Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 abr 2019

La última operación de Mickey Rourke revoluciona las redes

El actor aparece irreconocible en una nueva imagen que se suma a su transformación a causa de la cirugía estética.

Mickey Rourke antes y después de sus múltiples operaciones de cirugía estética.
Mickey Rourke antes y después de sus múltiples operaciones de cirugía estética.

El cuadro de Farrah Fawcett que desvela la mala relación de Ryan O’Neal y sus hijos

El intérprete, pareja de la actriz fallecida en 2009, quiere deshacerse de un retrato de Warhol valorado en 20 millones de dólares para evitar que se lo queden sus vástagos.

Farrah Fawcett y Ryan O'Neal, en 2002.
Farrah Fawcett y Ryan O'Neal, en 2002. Getty Images

 

Con su codiciada y rubia melena al viento, labios rojos y ojos muy verdes.
 Así fue como el más celebrado artista pop, Andy Warhol, retrató a la icónica Farrah Fawcett, actriz conocida por su papel en la serie Los Ángeles de Charlie
 El pintor la dibujó en dos cuadros gemelos: uno, propiedad de la Universidad de Texas por expreso deseo de la actriz; otro, que permanece colgado en la casa de quien fue su pareja durante casi tres décadas de forma intermitente, Ryan O'Neal.
 Sin embargo, el actor ahora busca deshacerse de esa obra por la que tanto luchó en su día.
 El motivo: que ninguno de sus cuatro hijos lo herede.
"Ryan O'Neal quiere desprenderse discretamente del cuadro de quien fue su pareja, Farrah Fawcett.
 Inicialmente, pedía 20 millones de dólares [17,7 millones de euros], pero ahora ha decidido bajar el precio hasta los 18 millones [16 millones, en euros]", explica una fuente conocedora de la cuestión en exclusiva al portal Page Six.
  Según esta misma persona, O'Neal podría seguir bajando el precio, "dejándolo marchar por menos". 
Junto a la obra se adjunta la documentación que la acredita, así como una carta de un tasador independiente que afirma que su valor está entre los 21 y los 24 millones de dólares (entre 18,5 y 21,2 millones de euros al cambio actual). 
 Es difícil entender que el protagonista de Love Story se deshaga voluntariamente de algo que tanto amó y cuya creación él mismo impulsó.
 Fue él, según ha contado, quien presentó a Andy Warhol y Farrah Fawcett y quien provocó sus reuniones y que la obra se llevara a cabo. 
Por ello, en agradecimiento, el artista le regaló otra copia de ese mismo cuadro, que lleva desde 1980, cuando lo pintó, colgado sobre su cama (para no poco disgusto de algunas de sus amantes).
La Polaroid de Farrah Fawcett tomada por Andy Warhol sobre la cual el artista creó los polémicos retratos.
La Polaroid de Farrah Fawcett tomada por Andy Warhol sobre la cual el artista creó los polémicos retratos. AFP

