Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 abr 2018

Añadir a favoritos LIBROS RECOMENDADOS DE Màxim Huerta Màxim Huerta: 10 libros intensos entre el recuerdo y la ficción

 

LIBROS RECOMENDADOS DE Màxim Huerta

Màxim Huerta: 10 libros intensos entre el recuerdo y la ficción.

El periodista y escritor Màxim Huerta, Premio Primavera 2014 por La noche soñada, lleva escribiendo desde 2009. 
En este listado de libros recomendados hace un repaso a las obras y autores que le han marcado, tanto en su vida como en su escritura.

En todos estos libros se puede apreciar un cierto gusto por la intensidad y temas como la pérdida, la búsqueda de la identidad y la memoria, muchos de ellos desde un punto de vista autobiográfico. 
Entre sus autores de cabecera encontramos, por ejemplo, a Rosa Montero con La ridícula idea de no volver a verte, una obra dura y desgarradora surgida a raíz de la muerte su marido que, según comenta Huerta es un libro en el que se entra “sin lágrimas” y “te llena de luz”.
 En la misma línea, recomienda El balcón de invierno, de Luis Landero (quien es para él “el mejor contador de historias”).
 Se trata de una obra que abre las puertas de la memoria huyendo de la ficción, de quien tanto su autor como Màxim Huerta llegan a estar saturados en cierto momento. 
Y la memoria “maravillosa, brutal, acogedora y brillante” aparece en El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, uno de sus títulos preferidos.
Nuestro recomendador confiesa además su admiración por el Premio Nobel de Literatura Patrick Modiano, maestro en el arte de escribir sobre la búsqueda de la identidad a partir de recuerdos difusos, como si una fina niebla invadiese la memoria, que dan un aire onírico a su obra.
 Casi todos sus títulos son breves y sus temas pueden resultar repetitivos, pero esto para Huerta lejos de ser un defecto esto es una virtud.

El lector encontrará también en estas recomendaciones dos novelas de iniciación, aunque muy distintas entre sí. 
Hablamos de Paraíso inhabitado, de Ana María Matute y Algún día este dolor te será útil, de Peter Cameron. 
De la primera obra, Huerta dice que es su “hoja de ruta” y no deja de recalcar que Matute es su autora favorita.

 

El día que fusilaron a Gila, se hizo el muerto y salvó al cabo Villegas

Se cumplen 80 años de cómo el humorista se libró de una muerte segura y de cómo este episodio condicionó su inigualable arte.

Miguel Gila reinventó, desde el humor, la Guerra Civil española. Él mismo fue uno de sus muertos pero, como si de uno de sus chistes absurdos se tratase, vivió para contarlo. En la imagen, el humorista en 1999, dos años antes de morir.
Miguel Gila reinventó, desde el humor, la Guerra Civil española.
 Él mismo fue uno de sus muertos pero, como si de uno de sus chistes absurdos se tratase, vivió para contarlo. En la imagen, el humorista en 1999, dos años antes de morir.
“Nos fusilaron al anochecer, nos fusilaron mal”.
El humorista Miguel Gila (Madrid, 1919 – Barcelona, 2001), que trascendió en la cultura popular española con sus monólogos sobre la guerra, sabía de lo que hablaba. 
Mediante el surrealismo (“¿está el enemigo? Que se ponga”), el esperpento (“me dice el tío: '¡Oye que me has dado!'; pues no seas el enemigo”) y el costumbrismo (“¿a qué hora piensan atacar mañana? ¿no puede ser por la tarde, después del fútbol?”) 
Gila proponía un ejercicio terapéutico no tanto de reconciliación con la contienda como de memoria sentimental. 
Reinventando la Guerra Civil española, reescribiéndola y, por encima de todo, nunca olvidándola. 

Él mismo fue uno de sus muertos pero, como si de uno de sus chistes absurdos se tratase, vivió para contarlo.
En su autobiografía Y entonces nací yo. Memorias para desmemoriados (Temas de Hoy, 1995), Miguel Gila contó por primera vez la noche que fue fusilado. 
 Afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas, mintió sobre su edad (tenía 17 años) para alistarse en el ejército tras el golpe militar de Franco de julio de 1936 y acabaría formando parte del Regimiento Pasionaria. 
 En diciembre de 1938, cuando todavía quedaban cinco meses para el final de la guerra, su cuadrilla ya se daba por vencida vagando por los campos de Córdoba:
 sin munición, sin camiones y sin agua, fueron capturados por el dichoso “enemigo” (en este caso, la 13.ª división de Yagüe). 
“No le tenía miedo a la muerte”, recordaba Gila, “estaba tan agotado, tan devorado por los piojos, por el hambre, el frío, el cansancio y la sed, que morir podía ser una liberación”

