Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

31 jul 2017

Eliseo Alberto, el novio de Cuba.......................... Juan Cruz

Seis años después de la muerte del autor, se publica su obra inédita que prolonga con cartas y recuerdos la novela que su padre, el poeta Eliseo Diego, dejó sin terminar.

Eliseo Alberto coescritor con sus padres y hermanos.
Eliseo Alberto coescritor con sus padres y hermanos. EL PAÍS

Nadie quería más a Cuba que él, decía Eliseo Alberto, Lichi, muerto tal día como hoy hace seis años, a los 60, en el exilio de México.
 Había nacido en una familia de artistas, cuyo patrón era Eliseo Diego, uno de los grandes poetas del siglo XX hispanoamericano.

Eliseo Diego falleció en México en 1994. 
Años más tarde, su hija Josefina (Fefé), gemela de Lichi, escritora y traductora, encontró el manuscrito de una novela, Narración de domingo, que Lichi se dispuso a prolongar, añadiendo cartas del padre y de la madre (Bella), de novios y de casados, y sus propias memorias de Cuba y de sus progenitores. 
El conjunto, publicado por Alfaguara, se titula La novela de mi padre y se parece a Lichi, melancólico, poético, enamorado de sus padres, de su familia, de Cuba.

Lichi, premio Alfaguara por Caracol Beach, es el autor de otro emocionante testimonio.
 La policía cubana le pidió un informe de lo que se hablaba en su casa, transitada por artistas. 
Pero él escribió Informe contra mi mismo (terminado en 1978, publicado en 1997 en el extranjero), que agravó un exilio devastador para quien tanto quiso a su país.
 Y a su padre. Este es, por decirlo así, su segundo libro sobre Eliseo Diego, admirado por Lezama Lima o por Octavio Paz. Lezama llamaba sobrino a Lichi.
 Y en cierto modo, este hombre que nunca dejó de ser un niño fue un sobrino para la gran cantidad de amigos que se juntaban en la casa de Eliseo Diego y de Bella Esther García-Marruz.
Fefé encontró “ese proyecto de novela” tras la muerte del padre. Lo escribió “con su letra enrevesada”, en torno a 1945.
 “Lichi siempre quiso escribir sobre ese texto. 
Yo no quería que contara algunas interioridades de la familia porque eran temas delicados, de los que mi padre habló poco”, explica la gemela del autor. 
Estaba vivo aún su hermano mayor, Constante, pintor, cineasta, al que llamaban Rapi, fallecido en enero de 2006. 
Y le pareció bien. A la muerte de Lichi, la hija de éste, María José de Diego, de 33 años, productora ejecutiva en el sector audiovisual, se encontró la novela terminada, y le consultó qué hacer, recuerda Fefé. 
Y finalmente decidió publicarla. “Me ha gustado que amigos queridos, y con criterios rigurosos, se hayan emocionado con la lectura”, afirma Fefé
. Es, dice, “un libro escrito con gran amor, respeto y admiración por nuestro padre”.
Eliseo Alberto, en Madrid, en 2008. 
Eliseo Alberto, en Madrid, en 2008.
En la portada está Eliseo Diego a los seis años; esa pose, risueño, como ocultándose, le siguió hasta el final, y desde esos seis le sigue Lichi, en la narración, a la que añade cartas reales de la pareja. “Se las envié a mis dos hermanos.
 Lichi utilizó algunas. Las de papá están casi todas en la computadora. 
Nunca me he decidido a publicarlas, me parece que sería irrumpir en la intimidad de aquellos jóvenes enamorados que fueron Bella y Eliseo”.
Eliseo Alberto fue poeta, escritor, soldado, guionista (a él se debe Guantanamera), un noctámbulo que buscaba en la penumbra las alegrías que le negaba el día. Informe contra mi mismo lo convirtió en un exiliado de Cuba y, por tanto, de sí mismo. 
“De los tres, era el más tranquilo y callado.
 Lo describo así en el libro que escribí sobre nuestra infancia, El reino del abuelo. 
 Aunque era juguetón y conversador, primaba en él la tendencia a la depresión, un poco como papá.
 De los tres, era, creo, el más cubano… Por eso sufrió tanto su exilio.
 Lichi hablaba de Cuba como de una novia”.
María José de Diego recuerda la emoción de éste y de sus hermanos ante la primera novela autobiográfica de El Poeta: “Despertó y removió muchas cosas en ellos. Creo que fue un guiño de mi abuelo: ‘Aquí estoy, no me olviden”.

