Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 nov 2017

El truco del vestido de lunares (sin lunares) de la reina Letizia

Mira, mira bien: no es lo que parece.

Estos días, los reyes están acogiendo al presidente de Israel, Reuven Rivlin, y a su esposa, Nechama Rivlin.
 Eso supone una importante logística de actos, desplazamientos, visitas y cenas.
 Y, en el caso de la reina Letizia, de cambios y combinaciones en el vestidor.
La reina parece no tener término medio: si para la cena de gala en el Palacio Real del lunes sacó del armario una falda de hace 13 años y un top de hace 11 de Lorenzo Caprile, para el encuentro en El Pardo se decantó por un vestido nuevo de una diseñadora internacional, Carolina Herrera.

 

Carlos R. Alvarez via Getty Images
Los reyes Felipe y Letizia en la recepción al presidente de Israel, Reuven Rivlin, y su esposa, Nechama Rivlin. 
 
 
WireImage
La reina Letizia y Nechama Rivlin, esposa del presidente de Israel. 
 
El vestido de la reina, negro, sin mangas y a media pierna, llamó la atención por sus tintineantes lentejuelas y por ser, esta vez sí, de estreno.
 El modelo de Carolina Herrera, sin embargo, tenía truco. Aunque parecía estar confeccionado con una tela negra de lunares blancos, en realidad esos lunares no eran tales.
 Son simplemente más lentejuelas, de mayor tamaño, en blanco mate. 
El vestido, según han explicado fuentes de la firma a Vanitatis, cuesta 890 euros, aunque algunas páginas lo venden hasta por 5.000.
Para acompañar el modelo, la reina se decantó por dos marcas españolas —algo habitual en ella— en sus complementos: zapatos de charol negros de Magrit, una de sus firmas fetiches, y cartera negra de raso de su diseñador de cabecera, Felipe Varela. 
Como joyas estrella optó por los pendientes de chatones, dos de las más imponentes joyas de pasar.

 
 
La reina Letizia en el palacio de El Pardo.
 
Letizia, con vestido de Carolina Herrera. 
 Curiosamente, el vestido de Letizia ya lo llevó otra persona: su propia diseñadora, Carolina Herrera
La venezolana lo lució —de manga larga y con un escote algo distinto— en una fiesta en su honor en Nueva York, y también se la ha visto con él (bajo una americana, eso sí) en un evento en Madrid.
 
Carolina Herrera por las calles de Madrid, en noviembre de 2016.  

8 nov 2017

Por qué hay más gente sola que nunca................... Esther Paniagua

Estamos construyendo un modelo de sociedad que va en contra de nuestra naturaleza.

gente sola
A todos nos ha pasado.
 En alguna ocasión nos hemos sentido excluidos o marginados. Desde el cole, tras un temido “ya no te ajunto”, hasta el círculo familiar, en un grupo de amigos o de deporte en los que no encajamos ni con calzador.
 O en el trabajo.
 Como mínimo, en alguna situación puntual dentro de nuestro entorno en la que hubiéramos querido formar parte
. Este tipo de situaciones no siempre se echan fácilmente al baúl de los recuerdos.
 A veces dejan huella psicológica, emocional y física y, como mínimo, causan sufrimiento mientras se están viviendo.
 ¿Por qué nos duele tanto el rechazo?
 “Pertenecer, ser, creer y benevolencia son los cuatro pilares por los cuales medimos el valor de nuestras vidas”, nos explica Saul Levine, psiquiatra y profesor emérito de la Universidad de California en San Diego (EE UU). 
Con esto se refiere a la sensación que se experimenta de sentirse parte integrante y apreciada por un grupo de personas que son importantes para uno mismo, para su autoestima, para la propia salud, ya sean familiares, colegas o grupos religiosos.

gente sola

Somos una especie social y la sensación de que estamos compartiendo partes significativas de nuestras vidas con otras personas que nos reciben y abrazan es una etapa vital de nuestro crecimiento personal y de nuestra salud psicológica e incluso física”, continúa el psiquiatra. 
Sentirse integrado ayuda a superar en compañía fracasos amorosos y pérdidas, éxitos y contratiempos, en una comunidad íntima y especialmente solidaria.”
Por todas estas razones, cuando sufrimos al ser rechazados o excluidos socialmente es una respuesta del todo normal. “Significa que somos personas sanas”, señala Miriam Ortiz de Zárate, psicóloga y directora del Centro de Estudios del Coaching (CEC), en Madrid.
“Sufrimos cuando nos excluyen de un grupo del que queremos formar parte porque nuestra biología nos lleva a funcionar como seres sociales, vinculados a un clan”, explica. Este modo de reaccionar no es nada nuevo bajo el sol. 
Es un sentimiento compartido con nuestros más lejanos antepasados.
 “Responde a las necesidades humanas de hace 20.000 años, cuando un individuo aislado no tenía ninguna posibilidad de seguir vivo si no contaba con el apoyo de una tribu”, afirma esta experta en coaching.