 

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El humorista Miguel Gila (Madrid, 1919 – Barcelona, 2001), que trascendió en la cultura popular española con sus monólogos sobre la guerra, sabía de lo que hablaba. 
 Mediante el surrealismo (“¿está el enemigo? Que se ponga”), el esperpento (“me dice el tío: '¡Oye que me has dado!'; pues no seas el enemigo”) y el costumbrismo (“¿a qué hora piensan atacar mañana? ¿no puede ser por la tarde, después del fútbol?”) Gila proponía un ejercicio terapéutico no tanto de reconciliación con la contienda como de memoria sentimental. 
Reinventando la Guerra Civil española, reescribiéndola y, por encima de todo, nunca olvidándola.

“No le tenía miedo a la muerte. Estaba tan agotado, tan devorado por los piojos, por el hambre, el frío, el cansancio y la sed, que morir podía ser una liberación”, escribió Gila
En su autobiografía Y entonces nací yo. Memorias para desmemoriados (Temas de Hoy, 1995), Miguel Gila contó por primera vez la noche que fue fusilado. Afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas, mintió sobre su edad (tenía 17 años) para alistarse en el ejército tras el golpe militar de Franco de julio de 1936 y acabaría formando parte del Regimiento Pasionaria. 
En diciembre de 1938, cuando todavía quedaban cinco meses para el final de la guerra, su cuadrilla ya se daba por vencida vagando por los campos de Córdoba: sin munición, sin camiones y sin agua, fueron capturados por el dichoso “enemigo” (en este caso, la 13.ª división de Yagüe). “
La lluvia no dejaba de caer mientras el regimiento de Miguel Gila esperaba a “pagar el precio de la derrota”. 
Les habían quitado los abrigos, las botas y las mantas y les habían sentado en el suelo durante horas mientras sus captores saqueaban una finca. 
La dueña, una mujer de unos 30 años, salió de la casa gritando: “¡Viva Franco!”.
 No le sirvió de nada: la violaron entre todos.
Dos de los humoristas españoles más queridos: José Luis Ozores y Miguel Gila. La imagen es de 1955.
Dos de los humoristas españoles más queridos: José Luis Ozores y Miguel Gila. La imagen es de 1955.
Después llevaron a los detenidos a un descampado. 
“El piquete de ejecución lo componían un grupo de moros con el estómago lleno de vino, la boca llena de gritos de júbilo y carcajadas, las manos apretando el cuello de las gallinas robadas”, escribió Gila.
 El alcohol distrajo a los verdugos de formalidades (no hubo “listos, apunten, fuego”) o protocolos: dispararon a los 14 hombres una sola vez, sin rematarlos con un tiro de gracia, y siguieron bebiendo mientras asaban las gallinas robadas.
 (Es muy raro que no hayan hecho "El tiro de gracia")

Tragedia anunciada en As Catedrais..................... Sonia Vizoso...

Los científicos advierten de que solo la restricción de las visitas a esta playa gallega puede prevenir otra desgracia.

Turistas al borde de los acantilados de As Catedrais el pasado jueves. En vídeo, imágenes y declaraciones de visitantes en la playa.
“Cada año pasan por la playa de As Catedrais cientos de miles de personas.
 Que haya habido solo una baja es una enorme fortuna, pero no tiene por qué mantenerse”.
 Las palabras del prestigioso geólogo Juan Ramón Vidal Romaní suenan especialmente inquietantes tras la muerte de una turista esta Semana Santa por el impacto de una roca mientras contemplaba, junto a cientos de visitantes, una de las más grandes maravillas labradas por el mar en la costa gallega.
 Vidal Romaní es el autor del informe oficial de hace solo seis meses que ya advertía a la Xunta del peligro de desprendimientos en este arenal de Ribadeo (Lugo), sobre todo después de días de intensa lluvia como los que precedieron a la desgracia del pasado 31 de marzo.
 “La gente está acelerando la destrucción del acantilado”, lamenta el experto.
 “Hay quien hasta se sube a los arcos para hacerse fotos, los chicos saltan de unas peñas a otras… Pone los pelos de punta”
La construcción de esta catedral marina, única en la Europa continental, la firman un trío de arquitectos que nunca decretan el final de las obras. 
Las olas, el viento y las mareas que labraron los arcos y grutas de As Catedrais hace 135.000 años siguen trabajando desde entonces, pero no es su irrefrenable erosión la que compromete ahora la pervivencia del monumento.