Reconciliación

Eliseo Alberto sufrió una larga enfermedad; necesitó un trasplante que finalmente no se pudo realizar.
 En medio de ese proceso abordó la prolongación de La novela de mi padre. 
 “Escribir esta novela fue para él una reconciliación con su Cuba y un homenaje a su infancia, a ese Lichi niño que siempre vivió en él, a la ternura”, sostiene Maria José. 
Como si no quisiera irse “sin antes no volver a amar a Cuba y recordarla como un niño, tierno, querido, sin rencores”.
Esta novela la guardó con celo.
 Acaso porque no era solo la que prolongaba la despedida del padre sino porque mientras la tuviera entre manos a él mismo le prolongaba la vida. 
Y la relación con Cuba. Como él decía, recuerda María José, “Cuba es un piano que alguien toca detrás del horizonte…
 Es un plato de comida que me como cada día”. Y añade María José de Diego:
 “Para mi, él será siempre mi Cuba. Él es mi piano”. Lichi se exilió en México en 1990. Ahí vive su hija.


 

 

Las mujeres que mataron al ángel del hogar.................. Carmen Morán

Periférica ya suma en sus títulos toda una generación de escritoras europeas que llevaron el siglo XIX hasta las vanguardias.

La autora Franziska Von Reventlow.
La autora Franziska Von Reventlow.
Cuando el próximo curso la editorial Periférica publique Inexplicable, escrita por Marie von Ebner-Eschenbach, pondrá una nueva firma femenina en su colección, muchos títulos ya, algunos nunca traducidos al español, que permiten un interesante recorrido por la literatura escrita por mujeres a finales del XIX y principios del XX en Europa.
 Esa modernización por la que transitaron las letras de un siglo a otro constituyó todo un movimiento y eran tantas las características comunes entre aquellas escritoras que casi puede hablarse de generación.
 Edith Olivier, Elvira Mancuso, Mary Cholmondeley, Franzisca von Reventlow, Paola Drigo, Julia Strachey, Catherine Pozzi...

El país del revulsivo fue Reino Unido y Virginia Woolf su figura más sobresaliente, tanto que su sombra sigue siendo demasiado larga.
 “Se ha sobredimensionado a Virginia Woolf y su gigantesca sombra oscurece a todas las demás”, afirma Josune Muñoz, investigadora y crítica literaria. 
En cualquier caso, “todas ellas buscaban un cuarto propio, una narración personal y social para resquebrajar el ángel del hogar”, es decir, el papel atribuido a las mujeres siglo tras siglo como un ser bondadoso enjaulado en casa al cuidado de un marido y unos hijos. “Puede decirse que al llegar la II Guerra Mundial ya lo habían torpedeado.
 Además era mujeres que vendían mucho.
 A principios del XX, Vita Sackville-West vendía más que la que fue su pareja, Virginia Woolf, y de ese periodo es también la mujer más vendida y traducida de la historia, Agatha Christie”, señala Muñoz.
 El ángel del hogar tenía más que el ala rota.
Eran los años del sufragismo, de cambiar las faldas por pantalones, de reivindicar un espacio suficientemente amplio para dar cabida a las mujeres.
 Como tantas revoluciones, las protagonistas salían de familias acomodadas, sabían leer, escribir, compartían tertulias intelectuales con sus compañeros, se codeaban con políticos de mucha altura. Incluso alguna de ellas, como Edith Olivier, fue alcaldesa en su pueblo, Wilton (Inglaterra).
Edith Olivier.
Edith Olivier.
Eran también tiempos de grandes avances industriales y científicos. Según la Wikipedia, Bertha Benz, esposa del inventor del automóvil con motor de combustión hizo en 1888 el primer viaje largo en un automóvil: los 105 kilómetros que separaban Mannheim de Pforzheim, en Alemania.
Adinerada también. Era una de sus similitudes. 
Lógico.
 Las literatas también incluyeron estos avances en sus páginas: la aventura de aprender a conducir, la velocidad y el riesgo, los viajes en barco, moverse, llegar, ser intrépidas e independientes, incluso a través de personajes fantasmas en los que se proyectaban, o en hijas que han de transitar por donde ellas no pudieron.
 Era la época de las aguerridas aviadoras que demostraron su valía en vuelos comerciales y de guerra.
 Todo ese dinamismo está en las obras de estas mujeres.


