Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 jun 2018

El gabinete del doctor Sánchez................................. Rubén Amón.

El nuevo Ejecutivo socialista huye del modelo Frankenstein y se proyecta más allá de 2020.

Pedro Sánchez, en un momento de la rueda de prensa que ofreció el jueves para anunciar su Gabinete ministerial.
Las hipotecas que habilitaron la investidura de Sánchez predisponían o sugestionaban la creación de un Gobierno-monstruo, un engendro político recubierto del pasamontañas de ETA, provisto de las garras del soberanismo, expuesto al azufre del nacional-populismo y sometido a la taquicardia de Podemos. 
Iba a convertirse Pedro Sánchez no ya en el doctor Frankenstein con sus guantes prometéicos de IKEA, sino en el doctor Caligari, de forma que su Gabinete experimental terminaría pariendo una aberración cultivada en el laboratorio incubando la semilla del diablo.
No cabe mejor señal al respecto del nuevo Ejecutivo que los elogios de Juan Vicente Herrera (PP) y los reproches de Joaquim Torra, extremos de una expectativa general que se resiente de un desmedido adanismo —el bien acude a sustituir al mal— y que contiene diversas razones para el optimismo y la catarsis: el europeísmo, el escrúpulo socialdemócrata, la cualificación de los cargos, la ortodoxia institucional, la exclusión del hooliganismo revanchista, el predominio de mujeres sin necesidad de explicaciones y las ambiciones explícitas de estabilidad.

No es que Sánchez vaya a dilatar la legislatura hasta marzo 2020. Su Gobierno de pesos pesados y de figuras mediáticas constituye más bien una plataforma de lanzamiento por encima de las contingencias y limitaciones contemporáneas.
 El PSOE ha invertido las inercias, ha recuperado el centro de gravedad de la política española. 
 Un movimiento coyuntural que el nuevo presidente ha resuelto con audacia y que ubica en la periferia tanto a su enemigo natural en la izquierda (Podemos) como al providencialismo que representaba la fiebre naranja de Ciudadanos.

La euforia y hasta el almíbar que arropan la legislatura sanchista se exponen a un escenario hostil. 
Sánchez dispone de un margen precario (84 diputados) y ha asumido sin titubeos el rigor de los Presupuestos del PP. 
El volcán soberanista permanece activo.
 Y van a acudir a chantajearlo los partidos que se adhirieron a la moción de censura. 
No caben mejores antídotos hacia fuera y hacia dentro que Borrell (Exteriores) y Grande Marlaska (Interior), como no existe mejor camino de entendimiento parlamentario que ponerse a rectificar las leyes e iniciativas del PP.
Se trataría de “desgobernar”, de destejer, de convertir la aversión póstuma de Rajoy  y el aislamiento al PP en el punto de encuentro —ley mordaza, transformación de RTVE, reforma laboral, énfasis de políticas sociales—, incluso de relativizar al mismo tiempo las presiones independentistas. Sánchez recupera la iniciativa desde el centro. 
 Demuestra su instinto político y su capacidad de adaptación, como el surfero que se mece en la buena ola. 
Y resucita al PSOE precisamente cuando los comicios municipales y autonómicos necesitaban el viento de cola de la Moncloa.

 

Y también hay un ministro que se llama Màxim Huerta............ Juan Cruz..

Siempre hay un pimpampum en los gobiernos. En el último el más destacado pimpampum fue Cristóbal Montoro, por razones de bolsillo.

 Y ahora tenemos a Huerta. A ver cómo le va

El presentador y escritor Máxim Huerta en una entrevista en el café Gigi de Madrid, el 27 de octubre de 2016.

En la toma de posesión del ya exdirector del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, este hizo un parlamento lleno de buena sintaxis y de citas puestas en su sitio. Entre ellas, una que luego repitió, al revés, el entonces ministro de Exteriores, el muy locuaz García Margallo.