Una cuestión de supervivencia

Vivir dentro de un colectivo permitía repartirse la búsqueda de alimento y la carga de trabajo entre varios y protegerse mutuamente ante los peligros del exterior. 
 “Esta necesidad se arraigó en nuestro cerebro más primitivo, el reptiliano, que regula las funciones vitales primarias con el objeto de sobrevivir”, explica Ortiz de Zárate.
“Ser excluido provoca una falta de integración que conduce a la búsqueda desesperada de un espacio social, aunque sea en grupos tóxicos”, (Pablo Herreros, sociólogo y antropólogo).
Miles de años más tarde, o sea hoy, las circunstancias externas han cambiado, pero nuestro cerebro —para bien o para mal— ha variado muy poco. 
“Ahora tenemos plenamente integrada la necesidad de pertenencia e incluso la hemos llevado al extremo: somos capaces de morir o de matar con tal de cubrir esa necesidad tan básica”, asegura.
Esa es precisamente la clave del éxito de algunos grupos terroristas, según apunta Pablo Herreros, sociólogo y antropólogo. “Ser excluido de manera sistemática provoca una falta de integración que conduce a la búsqueda desesperada de un espacio social en el que seamos aceptados, aunque sea en grupos tóxicos”, añade el autor del libro Yo, mono (Ediciones Destino).

¿Qué otros riesgos entraña el sentimiento de rechazo?

“Las vivencias de exclusión generan en nosotros creencias del tipo: ‘no soy adecuado, tengo una carencia, hay algo en mí que no encaja, no soy válido, no soy digno’...”, explica la directora del CEC. “Los efectos son muy diversos y repercuten tanto en el estado de ánimo como en el comportamiento, y pueden ser fuente de problemas psicológicos como ansiedad, depresión, ideas de suicidio, etcétera”.
El profesor de Psicología Social de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Alejandro Magallares señala alguna otra consecuencia de diverso tipo, como el aplanamiento afectivo, “que dificulta expresar las propias emociones o empatizar con las de los demás”; también problemas cognitivos, sobre todo en la inteligencia, que puede acarrear un descenso del rendimiento en tareas complejas de lógica y razonamiento



 

 

La Guardia Civil no investigará la supuesta agresión sexual de ‘Gran Hermano’

Se trata de un delito privado que debe ser denunciado por la víctima para poner iniciar el caso.

José María y Carlota, en la casa de 'Gran Hermano'.
José María y Carlota, en la casa de 'Gran Hermano'.
La Guardia Civil no investigará la denuncia presentada por la dirección del programa Gran Hermano este pasado sábado por la supuesta agresión sexual ocurrida dentro de la casa.
 Fuentes del instituto armado han asegurado esta mañana que no pueden iniciar las pesquisas ya que se trata de un delito privado que debe ser denunciado por la víctima para poner iniciar el caso.
La denuncia la presentó la productora del programa en el cuartel de Colmenar Viejo (Madrid) en el que aseguraban que el concursante José María Pérez podría haber abusado sexualmente de su compañera Carlota Prado.
 Así se deducía de unas presuntas imágenes que estaban en posesión de la productora y que en ningún momento fueron aportados en el momento de denunciar los hechos ante la Guardia Civil.
Los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, recogidos en el Título VIII del Código Penal, requieren que la propia víctima o su representante legal denuncien el caso ante la justicia, según recoge el artículo 191 de este texto legal.
 En caso de “menores de edad o de persona desvalida”, lo incoará el Ministerio Fiscal mediante querella.
 Fuentes de la Guardia Civil han asegurado que el equipo de Policía Judicial de Colmenar Viejo ha archivado la causa y que no se dará traslado siquiera al juzgado de guardia de la localidad.
 El tema se retomaría si hubiera querella o denuncia de la persona perjudicada, en este caso, supuestamente Carlota Prado.

 

 

Charles Michel: “Puigdemont debe responder de sus actos”

 
  • Los socialistas valones reprochan al Gobierno que no condene el referéndum inconstitucional.