La autora Franziska Von Reventlow.
La autora Franziska Von Reventlow.
Cuando el próximo curso la editorial Periférica publique Inexplicable, escrita por Marie von Ebner-Eschenbach, pondrá una nueva firma femenina en su colección, muchos títulos ya, algunos nunca traducidos al español, que permiten un interesante recorrido por la literatura escrita por mujeres a finales del XIX y principios del XX en Europa. Esa modernización por la que transitaron las letras de un siglo a otro constituyó todo un movimiento y eran tantas las características comunes entre aquellas escritoras que casi puede hablarse de generación. Edith Olivier, Elvira Mancuso, Mary Cholmondeley, Franzisca von Reventlow, Paola Drigo, Julia Strachey, Catherine Pozzi...
El país del revulsivo fue Reino Unido y Virginia Woolf su figura más sobresaliente, tanto que su sombra sigue siendo demasiado larga. “Se ha sobredimensionado a Virginia Woolf y su gigantesca sombra oscurece a todas las demás”, afirma Josune Muñoz, investigadora y crítica literaria. En cualquier caso, “todas ellas buscaban un cuarto propio, una narración personal y social para resquebrajar el ángel del hogar”, es decir, el papel atribuido a las mujeres siglo tras siglo como un ser bondadoso enjaulado en casa al cuidado de un marido y unos hijos. “Puede decirse que al llegar la II Guerra Mundial ya lo habían torpedeado. Además era mujeres que vendían mucho. A principios del XX, Vita Sackville-West vendía más que la que fue su pareja, Virginia Woolf, y de ese periodo es también la mujer más vendida y traducida de la historia, Agatha Christie”, señala Muñoz. El ángel del hogar tenía más que el ala rota.
Eran los años del sufragismo, de cambiar las faldas por pantalones, de reivindicar un espacio suficientemente amplio para dar cabida a las mujeres. Como tantas revoluciones, las protagonistas salían de familias acomodadas, sabían leer, escribir, compartían tertulias intelectuales con sus compañeros, se codeaban con políticos de mucha altura. Incluso alguna de ellas, como Edith Olivier, fue alcaldesa en su pueblo, Wilton (Inglaterra).
Edith Olivier.
Edith Olivier.
Eran también tiempos de grandes avances industriales y científicos. Según la Wikipedia, Bertha Benz, esposa del inventor del automóvil con motor de combustión hizo en 1888 el primer viaje largo en un automóvil: los 105 kilómetros que separaban Mannheim de Pforzheim, en Alemania.
Adinerada también. Era una de sus similitudes. Lógico. Las literatas también incluyeron estos avances en sus páginas: la aventura de aprender a conducir, la velocidad y el riesgo, los viajes en barco, moverse, llegar, ser intrépidas e independientes, incluso a través de personajes fantasmas en los que se proyectaban, o en hijas que han de transitar por donde ellas no pudieron. Era la época de las aguerridas aviadoras que demostraron su valía en vuelos comerciales y de guerra. Todo ese dinamismo está en las obras de estas mujeres.
La escritora Elizabeth Smart. 
La escritora Elizabeth Smart.
“El segundo factor de modernización en su literatura tiene que ver con el discurso psicoanalítico”, sigue Josune Muñoz.
 Las famosas teorías de Sigmund Freud y sus seguidores vivían entonces su gran momento.
 Francisca von Reventlow, en su libro El complejo de dinero, sitúa a la protagonista encerrada en un sanatorio junto a otros personajes de buena clase, todos ellos disfrutando del psicoanálisis en régimen de balneario.
 El psicoanálisis impregna, además, la forma de hacer literatura, dejando hablar al personaje casi de forma dadá, sin control, lo que se llamó el flujo de conciencia.

