En la intimidad, con la única presencia de medio centenar de familiares, Marta Ortega
ha dado el "sí, quiero" a Carlos Torretta, su novio desde hace algo más
de dos años, el hombre con el que recuperó la ilusión tras un frustrado
matrimonio con el jinete Sergio Álvarez, del que nació su hijo Amancio, de cinco años.
Ha sido una ceremonia sencilla y breve celebrada en la casa familiar de
A Coruña en el paseo de la Dársena.
Un caserón de piedra de cuatro
pisos cuya parte trasera da a la Ciudad Vieja y tiene enfrente la que
fue casa de Emilia Pardo Bazán y la sede de la Real Academia Gallega.
Ofició la ceremonia Francisco Manuel Ordóñez, un notario amigo de
Amancio Ortega.
A última hora de la tarde, el nuevo matrimonio se
trasladará a escasos metros, al Real Club Náutico para comenzar una
celebración que enlazará con otros festejos hasta el domingo.
Esta vez, Inditex
ha desplegado la alfombra roja para la boda de la heredera de su
imperio.
Por ella desfilarán estos días hasta 400 invitados, muchos de
ellos personajes famosos, ya que al poder de los Ortega se une la
popularidad de la familia Torretta entre los miembros de la jet set. Muchos de ellos han llegado horas antes en aviones privados.
En su muñeca, un hilo azul cumplía con la
tradición de llevar algún detalle en este color.
El ramo, obra del
florista francés Thierry Boutemy, estaba inspirado en los colores de la
naturaleza gallega. Discreto y rico al mismo tiempo, es más un ejercicio vegetal que floral, y ha sido creado específicamente para el look diseñado por Pierpaolo Piccioli para la novia.
Del maquillaje y la peluquería se encargó Pablo Iglesias, responsable
de la estética de muchas estrellas, entre ellas, Penélope Cruz.
El novio
optó por un traje clásico en color azul medianoche, confeccionado a
medida por una sastrería de Savile Row.
Las fotos oficiales del enlace, en blanco y negro, las hizo el gran fotógrafo de moda alemánPeter Lindbergh,
por cuyo objetivo han pasado desde Christy Turlington, Naomi Campbell,
Linda Evangelista, Cindy Crawford, Stephanie Seymour, Isabella
Rossellini, Nastassja Kinski y Tatjana Patitz.
Tras la ceremonia se ha celebrado un almuerzo para el que se ha
escogido al chef gallego Pepe Solla, que ha preparado un menú
caracterizado por la línea de trabajo que le ha granjeado su
reconocimiento internacional.
Desde que terminó sus estudios ha seguido un plan diseñado para que
conociera todos los detalles de cómo funciona el imperio que ha
levantado su padre. Ahora y desde hace cuatro años trabaja en la sección
Woman de Zara, y en concreto, en el departamento de
tendencias. Ella y cuatro personas más del equipo son los encargados de
captar hacia dónde va la moda, si se llevarán los tejidos metálicos o
los flecos. No es la jefa porque en Inditex los grupos de trabajo
funcionan horizontalmente. Cuentan que pasa muchas horas en el cuartel
general de Arteixo y que es una más, o lo intenta, de los 5.000
trabajadores que hay allí. Almuerza en el comedor con todos y paga con
una tarjeta que da la empresa a los empleados a los que subvenciona
parte del menú del día. No tiene despacho, solo una mesa junto a la de sus compañeros.Marta es físicamente como su madre, pero tiene el carácter de su padre. Sus cercanos la definen como simpática, amable y algo tímida. El
empresario está feliz con la segunda boda de su hija y sobre con cómo
Torretta ha encajado en la vida de la familia. Amancio Ortega hace
tiempo dejó claro que la gestión de la empresa estaba en manos de Pablo
Isla y que otra cosa era la propiedad. Marta Ortega será la depositaria
de una gran parte del patrimonio de su padre –ayer era el quinto hombre
más rico del mundo según Forbes, que estima su fortuna en unos 56.300 millones de euros– y para ello se prepara.
