Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 nov 2018

Cospedal, punto final a un camino de espinas............ Natalia Junquera

Recibió en 2008 la misión de enterrar una era, pero su rivalidad con Santamaría catapultó al heredero de Aznar al frente del PP.

Pablo Casado y María Dolores de Cospedal el pasado 27 de octubre.
Pablo Casado y María Dolores de Cospedal el pasado 27 de octubre.
“Va a ser un camino de espinas y rosas”, anticipó María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965), cuando, en 2008, se convirtió en la primera mujer en ocupar la secretaría general del PP.
 La portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, presentó a la nueva número dos de la formación, al igual que ella, abogada del Estado, como “una mujer moderna, con una capacidad de trabajo inmensa”.
 “¿Quién nos iba a decir que íbamos a estar donde estamos ahora?”, declaró la que iba a ser, diez años después, su rival en la carrera para suceder a Mariano Rajoy
 La exvicepresidenta se retiró el pasado septiembre y Cospedal lo ha hecho este lunes tras la difusión de sus conversaciones con el comisario encarcelado José Manuel Villarejo que revelan, entre otras cosas, cómo encargó un informe para investigar a su compañero de partido Javier Arenas.
 “Pero nada de lo que ha pasado en los últimos diez años en el PP se explica sin el enfrentamiento entre ambas.
 Si Cospedal se va, dejará un partido tranquilo por primera vez en mucho tiempo”, afirmaba la pasada semana un veterano cargo popular.

A diferencia de Santamaría, Cospedal sí tuvo, desde muy joven, vocación política. 
A los 17 años, ayudó a su padre, Ricardo de Cospedal, cuando se presentó por el Partido Reformista, liderado por Miquel Roca.
 El batacazo paterno no la desanimó. 
Preparó en dos años la oposición para ser abogada del Estado, empezó a trabajar en la Administración, y pronto dio el salto del técnico al político.
 Fue en 1996, y de la mano, precisamente, de Javier Arenas, a quien años después pidió investigar, como han revelado ahora las grabaciones de Villarejo.
 Pero aquella no fue la única carambola política de su carrera.
En 2005, Esperanza Aguirre la nombró consejera de Obras Públicas y Transportes de Madrid en sustitución de Francisco Granados —posteriormente encarcelado por el caso Púnica—, que acababa de ser ascendido a consejero de la presidencia.
 “Apoyo a Rajoy, pero no voy a apuñalar a Aguirre”, dijo Cospedal un mes antes de convertirse en secretaria general del PP tras el congreso de 2008 en Valencia, en el que la presidenta madrileña había intentado moverle la silla al líder del partido.

 

Cospedal y Santamaría despidieron a Ángel Acebes y Eduardo Zaplana y se entregaron a una misión compartida: enterrar el aznarismo.
 Pero su rivalidad fue creciendo, dividió primero al partido, y luego al Gobierno, en dos, y terminó entregando la presidencia del PP al heredero político de Aznar, Pablo Casado.
En 2011, Cospedal logró hacerse con el Gobierno de un viejo bastión socialista, Castilla-La Mancha, y lo compatibilizó con la secretaría general del PP. 
Esa acumulación de responsabilidades fue generando malestar en el partido y se recrudeció al ser nombrada, en 2016, ministra de Defensa. 
El congreso del PP de 2017 lo puso de manifiesto al presentar Francisco Risueño, miembro del PP de Castilla-La Mancha, la llamada “enmienda antiCospedal”, que pedía impedir la acumulación de cargos.
 Ella infravaloró la amenaza y ganó la votación por apenas 25 votos con algún grito de “pucherazo” entre el público, compuesto por compromisarios del partido.