Y la tercera pata se la adjudica Muñoz al cine. 
Las obras salen del estatismo descriptivo propio de los cuadros y adquieren formas e inmediatez cinematográficas, fotográficas. En este sentido cita a Nancy Mitford, autora de A la caza del amor (Libros del asteroide) o Nancy Cunard, escritora poeta periodista. El periodismo era una actividad que las colocaba en un espacio público y , además de sus obras, las permitía vivir de sus textos. “Todas ellas hacían novelas de corte social, moral, novelas góticas, de misterio, policiaca, de humor”, asegura Muñoz, que ha analizado cientos de textos y fundadora de la empresa de servicios culturales Skolastica.
Periférica publicará otra novela más de Franziska von Reventlow y toda la obra narrativa de Charlotte Mew, cuya obra se encuentra a caballo entre la literatura victoriana y el modernismo anglosajón. “Mew consiguió el mecenazgo de varias figuras literarias de su época, por ejemplo el gran Thomas Hardy, o la mismísima Virginia Woolf, quien dijo que era ‘muy buena y diferente del resto’, explica Julián Rodríguez, director de la editorial.
 Este afán por rescatar a mujeres que han sido enterradas por el tiempo, el machismo, el desinterés ¿responde a una moda?. 
“Ahora parece que hay escritoras por todas partes, pero no se trata de una inflación sino de que siempre estuvieron infrarrepresentadas”, dice Rodríguez.
El modernismo anglosajón, esa ruptura con la época victoriana, tuvo en las escritoras unas avanzadas.
 “Como ellos o más. Estuvieron en vanguardia impulsando técnicas experimentales.
 Hay que citar a Katherine Mansfiel, que tuvo una vida tremenda y murió joven, pero hizo incisivos experimentos que interesaron mucho a Virginia Woolf”, recuerda Teresa Gómez, de la Universidad de Alicante. 
Y también menciona a Gertrude Stein, amiga de Picasso, “que trató de llevar a la literatura lo que el artista hacía con la pintura”, explica.
Toda una generación de mujeres, algunas olvidadas o nunca traducidas al español, como las de la colección de Periférica que permiten resituar el foco para repartir el protagonismo de una época de ruptura.
 Las que mataron el ángel del hogar para saltar al ámbito de discusión y vanguardia creativa.

 

Muere la actriz francesa Jeanne Moreau a los 89 años

Icono del cine galo, fue calificada por Orson Welles como la mejor intérprete "del mundo".

La actriz Jeanne Moreau.
La actriz Jeanne Moreau, icono del cine francés, ha muerto este lunes a los 89 años, según ha informado su agente a la agencia France Presse. 
La intérprete, todo un símbolo del cine del siglo XX, fue calificada por Orson Welles como la "mejor actriz del mundo".
 Moreau, que actuó en más de un centenar de películas a los largo de una carrera de 65 años, incluyendo Los amantes de Louis Malle y Jules y Jim de François Truffaut, fue hallada muerta en su domicilio de la capital francesa, según ha informado Jeanne d'Hauteserre, alcaldesa de su distrito.
 
La actriz Jeanne Moreau.

