Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

8 ago 2017

Ya no se trata solo de centrarse en la mujer............. Ana Llurba

Un conjunto de series recientes traslada a tramas de todo tipo la defensa de las ideas feministas.

Nicole Kidman en 'Big Little Lies', Elizabeth Moss en 'The Handmaid's Tale' y Susan Sarandon en 'Feud'.
Nicole Kidman en 'Big Little Lies', Elizabeth Moss en 'The Handmaid's Tale' y Susan Sarandon en 'Feud'.
Girls, la serie escrita y protagonizada por Lena Dunham que terminó en abril, es el último ejemplo de las producciones que, como Transparent, Orange is The New Black, Orphan Black o Veep, han intentado luchar contra la desigualdad de sexos en las ficciones televisivas, tanto en sus tramas como en la relevancia y el diseño de los personajes femeninos.
 Ya no se trata solo de ficciones centradas en historias de mujeres, sino que también abordan cuestiones relevantes de la agenda feminista, ya sea a partir de la revisión histórica, la ficción especulativa, la distopía, las adaptaciones de novelas o el drama.

Como una suerte de revisión de la frivolidad de Sexo en Nueva York, las seis temporadas de Girls han exhibido la angustia juvenil y mostrado algunos dilemas de la educación sentimental contemporánea gracias a un grupo de amigas perdidas en las expectativas incumplidas de los veintimuchos o treintaipocos.
Ese modelo del relato conjunto de varias mujeres sigue demostrando su eficacia narrativa. 
En Big Little Lies, la fórmula se traslada de Nueva York a la Costa Oeste con actrices consagradas como Reese Witherspoon, Nicole Kidman y Laura Dern.
 Las tres intérpretes encarnan a unas mujeres reunidas en torno a lo que, en un principio, parece un caso de acoso escolar. 
Pero asoma una violencia latente que rompe el espejo de las apariencias en el momento más inesperado.
Otra ficción que se desarrolla en esa Costa Oeste, en concreto en Hollywood, es Feud: Bette and Joan.
  Esta reconstrucción de la difícil y controvertida relación entre dos actrices míticas, Bette Davis y Joan Crawford, en la que lo interesante no es tanto recordar sus desencuentros feroces durante el rodaje de ¿Qué fue de Baby Jane?, sino la mirada que lanza sobre las paradojas autodestructivas de la fama y el star system: atribuye el enfrentamiento mutuo no a sus egos, sino a una competitividad estimulada por los estudios, dirigidos por hombres, e instrumentalizada por la prensa rosa para encender las expectativas del público e incentivar la taquilla.
Para espectadores menos afines al Hollywood dorado que quieran atisbar el presente, está I Love Dick, dirigida por Jill Soloway. 
La productora y guionista de Transparent ha reunido esta vez a Kathryn Hahn, Kevin Bacon y Griffin Dunne en la adaptación de la novela homónima de Chris Kraus de 1997, considerada de culto por el feminismo de la tercera ola, que busca la presencia e integración de distintas razas, etnias y orientaciones sexuales dentro del movimiento y da importancia a sus aspectos culturales. 
En su libro, Kraus, escritora y directora de cine frustrada, contó como nadie el derrotero vital de una obsesión movida por la cáustica cultura del amor romántico.
En esa misma línea de adaptaciones de novelas, y para levantar la mirada del presente y dirigirla a un hipotético futuro, se encuentra The Handmaid’s Tale. 
Esta inquietante ficción especulativa se basa en la novela homónima publicada por Margaret Atwood en 1985.
Una serie de atentados justifican el ascenso al poder de un régimen teocrático, conservador y puritano en Estados Unidos, al tiempo que la contaminación ha reducido al mínimo la fertilidad de la población.
 En ese marco de rígida jerarquía social y poder masculino absoluto, mujeres fértiles son seleccionadas para asegurar a la reproducción de la especie. 
Una de ellas centrará el foco de esta distopía sobre, entre otras cuestiones, la soberanía reproductiva y los dilemas éticos de la maternidad subrogada.