Su aprecio por esa polaroid coloreada es tal que O'Neal no dudó en ir a juicio por ella, afirmando entonces que jamás lo vendería.
 "Yo le hablo, le hablo a ella. Es su presencia. Su presencia en mi vida, en la vida de nuestro hijos", afirmó entonces, en 2013.
 Dicho juicio fue el momento de mayor exposición de la obra. O'Neal y Fawcett mantuvieron una relación intermitente que se prolongó de 1979 a 1997 y, después, de 2001 a 2009. 
Tras sus rupturas, la actriz sacó a su eterna pareja de su testamento y decidió que su retrato de Warhol fuera a parar a la Universidad de Texas, a la que ella misma asistió en los años sesenta.
Con la muerte de Fawcett, en junio de 2009, su deseo se cumplió. Pero, tras la emisión de un programa de O'Neal en su casa de Malibú con su hija Tatum en 2011, los responsables del centro descubrieron que había otro cuadro prácticamente igual en la habitación del actor y lo reclamaron. 
 Entonces arrancó un mediático juicio por el que, finalmente, el actor pudo quedarse con su copia.
 "No hay duda de que las últimas voluntades de Fawcett nombraban a la Universidad como la única beneficiaria de sus obras de arte y tenemos la responsabilidad de cumplir sus deseos", expresó el centro entonces. 
Finalmente, cada parte se quedó con una copia.
Los 16 millones que O'Neal podría llegar a embolsarse por su venta serían un motivo nada desdeñable para deshacerse del warhol.
 Sin embargo, parece que el primero y principal es la mala relación del intérprete con sus cuatro retoños, nacidos de tres relaciones distintas: Tatum O'Neal y Griffin O'Neal (hijos de la actriz Joanna Moore), Patrick O'Neal (hijo de Leigh Taylor Young) y Redmond O'Neal (que tuvo con Fawcett en 1985).
Ryan O'Neal (a la derecha), en el entierro de Farrah Fawcett en 2009. 
Ryan O'Neal (a la derecha), en el entierro de Farrah Fawcett en 2009. GTRESONLINE
La relación de Ryan O'Neal con sus vástagos ha sido, cuanto menos, atípica. 
Dos son los más mediáticos. Por un lado Tatum, actriz, ganadora de un Oscar con solo 11 años por Luna de papel y exesposa del extenista John McEnroe
 Por el otro, Redmond, de 33 años y en la cárcel desde mayo de 2018 por dos intentos de asesinato tras un largo historial de drogas y violencia que le llevaron incluso a vivir en la calle.
 "Las drogas no han sido el problema sino el trauma psicológico de mi vida entera, mis experiencias vitales son lo que más me han afectado", contó en enero, poco antes de su mediático juicio. 
En 2007, el actor tuvo una pelea con su hijo Griffin con armas de por medio por el que fue detenido y tuvo que pagar 50.000 dólares de fianza.
 El propio Griffin describió a su padre en algunas entrevistas como un "narcisista psicópata".
 En 2008, fue detenido junto su hijo Redmond (cuando este tenía 23 años) por posesión de drogas. 

Entre otras de sus anécdotas, una que él mismo contó: ante 500 personas, en el funeral de Farrah Fawcett (con quien estuvo a punto de casarse al final de sus días, como él contó en televisión cinco días antes de que ella muriera) intentó ligar con su propia hija, Tatum.
 "Acababa de poner el ataúd en el coche fúnebre y estaba viendo cómo se alejaba cuando se me acercó una hermosa mujer rubia", contó en una entrevista, afirmando que él quería "ser divertido con una sueca desconocida".
 "Y resultó que era mi hija. ¡Es tan lamentable!", relató.
 Él mismo se definió a sí mismo como progenitor:
 "Creo que yo no tendría que haber sido padre, no hay más que echar un vistazo a lo que he conseguido: o están en la cárcel, o deberían estarlo".



La tasa de ahorro de las familias cerró 2018 en mínimos históricos

Los hogares solo recortaron su deuda el año pasado en 793 millones de euros, la menor reducción desde que empezó el ajuste en 2010.

La tasa de ahorro de los hogares cerró 2018 en mínimos históricos. Según cifras del Banco de España publicadas ayer, el porcentaje que las familias guardan de su renta disponible se situó en el 4,85%, el dato más bajo desde que arrancan las series a mediados de los sesenta.
 Esto es: casi cinco de cada cien euros que ganan.
 El ahorro en España está muy vinculado a la confianza en la economía y a la compra de vivienda.
 En un entorno de creación de empleo y con unos tipos muy bajos, las familias tienden a ahorrar menos. 
Justo lo contrario de lo que pasó en la crisis, cuando se disparó la amortización de hipotecas.
 Además, los depósitos ya no ofrecen rentabilidad.
 También contribuye un consumo que crece más de lo que aumentan las rentas o la pobre evolución de los salarios.
 
La tasa de ahorro de los hogares cerró 2018 en mínimos históricos. Según cifras del Banco de España publicadas ayer, el porcentaje que las familias guardan de su renta disponible se situó en el 4,85%, el dato más bajo desde que arrancan las series a mediados de los sesenta. Esto es: casi cinco de cada cien euros que ganan. El ahorro en España está muy vinculado a la confianza en la economía y a la compra de vivienda. En un entorno de creación de empleo y con unos tipos muy bajos, las familias tienden a ahorrar menos. Justo lo contrario de lo que pasó en la crisis, cuando se disparó la amortización de hipotecas. Además, los depósitos ya no ofrecen rentabilidad. También contribuye un consumo que crece más de lo que aumentan las rentas o la pobre evolución de los salarios.
Una persona saca dinero de un cajero automático, en Madrid.
Una persona saca dinero de un cajero automático, en Madrid.
Como explica María Jesús Fernández, analista de Funcas, los ingresos de los hogares españoles crecen menos que sus compras: desde el mínimo de la crisis anotado en 2013, la renta disponible ha aumentado un 10,4%. 
En cambio, el consumo se ha elevado un 16,5%. 
Solo en 2018 las rentas subieron un 3,2% frente al 4% del consumo.
 En consecuencia, el ahorro cae en volumen un 10% en el año y un 44% respecto a 2013.