Suicidios,
muertes extrañas, crímenes y escándalos sexuales rodean desde el siglo
XIII a esta dinastía que acaba de sumar la muerte de 'Lady Beth', de 18
años, por sobredosis.
Lady Beth Douglas, en una publicación de julio de 2017.Facebook
Suicidios, muertes en circunstancias extrañas, crímenes y escándalos sexuales rodean desde el siglo XIII a la dinastía Queensberry,
una de las familias británicas más excéntricas y desgraciadas, que ha
vivido su última desdicha con la muerte de la joven Beth Douglas, de
solo 18 años, encontrada sin vida después de una sobredosis de heroína y
cocaína e inmersa en graves problemas por sus adicciones.
Conocida
como Ling Ling por sus amigos y familiares y como Lady Beth en la
prensa, fue hallada muerta en un apartamento del barrio londinense de
Notting Hill.
Hija del duodécimo marqués de Queensberry, David Douglas,
de 88 años, y de su tercera mujer, la artista taiwanesa Hsueh-Chun Liao
—de la que heredó sus ojos rasgados— arrastraba enormes conflictos desde
hace años.
Con 13 comenzó a sufrir problemas psicológicos que le
llevaron a autolesionarse y con 17 fue internada en un centro
psiquiátrico.
El diario italiano Corriere della Sera
desvela que la muerte, que se produjo el pasado mes de marzo pero cuya
investigación acaba de concluir, se debió a una sobredosis de cocaína y
heroína tras dos días de fiesta ininterrumpida.
De hecho, “la pobre Beth
todavía tenía las marcas de las jeringuillas en los brazos”, según
detalla la publicación.
Lady Beth Douglas, en una publicación de junio de 2017.Facebook
Su novio, Jenan Herzog Karagoli, de 21 años, con quien compartió sus últimos 10 meses, ha revelado al periódico británico Daily Mail
detalles de la vida de la aristócrata, como que ejercía la prostitución
para conseguir dinero con el que comprar drogas.
Explica que en los
momentos previos a su muerte habían discutido por este motivo, y que la
pelea terminó con él en un pub y ella ausente durante horas.
“Ella me
pidió que me sentara en el pub y disfrutara de mi cerveza mientras
estaba con una amiga. Luego me llamó y me dijo que nos había conseguido
una habitación de hotel para pasar la noche”.
El joven, que no ha dudado en contar todo esto a los tabloides, añade
que le preguntó a su novia de dónde había sacado las 250 libras (287
euros) para la habitación.
La respuesta de ella fue un misterioso “hice
lo que tenía que hacer”.
Escuchar esto produjo un “disgusto” en Herzog,
quien afirma que tuvieron una nueva pelea “entre lágrimas en medio de un
atracón de drogas de tres días”.
“Sabía que algo había pasado, pero mi
mente estaba demasiado nublada por el alcohol y las drogas.
Le dije ‘Se
lo que estás haciendo, puedes contármelo, no tienes que ocultarme nada y
si estás desesperada porque no sabes cómo obtener dinero, yo te
ayudaré’”.
Herzog habla de Lady Beth como “una mujer maravillosa”,
víctima de la ‘maldición de la dinastía Queensberry”.
El golpe más duro
para la joven fue el suicidio en 2009 de su hermanastro lord Milo
Douglas, una de las personas a las que más quiso.
Supone solo uno de los trágicos episodios de la
controvertida saga británica, que se remonta al siglo XIII, cuando las
desgracias eran consecuencia de las guerras que asolaron la familia.
A
partir del XVIII llegaron los problemas que se ganaron el sobrenombre de
‘maldición’, como la locura que sufrió James, marqués de Queensberry,
encarcelado por sufrir problemas psicológicos.