 

Los seis estilismos más estrambóticos de Rihanna en los últimos meses

Repasamos los vestidos de la cantante, desde su apuesta floral en la Gala Met 2017 hasta su traje más colorido para los carnavales de su tierra natal, Barbados.

 


La de barbados decidió enfundarse en este vestido rojo con un escote de infarto de Giambattista Valli para asistir el pasado 24 de julio a la presentación en Londres de 'Valerian y la ciudad de los mil planetas', la película de Luc Besson que protagonizan Cara Delevingne y Dane DeHaan y en la que la cantante participa. Un vestido que causó furor en las redes sociales que se llenaron de memes y comentarios sobre la elección de la artista de 29 años. Unos mensajes que la cantante de ‘Diamonds’ no solo ignoró, sino que se atrevió a responder con gracia a todos aquellos que la llamaron gorda. 


 

  • Que Rihanna tenga una fuerte personalidad es algo que todo el mundo es capaz de apreciar en la elección de su vestuario. Y es que a la cantante de Barbados le da igual combinar el chándal con los botines de tacón que un vestido con unas zapatillas Puma diseñadas por ella misma. Por ello, para el carnaval de su tierra natal, no ha dudado en demostrar esta explosión de color que solo ella sabe lucir. La intérprete de ‘Umbrella’ presume de cuerpo con este biquini de pedrería, con hombreras y corona a juego, y unas grandes alas de plumas. Así lo ha publicado ella misma en su Instagram hace unas horas. 
     

    Parece que la chaqueta XXL es una de las prendas favoritas de la cantante. Con este modelo vaquero se dejó ver Rihanna a finales del mes de mayo por las calles de Nueva York. 
     

    • Antes de la presentación de la película en Londres, Rihanna acudió con este vestido a Los Ángeles. Con un escote con los hombros descubiertos y con la falda corta por delante y con cola por detrás, la de Barbados eligió una sandalias a juego con el traje con tiras hasta la rodilla para presumir de piernas.
     

Seis detenidos en Pontevedra por maltratar a un hombre y vaciarle sus cuentas

 

La víctima, que sufre demencia senil, era castigada sin comer durante varios días.

Agentes de la Guardia Civil trasladan a un detenido, en una imagen de archivo.
Agentes de la Guardia Civil trasladan a un detenido, en una imagen de archivo. efe

Una vecina de A Guarda (Pontevedra) de 65 años ha sido detenida junto a otros cinco miembros de su familia por presunto maltrato continuado a un hombre de 68 años sobre el que ejercieron absoluto control físico y mental hasta vaciarle sus cuentas bancarias y dejarlo prácticamente en la indigencia, según ha informado este martes la Comandancia de la Guardia Civil.