El pasado julio, la secretaria general del PP, es decir, la dueña del aparato del partido, cayó eliminada en la primera vuelta de las primarias.
 Cospedal había iniciado su campaña criticando la aplicación del 155 en Cataluña y tratando de restar puntos a Casado sugiriendo que detrás de su candidatura estaba Aznar.
 Y la terminó reuniendo a los ministros del clan antisoraya en una comida para arropar al que iba a ser nuevo líder del PP, el mismo que extendería una alfombra roja para que el antiguo presidente de honor del partido volviera por todo lo alto a la sede de Génova 13. Esos últimos movimientos la distanciaron definitivamente de Rajoy. 
El viernes, Cospedal fue la ausencia más comentada en el funeral por su padre en Pontevedra, aunque sí estuvo en el tanatorio.
También durante las primarias, Cospedal reivindicó que ella sí había “dado la cara” en los momentos más duros del partido, aunque durante un tiempo cedió las comparecencias incómodas a Carlos Floriano.
 A su pesar, figurará en cada resumen de su carrera su retorcida explicación del famoso “despido en diferido”del tesorero Luis Bárcenas.
 Aquel año, 2013, Cospedal también había dicho: “En el PP, quien la hace, la paga. Que cada palo aguante su vela”. 
Varios cargos populares que ahora confían en que dimita para poder retomar su agenda política han recordado estos días aquella frase. Cospedal, no obstante, apoyó a José Manuel Soria, Rita Barberá y Cristina Cifuentes en sus respectivos escándalos hasta el final.
“Lo está pasando muy mal, pero es muy dura”, afirma un cargo popular que se pregunta por qué Cospedal, sabiendo que esas grabaciones de Villarejo existían, se ha arriesgado a llegar hasta aquí.
 “Tuvo mucha suerte de que esto no saliera antes. 
Ya estaba tocada por la fama de su marido, que se paseaba por Génova como Pedro por su casa”, añade. 
En el PP hay quien piensa que se arriesgó por culpa de esa rivalidad con Santamaría, pero pocos dudan de que también para ella ha llegado el final de su carrera política.
 La última grabación de difundida este lunes precipitó finalmente su dimisión.

Mi querido profesor, D. Emilio Lledó.

Frases de Emilio Lledó que sirven para ser mejores, más justos y más felices.

El filósofo cumple hoy 91 años con su capacidad para inspirarnos intacta. 

 Estos son extractos de su pensamiento que funcionan como lecciones para hoy, mañana y siempre.


Emilio Lledo
El filósofo Emilio Lledó en su casa de Madrid este mismo 2018. Álvaro García

Hay muchos que hablan de él como "el sabio oficial de España". Emilio Lledó (Sevilla, 1927) es autor de una obra prolija e inabarcable.

 Ensayos como Memoria de la ética, El silencio de la escritura, Elogio de la infelicidad o La memoria del logo le han proporcionado infinidad de premios –el Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, entre ellos-, pero sobre todo el respeto y afecto de lectores y libreros. 

Él nunca ha dejado de señalar al responsable de todo ello y a su mayor influencia: un profesor llamado don Francisco. 

Lledó dejó Sevilla a los seis años y se trasladó a Vicálvaro (suroeste de Madrid) con su familia. 

Allí fue donde un maestro de colegio, don Francisco, le mostró cómo un buen profesor, en un colegio público de un barrio obrero de Madrid, puede inculcar en un niño la curiosidad, el amor por la cultura y la devoción por la lectura. 

Al terminar la carrera de filosofía emigró a Alemania, donde casi sin hablar el idioma prosiguió su formación y se convirtió en profesor.

 Tras su regreso a España en los sesenta, enseñó historia de la filosofía en Barcelona, Tenerife y Madrid y se convirtió para varias generaciones en lo que fue don Francisco para él: un maestro que enseña que la educación consiste en mucho más que memorizar y repetir, alguien capaz de inocular entusiasmo por el conocimiento.

 

Defensor irredento de la libertad y del poder transformador de la educación, aquí van 25 extractos de su pensamiento que podrían funcionar como una guía para ser mejores, más justos y más felices.
- “Lo triste es un indecente con poder. Eso es lo que tenemos que evitar” (Cadena Ser)
- “Cuando el pensamiento es poderoso, se puede decir en cualquier lengua” (El Correo de Andalucía)
- “He vivido la guerra y el franquismo, tengo una experiencia muy larga de esperanzas y desesperanzas. Cuando era profesor en La Laguna, Valladolid o Barcelona había la esperanza de que las cosas iban a mejorar. 
Y, de alguna forma, algo de franquismo sigue. 
El nombre de democracia sirve a mucha gente, a aquella a la que se refería aquel cartel que, durante la Guerra Civil, se veía en algunas calles ‘No pasarán’.
 Pero pasaron y, con todas las variaciones que sean, siguen pasando” (EL PAÍS).
- “No hay futuro sin memoria” (El Correo de Andalucía)
- “El Alzheimer colectivo es todavía mucho peor que el Alzheimer individual, y un país sometido a la falsificación de lo colectivo es un país condenado” (Filosofía & co)