Escapó de su celda, se
coló en la cocina del palacio, mató al cocinero y cocinó su cadáver.
El siglo XIX fue el más oscuro. El octavo marqués de
Queensberry se disparó durante una cacería, nunca se supo si por
accidente o intencionadamente.
Su segundo hijo, Francis, murió escalando
en los Alpes y el tercero, James Edward, se cortó la garganta en un
hotel de Londres.
El episodio más famoso es el del noveno marqués de
Queensberry, John Sholto. Su primer hijo, Francis, murió en un accidente
de caza sobre el que siempre planeó la duda.
El segundo, Alfred, más
conocido como ‘Bosie’, fue acusado de mantener una relación homosexual con el escritor Oscar Wilde
y encarcelado por ello. Bosie terminó casándose en 1902 con una mujer y
teniendo un hijo apodado ‘el loco demente’.
De desgracia en desgracia
se llega hasta Alice, la hermanastra de 52 años de Lady Beth, conocida
por ser expulsada de 13 escuelas y por casarse con Simon Melia, un
ladrón que conoció en la prisión en la que ejercía de voluntaria y que
terminó huyendo con la niñera. Lady Beth protagoniza la última fatalidad
de una estirpe que ya no se escandaliza por nada.
FOTO:
Heidi Paz Bulnes, junto a César Román, en una foto que el empresario
tenía como perfil de WhatsApp. / VÍDEO: Román, en la inauguración de A
Cañada Delic Experience.
César Román ha sido detenido este jueves de la misma manera en la que ha vivido las últimas dos décadas de su vida: tratando de engañar a todos. El Rey del Cachopo, dueño del pequeño imperio de sidrerías que abrió en
Madrid con ese plato asturiano como principal reclamo, ha sido
localizado en Zaragoza mientras trabajaba bajo otra identidad en un
céntrico restaurante de la capital aragonesa, informó la policía. Román, maestro del engaño, trataba esta vez de cambiar su aspecto
físico. Sin embargo, una compañera del negocio Casa Gerardo lo reconoció
y avisó a las autoridades. Su detención se produce 24 horas después de
que la policía identificara el cadáver de su última pareja, Heidi Paz, una hondureña de 25 años a la que conoció en uno de sus restaurantes de Madrid. La detención se ha llevado a cabo por orden de la jueza que lleva el
caso, Rosa María Freire Pérez, titular del juzgado de instrucción número
32 de Madrid. Su situación procesal es la de "presunto investigado".
Román llevaba desaparecido desde finales de julio,
cuando echó el cierre a los cinco negocios que regentaba. Se esfumó de
repente. Quien se asomaba por el cristal de sus negocios veía vasos y
platos en la barra sin recoger, como un bar que está a punto de abrir al
día siguiente. En esas mismas fechas desapareció Heidi Paz. La gente de su
entorno interpretó que habían huido juntos de las deudas que él había
acumulado con socios y repartidores. Pero de repente apareció un torso
calcinado en una de las naves de Román, en agosto. El trozo de cuerpo
estaba cubierto de sosa cáustica, una sustancia química utilizada para
disolver cadáveres. La madre de Heidi no reconoció la maleta cuando los investigadores se
la enseñaron en una fotografía. En septiembre le tomaron muestras de su
ADN para compararlas con las del tórax hallado. El laboratorio de la
Policía Científica reveló esta semana el resultado de las pruebas: el
trozo de cuerpo pertenecía a la pareja de Román. Los investigadores ven
la mano de un experto tras ese macabro cercenamiento. Le habían quitado
los implantes mamarios a la víctima, como si supieran a ciencia cierta
que estos traen un número de identificación que los hace fácilmente
reconocibles.
