Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 ago 2018

La familia real, de nuevo unida en el concierto del violinista Ara Malikian

Los Reyes y sus hijas asistieron al recital al aire libre del músico libanés acompañados de doña Sofía, la infanta Elena e Irene de Grecia, hermana de la reina emérita.

Los Reyes junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la infanta Elena, la reina Sofía y la infanta Elena, en el concierto de Ara Malikian en Mallorca.
Los Reyes junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la infanta Elena, la reina Sofía y la infanta Elena, en el concierto de Ara Malikian en Mallorca. GTRES

La Familia Real continúa ofreciendo estampas de sus vacaciones en Mallorca. 

Esta vez los Reyes y sus hijas, junto a la reina emérita Sofía, la infanta Elena e Irene de Grecia acudieron en la noche de este miércoles al recital que el violinista libanés Ara Malikian ofreció en el festival de música de Port Adriano, en Mallorca. Los miembros de la familia real disfrutaron del concierto al aire libre y de la música del conocido violinista sentados entre el público. 

No es raro este tipo de salidas durante el tiempo que la familia pasa unida en el palacio de Marivent cada verano, pero en esta ocasión cada gesto se está analizando minuciosamente tras el incidente ocurrido durante la Misa de Pascua en la catedral de Palma entre las dos reinas.

 El momento de tensión entre doña Letizia y doña Sofía cuando la primera intentó evitar un posado de la reina emérita junto a sus nietas dio la vuelta al mundo y evidenció problemas en una relación que se tenía por modélica de cara al público.

 

Resulta inevitable, por tanto, intuir en estas apariciones públicas de la familia unida, una intención de mostrar la cara más amable de la familia en un intento de alejar rumores de distanciamiento. 
Todo ello en un contexto especial, en el que no se puede obviar que se trata del primer verano en el que Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, se encuentra en prisión y el momento en el que se han difundido las polémicas grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
 Un hecho que puede haber sido determinante en la decisión del rey emérito Juan Carlos I de no participar en la Copa de Vela de Mallorca
Una presencia cancelada oficialmente por motivos médicos debido a una lesión que don Juan Carlos tiene en la muñeca que le ha provocado problemas musculares en la zona cervical y lumbar.
Al recital del músico libanés acudieron la princesa Leonor y la infanta Sofía que, durante en el corto espacio de tiempo pasado desde su llegada a la isla balear, se han dejado ver en tres citas públicas diferentes.
 Un hecho bastante diferente a lo que suele ocurrir durante el resto del año, cuando las menores aparecen en contados actos de la familia real.
 En el concierto han estado acompañadas de su abuela la reina Sofía, gran aficionada y asistente habitual a los recitales de música clásica que se celebran en la isla.
La reina Letizia, la infanta Sofía, la reina Sofía y la princesa Leonor en Port Adriano, en Mallorca.
La reina Letizia, la infanta Sofía, la reina Sofía y la princesa Leonor en Port Adriano, en Mallorca. Getty Images
Entre el público también se encontraba la infanta Elena, que este año compite en la Copa del Rey de Vela, aunque ella no estaba acompañada en esta ocasión por sus hijos Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, quien acompaña a su madre en la isla y ha sido vista en varias ocasiones navegando junto a ella en las jornadas de regata de la Copa del Rey.
 Al grupo también se unió en esta salida musical Irene de Grecia, hermana de la Reina emérita, que pasa largas temporadas junto a ella en el palacio de Marivent.
 El concierto de Malikian se incluía en la segunda parte de su gira mundial en la que está presentando su último trabajo, La increíble gira del violín, en un espectáculo en el que el artista mezcla partituras de autores clásicos como Bach con grupos musicales más modernos y cantantes como David Bowie.
Otras ausencias marcan, de momento, el veraneo real: todavía no se ha visto en Mallorca a los hijos de la infanta Cristina quien a pesar de que no acude a la cita familiar desde que saltó el escándalo del Caso Noos, sí ha permitido que sus hijos pasen todos los años unos días junto a su abuela y resto de primos.
 Y tampoco se ha visto a Felipe Froilán, hijo de la infanta Elena. Dos hechos que no significan que se descarte la presencia de ninguno de ellos en lo que queda de verano. 
 