“En esta sociedad los que no se lucran son considerados tontos, pero en realidad la gran desgracia es la obsesión por el dinero” (Lecturas Sumergidas)

- “El aprendizaje no es importante, sobre todo ahora que tenemos tantos medios de conocimiento e información; lo importante es crear libertad intelectual y capacidad de pensar” (Filosofía & co)
- "Creo que cualquier bandera entorpece. 
 Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de sensibilidad, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros" (EL PAÍS).
- “La libertad de expresión es fundamental, pero lo verdaderamente importante es que haya libertad de pensar” (Cadena Ser)

 

La invisibilidad de los superdotados............... Antonio J. Mora

Expertos y asociaciones reclaman la necesidad de formar al profesorado para detectar y atender a estos alumnos tras la queja de una madre de Córdoba.

Los padres Ana Esther Galán y Jesús Lara, con sus hijos Carla y Pedro. 
Los padres Ana Esther Galán y Jesús Lara, con sus hijos Carla y Pedro.
Ana Esther Galán recuerda cuando su hija Carla le comentó que quería diseñar una línea de moda unisex.
 “El maestro le dijo que no se juntara tanto con los niños y ella dedujo que si creaba ropa que sirviera para ambos sexos el profesor no sabría con quién estaba. 
Desde pequeña sabíamos que tenía altas capacidades”, afirma.
 Esta madre de Córdoba ha denunciado las supuestas trabas que sufre para que los servicios educativos de la Junta de Andalucía reconozcan el nivel de inteligencia de su hija de seis años.
 Expertos y asociaciones critican la invisibilidad de este colectivo, pese a las leyes de algunas Administraciones. 
“Son medidas de apariencia.
 El problema es la falta de formación del profesorado para detectar a estos niños”, asegura Margarita Colondrón, presidenta de la Confederación Española de Altas Capacidades Intelectuales (Confines).
El periplo de Galán comenzó en marzo de 2017, cuando pidió al centro que tomara medidas preventivas.
 "No quería que a ella le pasara como a su hermano mayor, Pedro es superdotado y sufrió depresión por no ser atendido a tiempo”, afirma.
 Según su relato, su insistencia hizo que el colegio accediera a valorarla el pasado abril, pero determinó que no presentaba características diferenciadoras.
 “El informe está eminentemente falseado”, denuncia la madre. Tras esto, los padres acudieron al pediatra y este les derivó a Salud Mental. 
 “Esta especialista sí determinó que Carla tiene altas capacidades”, apunta la madre, quien señala que la niña ha comenzado primaria en un colegio privado hasta que se encuentre una solución.  
Este periódico no ha logrado conocer la versión de Educación.

Entre las consecuencias por no ser diagnosticados, Colondrón hace hincapié en el fracaso escolar: “Son niños desmotivados, que se aburren en clase al no recibir la atención necesaria y que pueden desarrollar un sentimiento de frustración grande. También pueden sufrir depresión, ansiedad… Tener más inseguridad y una autoestima baja”.
 Esta situación los puede conducir a ser personas más agresivas o que se aíslen del mundo.
 Colondrón asegura que uno de cada dos de estos niños sufre acoso en clase.
 En España hay detectados 27.000 estudiantes con altas capacidades y faltarían otros 135.000 por diagnosticar, según la presidenta de la fundación 
El mundo del superdotado, Carmen Sanz. 
La situación para identificar a estos niños es diferente en cada comunidad. "Las hay como Andalucía, Murcia, Madrid y Aragón que cuentan con protocolos específicos [con legislación o a nivel interno] para identificarlos; algunas como Valencia o Castilla y León que están trabajando en ello; y otras como Cataluña o Extremadura que no tienen nada”, expone Colondrón.
 "Es primordial que se unifiquen criterios, un niño no puede ser superdotado en Andalucía y en Cataluña, no. 
Hay que unificar cómo identificarlos, cómo evaluarlos, cuáles son sus características,...", afirma el pediatra y neurólogo Javier Berché.

