Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

4 jun 2017

Un delfín entre las olas..................... Boris Izaguirre


El diseñador David Delfín. EPV
 
La primera vez que vi a David Delfín pensé que era un delfín.
 Tenía su misma gracia animal pero en tierra. 
Y también poseía la elegancia de ese otro tipo de delfín, el heredero de la casa real francesa.
 Fue en Corazón Negro, el desaparecido bar de Paola Dominguín en el corazón de Chueca y era 1994, el año en que todos nos mudamos a Madrid sintiéndonos delfines y herederos.

Creo que uno de sus primeros tatuajes se realizó en esa época y era un delfín.
 Cada vez que coincidía con David, su timidez me hacia también más tímido y solo podía observarlo.
 Sus movimientos parecían palabras, su manera especial de establecer una comunicación. 
Y cuando hablaba, era un filo, directo, desconcertante a veces, dejándote en un punto entre el desasosiego y las ganas de más bofetadas.
 Creo que consiguió hacer lo mismo con su trabajo en la moda. 
Atraparte, pegarte, dejarte, volver a atraparte. Volver a dejarte.
En esa época de Corazón Negro, David formaba parte de una compañía de performers dirigida por Danny Panullo junto a Mariola Fuentes. 
Hacían los playbacks más desternillantes del mundo, en cierta manera herederos o delfines de las celebérrimas Diabéticas Aceleradas, que habían visto su fama crecer gracias a Almodóvar.
 La compañía de Panullo tenía nuestro apoyo, el de unos fans declarados que al mismo tiempo que imitábamos sus imitaciones, sentíamos que estábamos envueltos en algo. Que éramos lo más parecido a un movimiento. Los nuevos reyes del mambo.
 Cuando El Baile de la Rosa, en Montecarlo, homenajeó a La Movida madrileña, Pedro Almodóvar invitó a Delfín a participar del showcase que confeccionó, a modo de cabaret, para esa ocasión.
 David, convertido en David Delfín, el nuevo talento de la moda española y una marca en sociedad con Gorka Postigo, aceptó y volvimos a ver ese número, mágico, en que el se convertía en una balanza vertical, que se inclinaba hacia delante todo lo que podía.
 Y después también hacia atrás sin perder el equilibrio. 

Bimba Bosé y David Delfín.rn
Bimba Bosé y David Delfín. Cordon Press
Rubén y yo asistimos muchas tardes a los encuentros de David, Panullo y Bimba en la casa de Lucía Bosé en Somosaguas. 
 Parecían una boy band ejemplar. En un hogar lleno de referencias y habitado por personalidades intensas, ellos resaltaban. 
A veces parecía que emergían del estanque detrás de la habitación de Lucía Bosé, que tenían escamas y bronquios y habían estado buceando horas por Madrid y regresaban con la piel brillando, no a contarlo todo pero sí a que los viéramos.
 De esa amistad y de esas aguas surgió David Delfín, el diseñador.
 Al día siguiente de su histórica colección onírica, inspirada en Buñuel, Lucía y Magritte, Javier Sardá me regañó por no haber estado presente
Esa misma noche, David entró por teléfono en Crónicas Marcianas, enfrentando la inmensa polémica por haber cubierto a sus modelos con velos, con esa voz suave, de acento malagueño y la risa ante el asombro por “la que se ha montado”. Nunca superé mi timidez inicial hacia David.
 No lo lamento, porque me permitió admirarlo, en silencio, con respeto, como creador. 
Recuerdo esa maravillosa colección en el nuevo edificio de Telefónica en Madrid que celebraba la avalancha de la tecnología empleando la paleta de colores de Mondrian. Bruce Weber, insistía en que estábamos delante de algo más que un genio.
 “Adivina lo que del presente estará en el futuro”, dijo. Algunos de los presentes le reían, pelín irrespetuosos como se espera entre los más jóvenes.
 No olvido su antepenúltima colección en Cibeles dedicada a Alaska, Mario y Bibiana, otra vez infartada de colores, pastillas dibujadas y hasta cosidas a los trajes.
 La euforia de esa colección me recordó el éxtasis de las noches de los noventa.
Me duele no tenerle entre nosotros. Félix Sabroso, que le visitó hasta el final, comentaba que en los peores momentos, David no perdía la curiosidad.
 Suaviza ese dolor, saber que David Delfín coaguló a una generación. 
E imaginarlo ahora balanceándose de atrás hacia delante, por cualquier mar que le apetezca. 

 
 

El mundo de la moda despide a David Delfín

La capilla ardiente del diseñador, fallecido el sábado a los 46 años, se instala en el Museo del Traje.

