Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 jun 2017

Una colección de zapatillas, el último legado de David Delfín

El diseñador colaboró con la firma Unisa en una línea que saldrá a la venta a finales de verano y cuyo beneficio se destinará a la Asociación Española Contra el Cáncer-

El diseñador malagueño David Delfín en 2015.
El diseñador malagueño David Delfín en 2015. AP

El legado de David Delfín continúa. El pasado sábado 3 de junio el diseñador malagueño fallecía por cáncer que le fue diagnosticado en 2016, pero su trabajo y su recuerdo perdurarán por muchos años en la industria de la moda.
 Uno de los últimos proyectos del modista fue una nueva colección de zapatos para la firma de calzado Unisa —con la que ya había colaborado en dos ocasiones en 2016—. La línea saldrá al mercado a partir del 7 de septiembre y los beneficios de su venta se destinarán íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Se trata de una colección cápsula de dos modelos en materiales técnicos, ligeros y duraderos como el neopreno o el mesh, que ofrecen versatilidad y comodidad en una silueta original, añadiendo elementos estéticos sobre la lengüeta, como hebillas y cremalleras. Los modelos estarán disponibles en tres combinaciones de color —Multi black, Black y Multi white—, una explosión de colores sobre el blanco puro o el negro sobrio que tanto caracterizaba las creaciones del malagueño.
 Según indican desde Unisa, el diseñador tenía muy claro lo que quería y trasladó todo su universo a la marca, no solo en diseño, sino también en comunicación y arte.
 “David se implicó al 100% en el proyecto, diseñando minuciosamente todo los detalles que envuelven la colaboración (catálogos, packaging…)”, señalan desde la firma, y añaden que la colección forma parte de las propuestas para otoño-invierno 2017-2018, por lo que saldrán a la venta el 7 de septiembre en la propia web de Unisa y en todas las tiendas de la marca, con un precio de entre 125 y 135 euros.

Cuatro de las seis zapatillas de Unisa diseñadas por David Delfín que saldrán a la venta en septiembre. Cuatro de las seis zapatillas de Unisa diseñadas por David Delfín que saldrán a la venta en septiembre.
Cuatro de las seis zapatillas de Unisa diseñadas por David Delfín que saldrán a la venta en septiembre.

 Aunque en este caso lo hará de manera póstuma, no es la primera vez que el modisto lanza una prenda con una causa solidaria.

 Coincidiendo con el inicio de la Mercedes-Benz Fashion Week, el pasado mes de febrero David Delfín rendía homenaje a su amiga y musa Bimba Bosé, fallecida en enero también a causa del cáncer, empapelando las calles de Madrid con la imagen de la modelo luciendo la primera camiseta pintada a mano por Delfín.

 La prenda, de edición limitada, se puso a la venta por 50 euros en la página web del diseñador y el dinero recaudado fue destinado también a la AECC.

Marina Castaño se sentará en el banquillo frente a un jurado popular

La juez rechaza los últimos recursos a los que se aferraba la viuda de Cela y abre juicio oral por hechos ocurridos en la gestión de la fundación del Nobel en Padrón (A Coruña)

