La víctima, que sufre demencia senil, era castigada sin comer durante varios días.
Una vecina de A Guarda (Pontevedra) de 65 años ha sido detenida junto a otros cinco miembros de su familia por presunto maltrato continuado a un hombre de 68 años sobre el que ejercieron absoluto control físico y mental hasta vaciarle sus cuentas bancarias y dejarlo prácticamente en la indigencia, según ha informado este martes la Comandancia de la Guardia Civil.
Una denuncia de un hijo de la víctima puso los hechos en conocimiento de un juzgado de Tui (Pontevedra), que abrió una investigación.
La relación de la víctima con sus presuntos maltratadores se produce a raíz de conocer a la principal detenida, que responde a las iniciales C.M.R.L., en una discoteca de la periferia de Pontevedra.
Ambos iniciaron una relación sentimental y se fueron a vivir juntos.
Primero residieron en el municipio de Arbo y después en el de A Guarda.
Según las investigaciones de la Policía Judicial de la Guardia Civil, desde un principio, la relación fue traumática para la víctima.
El hombre recibía continuos malos tratos y vejaciones, tanto por parte de la mujer con la que convivía como por el resto de la familia de esta, principalmente de sus dos hijos, y también de su exmarido.
La mujer logró apoderarse de todo el patrimonio del hombre, según la investigación.
Para ello consiguió abrir varias cuentas bancarias a nombre de los dos, a las que fue transfiriendo activos, contrató microcréditos con diversas entidades financieras e incluso se apropió del dinero de la indemnización de varias pólizas de seguros.
De esta forma, en solo dos años de convivencia, la mujer consiguió apropiarse de un capital superior a los 160.000 euros, del cual también se beneficiaron su exmarido, M.F.P., de 70 años, y sus hijos C.F.R. y R.A.F.R., de 43 y 46 años, imputados en el caso.
Entre los episodios de violencia física y psíquica que se relatan en la investigación judicial, los detenidos sometían a la víctima a frecuentes castigos, como dejarle sin comer durante varios días en los que solamente podía tomar pan y agua.
Según las pesquisas de la Guardia Civil, también le rompieron las gafas para que no pudiese leer los documentos que le obligaban a firmar.
La investigación judicial por los presuntos delitos contra la integridad moral y apropiación indebida se sigue asimismo contra un nieto de la detenida, D.M.F., de 25 años, actualmente en prisión provisional acusado de un robo con violencia en la localidad pontevedresa de Ponteareas, y de su novia, N.M.S., de 25 años, residente en Mos.
La víctima, que ha sido diagnosticada con una grave demencia senil, se encuentra actualmente ingresada en una residencia geriátrica.
Los servicios sociales tuvieron que gestionarle al hombre la apertura de nuevas cuentas bancarias para que pudiera volver a cobrar las pensiones de jubilación a las que tiene derecho.
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