 Cuando acabó el acto le puse de relieve al ministro esa contradicción en iguales citas. 

Y entonces él me dijo, con toda naturalidad:

— Voy a morir por esta boca.
No murió, y tampoco murió su boca, pues la sigue usando, a veces no citando sino expresando venablos. 
Ya no es ministro, eso se sabe.
¿Por qué esa rareza? Porque así pasa: la peor carne para un periodista es la carne de periodista
Pues ahora Pedro Sánchez ha puesto la guinda de su gobierno, una espléndida selección de talentos, poniendo en el renacido Ministerio de Cultura a Màxim Huerta, escritor y celebrity.
 Tiene seis libros publicados, miles de tuits, red social en la que sigue a 1169 personas y tenía nada menos que 343.929 seguidores a las 6.47 de la mañana del día después de su consagración administrativa. 
Es famoso por sus libros, naturalmente, pero sobre todo por su larga carrera ligera en televisión, y ha sido recibido como la rareza de este gobierno de notables.
¿Por qué esa rareza? Porque así pasa: la peor carne para un periodista es la carne de periodista. Y Màxim Huerta es periodista, de modo que en la noche del miércoles, cuando todos estábamos con la pluma afilada a ver quién demonios iba a completar el espléndido elenco ministerial, en la Redacción se hizo un silencio y luego un jolgorio: "¡Màxim Huerta!" Leña al mono.
No es que sea raro, es que no era el esperado. 
A lo largo del día, este periodista recibió recado de confirmar si el ministro de ese ramo iba a ser, sucesivamente, Joan Manuel Serrat, Antonio Banderas, Rosa León, Aitana Sánchez Gijón, Ana D´Atri... La gente esperaba, en las redacciones al menos, y también en las redes, que son ahora las redacciones por otros medios, que Pedro Sánchez eligiera a Andrè Malraux o a Jorge Semprún o a Carmen Alborch o a Javier Solana. 
 Es notorio que Andrè y Jorge eran imposibles nombramientos, pero también tiene cerca, en el arco de filosofía y letras, a Fernando Savater o a Santos Juliá o a Javier Solana o a Solana y a Alborch (que de eso saben más que Huerta), entre aquellos que no me pidieron confirmar. 
Y en lugar de esos malrauxes y semprunes, o gilbertogiles, o solanas, o alborchs, apareció en la pantalla el nombre de Màxim Huerta.
 "¡Màxim Huerta!", gritaron mis compañeros, sus colegas.
¿Quiénes somos los periodistas para adelantar cómo desempeñará Màxim Huerta su cometido? 
Somos unos atrevidos... como lo ha sido Màxim Huerta, en sus tuits, que va a tener que revisar para que no se los afeen uno a uno, menos el último, en el que invoca a su muy invocada Ana María Matute. 
Y con ese atrevimiento ya hemos señalado a este valenciano llamativo como el pimpampum del nuevo Gobierno socialista.
Siempre hay un pimpampum en los gobiernos. 
En el último el más destacado pimpampum fue Cristóbal Montoro, por razones de bolsillo. 
Y ahora tenemos a Huerta. A ver cómo le va.
Javier Pradera, el más destacado de nuestros editorialistas, se encargaba en este periódico de hacer balance periódico de los ministros, empezando por los de UCD. 
 Y ahí había un ministro gris para la época, Juan Rovira Tarazona, ministro de Sanidad de Adolfo Suárez. 
Durante su corto periodo fue el que reguló la donación para trasplante de órganos, una iniciativa milagrosa.
 Aun así no daba la talla frente a sus colegas de gabinete, así que Pradera acababa siempre aquella relación de trabajos ministeriales: "Y también hay un ministro que se llama Rovira Tarazona".
 Pues ya tiene el nuevo ministro de Cultura remedo del sanbenito: "Y también hay un ministro que se llama Màxim Huerta".
 Por su boca lo conoceréis, como a Margallo.