La viuda de Camilo José Cela, la periodista Marina Castaño, a su salida del juzgado de Padrón (A Coruña) en julio de 2016.
La viuda de Camilo José Cela, la periodista Marina Castaño, a su salida del juzgado de Padrón (A Coruña) en julio de 2016.
Marina Castaño ha quemado ya los últimos cartuchos que le deparaba el sistema judicial para evitar verse frente a frente con un jurado popular. 
El pasado lunes, su defensa presentaba los enésimos recursos tratando de evitarlo, pero la juez Paula Ventosa, titular de Instrucción número 2 de Padrón (A Coruña) tomó decisiones rápidas.
 Solo cuatro días después, se ha conocido el auto con fecha del martes por el que decreta juicio oral contra la viuda de Cela. Castaño será juzgada por el Tribunal del Jurado en la sede compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña por un delito de malversación de caudales públicos.
 Lo que se juzga es la decisión de indemnizar con 150.000 euros de dinero procedente de las arcas públicas, por su despido en el año 2010, al que fue director gerente de la Fundación Camilo José Cela de Iria Flavia, Tomás Cavanna.
Entonces, con la institución recién traspasada a manos de la Xunta, que tuvo que rescatarla en un estado agónico, Castaño era todavía presidenta de la fundación.
 Junto a ella y a Cavanna, su mano derecha en Iria, serán juzgados el exconsejero de la Xunta con Fraga y exmiembro del patronato de la fundación Dositeo Rodríguez y la hija de este, Covadonga Rodríguez, que el Gobierno de Feijóo mantuvo al frente de la Fundación Cela y hoy, imputada y ahora acusada, sigue siendo subdirectora.
Cavanna era el gerente que había puesto al frente de su legado en Galicia el propio Cela, un hombre de confianza que el escritor trajo de la Ford en Valencia.
 Después de llegar a consejero de Presidencia y Administración Pública, el histórico político popular Dositeo Rodríguez fue elegido miembro del Consello de Contas de Galicia, el órgano fiscalizador de las cuentas públicas de la comunidad autónoma.
 La juez considera que ellos "de común acuerdo", con Castaño y Covadonga Rodríguez, simularon el despido de Cavanna Benet para beneficiarlo cuando él mismo decidió marcharse ante la conversión de la fundación en pública.
 La fundación había llegado a aquella fase en un estado de quiebra y decadencia que no podía superar sin ser asumida por la Xunta.
Ventosa atiende de esta manera las peticiones del Ministerio Fiscal, la Abogacía del Estado y la acusación particular, que ejerce el letrado Xosemaría Rodríguez, en representación de Lola Ramos, la insistente vecina de Iria que destapó las presuntas irregularidades en la gestión de la fundación.
Ramos vive en una pequeña vivienda situada en la acera de enfrente de la Casa dos Coengos (Casa de los Canónigos), sede de la Fundación Cela. 
Lleva más de una década denunciando la gestión de la entidad, creada por el escritor como una fundación privada sin ánimo de lucro y ahora reconvertida en pública.
 Sus voces de alarma, tanto por vía judicial como administrativa, nunca dieron frutos hasta que cayeron en manos de la fiscalía de Santiago, que hizo suya la denuncia inicial y la presentó en los juzgados de Padrón en el año 2012
 Los hechos investigados han ido mermando considerablemente desde entonces hasta llegar a la apertura del juicio oral.
 El Juzgado impone a los cuatro investigados una fianza solidaria por importe de 200.000 euros.

 

 

Stella del Carmen, la hija de Banderas y Griffith, ya no es tan anónima

La joven, ya universitaria, comienza a dejarse ver en eventos públicos aunque siempre de manera discreta.

Stella del Carmen y su madre Melanie Griffith, en los Ángeles.
Stella del Carmen y su madre Melanie Griffith, en los Ángeles.

 

Stella del Carmen, la única hija del matrimonio Antonio Banderas y Melanie Griffith, se hace mayor y comienza a captar el interés de todos.
 Poco queda ya de la niña que veíamos con sus padres en el balcón durante la Semana Santa malagueña. 
Ahora, Stella del Carmen Banderas Griffith, de 20 años, combina su segundo año de carrera en la Universidad del Sur de California —donde decidió estudiar Arte para así estar más cerca de su madre—, con la asistencia a algunos eventos.
Aunque la hija de la expareja de actores no se ha decantado por el mundo de la interpretación como el resto de su familia —su abuela materna, Tippi Hedren, sus padres y su hermana Dakota Johnson–, Stella del Carmen se acerca cada vez más a la industria de la moda. De hecho, muchos la califican ya como una it girl ya que siempre va a la última en tendencias, pero, además, hace unos días asistió al desfile de Gucci en Florencia junto a su hermana Dakota.
 Dakota Johnson, Stella Banderas, Salma Hayek y Grace Johnson en el desfile de Gucci en Florencia, en mayo. Dakota Johnson, Stella Banderas, Salma Hayek y Grace Johnson en el desfile de Gucci en Florencia, en mayo.
Y es que la pequeña Stella del Carmen ya no es tan pequeña, y prueba de ello es la imagen que publicó el pasado 28 de mayo en su cuenta de Instagram —en la que tiene 40.200 seguidores— tomando el sol en la piscina y que acumula ya más de 5.000 me gusta.
La joven, que siempre ha crecido al calor de los focos y se ha mantenido en un segundo plano, se inició en las redes sociales hace un año, empujada por su madre, Melanie Griffith, toda una instagramer con más de 250.000 seguidores.
 De hecho, fue la actriz quien hace unos días publicaba una foto de la joven con su novio, con el que lleva dos años de relación.

La mujer que denunció a Polanski por violación volverá a pedir que se cierre el caso

El abogado del director asegura que Samantha Geimer "está cansada" y quiere que termine el caso.