Es decir, mientras que en 2013 se ahorraban unos 64.000 millones, al cierre de 2018 los hogares guardaron solo 35.000 millones. En porcentaje sobre la renta disponible, desciende del 9,6% registrado en 2013 al 4,85% de la actualidad. 
La cifra contrasta con la media europea, que alcanza el 12,3% según Eurostat. Solo Reino Unido y Portugal presentan tasas tan bajas.

La tasa de ahorro de los hogares cerró 2018 en mínimos históricos. Según cifras del Banco de España publicadas ayer, el porcentaje que las familias guardan de su renta disponible se situó en el 4,85%, el dato más bajo desde que arrancan las series a mediados de los sesenta. Esto es: casi cinco de cada cien euros que ganan. El ahorro en España está muy vinculado a la confianza en la economía y a la compra de vivienda. En un entorno de creación de empleo y con unos tipos muy bajos, las familias tienden a ahorrar menos. Justo lo contrario de lo que pasó en la crisis, cuando se disparó la amortización de hipotecas. Además, los depósitos ya no ofrecen rentabilidad. También contribuye un consumo que crece más de lo que aumentan las rentas o la pobre evolución de los salarios.
Una persona saca dinero de un cajero automático, en Madrid.
Una persona saca dinero de un cajero automático, en Madrid.

TASA DE AHORRO DE LAS FAMILIAS
En % de la renta disponible

Fuente: Banco de España.
Al inicio de la crisis, el ahorro de los españoles se disparó a máximos del 13,4%. Y aguantó entre el 12% y el 7% en los años siguientes.
 El miedo a perder el trabajo hizo que las familias ahorraran cuanto podían. Entre 2009 y 2016, unos 220.000 millones de euros.
 Y todo ello se dedicó a quitarse hipoteca, tal y como se observa en los datos del Banco de España. 
Sin embargo, esta tendencia tomó el camino inverso hace tres años. En 2016 cayó con fuerza.
 Y en 2017 y 2018 se hundió hasta niveles nunca alcanzados en las series (la del Banco de España, que empieza en 1999, y la del Ministerio de Economía, que se remonta hasta 1964).
El desplome del ahorro explica que se haya detenido la reducción de deuda. 
Entre 2010 y 2015, los pasivos de las familias se recortaban a razón de unos 35.000 millones al año. 
Sin embargo, en 2018 apenas bajaron en 793 millones, hasta los 712.013 millones.
 Se trata de un descenso muy leve que podría marcar un hito: parece que los hogares han concluido el fuerte ajuste de la deuda que iniciaron tras el estallido de la burbuja.
 Las amortizaciones de hipotecas se igualan con lo que está subiendo el nuevo crédito hipotecario y los préstamos al consumo. En relación al PIB, la deuda ya se acerca a cotas europeas.
De hecho, las familias llevan ya dos años disminuyendo el colchón construido durante la recesión.
 En 2017, desembolsaron 4.759 millones más de lo que ganaron, según el INE. Y en 2018, 14.800 millones.
 Aun así, en ninguno de los dos años las familias engordaron su deuda porque tiraron del patrimonio ahorrado para financiarlo.