David Delfin 
David Delfín en el backstage de la Madrid Fashion Week
Creadores del mundo de la moda y artistas han visitado este domingo la capilla ardiente del diseñador  David Delfín, Premio Nacional de Diseño de Moda 2016, en el salón de actos del Museo del Traje de Madrid para rendirle homenaje.
 En los salones de este museo se albergaron sus desfiles y también se exhibieron sus diseños. 
La Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), de la que formaba parte, ha lamentado profundamente este fallecimiento con las siguientes palabras: "Resulta muy difícil para nosotros tener que despedirnos de forma tan prematura de una persona excepcional y un profesional único al que queremos y admiramos enormemente.
 David entró a formar parte de la familia de ACME en 2005, donde supo ganarse todo el cariño y respeto de sus compañeros de profesión", afirman en un comunicado.
El cuerpo del diseñador, fallecido ayer a los 46 años víctima de un cáncer ha llegado a las 11.30 horas al Museo del Traje, donde se mantendrá la capilla ardientes hasta primera hora de la tarde. Luego, Delfín será trasladado a Marbella, donde se celebrará un oficio religioso en la iglesia de la Encarnación y finalmente será incinerado, por deseo de su madre.
Al museo han acudido familiares y amigos, además de numerosas figuras del mundo de la moda y las artes.
 Entre otros, han acudido los modistos Elena Benarroch e Ion Fiz; los actores Rossy de Palma, Pepón Nieto y Óscar Jaenada;
En declaraciones a los medios de comunicación, Pepón Nieto se ha mostrado triste por la pérdida:
 "Para todo él era un ejemplo único, raro, irrepetible, arriesgado. Así era para todo, en su faceta creativa y en la personal".
Para Fiz, la muerte del premio nacional de 2016 es "una gran pérdida para el mundo de la moda y de España".
La directora de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Charo Izquierdo, ha lamentado el fallecimiento de David Delfín, que tal y como ha destacado ha sido una de las personas más importantes del diseño en España: 
"Es una noticia muy triste (...) Se ha ido una de las personas más importantes del diseño y de la moda en España", que tenía mucha "valentía" e "ingenio" y "un saber hacer maravilloso".

Rossy de Palma, este domingo.


 

Muere el escritor Juan Goytisolo a los 86 años en Marrakech

Se desconoce si será enterrado en la ciudad marroquí donde residió en las últimas décadas o será repatriado a Barcelona.


El escritor Juan Goytisolo en la calle de su casa de Marraquech (Marruecos), en noviembre de 2014.
El escritor Juan Goytisolo en la calle de su casa de Marraquech (Marruecos), en noviembre de 2014.

El escritor Juan Goytisolo ha muerto hoy a los 86 años en Marrakech (Marruecos), según ha confirmado desde su domicilio Ricard Parise, amigo personal del escritor, a la agencia Efe. En 2014, seis años después de despedirse de la ficción, obtuvo el Premio Cervantes, el más importante de las letras en español.

El novelista barcelonés, uno de los autores más cervantinos de la literatura española reciente, lo recibió en Alcalá de Henares luciendo la única corbata que tenía en el armario y dedicando su discurso a los habitantes de la medina de Marrakech, sus vecinos desde que se instalara allí en 1997 con la familia de su amigo, y expareja, Abdelhadi. 

Hasta ese año, y desde 1956, sus vecinos eran los inmigrantes del Sentier parisino, el barrio en el que vivió con su esposa, la escritora francesa Monique Lange.

 En París recaló después de abandonar para siempre Barcelona, la ciudad en la que había nacido el 5 de enero de 1931. 

Si la muerte de Lange, ocurrida en 1996, marcó su vejez e inspiró la novela que cierra su obra narrativa —Telón de boca (2003)—, su infancia estuvo marcada por otra muerte: la de su madre, Julia Gay, en 1938 durante un bombardeo de la aviación franquista sobre la Ciudad Condal.
 Aquella desaparición dejaría al cuidado de su padre a los hermanos Goytisolo (Marta, José Agustín, Juan y Luis) y funcionaría como hito sentimental en la obra de los tres varones cuando se convirtieron en escritores.
Debutante como escritor en los años de la literatura social de posguerra —su primera novela, Juegos de manos, es de 1954—, Goytisolo siempre estableció una relación directa entre su abandono del realismo y la asunción de su homosexualidad.
 A contar esa evolución personal, remontándose a la infancia, consagró en los años ochenta del siglo pasado dos magistrales libros autobiográficos: Coto vedado y En los reinos de taifa.
 

Un ataque terrorista en Londres causa siete muertos y decenas de heridos

Tres hombres arrollan a peatones en un céntrico puente de la capital británica y apuñalan a varias personas en un mercado gastronómico cercano antes de caer abatidos por la policía.

Todo es extraño, prefieren la muerte, no existir, a vivir.

¿Quienes son esos terroristas? ¿Quienes son matando y muriendo? No me vale en nombre de quién maten y se maten. No son humanos ya que los prefiere muertos, quién se lo mande hacer....da igual....el caso es que mueren a sus manos personas que ya les dará igual en nombre de quién dejan de vivir, dejen flores, velas dibujos......los asesinos no las van a ver.....es triste muy triste, pero aún sabiendo que después de un atentado se refuerza la "Seguridad" los muertos no lo ven, los que matan y los muertos, ya no están entre nosotros y siempre hay niños....¿Que placer les produce matar? Tampoco esos se van a enterar. 

Y sea en nombre de Alá o de Dios.....?Por qué lo permiten?