De los protocolos existentes, Colondrón califica el andaluz como “el menos malo”. 
"En Andalucía, la normativa marca que los centros deben realizar dos cuestionarios a padres y profesores sobre el alumno. 
Uno al finalizar Infantil y otro cuando se termina primaria. 
Si se sospecha que el niño puede tener altas capacidades, entonces se le hace las pruebas de nivel de inteligencia. 
También se puede iniciar el protocolo en cualquier momento de Infantil”, explica la presidenta de la Federación Andaluza de Altas Capacidades Intelectuales (FASI), Carmen Trillo. 
En Baleares, sin embargo, la aplicación del protocolo no es obligatoria.
 "Se deja a la voluntad de cada centro, pero ya está en casi todos", señala Rosabel Rodríguez., responsable del grupo de investigación de altas capacidades de la Universitat de les Illes Balears. 
El “principal obstáculo” para detectar a estos niños es la falta de formación del profesorado.
 “Piensan que son niños brillantes,...”, apunta Trillo. "Aún hoy escucho a profesores que dudan de que su alumno sea superdotado porque no saca 10 en todo", añade Berché
 "Tanto los docentes como los orientadores se quejan de la falta de preparación", apunta el secretario estatal de acción sindical de ANPE, Ramón Izquierdo.
 "Es muy fácil cuestionar la capacidad de los profesores, pero creemos que el 99% está preparado para identificar a estos niños. Lo que existe es un aluvión de padres que piden estas valoraciones mientras que la Administración intenta ocultar sus vergüenzas con estos casos", denuncia Javier Herrera, miembro de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía. 
La formación de los docentes es "fundamental" si se tiene en cuenta que, en la mayoría de los protocolos, son los que tienen la llave para que los evalúen.
"A esto se suma que el equipo que realiza estas pruebas está formado para detectar casos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad, pero no a estos alumnos", dice Colondrón.  Sin embargo, las Administraciones sacan pecho de su labor en este aspecto.
 Andalucía asegura que cuenta con profesorado de pedagogía terapéutica y que otorga subvenciones a los docentes para la elaboración de materiales curriculares; Murcia habla de 30 cursos y 10 jornadas sobre esta materia en la última década y Aragón defiende la "formación integral" de sus profesores con más de 3.000 actividades al año.
 "En Baleares, el primer punto del protocolo es la formación del profesorado a través de cursos y talleres", explica Rodríguez.
Pero los expertos y las asociaciones lo tienen claro. “No hay interés ni en la Administración ni en la comunidad educativa”, critica Carmen Sanz.
 Como ejemplo, José Luis Sánchez, padre de dos alumnos con altas capacidades, señala la última medida tomada por el Gobierno de Murcia. "Han subido las puntuaciones que deben alcanzar estos niños para que sean valorados como de altas capacidades. 
En Madrid ya se hizo y lo único que se buscaba era ahorrarse plazas en las extraescolares", denuncia Sánchez. 
La consejería murciana asegura que la revisión del protocolo solo busca "mejorar, con las últimas aportaciones de varios autores", la detección de estos escolares. 
 
 

 

¿Quién lanzó las bombas de Mussolini sobre Barcelona?



Los obstáculos de Italia para identificar a los autores de los bombardeos de la Guerra Civil, que dejaron en Cataluña 4.700 muertos, llevan la causa judicial al archivo.