    El primer ministro Charles Michel durante un momento del debate.
    La crisis catalana adquiere rango de problema interno belga.
     Si tras la llegada de Carles Puigdemont a Bruselas quedaba alguna duda de sus posibles efectos para la estabilidad del ejecutivo, este miércoles se han disipado.
     La comisión de interior del Parlamento federal ha discutido la posición que debe tomar el Gobierno ante la cuestión

      En un tono emocional, con continuas referencias a la violencia policial del 1-O, el primer ministro Charles Michel, el único mandatario europeo que no cerró filas con Mariano Rajoy tras el referéndum, ha afrontado un formidable bombardeo de preguntas que le pedían precisamente lo que ha querido evitar desde el principio: tomar partido entre independentismo y unidad de España, entre Puigdemont y Rajoy, entre condenar los encarcelamientos o respetar la legalidad.


    El primer ministro ha salido del paso recordando que la llegada de Puigdemont a Bélgica es la de un ciudadano comunitario más que utiliza la libre circulación con los mismos derechos y deberes que el resto, también en lo que respecta a sus obligaciones frente a la justicia: 
    "Puigdemont es un ciudadano europeo que debe responder de sus actos como cualquier otro.
     Sin privilegios ni como un 'subciudadano'".
    Michel quiso pasar la pelota a las instituciones europeas citando las palabras de Puigdemont, en las que señalaba que el motivo de haber elegido Bruselas era su condición de corazón de Europa y no el aliento de sus aliados nacionalistas flamencos de la N-VA. 
    Pero no todos en la cámara compartían su visión.
     Los socialistas valones criticaron la tibieza de Michel y se erigieron como la fuerza más crítica con el independentismo.
     "Es una crisis belga porque no ha condenado el referéndum inconstitucional y porque ha llamado a sus ministros a la discreción pero no le han hecho caso. 
    La N-VA tiene el megáfono y eso convierte a Bélgica en rehén del separatismo", ha reprochado la diputada socialista de origen asturiano Julie Fernández.
    La cabeza del Gobierno belga se ha mostrado hasta ahora incapaz de evitar las salidas de tono de los miembros de su gabinete. "Como entrenador del equipo ha perdido el control sobre sus jugadores", ha espetado un parlamentario ante las repetidas críticas de miembros del Gobierno a España en las últimas semanas.
     Las diatribas han llegado desde múltiples frentes. Jan Jambon, nacionalista flamenco, ministro de Interior: "España ha ido demasiado lejos.
     En Cataluña solo aplicaron el mandato de sus electores". Theo Francken, del mismo partido, titular de Inmigración:
     "Los catalanes que se sienten políticamente amenazados pueden solicitar asilo en Bélgica". 
    También ha habido mensajes (minoritarios) menos amables con la huida de Puigdemont. Kris Peeters, democristiano flamenco, viceprimer ministro: "Cuando alguien llama a la independencia, debería quedarse con su pueblo".
    En medio de ese intercambio de recados públicos, Michel ha negado la mayor. "Hay una crisis política en España y no en Bélgica".
     Ha situado a España y no a los líderes independentistas como único interlocutor válido. 
    Y ha reiterado su llamada al diálogo para resolver la crisis catalana.
     Michel, liberal francófono, habla desde una posición compleja, entre la espada y la pared.
     Quiere ahuyentar un renacimiento de los fantasmas independentistas en Bélgica sin disgustar a sus socios nacionalistas, y a la vez trata de esquivar la crisis diplomática con España, bordeada ya en varias ocasiones desde el referéndum.
    Cataluña eleva el tono de las pasiones en Bélgica hasta el punto de que durante el debate se rescató del baúl de la historia el oscuro pasado colaboracionista con los nazis de un sector del nacionalismo flamenco, o los tiempos en que el presidente de la N-VA, Bart de Wever, el gran aliado de Puigdemont, estrechaba la mano del ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
     Algunos miembros de la formación flamenca fueron jaleados este martes en el acto de Puigdemont con 200 alcaldes en Bruselas.

    La oposición también criticó las contradicciones del responsable de Inmigración, Theo Francken, duro frente a los inmigrantes y refugiados, receptivo con Puigdemont. 
    "Para tener asilo en Bélgica es más fácil venir de Cataluña que de Irak o Darfur", le ha reprobado el ecologista Benoit Hellings.
     El diputado fue uno de los más irónicos. "Han dado un empujón al turismo en Bruselas, sobre todo ayer.
     Gracias por eso", dijo en referencia al aterrizaje de casi 200 alcaldes en la capital belga para arropar a Puigdemont.