En definitiva, la mejora del patrimonio y las buenas expectativas del mercado laboral han impulsado el consumo más allá de lo que preveían los analistas.
 Durante la recesión se pospusieron muchas compras de bienes como electrodomésticos o automóviles.
 Y esa demanda embalsada, propulsada por un crédito al consumo que el año pasado avanzó al 15%, ha hecho que las familias compren más de lo que suman sus rentas.
 Desde hace ya varios años, los analistas esperan que ese consumo se modere de manera que se recomponga el ahorro. Algo que debería estar pasando cuando la generación del baby boom se aproxima a su jubilación y en previsión de una posible subida de tipos hacia finales de 2020. 
Sin embargo, no ha sucedido.
Los expertos siempre apuntan que los españoles en realidad invierten su ahorro en el ladrillo.
 Y el precio de la vivienda ha vuelto a subir generando un efecto riqueza. 
Sea cual sea la razón, esta resistencia del consumo explica en buena medida que la economía española esté aguantando mejor la ralentización exterior.
Además, se está generando empleo a la misma velocidad que crece la economía.
 Y eso significa que todo el crecimiento se hace a fuerza de contratar trabajadores y no de mejorar la productividad.
 Si los trabajos que se crean no son productivos, los salarios no pueden ser altos, lo que provoca que los nuevos contratados tengan menos capacidad de ahorro.
 En general, con un salario medio que la Agencia Tributaria cifra en 25.083 euros parece difícil ahorrar. 
Y el paro todavía se antoja muy elevado.

 

Santiago Beruete: “Sócrates, Platón y Aristóteles se drogaban. Dijeron cosas muy sensatas y auténticas memeces”

Santiago Beruete
EL ANTROPÓLOGO y filósofo Santiago Beruete (Pamplona, 58 años) lleva años enseñando a pensar a adolescentes en un instituto de Ibiza. 
También escribe libros difícilmente clasificables que relacionan la filosofía y los jardines (Jardinosofía) o reflejan la paradoja de idolatrar y destrozar la naturaleza que caracteriza a nuestra sociedad (Verdolatría), ambos en Turner. En esta entrevista, realizada en Madrid, explica cuánto ha aprendido de las contradicciones de la naturaleza: “No podemos crecer sin cortar las raíces. Una persona debe permanecer hasta cierto punto inadaptada para mantenerse sana: escudarse en el grupo para no hacerse cargo de uno mismo es la peor traición que uno puede cometer contra sí mismo”.
Veneramos la naturaleza, pero estamos en guerra con ella. Entendemos que el crecimiento no puede ser ­ilimitado, pero no renunciamos a las comodidades. Somos naturaleza, pero también su peor amenaza.
¿Ella gana siempre? Sí. Es una de las pocas cosas que tengo claras. El planeta es 99% biomasa forestal y 0,3% biomasa animal. Ahí está incluida toda la humanidad. Si llevamos el planeta a un colapso ambiental, ¿quién sobrevivirá?
Los humanos necesitamos arraigar y desarraigarnos a la vez. ¿Podemos tener una relación con la naturaleza que no sea paradójica? El relato fundacional de nuestra civilización son dos personas expulsadas de un paraíso natural. Luego empieza la revolución agraria, el gran avance que cada vez se tiene más claro que se produjo porque se había acabado todo lo demás, porque depredaron las otras fuentes de sustento. Es la historia de nuestra especie: somos depredadores.
La autosuficiencia se considera un atributo de sabios.
 . En Oriente y en Occidente. Lo dice Platón: sabio es el que menos necesita.
“Hay que vivir sin demasiado temor pero sin esperanza. Las expectativas son el germen de nuestro malestar. Vivir decepcionado no está mal”
Usted decidió en determinado momento no hacer más que lo que produce gozo. ¿Tiene ese nivel de satisfacción en todos los ámbitos? “Ninguna relación que dure lo suficiente escapa a la decepción”. La decepción está en la vida.
 O la vives, o te pierdes algo.
 Hay que vivir sin demasiado temor pero sin esperanza porque las expectativas son el germen de nuestro malestar. Vivir decepcionado no está mal, ¿por qué tenemos que vivir entusiasmados? 
El entusiasmo colectivo me pone de los nervios.

¿La clave de la vida es la dosis? Y el mantenimiento. Plantar un jardín es fácil, mantenerlo exige constancia.
En Verdolatría reta al lector: “La categoría moral e intelectual de una persona puede medirse por cuánta verdad es capaz de soportar”. 
 Si esa frase da miedo, urge preguntarse por qué. Desarrollamos las mentiras para seguir creyendo en la realidad. 
De adolescente, un profesor me ayudó a soportar verdades que me costaba admitir.
 Me dijo que todo mi dolor sería un antídoto para crisis en el futuro.
¿Por qué se mete en el berenjenal del autoconocimiento? La escritura tiene que ser valiente.
 A mis alumnos [de segundo de bachillerato] les hablo de Antístenes, un discípulo de Sócrates. 
Siendo anciano le preguntaron qué había aprendido de la filosofía y respondió que a hablar consigo mismo. Conócete a ti mismo.
 La sabiduría empieza ahí. 
Pero hoy el diálogo, con uno mismo y con los otros, es cada vez más difícil.
¿Consigue que hablen los chavales? Algunos están con un pie en la delincuencia y busco que se paren a pensar. Uno debe tratar de saber quién quiere ser.