Vídeo del Ayuntamiento de Barcelona que conmemora el 80 aniversario de los bombardeos. En la imagen, efecto del bombardeo sobre Barcelona de marzo de 1938.
Como en un parte de guerra, el secretario judicial da cuenta de los últimos avances.
 Son escasos. 
El tono de su escrito, casi un desahogo personal, es apesadumbrado.
 Han pasado más de 14 meses y no hay noticias de Roma. “La actitud italiana es bastante triste, tratándose de países amigos”. Arturo Saforcada recuerda que España atiende sin pestañear las comisiones rogatorias de Italia sobre crimen organizado. 
Y lamenta que la escasa ayuda “impide avanzar” en la investigación abierta para hallar a los responsables de los bombardeos indiscriminados contra población civil que la Aviazione Legionaria de Benito Mussolini lanzó sobre Barcelona entre 1937 y 1939.
 Italia torpedea una causa judicial que dura ya más que la contienda que la suscitó: cinco años y medio desde que se admitió la querella de la asociación Altraitalia por delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra contra 21 oficiales de la aviación asentada en Baleares durante la Guerra Civil al mando del general Vincenzo Velardi. En diciembre vence una nueva prórroga. 
La juez de Barcelona tendrá que decidir si la amplía, mientras la posibilidad de hallar a supervivientes se aleja. 
“Eso es lo que buscan: no contestan hasta que todos estén muertos”, afirma el abogado de Altraitalia, Newton Bozzi.

Bozzi logró dar con dos víctimas de los bombardeos. Anna Raya fue herida en la cabeza el 1 de octubre del 1937, en la primera incursión de la Aviazione, que llegó a reunir a 6.000 combatientes. “Tenía ocho años.
 Estaba en el colegio del barrio de la Barceloneta.
 Una bomba cayó sobre el colegio. Los aviones nos ametrallaron”. Con su relato, Bozzi se presentó en 2011 en la Audiencia Nacional, que rechazó investigar por falta de competencia y trasladó el caso a un juzgado de Barcelona, que lo archivó de plano. Hasta que la Audiencia de Barcelona obligó a indagar “una de las páginas más negras de nuestra historia”.
Dibujo infantil de la exposición del Born sobre los bombardeos de Barcelona.
Dibujo infantil de la exposición del Born sobre los bombardeos de Barcelona.
La primera petición de auxilio judicial salió rumbo a la Corte de Apelación de Roma en marzo de 2013.
 La juez pidió al Ministerio de Defensa que escarbase en su archivo central para averiguar la identidad de “todos los militares y civiles” que participaron en los bombardeos, que dejaron en Cataluña más de 4.700 muertos; solo en Barcelona, según los historiadores, cayeron más de un millón de kilos de bombas y más de 1.800 edificios fueron destruidos. 
La juez exigió saber si seguían vivos y, en tal caso, que se les tomase declaración como investigados.
El secretario Saforcada empieza a inquietarse. 
Es septiembre y la información no llega.
 Mueve hilos. 
Contacta con el magistrado de enlace español en Roma, a quien los italianos trasladan que “la información no es fácil de obtener”, aunque “están en ello”.
 La respuesta llega al fin, pero incompleta. 
El Ministerio de Defensa dice que solo ha podido identificar a cuatro aviadores del cuerpo expedicionario —alega que no consta nombre ni fecha de nacimiento del resto— y augura que “con toda probabilidad estarán muertos”.
 Son los oficiales Luise Guglielmo, Riccardo Emo Seidil, Paolo Moci y Gennaro Giordani, nacidos entre 1899 y 1911.

El magistrado que debe responder la petición de la justicia española fue senador de Alianza Nacional
Italia consultó la dirección de personal, pero no rebuscó en sus archivos —como había solicitado la juez— ni hizo “verdaderas diligencias de investigación”, lamenta Saforcada.
 El juzgado envía una segunda comisión rogatoria, a modo de recordatorio.
 Descontento ante la “muy negativa actitud de la justicia italiana”, el secretario escribe al Ministerio de Justicia para que haga “gestiones bilaterales” y contacta con Eurojust. 
La magistrada María Poza le comunica que “se ha suspendido” la tramitación porque el Ministerio de Justicia italiano debe “aclarar determinadas cuestiones”. 
 En otro correo, añade que son “órdenes del presidente del tribunal de apelación de Roma”.
 Tras alegar que la investigación de unos “hechos trágicos de hace 80 años” resulta difícil y que los archivos de la época están en papel, Defensa señala que ha hallado a “un único sujeto identificado con seguridad como posible partícipe de aquellos hechos bélicos”. 
Curiosamente, ése no es otro que Gnecchi, que había aparecido en los medios de comunicación por el polémico homenaje. 
Los médicos examinaron su estado de salud y los Carabinieri le interrogaron en Lecco (Lombardía).
 El aviador admitió que fue enviado a España en 1937 y que formó parte de una patrulla de “reconocimiento del territorio”, pero afirmó que nunca participó en los bombardeos de Barcelona y que ni siquiera sobrevoló la ciudad. 
Tras la Segunda Guerra Mundial, añadió, le licenciaron y se dedicó a ejercer de perito industrial. 