“Los visitantes son el riesgo más grande. Hay un efecto llamada y la cosa se ha desmadrado”, 
lamenta Vidal Romaní, director del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal y catedrático de Geodinámica de la Universidad de A Coruña. 
Para conservar este delicado paraje, en el que solo se restringe el acceso en Semana Santa y verano con un tope de 4.812 personas al día, reclama a las Administraciones un sistema de vigilancia permanente, que se faciliten cascos protectores para entrar en las cuevas donde falleció la turista y que se imponga una franja de separación de los taludes del acantilado.
El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, responsable de este espacio protegido, sostiene que "nada ni nadie hubiera podido evitar" el siniestro mortal y esgrime que el turista que visita la zona en temporada alta “acepta” expresamente los riesgos cuando obtiene la autorización para bajar a la playa.
 Tras las críticas recibidas por la muerte de una joven de 25 años, la Consellería de Medio Ambiente ha encargado a ingenieros de caminos de la Universidad de A Coruña un estudio geotécnico para analizar el “estado actual” del monumento.
 Solo después, apunta la Xunta, “se podrán establecer las medidas de gestión que garanticen la conservación del monumento natural y su uso”. 
Pero no es seguro que se haga. 

Un visitante sobre uno de los arcos, en una imagen incluida en un informe de la Xunta.
Un visitante sobre uno de los arcos, en una imagen incluida en un informe de la Xunta.
Sobre las recomendaciones recogidas en el último informe oficial en el que Vidal Romaní alerta de los desprendimientos, fuentes del departamento que dirige Beatriz Mato inciden también en que, como consecuencia de este documento, “se reforzó la comunicación sobre los posibles riesgos”. 
“En la propia web de reservas”, señala Medio Ambiente, “ya se advierte de forma expresa que el visitante conoce y acepta los riesgos derivados de la visita”.
Hay más voces científicas que claman contra los supuestos excesos de la Xunta en As Catedrais, algunas tristemente premonitorias. Augusto Pérez Alberti, catedrático Geografía Física de la Universidade de Santiago, advirtió en enero a través de Twitter de la "inestabilidad" de las formaciones geológicas y de la posibilidad de que aconteciese una "desgracia".
La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), que también alertó a la Administración autonómica de las caídas de piedras antes del accidente mortal, pide que se restrinja la afluencia a la playa y se prohíba transitar por la parte superior de los acantilados. "La promoción de este espacio ha sido abusiva y se ha facilitado una llegada masiva de gente que es incompatible con la conservación del monumento y de los hábitats de interés europeo que allí hay", explica Serafín González, presidente de la SGHN e investigador del CSIC. El Gobierno gallego defiende el actual cupo de visitantes porque se determinó “de acuerdo con criterios ambientales” y “actualmente no se cuenta con ningún informe que apunte que la cifra sea excesiva”.
 Sin embargo, el Plan Especial de Protección da Praia das Catedrais elaborado recientemente por el Ayuntamiento de Ribadeo concluye que el “progresivo” aumento de visitantes “supera ampliamente su capacidad de carga ecológica”. 
“El continuo pisado erosiona amplias áreas de los acantilados” y “el descontrol en el uso público" provoca que los turistas "deambulen por áreas inestables, con riesgo para su integridad física y para las personas que se puedan encontrar en la playa”, dictamina el documento.
“El problema es que se ha descubierto la cueva del tesoro y la gente no parará de entrar si no se le pone freno”, concluye Vidal Romaní sobre el conflicto que supone limitar aún más las visitas en un polo de atracción turística de tal calibre. 
Mientras el alcalde de Ribadeo, Fernando Suárez Barcia (BNG), ha declinado responder a las preguntas de este periódico sobre el futuro de As Catedrais, la patronal hostelera rechaza nuevas restricciones. 
“No se puede coartar la libertad que tiene la gente para visitar una playa”, defiende el presidente de la Asociación de Hosteleros de Lugo, Cheché Real.
El representante de los empresarios turísticos de Lugo sí apoya que los técnicos de la Xunta, Demarcación de Costas y Ayuntamiento pacten medidas de protección tanto para los visitantes como para el monumento. 
Y pide no caer en el alarmismo:
 "Lo ocurrido en Semana Santa es un accidente como el que se puede producir haciendo barranquismo o en un parque acuático".

 

 

Andrew Morton: “Enrique está tan obesionado con Meghan como Eduardo con Wallis Simpson”

El famoso biógrafo real, que está a punto de publicar un libro sobre la prometida del príncipe, desvela todos los secretos de la relación de la pareja.

 


Meghan Markle y Enrique de Inglaterra en una visita a Irlanda del Norte. En vídeo: Así es Meghan Markle.