El director Roman Polanski en una imagen de 2017 y la actriz Samantha Geimer, en 2008
El director Roman Polanski en una imagen de 2017 y la actriz Samantha Geimer, en 2008 AP

 Samantha Geimer, la mujer violada por el cineasta Roman Polanski hace décadas —cuando era una adolescente— tiene previsto comparecer ante un juez de Los Ángeles para pedir que cierre el caso, según ha anunciado Harland Braun, abogado del director, de 83 años, a la agencia France Presse. "Está cansada de este caso que lleva ya 40 años", ha dicho Braun, los mismos años que el realizador no ha podido pisar suelo estadounidense por miedo a ser detenido. 

"Quiere que termine" y "piensa que puede ayudar", ha añadido. 

El juez tendrá que decidir ahora si toma en consideración la solicitud de Geimer. Una corte de apelaciones rechazó una petición similar que hizo en 2010.

El director de El Pianista, por el que ganó un Óscar, fue acusado de drogar y violar a Geimer en 1977, en la casa de Los Ángeles del actor Jack Nicholson
. Polanski se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales" en un acuerdo con la fiscalía, que tumbó otros cargos más graves, y salió bajo fianza de la cárcel, donde pasó 42 días.
 Pero en 1978, convencido de que el juez no iba a reconocer el acuerdo e iba a acabar enviándolo a la cárcel durante décadas, huyó a Francia. 
Desde entonces, nunca ha regresado a EE UU y tiene intención de seguir así hasta que no reciba garantías de que no irá más tiempo a prisión.

Samantha Geimer, la mujer violada por el cineasta Roman Polanski hace décadas —cuando era una adolescente— tiene previsto comparecer ante un juez de Los Ángeles para pedir que cierre el caso, según ha anunciado Harland Braun, abogado del director, de 83 años, a la agencia France Presse. "Está cansada de este caso que lleva ya 40 años", ha dicho Braun, los mismos años que el realizador no ha podido pisar suelo estadounidense por miedo a ser detenido. "Quiere que termine" y "piensa que puede ayudar", ha añadido. El juez tendrá que decidir ahora si toma en consideración la solicitud de Geimer. Una corte de apelaciones rechazó una petición similar que hizo en 2010.
El director de El Pianista, por el que ganó un Óscar, fue acusado de drogar y violar a Geimer en 1977, en la casa de Los Ángeles del actor Jack Nicholson. Polanski se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales" en un acuerdo con la fiscalía, que tumbó otros cargos más graves, y salió bajo fianza de la cárcel, donde pasó 42 días. Pero en 1978, convencido de que el juez no iba a reconocer el acuerdo e iba a acabar enviándolo a la cárcel durante décadas, huyó a Francia. Desde entonces, nunca ha regresado a EE UU y tiene intención de seguir así hasta que no reciba garantías de que no irá más tiempo a prisión.
"Lo que Polanski enfrenta, si regresa a Los Ángeles, es un sistema legal deshonesto que ignora los hechos y la ley, e intenta impresionar y demostrar al público que es duro con el crimen", escribió el abogado en uno de sus recursos.
Roman Polanski, en los juzgados de Santa Mónica en agosto de 1977 tras se acusado de violar a Geimer.
Roman Polanski, en los juzgados de Santa Mónica en agosto de 1977 tras se acusado de violar a Geimer. AP
Geimer, que ha apoyado por un largo tiempo los esfuerzos de Polanski por poner un fin a este caso y poder seguir con su vida, escribió una carta a la corte a principios de este año, en la que acusó a los fiscales de estar más interesados en sus carreras que en resolver el asunto.
 "Los casos de celebridades no deberían ser usados por alguien como ustedes que buscan un poco de fama y avance en la carrera", dijo en un escrito destinado a la fiscal general del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey, y su adjunta, Michele Hanisee. 
"Ustedes y los que vinieron antes nunca me protegieron, me trataron con desprecio, usando un crimen cometido contra mí para promover sus propias carreras", zanjó entonces. Ella también ha contado su historia en un libro.
La carrera de Polanski —casado con la actriz francesa Emmanuelle Seigner, con quien tiene dos hijos— continuó en Francia, donde muchos lo consideran un icono.
 Sin embargo, la sombra de este caso de hace décadas le persigue y en enero lo forzó, por ejemplo, a abandonar sus planes de presidir los Premios César, equivalente a los Óscars, presionado por grupos feministas y la ministra de Derechos de la Mujer.
 Cuando vivía en Estados Unidos, Polanski estaba casado con la actriz Sharon Tate, asesinada en 1969 por miembros de la "familia de Charles Manson" embarazada de ocho meses.