¿Cómo llegó a dar clase a un instituto de Ibiza con alumnos difíciles? Hasta que saqué la plaza como profesor de filosofía había vendido zapatos. Pero al verme funcionario con 26 años, pedí la excedencia. 
En Ibiza tenía tiempo para escribir. Había una pequeña comunidad de escritores: Vicente Valero o Toni Marí. Los veía, pero… yo no casaba con ese mundo.

Beruete cuenta que gracias a ese grupo conoció a su primera mujer, 20 años mayor que él y diseñadora de jardines.
 Construyeron una casa desde la que se veía Formentera. “Cuando estuvo terminada, bajé de esa atalaya a la tierra. Fue ahí cuando aprendí a soltar”.

Santiago Beruete: “Sócrates, Platón y Aristóteles se drogaban. Dijeron cosas muy sensatas y auténticas memeces”
¿Cómo aprendió a soltar? Richard Louv, el autor de Los últimos niños en el bosque, dice que toda persona con sensibilidad medioambiental ha tenido en algún momento de su infancia una epifanía.
¿Cuál fue la suya? Vengo de una familia desestructurada. Mi padre fue un desclasado. 
Al casarse con mi madre, de origen humilde, su familia lo apartó.
 Ellos pensaron que su amor podría con todo, pero mi madre enfermó. 
Tengo seis años… Durante tres años, mis hermanos y yo pasamos todo el día en el jardín. 
Mi madre nos mira desde detrás del cristal. 
Tenía cáncer y sufría alucinaciones. Cuando murió, a mi padre le pudo el dolor y tapió la casa.
 Nos envió a cada hijo con un amigo. Le sobrábamos. Nos acogió mi abuela, pero a los 16 años vivíamos solos y yo cuidaba de mis hermanos. 
No tuve estabilidad emocional hasta muy mayor. Mi infancia me hizo incrédulo. He sido una persona desconfiada del discurso oficial, pero con gran necesidad de aceptación.

¿Cómo hacer que un adolescente pegado a una pantalla se interese por la filosofía? Trato de mostrar lo que he aprendido, que es a estar tranquilo.
 Les digo que, hagan lo que hagan, la filosofía va con ellos.
¿Por qué tiene alumnos conflictivos? En las últimas décadas, Ibiza ha sufrido una transformación social salvaje. El monocultivo turístico la ha convertido en una economía volcada en la ostentación.
 Cada vez hay más personas rotas.
 Las cifras lo explican. Este año han entrado 108 niños a primero de bachillerato. 
Solo se espera que pasen 20 a segundo. A mí me toca explicar a las hijas y a muchas madres que hay otros objetivos en la vida más allá de ser bailarina de la discoteca ­Ushuaia. 
La tentación del dinero fácil y la vanidad es muy grande. Ves a alumnas convertirse en acompañantes de famosos. Combatir eso es muy difícil. Hace años que Ibiza dejó de ser el paraíso de los hip­pies. Hace lustros que consiste en un experimento del capitalismo más salvaje.
 Eso para mí la hace atractiva, pero muchos amigos consideran que estoy loco.
En Verdolatría ataca algunas terapias que relacionan cuerpo y alma, y hace una loa a la horticultura como terapia educativa. Estoy en contra de aquello que promete lo que no puede dar.
 Pero cualquier aprendizaje depende tanto del profesor como del alumno. 
Ibiza es también un escaparate de las terapias espirituales más peregrinas. 
 Una de mis profesoras de yoga es antigua alumna mía. Yo los ponía firmes desde las ideas y ella me pone ahora firme desde el control del cuerpo.
 El mando cambia, el objetivo es el mismo.