Ana Rosa Quintana habla tras la detención de su marido

El empresario Juan Muñoz, esposo de la presentadora, fue puesto en libertad sin cargos la noche del jueves tras pasar dos días bajo custodia policial.

Ana Rosa Quintana
Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz en la Feria de Abril de Sevilla el 15 de abril de 2018. GTRESONLINE

 

La presentadora Ana Rosa Quintana ha querido enviar un comunicado a los medios tras la detención (y la consiguiente puesta en libertad) de su marido, el empresario Juan Muñoz
El empresario fue detenido junto a su hermano Fernando y dos abogados el pasado martes 31 de julio en el marco del caso Pintor, una de las causas en la que está implicado el excomisario José Manuel Villarejo.
 Presuntamente Fernando y Juan Muñoz estaban implicados en la contratación del antiguo comisario para un presunto chantaje. El marido de la presentadora pasó dos días bajo detención political y salió de declarar en la Audiencia Nacional el jueves al filo de las nueve de la noche. Fue puesto en libertad sin medidas.
Ya en la madrugada del viernes, a la 1.30, la periodista escribió un breve tuit: "Queridos amigos: Gracias a todos".
 Por la mañana, la conductora de El programa de Ana Rosa ha mandado un escrito a su programa, que en esta etapa de verano conduce el presentador Joaquín Prat. Así reza la carta: 
 "Ayer mi marido fue puesto en libertad sin medidas cautelares. Han sido dos días de incertidumbre pero ya estoy más tranquila, aun así, hay que ser prudente, y hay que dejar a la justicia trabajar. Como periodista, soy consciente del interés que ha suscitado esta noticia y llegado el momento estaremos ahí para contarlo.
Pero quiero aprovechar para dar las gracias por todos los mensajes de apoyo de cariño que he recibido en estos días, de mi equipo; de mis compañeros; de los amigos, de mis familiares y de la gente anónima. Muchas gracias".
Ana Rosa Quintana Juan Muñoz el 1 de julio en Formentera. 
Ana Rosa Quintana Juan Muñoz el 1 de julio en Formentera. GTRESONLINE
Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz se conocieron hace más de dos décadas, durante la Feria de Abril de Sevilla —a la que ambos son aficionados— de 1997.
 Salieron juntos durante siete años y se casaron en 2004 en Bollullos de la Mitación, pueblo sevillano en el que la presentadora tiene raíces familiares.
 Su amor por la ciudad del Guadalquivir, en la que pertenecen a varias hermandades, ha hecho que Quintana fuera reconocida como hija adoptiva de la ciudad hace un par de meses.
 En Triana también fueron bautizados sus hijos en común, Jaime y Juan, que nacieron en noviembre de 2004, cuando la periodista tenía 48 años.
 Estos días se les ha visto juntos de vacaciones en Baleares.

Antes de su relación con Juan Muñoz, Quintana estuvo casada con el también periodista Alfonso Rojo, con quien tiene un hijo en común, Álvaro, que se casó en julio de 2016 con la psicóloga Ana Villarubia en Jarandilla de la Vera. 
Por su parte, Muñoz ha publicado una curiosa foto en su cuenta de Instagram (un perfil abierto con apenas 700 seguidores) en la madrugada del viernes: una piedra, entre el musgo, en la que se lee la inscripción latina Carpe Diem, "toma el día", "aprovecha el momento".
 Una foto acompañada de un pie también en latín: Carpe diem, quam minimum credula postero, "Vive el día sin fiarte del mañana".
Ana Rosa es una trepa que plagia novelas, y no paró hasta que se casó con ese empresario , una manera de manejar su propio espacio. 
Su 1º marido es un facha, así que ella ha acumulado dinero con ese hombre que fue detenido y puesto en libertad, pero no se detiene a nadie sin que haya detrás un por qué. 

Carta a Pedro Sánchez................................... James Rhodes

El autor, quien sufrió graves abusos en la infancia, sugiere cambios legales para proteger a los menores.