El caso se destapó en agosto de 2016 cuando el hombre ingresó en un centro hospitalario de Pontevedra en un deplorable estado físico y mental, después de haber convivido durante los dos últimos años con los detenidos.
 Una denuncia de un hijo de la víctima puso los hechos en conocimiento de un juzgado de Tui (Pontevedra), que abrió una investigación.
La relación de la víctima con sus presuntos maltratadores se produce a raíz de conocer a la principal detenida, que responde a las iniciales C.M.R.L., en una discoteca de la periferia de Pontevedra.
 Ambos iniciaron una relación sentimental y se fueron a vivir juntos. 
Primero residieron en el municipio de Arbo y después en el de A Guarda.
Según las investigaciones de la Policía Judicial de la Guardia Civil, desde un principio, la relación fue traumática para la víctima.
 El hombre recibía continuos malos tratos y vejaciones, tanto por parte de la mujer con la que convivía como por el resto de la familia de esta, principalmente de sus dos hijos, y también de su exmarido.
La mujer logró apoderarse de todo el patrimonio del hombre, según la investigación. 
Para ello consiguió abrir varias cuentas bancarias a nombre de los dos, a las que fue transfiriendo activos, contrató microcréditos con diversas entidades financieras e incluso se apropió del dinero de la indemnización de varias pólizas de seguros.
De esta forma, en solo dos años de convivencia, la mujer consiguió apropiarse de un capital superior a los 160.000 euros, del cual también se beneficiaron su exmarido, M.F.P., de 70 años, y sus hijos C.F.R. y R.A.F.R., de 43 y 46 años, imputados en el caso.
Entre los episodios de violencia física y psíquica que se relatan en la investigación judicial, los detenidos sometían a la víctima a frecuentes castigos, como dejarle sin comer durante varios días en los que solamente podía tomar pan y agua.
 Según las pesquisas de la Guardia Civil, también le rompieron las gafas para que no pudiese leer los documentos que le obligaban a firmar.
La investigación judicial por los presuntos delitos contra la integridad moral y apropiación indebida se sigue asimismo contra un nieto de la detenida, D.M.F., de 25 años, actualmente en prisión provisional acusado de un robo con violencia en la localidad pontevedresa de Ponteareas, y de su novia, N.M.S., de 25 años, residente en Mos.
La víctima, que ha sido diagnosticada con una grave demencia senil, se encuentra actualmente ingresada en una residencia geriátrica. 
Los servicios sociales tuvieron que gestionarle al hombre la apertura de nuevas cuentas bancarias para que pudiera volver a cobrar las pensiones de jubilación a las que tiene derecho.

 

 

Empleo busca salvar la ayuda a parados del Prepara tras un fallo del Constitucional

 

El alto tribunal declaró ilegal la gestión del programa tras una demanda de la comunidad vasca,

El Ministerio de Empleo busca alternativas para salvar el plan Prepara.

 A finales de julio el Tribunal Constitucional declaró ilegal la gestión y los pagos centralizados de ayudas a parados de este plan a raíz de una denuncia del País Vasco.

 El fallo ha trastocado la intención de Empleo, que pretendía prorrogarlo por otros seis meses. 

Ahora busca fórmulas que permitan la extensión, apuntan en el departamento que dirige Fátima Báñez, sin dar más detalles. Para ello ha convocado a una reunión el lunes 14 de agosto a sindicatos y empresarios Garantía Juvenil. 

Y, además, tras una demanda de la comunidad vasca el Tribunal Constitucional declaró ilegal la gestión y la forma centralizada en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) del pago a parados del plan Prepara.

Prorrogarlo tal cual, ahora sería inconstitucional”, apuntan en Empleo. 

Esta edición del Prepara concluye el 15 de agosto. La intención del Ejecutivo era aprobarlo con un cambio: hasta ahora se renovaba automáticamente mientras la tasa de paro estuviera por encima del 18%. 

España bajó de ese nivel en primavera. La prórroga requería una ligera modificación en la norma. Pero la sentencia obliga ahora a un cambio más profundo.


Un plan extraordinario

El plan Prepara es una variante de la primera ayuda extraordinaria a parados que se creó por la crisis, el llamado PRODI.
 En 2011 fue rebautizado como Prepara.
 Después ha sufrido varias modificaciones hasta su configuración actual: un plan de seis meses de duración que se ha ido prorrogando hasta ahora, el desempleado recibe una paga mensual que oscila entre 400 y 450 euros. 
Entre finales de 2011 y comienzos de 2017, el número total de beneficiarios ha sido de casi 700.000 parados.
 Desde el Ministerio apuntan que su intención es buscar “alternativas” para asegurar la continuidad del plan y “no dejar a nadie sin cobertura”, pero no dan más detalles.

“La sentencia solo habla de la gestión.

 Por tanto, el Ministerio lo que debe prorrogar el programa y hacer el ajuste con las comunidades autónomas”, reclama Lola Santillana, responsable de Empleo de CC OO.

 En la misma línea, Maricarmen Barrera, su homóloga en UGT, apunta que “la sentencia no debe ser excusa” y adelantó que su central el lunes, en la cita del próximo lunes en el Ministerio, reclamará la extensión del programa y, además, su mejora.