¿La búsqueda del conocimiento conduce a un jardín o parte de él? El jardín está al principio y al final.
 El budismo lo dice: quien cuida un jardín está cuidándose él.
¿Qué hacemos con el sabio de biblioteca? Hay que replantarlo para replantearlo.
 Yo he sido durante años un ratón de biblioteca. Y he visto más saliendo.
¿El conocimiento conduce siempre a la buena vida? Creo que la bondad es un atributo de la inteligencia. Vivimos en una sociedad que asocia bondad a falta de carácter. 
Pero las mejores personas son sabias.
 Howard Gardner, estudioso de las inteligencias múltiples, dice que nadie llega a ser excelente en un campo profesional sin ser bueno.
Hay personas excelentemente dañinas… A la excelencia solo se llega con mucho esfuerzo.
 Y ese esfuerzo requiere un viaje hacia dentro.
 Conocerse, conectar con uno mismo.
 Esto es una reformulación de la teoría de Abraham Masslow sobre la autorrealización. 
Él dice que una persona que se realiza se vuelve altruista, generosa, y por eso puede prescindir de muchas cosas. El otro día hablaba con un crack de los videojuegos.
 Es multimillonario, pero a sus hijos no les deja los juegos que fabrica.
Si no puedes decirle a tu hijo a qué te dedicas o inculcarle amor por algo que haces…, igual no estás en tu mejor opción como persona. ¿Qué es la buena vida? No hay receta universal. 
No hay felicidad de garrafón.
 Cada uno tiene que desarrollar su propia fórmula.
 Para mí tiene que ver con un viaje hacia dentro. Con reconocer quién es uno.
¿Se puede alcanzar sin dolor? ¿Qué entendemos por dolor? La jardinería tiene mucho de dolor grato. 
Pero creo que la tormenta interna es un peaje que hay que pagar. Verte a la intemperie, estar desasistido y cuestionarte enteramente es un aprendizaje que solo puede hacer uno mismo. 
Hablo de quedarte sin cobijo ante tus mentiras, tus justificaciones, todo aquello que te ayuda a vivir.

¿La mayoría de las personas nos autoengañamos?  

Cuestionarse de veras es un camino sin vuelta atrás. 
Una vez uno abandona sus seguridades y no se miente, ya no puede actuar de otra manera. La distorsión entre nuestros autoengaños y la realidad causa mucho dolor. La mayoría de las personas escuchan solo lo que quieren oír. Buscan refuerzo, no duda. A lo que yo me dedico es a romper esa coraza en los chavales. ¿No ver la realidad es una decisión personal o un mal global? Los males comienzan cuando dejamos de pensar para creer en las ideas. 
 Estamos más dispuestos a creer en la verdad que a buscarla.
 Yo estoy en una fase en la que lo que me interesa es buscarla. 
La verdad es siempre algo personal. 
Eso desactiva la maldad implícita en todas las creencias colectivas. 
En clase aprendemos a atrevernos a mirar la realidad.
¿Qué alienta nuestra ceguera? Casi todo lo que nos rodea.
 Tenemos muy poca tolerancia a la incertidumbre y una asombrosa tolerancia a la mentira.
 Hemos metabolizado ese engaño consentido. 
Los chavales están acostumbrados a engañarse y a pensar que las mentiras que uno se cuenta a sí mismo son verdad.

