió a la
celebración ya que se encuentra en avanzado estado de gestación. De hecho, según medios como People, Doria Ragland, la madre de la duquesa, ya estaría en Londres para acompañar a su hija en la última etapa de su embarazo.
El traslado podría no ser definitivo sino algo temporal. Una etapa de
un par de años que diera margen a la pareja para hacer vida fuera del
Reino Unido y empezar una familia, y también para calmar la fiebre Sussex que
les tiene en el punto de mira, además de lograr que hicieran algo
práctico para los Windsor. Isabel II vivió una etapa similar antes de
convertirse en reina, cuando vivió en Malta a finales de los años cuarenta tras ser destinado allí su marido, el duque de Edimburgo. Un portavoz del propio palacio de Buckingham ha afirmado a la revistaHello!
que "por ahora no se ha tomado ninguna decisión sobre el futuro papel
de los duques. El duque seguirá con su futuro papel como joven embajador
de la Commonwealth". El príncipe Enrique es un apasionado de África: pasó un año sabático, en 2004, en Lesotho, y ha viajado con Markle a Botsuana,
al que él se refiere como su "segundo hogar". Allí se enamoraron en
2016 y a ese mismo país volvieron para un viaje más largo en verano de
2017. Incluso el anillo de pedida de Markle
contiene un diamante de Botsuana. Según una fuente cercana a estos
planes, "la gestión todavía está en una primera fase, pero el plan es
encontrar un nuevo modo de usar el poder de su imagen, especialmente en
África". "En palacio la discusión es acerca de cómo lidiar con Enrique y
Meghan, como lidiar con un fenómeno que ha emergido con tal magnitud:
haciéndolo productivo", relata otra fuente. Los periodistas que siguen a la casa real británica tienen ciertas dudas
acerca de este plan. Para Phil Dampier, pendiente de sus informaciones
durante más de tres décadas, no es concebible el coste que supondría que
la pareja pasara "meses, años, fuera". Para la responsable del Daily Mail,Rebecca English,
la cuestión de los costes "debe ser fundamental en la discusión. Enrique quiere alargar una excendencia que puede afectar al día a día. Puede estar bien en teoría, pero el coste, la logística y sobre todo la
seguridad va a complicar y encarecer todo. ¿Tendrán los contribuyentes
estómago para aguantarlo?". Para Dampier, un cambio así puede suponer un terremoto aún mayor: "El príncipe Felipe se ha retirado,
la reina tiene 93 años y Carlos y Camila tienen alrededor de 70. Si
Enrique y Meghan se van a África, ¿quién va a hacer las tareas reales en
Reino Unido? Podría ser el principio del fin de la monarquía".