Agotada la vía Gnecchi —que murió en 2016— y a la espera de novedades italianas, las acusaciones pidieron acudir a los archivos militares españoles. 
Solo uno dio resultado.
 Un coronel del Ejército del Aire afirma que en su archivo hay un listado con los integrantes de la Aviazione Legionaria, aunque no se detalla quién pudo participar en los bombardeos de Barcelona. 
Esa información, advierte, podría estar en los “diarios de operaciones” del contingente de la aviación, ubicado en el edificio histórico de Aeronáutica Militar, en Roma.
Luigi Gnecchi, durante el homenaje.
Luigi Gnecchi, durante el homenaje.
Además del 1 de octubre de 1937 —cuando fue herida Anna Vinyals— Barcelona sufrió bombardeos especialmente virulentos en 1938, ya como capital de la Segunda República y cada vez más cercana a los escenarios bélicos. 
Una bomba mató a más de 40 niños que se habían intentado proteger en el refugio bajo la iglesia Sant Felip Neri.
 Entre el 16 y el 18 de marzo se produjeron las acciones más devastadoras: durante 41 horas hubo 21 incursiones en las que se arrojaron 44 toneladas de bombas para aterrorizar a la población.
 El historiador admite que es difícil dar con los autores porque a menudo no se escribían los diarios de operaciones.
 A los militares destinados en la Guerra Civil española, además, se les daba “identidades falsas”: se mantenía el nombre, pero se cambiaba el apellido. 
Aun así, a partir de los registros de vuelo y cotejando datos, el historiador ha ofrecido un listado de oficiales que participaron en el bombardeo naval desde el buque de guerra Savoia.
 Ya en 2016, la juez pidió a Italia que certifique si esas personas siguen vivas.
El tiempo pasa y el secretario sigue a lo suyo.
 Nadie dijo que fuera fácil, pero la actitud italiana le irrita.
 Los escritos se espacian en el tiempo. 
A finales de 2017 logra enviar una carta a Alfredo Mantovano: “Estamos seriamente preocupados por la falta de progresos. 
Es preciso seguir adelante por el gran número de víctimas”, escribe Saforcada, que invita al juez a superar “cualquier resistencia o reticencia” del Ministerio de Defensa. 
No recibe respuesta, pero vuelve a la carga con el nuevo magistrado de enlace español en Italia.
 Éste logra hablar con Mantovano, que le traslada malas noticias. “[Mantovano] resalta la dificultad de hacer la búsqeuda en los archivos de Defensa por antigüedad y escasez de los datos, o el hecho de que fueran tropas voluntarias y no regulares”.
 Mantovano, además, explicita al intermediario que la ley italiana rechaza extradiciones por salud o edad si pueden poner en riesgo al investigado.
 La última comunicación del juez de enlace al secretario es del pasado junio. 
“Ayer hablé con Mantovano y le volví a insistir (…) Quedamos en que iba a agilizar la tramitación.
 En cuanto tenga nuevas noticias te informaré”.

Como la montaña no iba a Mahoma, hasta allí se desplazó, por encargo del Ayuntamiento de Barcelona —que también ejerce la acusación en la causa— un historiador.
 Prefiere no revelar su nombre, pero ha elaborado un voluminoso estudio sobre la operación militar España, aportado al juez, que detalla cómo la Aviazione estaba a las órdenes directas de Mussolini. 
El dictador envió en 1937 un telegrama en el que avisaba de que la escuadra debía “aterrorizar la retaguardia roja y especialmente los centros urbanos”, además de destruir el tejido industrial y las vías de comunicación.