Una niña carismática en permanente búsqueda de su identidad debido a su familia fracturada y al hecho de ser biracial.
  Una licenciada en Relaciones Internacionales que podría haber acabado como diplomática.
 Una actriz vocacional que de pequeña ensayaba el discurso de aceptación del Oscar, pero a quien el éxito se le resistió ocho largos años.
 Una activista por la igualdad de género que llegó a dar un discurso en la ONU.
 Una arribista muy estratégica a la hora de elegir sus amistades. Una celebrity enganchada a las redes sociales. 
  Y una compañera con la que el príncipe Enrique compartirá los privilegios y cargas que le impone su apellido. 
 Son algunas de las facetas que el escritor Andrew Morton –autor de la controvertida biografía Diana: Su verdadera historia, que en 1992 hizo tambalearse a la monarquía británica– le atribuye a Meghan Markle en su nuevo libro, Meghan: A Hollywood Princess, que se publicará en Reino Unido el 12 de abril. 
El autor habló con miembros de la familia de la actriz (por ejemplo, su hermanastro Tom), amigos y profesores para completar su semblanza. 
Pero que nadie espere una biografía incendiaria repleta de secretos escandalosos; la mayoría de entrevistados la retratan con una luz favorecedora.
Entre las excepciones está su primer marido, el productor Trevor Engelson, que no quiere, literalmente, ni oírla nombrar.
 “Hablé con él brevemente y, en cuanto pronuncié el nombre de Meghan, pasó de afable a frío como el hielo.
 Es evidente que el dolor de su separación aún es profundo”, comenta Morton a EL PAÍS. 
Su ex mejor amiga, Ninaki Priddy –que, según el biógrafo, vendió sus recuerdos y fotos con Meghan por una suma de seis cifras–, asegura que Markle quiere ser “la princesa Diana 2.0”.
 Y, aunque no ha participado en el libro, la hermanastra de Meghan, Samantha (nacida Yvonne), también ha dejado claro en varios tuits y entrevistas el poco afecto que se profesan.
 “Yvonne siempre estuvo celosa y resentida porque sentía que su padre le dedicaba mucho más tiempo y atención a Meghan”, apunta el escritor. 
Lo que más le sorprendió a Morton es “lo rápido que Enrique y ella conectaron. 
 Meghan siempre había sido muy cauta y, sin embargo, se lanzó de lleno”.
 El autor da detalles de su primer encuentro (en julio de 2016 en Londres, en una cita a ciegas orquestada por una amiga común, Violet von Westenholz); de su primer viaje juntos a Botsuana (adonde Enrique había llevado ya a otras tres chicas); y de cómo sobrellevaron la distancia con numerosos vuelos Londres-Toronto y muchas horas de Skype.
 Aunque el flechazo fue mutuo, Morton opina que el príncipe es más afortunado de tenerla a ella que al contrario: 
 Formar parte de la familia real es un trabajo duro, especialmente en una posición donde sabes que vas a ser fotografiado y observado todo el tiempo”. 
Andrew Morton.
Andrew Morton. Gtresonline
Simpson también era americana y divorciada, pero ahí acaban las similitudes.
 A su juicio, la comparación más atinada no sería ni con ella ni con la princesa Diana, sino con la reina Letizia:
 “Meghan y Letizia son exactamente el mismo caso: dos mujeres con una carrera de éxito, divorciadas, ambiciosas, centradas, con mucha determinación y fuertes opiniones, y forzadas por las circunstancias a guardar un voto de silencio”. 
Los miembros de la casa real no pueden significarse políticamente pero, antes de conocer a Enrique, Markle dejó muy claras sus inclinaciones. 
“Meghan ha hablado sobre feminismo e igualdad de género, ha declarado que no le gusta Trump y que quería que Hillary Clinton fuera presidenta. 
 Ha sido muchísimo más franca que Kate Middleton, y a partir de ahora tiene que tener cuidado con eso”, advierte Morton.
 Y, sin embargo, al escritor le consta que la reina Isabel está encantada con el compromiso
“He hablado con gente en palacio y me han dicho que, hace años, cuando Enrique era básicamente un borracho, no le habría dado permiso para casarse porque habría pensado que no iba a durar. Pero ahora tiene fe en ellos”.
 
Cuando el 19 de mayo su padre la lleve al altar (“así será, me lo han confirmado dos fuentes distintas”, adelanta Morton), Markle –que, por parte de madre, desciende de esclavos– habrá aportado más inclusividad a la institución monárquica que cualquier otra novia real. 
¿Se adaptará ella a “la firma”? “Lo va a encontrar duro al principio: nueva casa, nueva vida, nueva cultura, comenzar una familia... Tiene mucho que digerir.
 Pero como alteza real y duquesa tendrá un megáfono para hablarle al mundo”.