 Como una reforma judicial para que en casos de violación infantil, niños y niñas declaren en privado, con la presunción de que dicen la verdad.

Carta a Pedro Sánchez
Apreciado señor Sánchez:
Llevo más de un año viviendo en España. 
Para mí, este país es mi casa; me he enamorado completamente de él, hasta la médula. Pago impuestos aquí, intento contribuir de manera productiva y mi deseo es que, en algunos años, me haya ganado (y elijo esta palabra con intención) el derecho a ser ciudadano de este maravilloso, generoso, fantástico y bonito país.
 Cuando
Usted fue nombrado presidente del Gobierno y eligió un Consejo de Ministros integrado en sus dos terceras partes por mujeres, me pareció que teníamos un nuevo mandatario con una mentalidad mas abierta.
Tenemos un grave problema. Y tiene que ver con su sistema judicial y con el trato que da a los menores. Quiero que sepa que hablo con conocimiento de causa: de niño me violaron repetidamente. 
Los años ochenta fueron una gran época para los pederastas: aunque los adultos veían que sangraba, lloraba y me ponía histérico, me enviaban de vuelta a los brazos (piernas, mejor dicho) de mi violador.
 Una y otra vez. Esa gente que tenía puestos de responsabilidad sabía que algo malo pasaba, pero nadie hacía nada y, de nuevo, me mandaban junto a él.
 Durante cinco largos años.
Todavía estoy pagando el precio de haber tenido esa infancia. También mis seres queridos.
 Tengo prótesis de metal en la espalda, resultado de las tres operaciones a las que tuve que someterme para intentar reparar el daño que me habían causado las agresiones sexuales. 
He intentado suicidarme demasiadas veces y me he pasado también demasiados meses en instituciones psiquiátricas.
 He probado todos los medicamentos que las grandes farmacéuticas han tenido a bien inventar, he destruido relaciones, me he autolesionado con rabia y he hecho todo lo que se me ha pasado por la cabeza para intentar detener ese zumbido incansable y violento que me retumba en la cabeza. 
Desde que vivo en Madrid, ese zumbido se ha convertido al fin, milagrosamente, en un rumor lejano la mayor parte del tiempo que estoy despierto.
 Lo que quizá explique por qué este país significa tanto para mí. Pero cuando veo en las noticias que hay tantísimos fracasos en la protección de los derechos de los niños, de consecuencias catastróficas, no puedo evitar sentir náuseas. 

He aceptado que nunca se haga justicia por lo que me pasó (mi violador murió antes del juicio). 
Pero también me he prometido a mí mismo que si alguna vez tenía frente a mí un altavoz, por pequeño que fuera, lo usaría para hablar de este tema. Y por eso le escribo esta carta. Aquí, en España, me siento afortunado.
 Puedo hablar de ello en la Cadena SER y comentarlo con Buenafuente en la televisión o en las entrevistas de los periódicos. Puedo darles copias de mi libro Instrumental a todos los jueces del país, porque explica claramente qué secuelas tienen los abusos. Pero, al final, todo acabará cayendo en saco roto. 
La única persona que puede cambiar las cosas de verdad ahora mismo es usted.
Tengo ante mis ojos unas hojas con miles de palabras, enviadas por Save the Children España, que harán que se le salten las lágrimas. Aquí tiene algunos ejemplos:
Aunque el 70% de las víctimas infantiles diga que avisó a un adulto de lo que pasaba, solo el 15% de los casos se denunció a la policía. De ese 15%, el 70% nunca llegó a juicio.
El proceso judicial dura como promedio tres años; en algunos casos se llega a los cinco.
 El abuso sexual dura como promedio cuatro años.
En el 86% de los casos, el menor tiene que declarar en sesiones plenarias, en juicios a puerta abierta, delante de tres jueces y también del presunto autor de los hechos.
En España, solo cinco de sus diecisiete comunidades autónomas prestan un servicio universal gratuito a las víctimas infantiles de los abusos sexuales.
 En el caso más tristemente célebre de España, el de los Maristas, de las 17 acusaciones que hay contra Benítez, el autor confeso, 13 han prescrito.
 ¿Cómo puede ser que no vaya a ser juzgado por todos estos crímenes cometidos? 
Además, ¿qué ha fallado tan estrepitosamente para que durante más de treinta años un profesor pudiera abusar de sus alumnos sin que nadie lo denunciara?