¿El reencuentro con uno mismo, la reconexión vital, se da mejor en un paisaje natural? Creo que sí, y lo digo tras criticar las terapias alternativas. 
La razón es que las plantas son tan extrañas y tan familiares que no hemos desarrollado prejuicios intelectuales. 
Son un ser vivo y nos exigen cuidado: si no las riegas o te pasas de agua, las matas.
 Pero tienen mucha resistencia y por eso nos permiten un diálogo menos exigente. De las plantas viene todo lo que necesitamos y ninguna amenaza.
“Trato de mostrar lo que he aprendido, que es a estar tranquilo. 
A mis alumnos les digo que, hagan lo que hagan, la filosofía va con ellos”
¿Sócrates, Platón y Aristóteles se drogaban? Está documentado.
 Nos cuesta entenderlo porque los hemos sacralizado. Pero cuesta disociar su lucidez del consumo de cornezuelo y otras plantas.
 Forma parte de la tradición cultural de todos los pueblos. Dijeron cosas muy sensatas y auténticas memeces.
¿Cuántas frases esculpidas en el mármol de la historia son idioteces firmadas por los grandes hombres? “El infierno son los otros” (Sartre), “La malignidad hace más interesante la existencia” (Kierkegaard),
 “Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras no la ame” (Wilde)…
¿Defiende el uso de las drogas? La dosis es lo que convierte una droga en veneno o en cura.
¿Las ha usado? Probado. Y no todas. Sé lo destructivas que pueden ser.
 Mi hermana fue yonqui. Tengo amigos heroinómanos muertos.
Aun así, ¿defiende la droga como una experiencia vital que no deberíamos perdernos? Es complicado decirlo, pero es una experiencia espiritual.
 No hablo así con los chavales del instituto, pero tengo una opinión personal a pesar de vivir en la capital mundial de las drogas. 
A Ibiza llegan vuelos de Berlín y Londres llenos de gente dispuesta a bailar una especie de danza tribal. 
Yo iba. Nadie lo dice porque vivimos instalados en la mentira, pero la droga es la industria local. 
Ese mundo no se entiende sin un consumo masivo de droga. 
Esa experiencia de salir de la propia corporalidad es la experiencia fundacional de la religión. 
El éxtasis, la droga más consumida en Ibiza, no se llama así por casualidad: describe la salida de la propia piel. 
 Las fiestas que mueven más dinero tienen nombres como Afterlife, Dystopia… De todo eso hemos hablado en clase. Todo lo que te saca de tu límite tiene algo de espiritual. 

Santiago Beruete: “Sócrates, Platón y Aristóteles se drogaban. Dijeron cosas muy sensatas y auténticas memeces”
¿Qué nos falta como sociedad? Individualmente, paciencia, constancia, tenacidad y esperanza.
¿Qué le ha costado más conseguir? Yo era extraordinariamente impaciente. 
Y vivía en una insatisfacción permanente. Hoy creo que esto es lo que hay, y con lo que hay, hay que hacer magia.
¿El mal de nuestro siglo es la insatisfacción? Tenemos expectativas que no se pueden cumplir porque el propio mundo está organizado para que no se cumplan.
 Eso genera ansiedad. 
Nos lleva a ser individualistas. Nos convierte en consumidores.
 El contacto con la naturaleza rompe ese ciclo porque tiene otro ritmo. 
Mucho de lo que consideramos avances pasa por romper ese ritmo de la naturaleza: llevar agua donde no la hay, construir sobre el agua.
 Que queramos imponer nuestro criterio al de la naturaleza nos define.
 Hoy, o nos cargamos la naturaleza, o la idealizamos.
¿Siempre ha tenido plantas? En un momento que estuve muy mal, me encerré en mi casa y la llené de plantas. Llegué a tener cientos.
 Nunca dejé de cuidarlas. Creo que era una proyección de mi selva mental.
El mercado mundial de flores de Aalsmeer, al sur de Ámsterdam, que retrata en Verdolatría, da pavor. ­Regalamos flores como gesto de cariño y ocultan desde explotación infantil hasta monocultivos que están terminando con la diversidad de la flora. 
Es un modelo perverso.
¿Qué hacer? Las autóctonas son el camino. 
Exigimos respeto por la biodiversidad y entre nosotros tendemos hacia la más absoluta homogeneización.
 Francis Bacon decía que la única manera de domar la naturaleza es obedeciéndola.
 Es así: quien cultiva la naturaleza se deja cultivar.
“He visto mucha riqueza y grandes vacíos emocionales.
 El camino de acumular no tiene fin y no lleva a ninguna parte: solo a desconectar de la realidad y de ti mismo”
“Acumulamos y acumulamos para llegar al vacío”. Es el mal de nuestra época.
 Enseñamos a los chicos a esforzarse para alcanzar cierto estatus y una buena vida, y ¿cuál es nuestra idea de una buena vida?
 Un jardín hace lo contrario: va soltando y soltando. He visto mucha riqueza acumulada y grandes vacíos emocionales.
 El camino de acumular no tiene fin y no lleva a ninguna parte: solo a desconectar de la realidad y de ti mismo.
 Los ricos tienen el gran privilegio de poder mentirse más que los demás sin que nadie les contradiga las mentiras. 
 El jardín enseña otra vía porque, si le das demasiado, lo matas.