Marta Ortega, de 34 años, la heredera del imperio Inditex,
se casa este viernes en A Coruña con Carlos Torretta, de 35, su novio
desde hace algo más de dos años. Será una ceremonia con una parte íntima
pero con dos fiestas que dispondrán de alfombra roja por la que
desfilarán famosos invitados. Por una vez, se flexibilizarán algo las
rígidas normas de discreción que imperan en la familia de Amancio
Ortega. Y es que con la llegada de Torretta a la vida de la hija de
empresario algunas cosas han cambiado aunque la discreta millonaria
inició ya una trasformación tras su divorcio de Sergio Álvarez en la Navidad de 2014.
Marta Ortega, con su padre y su futuro marido.GTRESONLINE
Fue por entonces cuando Marta Ortega conoció a Carlos Torretta. Sucedió en una fiesta de cumpleaños de la modelo Eugenia Silva. Durante
meses solo unos pocos supieron que la pareja estaba junta. Pero en otoño
dieron un paso más en su relación y accedieron a posar para los
fotógrafos en el desfile del diseñador Narciso Rodríguez en Nueva York.
Hasta ese momento solo había imágenes robadas por los paparazis. Así de
pronto Carlos Torretta se convirtió en un objetivo de la prensa social
aunque él llevaba años frecuentando el mundo de la fama. Torretta, graduado en Bellas Artes y Publicidad por la Universidad de
Pace en Nueva York, se dedicó inicialmente al mundo de la publicidad
para luego saltar a la industria de la moda. Ha sido representante de
grandes maniquíes como Adriana Lima y Kendall Jenner. Con mucho éxito
entre las mujeres, mantuvo relaciones con Andie Muise, modelo canadiense
de 26 años que fue ángel de Victoria’s Secret, y Victoria Traina, estilista y una de las hijas de Danielle Steel, la escritora de best sellers
románticos más famosa del mundo. Tampoco ha sido ajeno al mundo de la
moda ya que su madre es Carmen Echevarría, propietaria de una de las
tiendas de referencia del mundo de la moda, Berlín; y su padre un famoso
diseñador Roberto Torretta. Una vez consolidada su relación la pareja no se ha ocultado pero ha
mantenido un perfil bajo como gusta en la familia de Amancio Ortega. Pero ahora que llega la boda, el empresario ha roto normas para que su
hija tenga la boda que desea.
Una de las primeras señales de que Marta Ortega estaba sufriendo una evolución llegó cuando Mario Sorrenti,
el prestigioso fotógrafo de moda, publicó en su perfil de Instagram una
insólita imagen de la heredera, en una playa de Barbados. El italiano
acompañaba la imagen con un mensaje en el que agradecía a la hija de
Amancio Ortega "el gran viaje". La hija de Amancio Ortega respondió con
un "gracias" y tres "x", utilizadas habitualmente en las redes sociales
para enviar besos. En la imagen de Marta Ortega aparecía sonriente en un
plano corto sin que en él se apreciara ninguna ropa. El desnudo es un
tema recurrente en las fotografías de Sorrenti. Marta se casa en el hogar familiar
de A Coruña ante un notario con la presencia de sus familiares más
cercanos. A última hora de la tarde ya todos los invitados asistirán a
un cóctel seguido de una cena en el Real Club Náutico, servida por el
chef Ricardo Sanz. En esta ocasión los novios y sus invitados posaran
para un par de fotógrafos que distribuirán las imágenes a los medios de
comunicación. Al día siguiente en Casas Novas,
el centro hípico que Ortega construyó en Larín (Arteixo), a unos 20
kilómetros de su casa y a cinco de la sede de su empresa, cuando Marta
competía activamente en ese deporte, se celebrará una gran fiesta a la
que están convocados 400 invitados. Esa cita aunque más multitudinaria
será más discreta gracias a la privacidad que permiten gozar 71.000
metros cuadrados de finca. Cuando se apaguen los focos Marta Ortega
volverá a recuperar su vida de siempre que seguirá estando en Arteixo y
en su puesto de trabajo mientras su esposo seguirá viajando cada fin de
semana para encontrarse.