Podría seguir y seguir…
Sé que usted leerá esta carta.
 Y sé que en la política y en la ley las cosas van despacio.
 Pero también sé que si entrara en una habitación y sorprendiera a alguien violando a un niño, no se movería con lentitud.
 Le sorprendería ver que uno es capaz de actuar con muchísima rapidez.
 Y de soltar un puñetazo la hostia de fuerte. Estoy aquí para decirle, para prometerle, para asegurarle que, aunque en este momento no vea con sus propios ojos cómo violan a un niño, está sucediendo ahora mismo.
 Cuando usted lea esto, estará pasando. 
Siempre está pasando. Y necesito que actúe rápido.
Me han sugerido (en Twitter, claro) que, como soy anglosajón, un huésped de este país, mejor “no me meta en política”.
 Pero esto no tiene que ver con la política, sino con la humanidad. El sistema creado específicamente para proteger a los más vulnerables se ha roto y ya no sirve.

Estoy seguro de que este asunto no es nuevo para usted; que ya tiene una idea de lo que quiere conseguir y de cómo va a hacerlo. Yo solo quiero ayudar.
 Me gustaría, junto con Andrés Conde, director general de Save the Children España, reunirme con usted un par de horas y ayudarle a lograr que España sea un lugar más seguro para sus niños y niñas. Sabemos lo que hace falta: lo más urgente es una formación obligatoria, unos protocolos y una reforma profunda del proceso judicial para que en los casos de abuso sexual infantil se respeten de verdad los derechos del niño y también sus necesidades particulares: que haya juzgados específicos, con jueces preparados y juicios rápidos para que el menor declare solo una vez, en privado, con la presunción de que está diciendo la verdad.
 Cuando se trate de niños, hay que dejar de distinguir por ley entre abuso y agresión: siempre es agresión.
Quiero que apruebe una nueva ley que erradique la violencia contra los menores y adolescentes, y que se centre especialmente en las medidas preventivas, tal y como le ha sugerido en dos ocasiones el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas al Gobierno de España.

Un periódico publicó hace poco un artículo que decía que “a Rhodes lo violaron repetidamente durante su infancia y Bach lo salvó, pero ni siquiera esa experiencia límite lo convirtió en un músico excepcional”. 
Y, aunque quizá suene raro, por desgracia es verdad. No soy para nada un músico excepcional. Pero creo que sí puedo ser un recurso excepcional para usted y su equipo en la tarea de cambiar las cosas a mejor de forma permanente para los niños y niñas de este país. Por favor, contésteme, veámonos y pongámonos manos a la obra.
James Rhodes es pianista, autor del libro Instrumental. Memorias de música, medicina y locura (Blackie Books). @JRhodesPianist
Traducción de Laura Ibáñez.
 

 

Un tiburón de más de dos metros obliga a evacuar una playa en Mallorca

El escualo llegó desorientado a la orilla de Cala Domingos, en Manacor, donde fue rescatado por agentes de policía y personal de Palma Aquarium.

Decenas de personas miran al mar desde las rocas entre exclamaciones de incredulidad.
 En el agua, un tiburón de entre dos metros y medio y tres metros de largo. Es lo que sucedió este jueves por la tarde en Manacor (Mallorca).
 Según relataron varios testigos en las redes sociales, sobre las 15.00 la playa de Cala Domingos fue evacuada al advertirse la presencia del escualo.
 Pero no fueron pocos los curiosos que quisieron verlo desde la orilla, las rocas o alguna embarcación y que grabaron el momento. Las imágenes también muestran cómo agentes de Policía ayudaron a trasladar al tiburón en tierra.
 Según informó la organización Salvament Aquàtic Illes Balears en su cuenta de Twitter, el escualo, que llegó a la playa desorientado, fue rescatado por los agentes junto a personal de Palma Aquarium.