 

Hallan muerta a la hermana pequeña de Máxima de Holanda, Inés Zorreguieta

La hermana pequeña de la reina ha aparecido sin vida en su casa de Buenos Aires. Tenía 33 años.

Hermana de Maxima de Holanda
Máxima de Holanda con su hermana Inés Zorreguieta. GTRES
Inés Zorreguieta, de 33 años y hermana menor de la reina Máxima de Holanda, ha sido hallada muerta en su apartamento de Buenos Aires.
 El servicio de información de la Casa Real ha anunciado el óbito, y también ha mencionado “un posible suicidio” entre las causas. Según el rotativo argentino La Nación, Inés tenía “problemas de depresión”. 
Falleció el miércoles por la noche en su apartamento del barrio porteño de Almagro. 
Máxima ha expresado su “desconsuelo y conmoción”, ante lo sucedido. 
No se sabe, por ahora, si viajará de inmediato a Argentina. 
En su agenda figura la apertura del Holland Festival, la mayor cita cultural del país, y una visita de Estado a los países bálticos, que debía comenzar el próximo lunes. 
Ella no asistirá.
Los peritos de la Policía Científica de Buenos Aires acudieron al domicilio de la fallecida pasada la medianoche.
 Una vez concluida su labor, la embajada holandesa confirmó la muerte. 
La hermana de Máxima padeció anorexia, y en 2012 estuvo internada en una clínica especializada en neuropsiquiatría. 
La familia Zorreguieta Cerruti (apellido materno) está muy unida, y Máxima sentía especial apego por la pequeña.
 Fue una de sus damas de honor en la boda real (2002) y la madrina de bautizo de Ariane, tercera hija de los reyes holandeses (2007). Aficionada a la música, Inés cantaba y tocaba la guitarra, y había grabado a título privado versiones de sus melodías favoritas.
 En 2002, terminada la secundaria, pasó una temporada con su regia hermana. 
La prensa holandesa de la época mencionó de pasada la vestimenta “poco acorde con la sobriedad palaciega”, de la joven. En 2010 Máxima asistió a su graduación en la Universidad argentina de Belgrano, donde Inés estudió Psicología. 
Este jueves, los medios holandeses han recordado que el tema de la tesina versó sobre las diferencias en el suicidio de hombres y mujeres.
 Tras los estudios, Inés trabajó para Naciones Unidas en Panamá, en el área de Recursos Humanos y Comunicación. 
En 2016, entró en la Secretaría del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. 
Si bien el Gobierno del presidente Mauricio Macri -que la designó- reconocía que “no cumplía todos los requisitos exigidos”, obtuvo el cargo gracias a una “autorización excepcional”.
 El nombramiento fue objeto de críticas en su país. En Holanda, se habló de “enchufe debido a la posición de la reina Máxima”. Debido a ello, la embajada holandesa en Argentina emitió un comunicado puntualizando que la soberana consorte “no tenía nada que ver en el asunto”. 
Inés Zorreguieta, por otro lado, seguía la nota, “ya había trabajado en el Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno local” de Buenos Aires.

El golpe ha sido muy duro para la familia, ya que hace apenas un año falleció Jorge Zorreguieta, el padre, aquejado de leucemia.
 Inés nació cuando Máxima tenía 13 años, y ambas, junto con sus hermanos Juan y Martín, son hijos del segundo matrimonio paterno, con María del Carmen Cerruti.
 Con su primera esposa, Marta López Gil, tuvo otras tres hijas, Dolores, María y Ángeles.
A la derecha, Ines Zorreguieta, hermana de Maxima de Holanda, en el bautizo de la princesa Ariana, en 2007.


A la derecha, Ines Zorreguieta, hermana de Maxima de Holanda, en el bautizo de la princesa Ariana, en 2007. GTRESONLINE

 

Màxim Huerta: “No me gusta practicarlo, pero sí me gusta el deporte”