En los comienzos de su carrera, marcada por el hecho de haber sido una de las musas de la nouvelle vague, Moreau trabajó con directores icónicos de la historia del cine como Francois Truffaut, Louis Malle, Michelangelo Antonioni, Elia Kazan, Wim Wenders o Luis Buñuel.
 Se curtió en la comedia francesa y se descubrió al mundo con Les amants, de Malle, en 1958.
La gran dama del cine francés acumuló todos los grandes premios cinematográficos europeos.
 En 2001 se convirtió en la primera mujer nombrada académica en la Academia de Bellas Artes de París y es la única actriz que ha presidido el Festival de Cannes en dos ocasiones.
En su faceta de escenógrafa, dirigió películas como Lumière (1976). 
Estuvo casada con Jean-Louis Richard, padre de su hijo Jérôme, y posteriormente con William Friedkin, a los que se suman numerosas relaciones sentimentales.
 "He seducido a muchos hombres. Siempre me incliné por hombres con talento. No tuve amantes por tenerlos", aseguró en unas declaraciones recogidas por Efe.
"Con ella desaparece una artista que encarnó el cine en su complejidad, su memoria, su exigencia", ha ensalzado la Presidencia francesa, que la ha recordado como una mujer rebelde contra "el orden establecido y la rutina".

 

30 jul 2017

Lecturas ya lo adelantó: todo sobre el origen del mal rollo entre Jorge Javier y Alba Carrillo Lo que empezó como una inocente guasa entre ambos, y relacionada con Lucía Pariente, les hizo vivir un momento de lo más tenso


Jorge Javier nos lo adelantó, en exclusiva, desde su blog en LECTURAS. Alba Carrillo, que había vuelto con una imagen renovada de ‘Supervivientes’ le había dado plantón en plena grabación del último debate del reality show. Bueno, había acudido a la cita, pero se picó por una broma y decidió marcharse del plató.Todo empezaba con un comentario de Oriana, recogido por el presentador. “Dice Oriana, ‘Lucía, me encantas’ y le dice aquí Lucía, ‘Lucifer para los amigos’”, Jorge se estaba limitando a recoger una broma que había escuchado, pero a Alba le sentó FATAL que la compartiera de manera pública. “Ya, ¿no? ¡Vamos a hacer también bromitas con otros!
. El gesto se le torció a la modelo, que creía que se estaba tratando a su madre de manera poco equitativa. Esto, claro, dolió a Vázquez que en estos meses ha defendido tanto a una como a otra.
 “Qué injusta eres, chata. 
Si hay alguien que os ha apoyado durante todo el concurso ha sido este que está presentando”.
El de Badalona se sintió mal por la actitud que estaba empleando Carrillo, quien llevaba toda la tarde (se grabó el viernes pasado) con rostro constreñido. “Sabía que te pasaba algo.
 Te he visto con una cara de acelga...Y le decía, chica no tienes motivos, tu imagen ha cambiado.
 Pero me parece que la gente tiene que ser generosa con quienes os apoyan. Yo le digo esto a tu madre con total buen rollo, tenemos muy buen rollo en las pausas, ha venido a ‘Sálvame’ un montón de veces.
 Yo no se qué te habrá contado ella. Ahora bien, si a ti te molesta que le diga estas cosas, no tengo ningún problema en tratarla con frialdad y distanciamiento”. 
Alba parecía que se había quedado satisfecha con esta especie de pacto tácito entre ambos, pero no
. Cuando la cámara volvía a enfocar su sitio, ella ya no estaba. 
En una de las pausas se había marchado de la grabación dejando a todo el equipo ‘colgado’.Al parecer, Carrillo estaba muy nerviosa por lo sucedido con Fonsi, que denunció a su madre por haber llevado al hijo de ambos a la televisión.
 El viernes pasado, cuando se grababa el debate, Nieto entraba en directo en ‘Sálvame’ y despotricaba de toda la familia de la que un día fuera su novia.
La broma que dio origen al mal rollo entre Jorge Javier y Alba Carillo